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18: Me gustas

La celebración continuó su rumbo con normalidad aun si el rey no estaba presente. La reina mostraba gratitud con los invitados aunque por dentro se preguntaba constantemente el paradero de su esposo. ¿En dónde se encontraba? pero lo más importante que su mente empezaba a pensar era en alguien más... ¿Dónde estaba el maldito sastre? Se negaba a pensar que ellos estaban juntos en ese momento mientras que ella se encargaba de la fiesta por sí sola.

Ya cansada de imaginar cosas, decidió ir en su búsqueda. En el salón donde ella se encontraba claramente su esposo no estaba, así que buscó rápidamente por el jardín pero no había rastros de él. Luego fue a los demás pisos del palacio, ya que dudaba que haya salido hacia el pueblo.

Los pisos estaban en completa oscuridad, así que fue sencillo ver como una tenue luz salía por debajo de una de las puertas. Con clara curiosidad, se acercó a dicha puerta esperando que no fuera su esposo quien estuviera en esa habitación. Pero los evidentes gemidos aceleraron su corazón, sintiendo que podría explotar en cualquier momento. Adin pensaba seriamente si entrar a la fuerza y sorprender a quien sea que estuviera ahí o simplemente esperar a que alguien saliera, pero un gemido aún más fuerte junto a una frase congeló sus acciones, dejándola atónita.

—Yoonie, más rápido —Los gemidos se fundían con quejidos roncos.

¿Pero qué demonios estaba ocurriendo? ¿Acaso aquella era la voz de...?

Lo que tu digas, cielo.

—Te quiero tanto.

¡Es la maldita voz de Jimin! ¿Está con Yoongi? Adin sentía que iba a vomitar en cualquier momento, por lo que salió corriendo de ahí lo más pronto que pudo, yendo directo a uno de los baños. Cerró tan fuerte la puerta sabiendo que tal vez los chicos puedan oír el ruido y alarmarse pero no era algo que le importaba. Luego de unos minutos intentando relajarse y olvidar los sonidos que su hermano hacía al estar en tal acto con Yoongi, salió del baño sin ni siquiera mirar atrás para saber si la luz de la habitación en donde ellos se encontraban aún estaba prendida. Cuando se hallaba a unos pasos de las escaleras para bajar al piso principal, chocó con alguien tras venir mirando al suelo y claramente perdida en sus pensamientos. Al levantar la mirada, sus ojos se encontraron con los de Kim Namjoon. ¿Qué hacía él aquí también?

—¿Qué hacías? ¿Por qué no estás en la fiesta con los demás? —Adin trataba con todos sus medios de no sonar tan brusca pero le era imposible al ver la cara del sastre e imaginar que pasaba entre él y su esposo.

—Lo siento su majestad, simplemente volvía del baño.

—Hay baños en el piso principal, se supone que el resto del palacio está prohibido para los invitados.

—Lo sé, es solo que también aprovechaba para buscar a Yoongi y Jimin, pero al no verlos en el primer piso, decidí buscar en otro lado y de paso, usar el baño —Para los ojos de Adin, Namjoon lucía realmente nervioso, incluso notaba como transpiraba de su frente, podría decir que era por sus nervios, pero dudaba al ver su ropa algo revuelta. Sus tontas dudas se esfumaron cuando recapacito que Namjoon había nombrado a su hermano y a Yoongi, nuevamente causando un revoltijo en su estómago al recordar los sonidos grotescos. Sin poder evitarlo, Adin puso su mano en el pecho de Namjoon para sujetarse y... vomitar.

Namjoon quiso apartarse al sentir que la reina estaba devolviendo justo en su ropa pero intuyó que sería una falta de respeto como para quitarse y dejarla sola en aquella situación. Tomó su cabello para apartarlo y dejarla que termine de vomitar tranquila, sin entender el motivo de su inesperado malestar. El momento duró muy poco, Adin procedió a sentarse en el suelo apoyando su cabeza en la pared de una manera muy incómoda debido a su enorme vestido mientras que Namjoon permanecía de pie, en silencio e intentando no moverse para no sentirse asqueado por todo el vómito que tenía encima. Fue una suerte para Namjoon que Seokjin apareciera minutos después, confundido por ver tal situación.

—¿Adin? ¿Qué ocurre? —Seokjin se acercó aún más para notar como su esposa miraba a un punto fijo en silencio. Luego sus ojos vieron a Namjoon, quien estaba parado sin decir nada y ¿Sucio? No podría decirlo porque la oscuridad del lugar no le permitía ver muy bien.

