Este capítulo estará basado en otro personaje de la historia, el adorable pintor Jung Hoseok.
La mañana del día del ataque.
Hoseok sabía que su libro tenía tres hojas por usar pero le fue inevitable dirigirse a la última página y comenzar a pintar un dibujo digno de ser visto por todo el mundo y no precisamente por la pintura.
Se encontraba en la biblioteca tan cómodo en su trabajo que dio un salto al sentir la puerta del lugar abrirse con fuerza, no obstante, su frecuencia cardiaca volvió a la normalidad cuando notó la silueta eufórica de su padre. Se veía feliz y eso hizo sacar una sonrisa al joven.
—Hobi, tengo una estupenda noticia —El hombre se sentó a su lado y le extendió una carta— Es una invitación para una muestra de pinturas en el reino Serendipity, ¿Sabes qué significa? Podemos hacernos más conocidos entre grandes artistas. A nosotros nos sobra talento solo que necesitamos más ayuda y Serendipity adora a todo tipo de artistas, la mayoría de la gente reconocida ha salido de ahí.
—Ese reino está un poco lejos papá.
—Lo sé pero no podemos perder tal oportunidad, además, ya hablé con el señor Seokjin y él me dio la autorización para ir y quedarnos el tiempo que necesitemos.
—¿Estás seguro?
—Hobi... podríamos pintar algo que a los reyes de ahí los haga muy feliz. ¿Si me entiendes, verdad?
Hoseok asintió y sonrió —De acuerdo papá, iremos.
El padre del joven saltó de la alegría y salió a buscar los equipajes.
Dos horas después, ya estaban de camino a Serendipity con mucha emoción y ansias. A Hoseok le hubiera gustado despedirse de Seokjin o los chicos pero fue todo tan repentino que no tuvo tiempo, además tenía entendido que Seokjin había salido hace unas horas de viaje junto a Yoongi. El viaje tuvo una duración de 48 horas, así que al llegar, Hoseok se encontraba exhausto. Sin embargo, su padre seguía emocionado porque estaba apunto de participar en grandes muestras de pinturas, algo que había querido hacer desde niño.
Tendrían un mes bastante movido.
Por fin las exposiciones habían terminado y ya era hora de volver a casa, Hoseok había ganado un premio por una de sus pinturas y su padre no podía estar más orgulloso de él.
Al volver, se encontraron con varios guardias en la entrada del palacio, pero no le prestaron tanta atención. El hombre se acercó a los guardias y les pidió pasar diciendo que ellos eran los pintores del reino pero vaya sorpresa se llevaron. Los oficiales se rieron y uno de ellos fue a buscar a alguien. Tras unos minutos, un hombre fornido y alto hizo acto de presencia —Lo siento muchachos, pero Abyss ya no cuenta con pintores, no nos hacen falta.
Hoseok frunció el ceño y quiso hablar pero su padre fue más rápido —¿Cómo? Abyss siempre ha contado con mi familia para recrear las pinturas que ellos quisieran, ha sido así durante años ¿Por qué ahora dicen que no nos necesitan?
—Como verá, el rey tomó conciencia y está invirtiendo en otras cosas que serán de gran utilidad para su pueblo, por eso tuvo que hacer un par de despidos.
Hoseok pensó en Seokjin y esa idea le pareció absurda ya que su amigo no era así —¿Puedo hablar con el rey? Es mi amigo y necesito que me algo.
El hombre se acercó y sacudió su cabello en un intento de ser amistoso, cosa que incomodó a Hoseok —Lo siento chico, ahora mismo no puede pero el rey fue amable y me dejó ordenado que buscara sus cosas y se las devolviera.
El padre de Hoseok no se creía lo que estaba ocurriendo, además, ¿Quién era aquel hombre? no lo había visto antes —No nos pueden despedir sin ninguna razón lógica, ¡Exijo ver al rey Seokjin ahora mismo!
—Ya he ofrecido las disculpas correspondientes de parte del rey, necesito que se vayan ahora mismo. Mañana mismo les llegarán sus cosas al lugar en donde se vayan a hospedar —El hombre se fue dejando al padre de Hoseok angustiado y gritando insultos.
