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37: "Mátame"

La mujer tomaba con delicadeza las deliciosas cerezas y las degustaba con paciencia, recordando cada exquisito sabor, un lujo no permitido desde hace años pero que por fin estaba empezando a disfrutar, todo por aceptar el cortejo de Jeon Jungkook, aquel niñato enfermizo de amor, por su amor. Kim Adin limpió sus labios con un fino pañuelo mientras veía a Jungkook beber de su copa un vino que habían lanzado al mercado hace poco, veía en los ojos del joven admiración y orgullo por ser él quien lo haya creado, derivado de las uvas provenientes de los suelos de Abyss, pero claro, fue su estúpido grupo quienes plantaron todo ahí, por lo tanto, les pertenecían.

—El vestido que llevas puesto luce increíble en tí, mi reina.

—Gracias —Murmuró sin ser consciente de la mueca molesta del joven.

—¿No te gusta ser llamada por ese título? Estoy al tanto de la situación y aunque tu inútil esposo, según el pueblo.."un rey", haya sido un desastre con semejante responsabilidad, tú puedes volver a ser la reina.

Adin tosió algo incómoda recordando a qué se refería, pero no le daría el gusto —Yo sigo siendo la reina aunque en este momento se me obliga a no ejercerlo.

—Puras estupideces cielo, si de verdad quieres ser reina y mandar en Abyss... tienes que aceptar mi propuesta.

Adin se levantó furiosa y no pudo evitar liberar un sonoro golpe en la mesa —¡No me casaré contigo! ¡Jamás!— Su cuerpo tembló cuando Jeon también se levantó y la distancia entre ellos se acortó peligrosamente.

—No me gusta cuando te enojas, cielo. Admito que tu actitud me resulta encantadora pero actuar de esa manera no es correcto y mucho menos si hay gente importante alrededor, espero sepas entender el castigo.

—¡N-no! Castígame a mí, por favor... —pero Jungkook ya no la escuchaba, ahora le enviaba señales a Baek, quien custodiaba la puerta principal y al ser avisado por Jungkook, supo que debía hacer. Salió del lugar y el fuerte golpe de la puerta al cerrarse hizo erizar por completo la piel de la reina— ¡Lo siento! Perdóname, castígame a mí, te lo ruego... —Jungkook empezó a caminar para abandonar la sala pero fue interrumpido por Adin, quien se tiró al suelo frente a sus pies. —¡Por favor!

Jeon tomó su mentón y depositó un suave beso en la nariz de la joven —Mi linda reina, jamás te haría daño, no podría lastimar a semejante perfección pero tu actitud ha estado molestandome desde hace días —y con esas frías palabras, se fue.

El joven de tan solo 21 años caminaba por los pasillos con aire de grandeza, los guardias y sirvientes hacían reverencia cuando lo veían pasar y él sonreía egocéntrico. Llegó a una de las habitaciones más grandes del tercer piso, un cuarto pintado con colores vivos y repleto de cosas, un ambiente feliz y totalmente ajeno a las pesadillas ocurridas en el resto de las instalaciones del palacio real.

Entró con una sonrisa radiante —¡Buenas tardes cosita artante!

—Deberías controlar a tu mujer si no quieres seguir sufriendo, al fin y al cabo es su culpa. Yo estaba tan pacífico pero tuve que venir a manchar mis manos con tu sangre, que aburrido —Baek quitaba sus guantes negros a la par que dejaba la fusta en manos de los dos guardias que lo acompañaban. Luego, le tiró una camisa al hombre de 25 años para que se cambiará, sin mostrar algún efecto de desagrado al ver la espalda repleta de lastimaduras.

—Ella... no tiene la culpa —el murmuro apenas era audible.

—Como digas Seokjin, tengo tareas pendientes y necesito tu presencia. Cambiate, cambia esa expresión de muerto que traes y prepara tu mejor sonrisa, iremos a dar una vuelta por el reino —Baek esperaba un "sí" de respuesta, pero solo consiguió un asentamiento débil de cabeza.

Cuando la puerta se cerró, Seokjin supo que se hallaba solo. Respiró profundo y apoyó con fuerza su mano en la rodilla izquierda para hacer de soporte y así conseguir levantarse. Al instante, marcas de sangre teñían las paredes, figuras oscuras sin forma parecían asomarse por las esquinas pero luego desaparecían. Susurros... "inútil", "cobarde", "poco hombre", "decepción", "asco" inundaban su cabeza, quería callarlos pero le era imposible sino se calmaba. Cerró sus ojos y respiró profundo y de a poco las palabras se apagaron y el silencio llenó el cuarto oscuro, repleto de mugre y manchado con sangre seca y vieja, lugar de preferencia para Baek cuando quería y debía torturar a Seokjin. Al abrir sus ojos creyó haber digerido todo el miedo pero se asustó aún más al ver frases escritas en la pared frente a él tales como "Mátame", "inútil", "reacciona", "ayudame", "mátame mátame ¡Mátame!"

Apretó con fuerza sus ojos y tomó la camisa con rapidez para salir corriendo de aquella viva pesadilla. Su cuerpo agitado chocó contra Jungkook, quien justo caminaba por ahí aunque no iba solo.

—Baek te espera en la entrada, apurate —Seokjin asintió y sus ojos no se despegaron de los brazos de Jungkook— Llevalo.

Adin cepillaba su cabello intentando calmar sus nervios, después de su error frente a Jungkook, fue llevada hasta su habitación y creyó que estaría sola el resto del día pero su hermano podía hacerle compañía gracias a la cortesía de Jeon.

