Los dos hombres tiraron al rey dentro de su habitación y cerraron la puerta, prohibiendole al guardia que los deje salir. Adin, quien se asustó por la intromisión a su cuarto, quedó horrorizada al ver a Seokjin sumamente herido. Se acercó de inmediato y lo levantó para llevarlo a la cama que compartían, para después ir hasta al baño a buscar algo con que limpiarle la sangre y curarlo. Adin trató las heridas con delicadeza y esperaba que el dolor de Seokjin se fuera rápido. Después de haberle quitado la ropa, lo llevó hasta el baño para lavarlo. Luego de dos horas de atención directa por parte de la reina, Seokjin reposaba tranquilamente en la cama, dormido. La reina estaba temblando de solo imaginar toda la tortura física que había recibido Kim y luego de haber mantenido una conversación a solas con Jung Baek, descubrió que el hombre estuvo ocultando una faceta de él bastante agresiva, actitud que no había mostrado mucho desde que vino. Por alguna razón, su verdadera forma de ser salió a la luz, así que no se imaginaba el daño psicológico que le pudo haber hecho a Seokjin.

Adin suspiró cansada y se recostó al lado del rey. Se prometió no dormir para estar al tanto de cualquier cuidado que Seokjin necesitará durante la noche. 

Jung Baek fue con sus hombres a recibir a la persona que estaba esperando por ver desde hace semanas. Las puertas se abrieron y cinco personas entraron. Jung Baek sonrió en cuanto vio al joven Jeon pero su mirada demostró confusión al ver al resto. 

—No te preocupes Baek, vienen conmigo —El joven señaló a una mujer— Ella es mi prometida —ahora miró a otros dos hombres— Oficiales que me acompañaron en mi viaje y él... —se acercó a un chico mucho más joven que él para posar su brazo en el hombro— él es mi hermanito, Jeon Jungkook. 

Baek hizo una reverencia y el más joven lanzó una sonrisa algo tenebrosa para Jung. 

—Es un placer recibirlo, tal como dije hace unas semanas, tengo todo controlado. Por favor, vayamos al comedor principal para conversar tranquilos —todos asintieron y siguieron al hombre hasta el lugar acordado. La cena ya estaba servida y cada uno ocupó un asiento. 

—Me gustaría comenzar sobre la increíble historia de Abyss y su relación con el reino de Uhgood. Hemos estado investigando y es tal como usted dijo joven Jeon, los dones de la familia real de Uhgood funcionan a voluntad de la persona, no es necesario tener algún vínculo con un miembro de Abyss. Eso quiere decir, que podemos utilizar a la reina Adin para ver el gran futuro que tiene mi señor. Jungkook observó como su hermano mayor sonrió ante tal comentario. Luego la sonrisa orgullosa de la prometida de su hermano lo hizo sentir asqueado, pero después solo se dedicó a reír fuertemente, llamando la atención de los presentes.

—¿De qué te ríes hermanito?

—Típico adolescente inmaduro —susurró la mujer sin mirar a Jungkook. Pero éste la escuchó y dejó de reír para dar lugar a una sínica sonrisa, o al menos así lo sentía la mujer. 

—No le hagas caso, continúa Baek.

El hermano mayor de Jungkook continuó con la conversación sobre la mentira de Uhgood y cómo podrían aprovecharse de aquel don.Por otro lado, Jungkook observaba con atención el palacio. Finalmente, la conversación terminó y Baek les ofreció dos habitaciones. Una para Jungkook y otra para la pareja mientras que los dos guardias se quedarían cuidando las puertas de los cuartos. 

Esa noche... Ocurrió un acto violento. 

Jung Baek se levantó temprano para así ordenar el desayuno y tener todo listo para cuando Jeon, su prometida y su hermano, bajaran a comer. 
Los dos guardias que vinieron con ellos, aparecieron en el umbral de la puerta, junto a Jungkook. Baek hizo una reverencia al príncipe y lo invitó a sentarse en la mesa.
—Buenos días joven Jeon, ¿Cómo estuvo su noche? ¿Su hermano vendrá a desayunar?

—Considero que eso será imposible.

