—¿Dónde está mi hijo? —la reina terminaba de acomodar su corona mientras que las sirvientas limpiaban el lugar.
—El príncipe se encuentra en el jardín —respondió la encargada de vigilar constantemente los movimientos del joven.
—Traelo, tiene que estar limpio para el recorrido por el pueblo.
—Sí, mi reina.
Las sirvientes abandonaron la habitación y la antes mencionada, fue en busca de Seokjin. El día era perfecto para una larga presentación del joven heredero por el pueblo. Era una tradición que todos los príncipes debían cumplir a cierta edad.
—Es importante que conozcas a tu gente Seokjin. Serán ellos quienes vivan tu reinado y por eso debes ser fuerte e inteligente para llevar adelante Abyss —El rey le dio una mirada de aliento a su hijo.
—Sí papá —Jin terminó de colocarse su abrigo y junto a los guardias, salieron en busca de interactuar con la gente.
Todos en el pueblo estaban avisados de la visita de la familia real, por lo que, el ambiente se veía más limpio y todos lucían sus mejores vestimentas. No era un acontecimiento que les molesta, de hecho, todos estaban ansiosos por conocer aún más al príncipe. Sin duda, el Reino Abyss era demasiado bueno para ser real debido a la época en la que se encontraban y es que en los últimos años, se ha escuchado de ciertas oscuras alianzas entre reinos un poco más pobres pero que juntos, buscaban destruir los más poderosos. Hasta el momento, Abyss no había sido visto como una amenaza porque se encontraba entre los más bajos económicamente.
Kim Seokjin caminaba con un porte envidiable. Todos a su alrededor quedaban impactados por la belleza del joven pero quedaban aún más sorprendidos por la natural amabilidad con la que el chico se expresaba.
—Aquí,se encuentran los mejores pasteleros —dijo el padre mientras señalaba las pequeñas tiendas de pasteles.-
Los dueños de los lugares no podían evitar sentirse halagados por el comentario del Rey.
—¿Mucho más que los cocineros del reino? —preguntó Seokjin intrigado.
Uno de los pasteleros se acercó a ellos y con una sonrisa, apretó la mano del Rey a lo que este aceptó feliz.
—De hecho joven príncipe, yo fui el encargado de hacer todos sus pasteles de cumpleaños —comentó el humilde señor.
—¿De verdad? Siempre son deliciosos —Seokjin le regaló una sonrisa al señor y este no pudo sentirse más completo con aquel gesto.
Definitivamente todos amaban a la familia real. Unos pasos más adelante, el joven príncipe se animó a preguntarle algo a su padre.
—Si él es el mejor.. ¿Por qué no trabaja en casa?
—Trabajar en el Palacio requiere muchísimo tiempo, dedicación y sabes que hasta algunos viven allí. Esta gente tiene una familia a la cual cuidar y aunque trabajar en casa les daría una gran cantidad de dinero, perderían del valioso tiempo que a ellos les gusta compartir con su familia. Además, son personas que amaban sus raíces y las respetan.
Para el padre de Seokjin parecía todo perfecto pero un comentario algo negativo apareció en la mente del joven.
Eso significa que.. ¿Todos son felices con la vida que tienen? ¿No hay alguien que desea progresar más en la vida? ¿De verdad acá todos eran tan conformistas? Porque de ser así, él había nacido en el reino equivocado, ya que si hay algo que siempre piensa el príncipe.. es en llevar Abbys al lado de los más poderosos reinos.
—Y aquí Seokjin, se encuentran grandes sastres.
Jin notó que este sector era un poco más pobre que el resto y él sabía el motivo. Los sastres tienden a hacer vestimentas más caras de lo que la gente común se puede costear. Sin contar que Abyss no se posiciona bien económicamente así que la gente tiende a vestir ropa más económica. Claro que, cuando los nobles de otros reinos venían, los sastres adquirían más dinero que cualquier otro oficio puesto que aquí, se encontraban grandes sastres. Pero eso no ocurría a menudo durante el año así que estos trabajadores aprovechaban todas las oportunidades que tuvieran y se explotaban ellos mismos a trabajar día y noche para compensar a los nobles extranjeros. De esa manera, el dinero que ganaban lo utilizaban por varios meses.
—¿Cómo estás señor Choi? —preguntó el Rey a uno de los sastres.
—Muy bien, me preguntaba... ¿Cuándo será el evento amistoso con los reinos vecinos?
—Pronto, lo prometo. Así que ve preparando tus manos para trabajar —sonrió el Rey.
—Muchas gracias señor —el hombre hizo un inclinación y se fue a contarle la noticia a su familia.
—Papá... ¿Los sastres del reino vienen de aquí?
—Desafortunadamente no, hijo. Tu madre trajo sastres de su anterior reino.
—Entiendo.
En ese momento, los ojos del príncipe se encontraron con otro chico. Este lucía vestimentas algo desgastadas pero elegantes. Seokjin supo en ese instante que debía ser hijo de algún sastre. Kim notó que su padre estaba distraído hablando con uno de los tantos ciudadanos, por lo que aprovechó para salirse de la aburrida escuadra que los guardias habían armado para ellos y se acercó al chico.
—Hola, ¿Cómo te llamas? —El joven extendió su mano para que el otro la tomara pero este no lo hizo.
—Me llamo Kim Namjoon, un gusto conocerlo su majestad —hizo una reverencia.
—No hagas eso, por favor. Es un tanto incómodo —Seokjin miraba a su padre para verificar que este no lo descubriera fuera de la escuadra.
—¿Cuántos años tienes? —preguntó de nuevo el príncipe.
—Tengo quince años.
—Yo también tengo quince —Seokjin supo que Namjoon no le preguntaría nada por temor a que irrumpa en su privacidad.
—Luces más joven —comentó algo bajo el chico.
—Príncipe, no puede estar alejado de su padre y de los oficiales, debe volver a su posición —Un joven interrumpió la conversación de los otros dos.
Namjoon no pudo evitar mirarlo. Era el mismo chico que había visto hablando con el guardia esa mañana. Se veía un poco más grande que ellos y algo que destaca, es que su vestimenta era distinta a la del resto de guardias. Namjoon supuso que era por ser algo tipo de rango inferior.
—Lo siento Yoongi —El mencionado asintió y se fue al lado del primer oficial.
—Debo volver con mi padre, fue lindo conocerte —Seokjin le estiró la mano nuevamente mas esta vez, Namjoon si la tomó.
—El placer fue mío su majestad —volvió a inclinarse ignorando el pedido del príncipe minutos antes sobre sentirse incómodo ante tal acto y se fue sin decir una palabra.
Listo. 😉
Un mini adelanto de la historia.
Espero que les guste 👑
<❤>
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