31: Serendipity
Semanas después.
Namjoon limpiaba el piso de su habitación mientras que Hoseok acomodaba en unas estanterías los libros nuevos de pintura que había comprado hace poco. Ambos dormían en el mismo cuarto mientras que el resto dormían en habitaciones diferentes. Cuando llegaron, el padre de Hoseok estuvo intentando contactar con el rey de Serendipity por unos días hasta que por fin pudo ingresar a palacio y mantener una conversación con él. Dicho hombre estaba tan emocionado por la visita del señor Jung que no dudó en invitarlo a trabajar para él ya que había apreciado el gran talento de los Jung en el festival de arte que el reino había organizado y en donde los Jung pudieron mostrar sus talentos en el sector de muestras de pinturas. Además, el rey notó la evidente amabilidad que los dos pintores poseían. Esto fue una gran oportunidad ya que entrar a trabajar a palacio significaba una buena paga pero también, iban a tener facilidad para entrar a concursos de pintura debido al apoyo del rey. Sin embargo, no se les ofreció vivir en palacio como lo hizo Abyss, sino que les entregaron una vivienda considerablemente grande para dos personas cerca de palacio. Hoseok no lo dudo e invitó a la familia de Namjoon a vivir con ellos dos y de esa forma acotaron gastos en cuanto a pagar los servicios básicos.
El padre de Hoseok apoyó la idea, así que Namjoon se sentía feliz al tener un nuevo hogar muchísimo más grande que el anterior y en mejores condiciones para que su madre enferma pudiera vivir cómodamente. Por supuesto, Namjoon consiguió trabajo en una antigua biblioteca mientras esperaba a llamar la atención de la gente acerca de su habilidad como sastre pero Kim no esperaba verse tan feliz de trabajar ahí porque mientras se encontraba en sus horas laborales, podía leer todo lo que quisiera siempre y cuando no haya un cliente. El ambiente más la actividad que realizaba ahí le recordaba a la biblioteca de Seokjin y a los días que pasaba estudiando.
Uno de esos días, tuvo la oportunidad de mantener una larga conversación con su jefe, quien resultó ser un docente retirado. Namjoon se llevaba tan bien con el señor, que no dudo en pedirle que le enseñara todo lo que sabe. El hombre aceptó gustoso ya que extrañaba enseñar y Namjoon parecía ser super inteligente ante sus ojos así que sabía que sería muy interesante enseñar y debatir ideas juntos. De esta manera, Namjoon tomaba clases y trabajaba en la biblioteca por lo que pasaba gran parte del día ahí mientras que Hoseok también trabajaba muy duro pero al final del día, ambos conversaban y se conocían aún más, convirtiéndolos en amigos con mucha más confianza que antes.
—¿Cuándo me dejarás ver tu libro de pintura?
—Ya te he mostrado muchos de ellos —Hoseok terminó de guardar el último cuaderno y se sentó en su cama.
—Sabes bien a cual me refiero —Namjoon dejó la escoba y se sentó al lado del pintor.
—Eso es privado pero ya te he dicho, algún día lo verás solo que aún no es el momento.
—¿Pero por qué?
—Eres muy curioso Nam Hyung y también un tanto insistente.
Namjoon se encogió de hombros —Bien, voy a esperar.
Hoseok asintió y se levantó para guardar todos sus materiales en su bolso —Debo irme, con mi padre venderemos unas pinturas en el centro y luego tengo que ir a palacio por un encargo de la princesa. Te veo luego.
Namjoon también buscó sus cosas y se despidió de su madre para irse a la biblioteca Stay. Él era quien abría el local así que su jefe no vendría hasta la tarde para darle las clases, mientras tanto, era el único en el lugar. Sin embargo, una persona hizo sonar la campana de la puerta dándole aviso de su ingreso. Un joven cuyo rostro se le hizo reconocido a Namjoon al instante. Sin duda, era Jeon Jungkook. El príncipe que había conocido en aquél último viaje que hizo con Seokjin. Namjoon recordaba que durante el trayecto de vuelta, él le comentó a Seokjin sobre su encuentro con el joven y su novio le dijo que Jeon era el príncipe enamorado de Adin. Cuando Namjoon escuchó aquello, su mente empezó a recordar el momento en que Seokjin se lo mostró en la fiesta de coronación y ahí notó que claramente era el mismo joven.