—La reina no se siente muy bien, deberías llevarla a su habitación —Namjoon miró a Seokjin esperando una respuesta de este. El rey asintió y tomó a Adin para que se levantara y así llevarla.

—¿Necesitas ayuda? —Seokjin negó con una sonrisa. Cuando descubrió que Namjoon estaba sucio por culpa de Adin, le dijo que en su antigua habitación había ropa. Podía usarla y seguir disfrutando de la ceremonia.

Namjoon aceptó y fue a la habitación que era de Seokjin antes de casarse con Adin y compartir juntos otra aún más grande. Al cambiarse, decidió que era mejor volver a su casa.

Tres días después, Namjoon se enteró que la fiesta terminó a penas se fue debido a la ausencia del rey y de la reina. Al llegar a palacio, fue recibido por Yoongi, a quien no había visto desde la coronación y se sorprendió de lo realmente feliz que lucía.

—Veo que estás muy contento ¿Se puede saber por qué? —Yoongi negó riendo y lo llevó hasta el jardín.

—Estuve hablando con Jin sobre pasar una noche juntos y me dijo que podíamos hacerlo hoy. Así que ya hablé con los cocineros para que preparen algo rápido para esta noche y Jimin se está encargando de hablar con Adin.

—Supongo que quiere convencerla para que no se enoje, ¿verdad?

Yoongi asintió —Haz lo que tengas que hacer, te espero en la noche.

Namjoon fue a trabajar en un traje que Jimin le había pedido y mientras las horas pasaban... La noche se acercaba para dar lugar a la reunión de estos cuatro amigos, porque con el tiempo Jimin había logrado integrarse al grupo de tres, haciendo que su amistad con Seokjin volviera a surgir.

En el camino hacia el pequeño lugar repleto de árboles en donde Yoongi había decidido hacer la reunión, Namjoon vio a Hoseok pintando unas hermosas flores del jardín. Lo observó tan solo que no dudo en acercarse y hablarle —Hey, hace mucho que no te veía por aquí. Estaba yendo hacia allá —señala la otra parte de los jardines— para reunirme con Jin, Yoongi y Jimin ¿Te gustaría venir? —Namjoon notó la enorme sonrisa que apareció en el chico y se sintió feliz de haber hecho la propuesta.

—¡Sí! Sí quiero ir —Hoseok se sacudió las manos y dejó todo ahí tirado para seguir a Namjoon. El sastre se sorprendió que ni siquiera guardaba sus pertenencias pero no le tomó importancia y juntos caminaron hacia donde estaban los demás.

Yoongi los recibió con una sonrisa y les dijo que podían elegir en donde sentarse ya que se encontraban en ronda, con almohadones para sentarse, una fogata en medio, una pequeña mesa con comida y mantas para cubrirse del frío que empezaría a subir durante el transcurso de la noche. Hoseok se sentó al lado de Yoongi, Jimin solo y Namjoon al lado de Seokjin.

—Que bueno que hayas venido Hobi, siempre te veo pintando y nunca se si molestarte —Seokjin se veía algo apenado por no haber sido él en invitarlo.

—No tengo muchos amigos, por eso me pareció lindo venir, ellos también se ven amigables como ustedes —Hoseok se refería a Yoongi y Jimin, con quienes no había tenido la oportunidad para hablar hasta el día de la coronación, aunque solo fuera por unas horas— Gracias por haberme invitado Nam hyung —El nombrado asintió con una sonrisa, logrando sacar suspiros bobos de Seokjin al ver los hermosos hoyuelos que se formaban en las mejillas de Namjoon.

Los cinco jóvenes conversaban y contaban cosas de sus vidas personales para así conocerse más.

—¿Se han enamorado? o mejor aún... ¿están enamorados? —Hoseok movía sus cejas de manera graciosa para darle suspenso al asunto.

Pero los otros cuatros no sabían que Hoseok es muy buen observador. Identificando las miradas que se lanzaban Yoongi y Jimin disimuladamente o como Seokjin sonreía sonrojado sin levantar su mirada del suelo mientras Namjoon movía con nervios sus dedos pero sin cruzar miradas con Seokjin.

—¿Y? ¿Sí o no? Pueden contarme, no voy a decir nada.

Namjoon murmuró —A mi me gusta alguien.

—Tienes cara de tonto enamorado —Hoseok rió y luego miró a Seokjin que seguía observando el suelo pero ahora con su rostro aún más rojo —¿Por qué no dijiste que estás enamorado? Jin hyung. ¿Acaso no estás casado con la reina Adin?

