El evento por fin había concluido luego de dos semanas super agotadas para los viajeros que ahora descansaban en sus propias casas. Durante el resto del viaje, Seokjin y Namjoon habían vuelto a ser los de antes, riendo y hablando con comodidad, sin embargo, el repentino beso del príncipe y el abrazo del sastre no fue sacado a luz en una conversación entre ellos puesto que era demasiado vergonzoso. 

Ahora que estaban de vuelta, Seokjin arregló con Namjoon para que viniera a tomar aquellas básicas clases de entrenamiento con Yoongi una vez que haya terminado con su trabajo de sastre, porque a pesar de que a Namjoon le hubiera gustado ir directo a palacio a pasar su tiempo, sabía que aún tenía trabajos por terminar para los nobles que fueron invitados a la boda. Él sabía que el dinero iba a ser lo suficiente como para estar tranquilo por tres meses, además, Namjoon intuía que Seokjin volvería a insistir en que tome el puesto de sastre de manera permanente en el palacio, pedido que esta vez sí tomaría con gusto. 

Luego de tres semanas, Namjoon estaba disponible para trabajar e ir a pasar el tiempo con Seokjin. En un principio, Kim le ofreció una habitación para que Namjoon se quedará en palacio pero él tuvo que rechazarlo, explicando que debía cuidar su madre y su abuela. A pesar de que aquello entristeció a Seokjin, lo entendió a la perfección por lo que estaría dispuesto a disfrutar al máximo la presencia de Namjoon en palacio. 

Los primeros días fueron de lo más extraordinario para ambos pero a medida que la cercanía entre ellos crecía, Adin comenzaba a participar de sus actividades para estar cerca de su esposo. 

Por otro lado, Namjoon aprovechaba aquellos momentos en los que Seokjin no estaba para entrenar duramente con Yoongi, siendo felicitado por su gran desempeño por el guardia pero aunque le gustara hacer aquello, Namjoon sentía la necesidad de pedirle un favor a Seokjin pero no sabía si era apropiado. Luego de pensarlo por varios días, se animó a hablar con Seokjin sobre aquello que quería. 

—Realmente disfruto mucho las clases con Yoongi y creo que van a ser útiles en algún momento—Seokjin lo interrumpió— ¿Me protegerías? —Namjoon sonrió y asintió a lo que Seokjin se sonrojo y le hizo una seña para que siguiera hablando. 

—A pesar de que disfruto las clases y agradezco con todo mi corazón el puesto que estás dándome, me gustaría pedirte un favor —Namjoon rascó su nuca algo avergonzado— ¿Me permitirías ir a tu biblioteca? Adoro leer y hay muchas cosas que quiero saber o investigar pero tuve que dejar la escuela por gastos y perdí esa oportunidad —Namjoon veía como Seokjin sonreía de oreja a oreja haciendo que se vea tierno a sus ojos— Pero si no puedes, lo entiendo.

Seokjin tomó la mano de Namjoon y lo llevó por todo el palacio hasta finalmente detenerse en unas enormes puertas de color marrón oscuro. Al abrirlas, Namjoon pudo observar la enorme biblioteca de la familia real. Estaba repleta de libros, incluso el sastre notó una escalera que llevaba a un segundo piso. 

Seokjin llamó a un guardia que circulaba en su control habitual por los pasillos y le pidió una llave, luego se acercó a Namjoon y agarró su mano —Esta es una de las llaves de la biblioteca, quédatela y tienes el completo permiso para venir cuantas veces quieras, incluso, puedes llevarte algún libro para leer en tu casa. 

Namjoon no podía dejar de sonreír haciendo que Seokjin también lo haga, sobre todo al ver los hermosos hoyuelos que Namjoon tenía. El sastre agradeció al príncipe por su ayuda y empezó a dar una vuelta por el lugar, siendo seguido por Seokjin. 

—Hay muchísimos libros aquí —Namjoon tomaba unos cuantos para leer el título y luego los volvía a dejar en su lugar. 

—Cuando comentaste que dejaste la escuela, se me ocurrió que tal vez un profesor podría venir a darte clases aquí —Seokjin se sentó en una de los enormes sillones que estaban esparcidos por toda la biblioteca. 

