36: Afortunado
Durante la noche, Namjoon no dejaba de pensar en las palabras de Hoseok sobre volver al reino de Abyss. Miles de preguntas atormentaban sus pensamientos,desde si era correcto o no hasta saber qué ocurriría con su trabajo y los niños con los cuales se había encariñado. Era demasiado para dejar atrás teniendo en cuenta lo incierto que era su regreso a Abyss. ¿Nuevamente volvería a su oficio de sastre? Aquello estrujó el corazón del joven, en esos cinco años no había desarrollado tal actividad porque desde que el señor Lee le enseñó todo lo necesario para ser profesor, entendió que dicho trabajo era lo que siempre había anhelado y con solo pensar en las agujas y las telas, la negación a volver era más fuerte pero por otro lado, estaba Seokjin. El rey a quien consideraba el amor de su vida y eran tan intensos sus sentimientos por el hombre, que rechazar el quedarse y tomar las maletas para correr hacia Abyss ya no le parecía una locura.
Tantas cosas por analizar, no quería ser egoísta. ¿Qué pasaría con su abuela y su madre? ¿Volverían a vivir en una casa pequeña y gris porque el sueldo no sería lo suficiente? ¿Y los medicamentos de su madre? También pensó en el señor Jung, él era muy feliz en Serendipity y su rencor por Seokjin no lo dejaría volver a palacio. Aquel hombre no solo había sido amable con ellos sino que se convirtió en un gran amigo para su madre, ellos no se gustaban, pero sí sentían mucho cariño por el otro, más allá de seguir viviendo juntos aún cuando el señor Jung pudo haberse comprado otra casa. Irse con su familia implicaba alejar a su madre de la felicidad compartida con Jung, su salud y la comodidad que su abuela disfrutaba.
Cuando menos lo notó, ya estaba amaneciendo y debía ir a Stay para recibir a su grupo favorito de alumnos. Aunque todos los días eran gratos y coloridos, hoy no parecía ser lo mismo. Caminaba como un robot hasta la biblioteca, con la cabeza llena de pájaros libres cantando frases para animarlo a volver pero también había árboles gigantes que dificultan el vuelo de las aves, haciendo que algunos queden atascados entre las ramas. No, Namjoon no se sentía loco por visualizar eso, en realidad comprendía la clara diferencia entre sus esperanzas y deseos como sus barreras destructivas. Un juego mental que batallaba en su cabeza para decidir por él, su cerebro tomaba riendas y lo llevaba a la delantera, dejando tapado de tierra a su corazón, incapaz de hablar y sentir.
Los niños entraron a Stay llenado el lugar de melodías divertidas y vibras cálidas, una sonrisa se escapó de sus labios... él definitivamente amaba dar clases. Luego de servir una infusión caliente a cada niño para que desayunen, tomó asiento y abrió el libro de clases. Empezó a dar clases de matemáticas porque era el tema más dificultoso para sus estudiantes.
—¿Se encuentra bien, profesor Kim? —Un niño miró suspicaz y su chillona voz llamó la atención del resto. Las miradas curiosas pusieron nervioso al mayor pero intentó negar, aun si sus alumnos sabían que no era cierto, sin embargo, no quería escuchar más comentarios al respecto.
—Usted está triste —acotó la menor de las niñas, levantándose de imprevisto y dirigiéndose a Kim para abrazarlo. Su pecho pareció llenarse de cariño de un momento a otro y por un breve segundo, creyó no estar solo en esa batalla mental. El resto del grupo los miraban anonadados pero supieron que su profesor necesitaba ayuda, por primera vez ellos sentían la necesidad de devolverle a Namjoon todo el cariño y atención que el mayor les había dado en esos años, porque Namjoon no solo era profesor de aquellos niños, él les había dado una oportunidad para mostrarle a sus padres y al resto del pueblo, lo inteligentes que eran y el haber empezado tarde sus estudios no significaba que estaban perdidos porque para aprender no hay edad. Namjoon daba clases, sí, pero también les daba de desayunar, les regalaba cosas para días festivos e incluso aquel grupo era el único al que no les cobraba.