Jung Baek levantó la ceja en señal de desconcierto. Jungkook se paró de su asiento y le ordenó que lo siguiera. Terminaron llegando al cuarto de Jeon y su prometida, y fue Jung Baek quien abrió la puerta por orden de Jungkook. Su vista se posó en los dos cuerpos sin vida y repletos de sangre. Cuando se volteo asustado por lo que sus ojos vieron, se encontró con la figura del menor, sujetando una daga justo enfrente de su corazón. 

—P-pero...

—Mi hermano no se merecía todo el crédito ni mucho menos la oportunista de novia que tenía —Jungkook presionó un poco la punta de la daga, acción que hizo temblar a Baek— A partir de ahora, yo estoy al mando.

Jung tragó sintiendo miedo, pero aunque su líder había sido el hermano de Jungkook, ahora debía servirle a él. 

—Quiero que llames a alguien para que retiren estos cuerpos de aquí y de paso para limpiar el cuarto. Además, necesito que me prepares una habitación mejor porque me quedaré un par de meses.

—Sí, señor —Jung Baek salió del cuarto y apartó todo pensamiento que lo hiciera poner en contra de Jungkook por venganza. No era adecuado, sabía que debía obedecer ya que fue la familia Jeon quien lo contrató hace tantos años para ser guardia oficial del reino y así salvarlo de la miseria. Claro que el reino ni los reyes tenían la menor idea que sus dos hijos eran personas crueles y tenían planes para destruir el orden natural que llevaban. Por desgracia, Jung Baek fue un cabecilla que el hermano mayor de Jungkook, utilizó.

El hombre pensó seriamente en llamar a las sirvientas para que limpien la habitación pero estaba tan molesto, que buscó a alguien más. Entró al cuarto de Seokjin sin tocar la puerta, lo vio acostado en la cama con Adin a su lado, al parecer, conversando. 

—Tienes que hacer algo Seokjin, ahora.

Adin quiso protestar pero el rey se levantó de inmediato y se posicionó al lado de Baek —No te preocupes Adin, estoy bien —Seokjin sonrió para no hacer sentir mal a la chica.

Ambos hombres salieron y Baek llevó a Seokjin hasta el cuarto donde se encontraban los dos cuerpos sin vida. Cuando el rey entró, su rostro cambió por completo, se veía pálido, asustado, y su labio inferior no dejaba de temblar. 

—¿Qué... sucedió?

—Quita esa cara, detesto que te hagas el bueno —Jung Baek odiaba a Seokjin solo que antes no lo demostraba para ver si así podía ganar la confianza de Adin o de Yoongi— esto ocurrió por tu culpa, el príncipe Jeon vino para hacer unos acuerdos comerciales con Abyss pero descubrió que algo andaba mal en el momento que no apareciste debido a los golpes que te di minutos antes de su llegada —Baek miró el rostro apagado de Seokjin y por inercia, sonrió— tuvimos que matarlos, a ambos. ¡Por tu culpa! Si tu no hubieras decidido salir a ver al sastre, no habrías sido castigado y podrías haber recibido a Jeon para seguir con la farsa, pero no... ¡Tenías que andar enamorado!

—P-pero yo no...

—Kim, a veces no hace falta tener el arma asesina en tus manos para dañar a alguien —Baek señaló a Seokjin— Y tú, los condenaste a muerte.

Cuatro horas habían pasado y Seokjin se encontraba sentado en la punta de la cama, mirando el piso sin decir ni una palabra. Respiraba con demasiada lentitud y su labio no dejaba de temblar, sus manos aún conservaban la sensación de haber tocado dos muertos. Adin, quien estaba a su lado, no podía creer lo que Seokjin le había contado cuando llegó. No entró en detalles, solo le dijo que Baek lo obligó a sacar dos personas sin vida. La reina acariciaba la espalda del rey para tranquilizarlo, incluso se puso a cantar pero él no decía nada y su mirada no se levantó del piso desde que llegó. Adin se sentía fatal por ver de esa manera a Seokjin y sobre todo porque no sabía qué hacer para demostrarle todo el amor que ella aún le tenía. Sin embargo, se sorprendió al notar como Seokjin se inclinó hasta reposar su cabeza en las piernas de la chica, cerrando sus ojos segundos después. 

—No te rindas Jin, saldremos de esto.

¿Qué tal va la historia? 👉👈

Espero les guste el capítulo.

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