—¿Ya habrán terminado? Pase por la puerta sin ser visto pero no escuche ningún grito
—Jimin bebía de su vaso mientras miraba por la ventana al viejo invernadero, lugar sin uso actualmente.

—Jin ya no grita, solo... aguanta.

—Entiendo, no puedo imaginarme su dolor.

—Nadie puede y sé que yo también pasé por muchas cosas pero nada se compara, Jin siempre se lleva la peor parte —Adin suspiró. Fue hasta Jimin y sin previo aviso, lo abrazó— Al menos tú estás a salvo, realmente quiero que Jungkook te permita irte a casa de nuestros padres.

—¿Para qué? —Los ojos de Jimin se encontraron con los de Adin— Tú sabes bien lo que ellos me hacían.

—Cambiaron Jimin.

Jimin rió —Sigue creyendo eso hermanita. Eres tan ingenua y débil, permites a todos manipular tu mente tan fácil y por eso Seokjin debe sufrir tus errores.

—Cállate —fue un susurró pero Jimin la oyó.

—Has culpado a Seokjin por todo esto durante cinco años y lo seguirás haciendo, a pesar de que tú tampoco has hecho algo. Y aunque por las noches acaricias con dulces palabras a tu esposo para ayudarlo a dormir, al día siguiente terminas por escupir frías verdades... o mentiras, simplemente palabras hirientes porque no soportas aceptar que todo esto está ocurriendote, no a tí, no a la grandiosa Kim Adin.

La mano de la reina se estrelló con fuerza en el rostro del príncipe Jimin —Vete —el joven respiró profundo y se levantó para irse no sin antes voltear para dar sus últimas palabras—el karma existe Adin, ten cuidado.

La reina tiró el cepillo hacia Jimin pero erró y este impactó contra la pared. El joven se dio la vuelta para salir y dejarla sola. Kim Adin juraba haber visto una pequeña sonrisa en los labios de Jimin.

Min Yoongi limpiaba las armas de combate por si las necesitará en algún momento, era una rutina para él hacer aquello. Su cuarto seguía siendo el mismo de siempre pero ahora sin duda contaba con miles de privilegios debido a Jungkook, quien lo tomó como guardia personal y le devolvió su anterior puesto. La idea no le agradaba para nada pero no tuvo opción, era eso o abandonar el palacio y sufrir las consecuencias por rechazar la oferta del tan mimado cabecilla en el grupo, Jeon jungkook. Sin más, aceptó y aunque pensó en el infierno mismo... no fue así.

Jungkook no le daba muchas órdenes ni requería demasiado tiempo de sus servicios debido a las escasas salidas al exterior, claramente tenía que permanecer oculto del pueblo. Más allá de eso, Yoongi supo aguantar las extensas conversaciones de Jeon sobre Adin y todos los logros obtenidos hasta la fecha mas nunca habló de su vida y es que a Jungkook no le interesaba en absoluto la vida de Yoongi anterior al ataque.

Min muchas veces perdía el estribo con Jeon pero volvía a su postura sumisa al recordar a Seokjin. El trato de Jungkook no solo ofrecía tranquilidad a su persona sino también a su amigo, el rey. Según Jeon, mantener los servicios de Yoongi implicaba paz a Seokjin, ya que no lo molestaría ni le haría daño, por eso Yoongi aceptó sin dudar al escuchar esa parte del trato y es que luego de presenciar los golpes de Baek hace cinco años, horas antes de la llegada de Jungkook al reino, lo dejó aterrado y no quería que eso volviera a suceder. Por suerte, la oferta parecía respetarse, a pesar de las pocas visitas de Yoongi hacia Seokjin, juraba que el rey se mostraba normal, no feliz, pero eso es de esperarse debido a la frustrante situación del reino, al menos había contribuido en ningún tipo de ataque físico sobre Seokjin y por la desenvoltura del rey al expresarse y moverse, confirmaba que en lo psicológico tampoco sufría.

Todo era como antes del primer golpe de Baek hacia Seokjin y por eso su compañía a Jungkook era atenta y "leal". Su mente dejó de divagar al escuchar la puerta abrirse, sus ojos se encontraron con los de Jimin.

—Volví, al parecer mi ayuda no fue bien recibida —Jimin se tiró a la cama agotado.

—Sabes que Adin es terca y se enoja con facilidad pero tu compañía es vital para ella —Yoongi se acostó al lado de Jimin y con una sonrisa, rodeo sus brazos en la cintura del príncipe— estoy muy cansado ¿No puedes quedarte esta noche?

—No, lo siento. Baek me dejó muy en claro que solo podía ver a mi hermana, si sabe que estoy aquí va a matarme —Jimin quitó con suavidad los brazos de su cuerpo para levantarse—¿Has visto a Seokjin?

—Escuché a los cocineros hablar sobre un recorrido por el pueblo pero no estoy seguro ¿Por qué?

—¿Iba solo? Espero que haya podido ocultar las herid...

—Seokjin siempre asiste al pueblo con una brillante sonrisa para brindarles una seguridad que los ciudadanos no entienden en estos momentos.

—Mm... sí. Como sea, en el baño hay una crema muy buena, si ves a Jin quiero que se la des, le ayudará

Yoongi hizo una expresión confusa —¿Crema? Jin tiene muchas, no creo que necesite una. Su rostro está lleno de esos productos —rió pero Jimin no cambió su expresión seria.

—Sí, entiendo —tras suspirar, el joven se fue del cuarto.

¡Por fin pude actualizar!
Espero que les guste el capítulo.

La universidad me está matando, tengo unos seis capítulos escritos así que eso me deja más tranquila pero esperaba tener más escritos para solo preocuparme en publicarlos pero no sucedió como esperé.

En fin, las quiero 💋

<❤>

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