Los niños siempre se preguntaban por la soledad del profesor Kim Namjoon, el nunca verlo con alguna pareja por las calles o en celebraciones a excepción de la señorita Haneul pero ellos sabían que un romance no podía surgir de entre ellos porque aunque Namjoon se esforzara por ser atento, sus ojos no brillaban al verla cómo lo describen los libros románticos y entendieron que esa mujer jamás sería la esposa del querido profesor Namjoon. Pero dejando de lado a la señorita Haneul, los niños aún se preguntaban por la falta de interés de las mujeres hacia el hombre ¿Cómo alguien tan amable, generoso, inteligente y elegante como el joven Namjoon estaba soltero? Ellos no lo entendían pero tampoco les importaba mucho porque eso significaba que Namjoon estaba siempre pendiente de ellos, y se negaban a perder aquella atención que sus padres no les daban.
Finalmente, todos abrazaban a Namjoon esperando alguna respuesta de su parte pero eso no sucedió. Se rindieron y cada uno volvió a sentarse en sus lugares para continuar con la clase pero les sorprendió que Namjoon suspiraba, para por fin hablar —Debo admitir que sí me encuentro afligido, no obstante, estoy seguro que se me pasará pronto. Ustedes son muy importantes para mí ¿Lo saben? —los niños asintieron y siguieron resolviendo los ejercicios.
Una vez terminada la lección del día, Namjoon se dirigía hacia su hogar cuando Haneul se interpuso en su camino —H-hola Nam —el hombre hizo una media sonrisa y saludó a la mujer con cortesía— Vine para ofrecerte mis disculpas, mi comportamiento de anoche fue terrible y me siento verdaderamente avergonzada ¿Podrías perdonarme? Mi juicio se nubló y estuve apunto de cometer una locura —Namjoon frunció sus cejas y la mujer soltó un suspiro cargado de cansancio y frustración— Estoy embarazada.
—¿Qué?
—Fue un error de una noche, el padre del bebé no aparece y tenía mucho miedo de quedarme sola, cuando te conocí me agradaste mucho y pensé que tal vez podríamos tener algo. En mi locura, mezclada con la bebida de la cual sufro problemas, intente seducirte para tener relaciones y quizás luego convencerte de que el bebé sería tuyo. No me juzgues, estoy asustada y no encontraba otra solución.
Namjoon asintió y la abrazó, dejando desconcertada a la muchacha que inevitablemente había empezado a llorar —No era la opción adecuada pero entiendo tu temor, no te preocupes, te ayudaré como un buen amigo —Namjoon tomó distancia y le sonrió— encontraremos una solución —la mujer siguió llorando y por inercia, acarició su pequeña panza, totalmente cubierta e invisible por los grandes vestidos que Haneul usaba.
Siguieron hablando por un rato más hasta que Namjoon se despidió para irse a su hogar, tenía que preparar muchas cosas para la semana entrante, especialmente porque no daría clases a los grupos de siempre sino que ayudaría al joven príncipe de Serendipity en sus exámenes internacionales, de los cuales requería mucha ayuda por ser tan irresponsable, por suerte, el rey fue aconsejado de parte de Hoseok, al escuchar las recomendaciones de su mejor pintor, terminó por aceptar las clases impartidas por Namjoon. La noticia había sido motivo de celebración porque la suma de dinero que pagaría el rey era demasiado y Namjoon no podía sentirse más halagado. No era para menos, no solo porque Namjoon tenía una excelente reputación en el reino sino que la actitud del príncipe era simplemente fastidiosa y muchos profesores terminan desistiendo al no ver un avance en el menor.
La madre de Namjoon fue quien abrió la puerta, encontrándose con la cálida sonrisa de su hijo. —Buenos días cariño, ¿Cómo te fue hoy?
—Diría bien pero hubo ciertas cosas inquietas en mi cabeza durante el día, de hecho, me gustaría hablar contigo sobre esto que me aflige.
Sorpresa era lo de menos, la mujer estaba super ansiosa por escuchar a su hijo ya que jamás habían tenido conversaciones entre ellos sobre la vida privada del menor y es que Namjoon solía ser muy reservado, en especial desde que dejaron Abyss. La mujer se moría por saber qué ocurría dentro de la cabecita de su niño, aunque ahora era un adulto.
—Claro Nam, ¿Quieres que vayamos al comedor? Tu abuela está durmiendo y el señor Jung está trabajando, tenemos la casa para nosotros solos, puedes contarle a tu despistada madre todo lo que quieras.
Namjoon suspiró. Su abuela estaba al tanto de sus sentimientos por Seokjin y aunque ella le había comentado lo feliz que estaría su madre al saber de su primer enamoramiento, Namjoon le pidió que no le dijera porque aún no se sentía listo ¿Motivo? miles de veces en donde su madre le pedía nietos y una cena lujosa en compañía de su hermosa nuera. Algo lejano e imposible para el joven Kim.