El príncipe miró por todos lados hasta encontrarse con la mirada de Namjoon. Inmediatamente, sonrió. —Vaya, ¿Cómo estás?
—Buenos días, ¿En que puedo ayudarle?
Jungkook notó la indiferencia —Estoy buscando un libro de historia y cultura acerca de Abyss.
—Pero usted ya...
—¿Yo qué?
Namjoon se puso incómodo al ver una sonrisa en el príncipe —Nada, disculpe. Tengo solo un libro de Abyss, creo que tiene información de lo que busca —Namjoon fue a buscar el libro y se sorprendió al ver que Jungkook lo seguía— Aquí está —Namjoon tomó el libro y revisó en un cuaderno el precio.
Jungkook miró a su alrededor hasta toparse con la mirada del sastre —Estoy de camino a dicho reino y soy alguien muy curioso así que quiero leer todo lo que pueda de Abyss.
Pero si él ya ha estado ahí. Namjoon no dejaba de pensar en aquello.
Jungkook le entregó el dinero —¿Cómo te llamas? La otra vez no nos presentamos adecuadamente y lamento mi comportamiento. Mi nombre es Jeon Jungkook, ¿Cuántos años tienes?
—Kim Namjoon y voy a cumplir 21 dentro de poco.
Jungkook sonrió — Yo tengo 16, cumplí hace poco.
Namjoon asintió sin saber qué más decir. El príncipe guardó el libro en un bolso y se fue a la puerta para salir —Tengo que irme, fue un placer hablar contigo. ¿Hay algo que quieras decirme?
El sastre negó y Jeon se fue sin decir nada más.
Seokjin estaba comiendo junto a la reina en la habitación que compartían. Adin había pedido unos libros de la biblioteca del palacio para leer, así que pasaba gran parte de su tiempo con un libro en su mano, lo que dejaba a Seokjin solo y hundido en sus tortuosos pensamientos. El rey miraba por la ventana por largas horas esperando ver a Namjoon pasar por las calles del pueblo pero nunca ocurrió, sin embargo, no perdía sus pocas esperanzas. A veces sus ojos se posaban en Adin, quien se recostaba en la cama a leer por horas, y luego volvía a mirar a las calles, el pueblo y al bosque. Era inevitable sentir sus ojos llenarse de lágrimas y pensar como todo en su vida se arruinó. Recordaba los momentos que pasaba con Namjoon y con los chicos y una sonrisa aparecía en su rostro mas desaparecía al saber que estaba solo.
Sentía tanta presión pero a la vez no entendía como no era capaz de hacer algo, en su interior él sabía que debía buscar una solución, ponerse la corona y ser el rey que Abyss merece. Pero.. su cuerpo no se movía y su mente simplemente lo torturaba recordando sus obligaciones mas no enviando señales a su cuerpo. ¿Realmente soy tan inútil? Seokjin recordaba todas las clases con su padre y en esos tiempos todo parecía ser claro y simple puesto que él tenía asegurado que al ser el rey, haría lo que quisiera y podría tener todo controlado, sin lastimar a nadie en el proceso. Sin embargo, Seokjin comenzaba a creer que tener responsabilidades era muy difícil ya que en su caso, no contaba con la ayuda de nadie. Aunque quizás... sí, Adin estaba ahí y también todo recae en ella, incluso puede contar con Yoongi y Jimin, no obstante, que su yo interno aceptará la ayuda era otro caso aparte.
Finalmente, Seokjin fue a dormir para despejarse un poco aunque no contaba con que sus pesadillas iban a mantenerlo despierto toda la noche, tal como había sucedido desde que todo esto comenzó.
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