Hoseok notaba a la gente del pueblo mirar, así que tomó a su padre y le dijo que lo mejor era irse a buscar algún lugar para pasar la noche. Una amable mujer y su marido les ofrecieron una habitación hasta que consigan una casa de manera permanente. Al día siguiente, los guardias del palacio trajeron consigo todas las pertenencias de los dos pintores y se fueron sin decir nada. Los dueños se dedicaban a vender pan, así que el padre de Hoseok les pidió trabajo, la pareja era tan amable que accedieron al instante y tan pronto como Jung empezó a trabajar, Hoseok buscó trabajo en una florería. Los Jung ganaban poco dinero pero era lo justo para comer y para pagar la habitación que la pareja les ofreció. El tiempo siguió corriendo pero el señor Jung no quería vivir de esa manera y tomó una decisión sin ni siquiera preguntarle a Hoseok, se irían a vivir a Serendipity.
Cuando Hoseok se enteró de aquello, no le agradó demasiado porque aunque sus únicos amigos no estuvieran ahí para él ahora, él los apreciaba y sabía que si se iba, le iba a ser muy difícil volver a hacer amigos. No obstante, notó que su padre tampoco estaba super feliz por la idea pero era lo mejor que se le ocurría, más allá de estar realmente molesto con Seokjin. Así que ahora hacían horas extras en sus trabajos para ahorrar dinero para cuando se fueran. Un día cualquiera, Hoseok estaba regando las flores cuando vio pasar a Namjoon por la calle con varias telas muy hermosas. El pintor no lo dudo ni un instante y salió corriendo para encontrarse con su amigo, quien sonrió apenas lo vió.
—Hobi, ¿Cómo has estado? hace mucho que no te veo.
—Déjame ayudarte Nam hyung —Hoseok agarró algunas telas para que Namjoon no cargue con todas ellas por sí solo— Lo extrañe, he estado de viaje pero ya volví hace bastante, ¿Cómo está usted? ¿Viene de palacio?
Namjoon bajo su mirada y negó —Hace dos meses que no voy.
Hoseok no pudo evitar preguntar el porqué y Namjoon le contó el motivo, dejando sorprendido al pintor —¿Adin lo sabe? Pero... ¿Jin hyung solo se alejó de usted?
—Sí, supongo que debo entenderlo pero me duele mucho, realmente estoy enamorado de él —Namjoon suspiro y frenó cuando llegó a su casa— Gracias por ayudarme a traer las cosas, ¿Quieres entrar a tomar algo?
Hoseok se dio cuenta que había dejado el puesto de la florería solo, se golpeó la frente en modo de reprimenda y salió corriendo mientras le gritaba a Namjoon —¡Dejé mi trabajo, prometo volver en dos horas cuando cierre! —el pintor notó como el sastre asintió sonriendo y entró a su casa.
Hoseok estaba bebiendo un té caliente mientras conversaba con Namjoon en la casa de este último. El pintor le contó que Seokjin los había echado a él y a su padre de palacio y que ahora estaban quedándose en la casa de una amable pareja que los alojó. Al principio Hoseok lucía molesto al contar todo pero luego Namjoon lo consoló diciendo que tal vez no era la culpa del rey, ya que ahora parecía ser que los padres de Adin estaban ejerciendo presión en Seokjin.
Hoseok no estaba del todo convencido y sabía que el sastre tampoco, pero tal vez lo decía para hacerlo sentir bien, así que le dio la razón y dejaron el tema de lado ya que ninguno quería hablar de Kim Seokjin. Entre charla y charla, salió el tema de la partida de Hoseok y Namjoon se quedó impresionado ante tal decisión puesto que no era un delito irse a otro reino pero tampoco era del todo bien visto debido a los pocos derechos que tienen los extranjeros en tierras ajenas y por una clara "traición" hacía tu reino en el que has nacido, pero Hoseok trataba de verse positivo al decir que era una oportunidad para empezar de nuevo, sobre todo para ellos que eran artistas. En ese momento una chispa pareció encender la mente del pintor, que sonrió alegre y agarró los hombros de su amigo —¿Por qué no vienen con nosotros? Serendipity es un reino repleto de artistas, incluso un día fuimos a una obra de teatro, estoy seguro que muchos actores y actrices querrán que les confecciones sus vestuarios, además la gente de ahí tiene dinero como para permitirse comprar atuendos de sastres. ¡Ganarás mucho dinero!
Namjoon quedó anonadado ante la invitación de Hoseok, ¿Irse de Abyss? Tenía tantas dudas en su cabeza pero aquella idea empezaba a tener algún tipo de sentido, quizás no era un plan tan malo, ¿Que podría perder?
—Lo pensaré, primero tendría que hablarlo con mi abuela y mi madre, pero prometo darte una respuesta pronto.
Hoseok sonrió —Bien, te veo pasado mañana en la florería donde trabajo.
Namjoon asintió. El pintor se despidió del sastre y se fue a su casa, feliz porque tal vez... Namjoon lo acompañaría a Serendipity.
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