—Estoy enamorado —cerró sus ojos esperando una eufórica reacción de su madre, pero al abrirlos la encontró pacífica y callada, con una brillante sonrisa.
—Oh... ¿Y quién es la afortunad... ?
—Afortunado —los ojos de la señora se abrieron aún más pero intento disimular— es el rey Seokjin.
Ahora si la mujer no entendía nada —¿T-tienes un flechazo con el rey? Es decir, entiendo que el rey Kim es alguien verdaderamente apuesto... ¿Solo es atracción, cariño? Es... normal, no quiere decir que estes enamorado, además, hace cinco años que no lo ves.
—Jin y yo estuvimos saliendo por un año, madre —Al ver la mirada desconcierta de la mujer, Namjoon se atrevió a tomar su mano y mientras le contaba todo lo sucedido, acariciaba con su pulgar sus manos para intentar calmarla por si se enojaba, reacción que Namjoon no esperaba porque conocía el tremendo cariño que la mujer le tenía— Lamento no haberlo dicho antes.
La mujer tragó duro y con una sonrisa, se acercó a Namjoon —No me esperaba esto, de hecho, imaginaba una linda relación entre la señorita Haneul y tú pero aunque no comprendo del todo, me hace feliz saber que amas a alguien, lo malo aquí es la clara ruptura entre tu y el rey Kim, si él de verdad te hacía feliz, me duele saber que todo acabó por culpa de la reina.
—Pero está en su derecho... ¿No? Tú solías compartir conmigo el daño causante en tu corazón cuando veías a papá hablar "coquetamente" con otras mujeres mientras tú enfermabas cada vez más.
—Cielo, no voy a normalizar el dolor que le provocaron a la reina con dicha infidelidad, sobre todo en su propia casa, ustedes debieron ser maduros y empáticos con ella. Por supuesto que no tienen la culpa de enamorarse pero ella merecía escuchar la verdad. Ahora, como me has contado, Adin ya lo suponía y desde mi punto de vista, debió enfrentar a su esposo de manera clara y hablarlo porque enfurecer de esa manera y alejarlos a la fuerza, intentando arrebatar los sentimientos de Seokjin por ti obligadamente no es la solución, porque ahora todos están heridos incluida ella, quien quiere convencerse del amor de Seokjin cuando este no la corresponde, anhela vivir en una mentira con tal de no perderlo y tal vez para hacerles sufrir a los dos lo que ustedes le hicieron sufrir a ella.
—No quería este final.
—Por eso volvías tan risueño a casa, ahora lo entiendo —la mujer rió y luego acarició el rostro de su hijo, quien por fuera siempre lucía feliz con su vida pero ahora lo analizaba desde otro punto, ahora se tomaba el tiempo de mirar ese interior tan oculto y notaba lo roto que estaba.
—¿Recordar a Seokjin te aflige?
—A eso quería llegar, Hobi habló conmigo anoche y me propuso volver. En este instante me tenia ganas de ponerme la primera campera abrigada y correr hacia Abyss porque pareciera ser que mi corazón solo esperaba el aliento de alguien más para decidir regresar pero después opté por poner en orden mis deseos y reflexionar adecuadamente, pensé en los niños, en ti y la abuela, en el señor Jung, en la familia de Hobi, en mi trabajo y en el señor Lee. A medida que visualizaba todo, descubrí que perdería más cosas si me voy.
—Insinuas...
—Tome la decisión de quedarme, es lo mejor para todos.
—¿Incluso para Seokjin?
—Mamá... él es quien menos quiere saber de mí, las cosas deben estar mejor en el reino y con Adin ahora que no estoy interviniendo, además, él me dejó en claro que irme era lo mejor, aunque debería haber sido lo suficiente valiente como para decirmelo en la cara, pero solo lo hizo a través de una estúpido papel —La mujer ya no entendía los murmullos de su hijo pero sabía que aquella no era la correcta decisión, sin embargo, él lo eligió así. Ojalá su hijo fuera capaz de escuchar a su corazón, pensó la entristecida mujer.
Volví, se supone que debía subir el capítulo el sábado pasado pero los estudios me están dejando sin vida xD
En fin, yo quería que Namjoon volviera :(
Pero bueno.. así son las cosas ah jajaja
¿O no? Mmm... lo sabremos en el siguiente capítulo :)
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