Seokjin reaccionó de inmediato con la mención de su esposa —Bu-bueno, nosotros nos casamos por un arreglo entre reinos.

—Espera, espera, espera ¿De que me estoy perdiendo? Tu y Adin se han gustado desde que tienen 15 años... ¿Y ahora me sales con un matrimonio arreglado? —Yoongi no quería sonar tan brusco pero se sorprendió al saber que cierta conversación que tuvo con una persona, era cierta. ¡Seokjin estaba enamorado de alguien más!

—Yo no quise decir eso —Seokjin no sabía cómo ocultar su incomodidad— Es decir, ella me gustaba ¡No! Di-digo, ella me gusta —Seokjin miró a Namjoon tratando de buscar su mirada pero este veía hacia los árboles.

—¿Por qué lo miras? ¿Por qué quieres que Namjoon te vea? —Yoongi a veces no medía sus palabras.

Seokjin miró a Yoongi molesto al verse expuesto de esa manera y ser puesto bajo presión —Por nada.

Todos se quedaron callados y Hoseok se preguntaba si había hecho mal en sacar a relucir los claros sentimientos entre el rey y el sastre. Namjoon seguía sin ver a Seokjin y este simplemente cortaba el pastito que estaba más largo, con clara molestia.

Yoongi tragó en busca de reunir determinación en su voz —Jin... ¿A ti te gusta Namjoon?

El sastre miró a Seokjin esperando que este afirmara o negara lo dicho. El rey respiró hondo y miró al sastre —Sí, tu eres quien me gusta.

Namjoon no lo pensó dos veces y besó a Seokjin, frente a todos. Sabía que sus manos temblaban pero hacía todo lo posible para no mostrarlo aunque Seokjin sí pudo sentir las manos temblorosas en su rostro.

Hoseok sonreía, Jimin tenía la boca abierta del asombro y a Yoongi le dio un tic en el ojo —¡Pero no se besen en frente de nuestras narices que a mi no me interesa ver su asqueroso intercambio de babas! —Yoongi les lanzó una almohada así estos se separaban.

Namjoon se rió avergonzado tras alejarse de Seokjin, mientras que este último estaba completamente colorado y sentía miles de cosquillas en su estómago.

—Par de hormonales, un poco más de respeto a su hyung —Yoongi negaba pero le fue inevitable mostrar una sonrisa que hizo a Seokjin sentirse bien y seguro— Sabes... me hubiera gustado que me lo hayas dicho.

—Lo siento, pero es que ni yo sabia de mis sentimientos hasta el día de la coronación.

—Bueno ya, deja de mentirme Jin —Yoongi le tiró otra almohada a modo de juego— ahora que empiezo a pensar y reconectar todo, Nam te gusta desde hace mucho ya, me atrevería a decir que desde pocos meses antes de tu boda, eso quiere decir, hace ya más de un año.

—Cierra la boca o voy a comentar lo que también he estado viendo estos últimos meses —Seokjin le hizo una seña a Yoongi para que sepa que habla de Jimin. El guardia abrió la boca indignado y dio a entender que no iba a seguir hablando.

—Vaya noche de confesiones, no sé cómo sentirme al respecto —Jimin reía nervioso pero Seokjin recordó que él era hermano de Adin.

—Jimin yo...

—Esta bien hyung, te entiendo. Uno no escoge de quien enamorarse, simplemente pasa y también sé que estás en una situación complicada al ya estar casado y encima de que tu amante es un hombre —Jimin suspiró y miró a Seokjin con compasión— tienes muchos problemas como para yo ser uno más en tu lista.

Seokjin asintió agradecido y tomó la mano de Namjoon disimuladamente.

Jimin vio que el ambiente seguía siendo un tanto incómodo debido a su comentario cargado de razones negativas, por lo que, decidió acotar algo más para así ya dar por terminado el asunto. —De todas formas, Adin y yo nunca nos llevamos tan bien como mostramos y últimamente se portaba muy grosera con todos —Yoongi asintió y a Seokjin le pareció raro aquello, supone que debe preguntarle luego sobre eso— En conclusión... Me cae mal y si yo fuera vos, mañana tendría sexo con Nam en la cama matrimonial que comparten.

Todos le lanzaron una almohada a Jimin en modo de reprimenda por sus palabras.

—Bueno ya, lo siento —Jimin reía, contagiando a los demás. 

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