—No, no, jamás aceptaría algo como eso. Sé que actualmente cuento con bastante dinero y trabajando aquí mis ganancias serán buenas pero los medicamentos de mi madre son costosos y no puedo permitirme el lujo de gastar en clases de estudio —Namjoon se sentó en el sillón cercano al de Seokjin con un libro en sus manos— De verdad agradezco tu ayuda, pero es demasiado y ya no puedo aceptarlo Jin.

Seokjin rascó su nuca algo pensativo, tal vez buscando la manera en que Namjoon acepte —Pero de verdad quisiera que estudies, si eso es lo que te gusta —el príncipe tomó aire profundamente y sostuvo la mano del sastre— No es ningún problema económico para mi si ese es tu problema. 

—Siento que estoy abusando de tu amabilidad. 

El príncipe sonrió y apretó con algo más de fuerza la mano de Namjoon haciendo que este se sonrojara —¿Entonces tendré que regalarte clases de estudio para que aceptes? Suena algo raro, pensaba regalarte otra cosa para tu cumpleaños —Seokjin rió y retiró su mano de la de Namjoon. 

—Por favor Jin, si me da vergüenza dejar que pagues clases para mi, imaginate recibir un regalo de tu parte para mi cumpleaños, suficiente con que ya me hayas dejado usar trajes tuyos.

Seokjin se levantó y le sonrió —Vete acostumbrando Joonie —acto seguido, dejó la biblioteca, quedando Namjoon solo y sonrojado por el nuevo apodo de Seokjin. 

Varios días pasaron y Seokjin ya había encontrado al profesor que le enseñaría a Namjoon lo que debió aprender en los últimos años de la escuela. El hombre era amable y muy sabio así que Namjoon disfrutaba de las clases sin ningún problema. 

Al final, Namjoon se la pasaba en palacio debido a las clases que duraban unas tres horas, más las horas que pasaba trabajando como sastre aunque esto dependía de lo que debía hacer, hay veces que no ejercía esa labor y hay otras que solo se dedicaba a eso. Por último, las minis clases que tomaba con Yoongi, aunque estas solo se llevaban a cabo los miércoles y jueves y solo duraban dos horas. En conclusión, Namjoon no estaba casi nunca en su casa con su madre y su abuela, claro que a las dos mujeres no les molestaba en absoluto porque sabían que todo iba bien gracias a la enorme sonrisa que traía Namjoon cada vez que volvía a casa para cenar y dormir. Sin embargo, el sastre comenzaba a pensar que el tiempo en palacio era demasiado y estaba olvidando a su familia, sin contar que los cuidados a su madre eran necesarios por lo que, su abuela decidió tener una conversación con él sobre el tema. 

—Puedo notar lo feliz que estás en el palacio pero me preocupa que últimamente estás creyendo que nos dejas de lado y te sientes culpable —La mujer se acercó a Namjoon y lo abrazó— No quiero que pienses tales cosas cariño, nosotras te amamos muchísimo y tu felicidad es lo más importante para nosotras, con el tema de tu madre, no te preocupes porque yo puedo cuidar muy bien de ella. Lo que más deseo, es saber que eres feliz con tu vida Namjoon.

—Últimamente no he dejado de pensar en eso —La mujer asintió sabiendo aquellos pensamientos que irrumpen en la mente del sastre— ¿Realmente estoy haciendo lo correcto?

—Estás estudiando, trabajando, especializandote en otras áreas... ¿Qué podrías estar haciendo mal, cariño? tu madre y yo queremos que hagas lo que tu corazón dicte —Namjoon sonrió verdaderamente feliz por el apoyo de su familia. 

Esa noche, Namjoon comprendió que empezaba a ser feliz con su vida, que no estaba conformándose con lo que se suponía que debía hacer, sino que estaba explorando y descubriendo otros aspectos y cualidades de sí mismo. 

Antes de cerrar los ojos, una risita escapó de sus labios recordando al causante de su felicidad en estos momentos... el príncipe Kim Seokjin. 

Hoolis, espero que esten muy bien ✨
Ojalá les guste el capítulo, puede que este algo aburrido pero dentro de poco se viene lo heavy ah xD

<❤>