El día pasó volando, sin embargo, el grupo debía aceptar que disfrutaron cada segundo del evento y que tal vez les hubiera gustado quedarse por más tiempo pero el viaje debía continuar, nuevos reinos los esperaban.

Adin conversaba con su esposo sobre su divertida noche con Ahn Hye-jin mientras que Seokjin se limitó a decir que su noche fue tranquila, simplemente había dormido. Jimin se encontraba al lado de Namjoon y había sacado una conversación con él ya que el sastre se mantenía callado mientras veía a la ventana del carruaje.

—En el próximo reino puedes quedarte en mi habitación, se que Jinnie puede ser algo aburrido.- su risa fue bastante fuerte, haciendo que Seokjin dejara de hablar para mirarlo.

—Por mi no hay problema —Namjoon podía jurar que la mirada de Seokjin ahora se posaba en él y al verlo, comprobó que una mueca surgió de sus labios.

Adin se mantenía expectante ante la situación y con una sonrisa, tomó la mano de Jimin y se acercó para susurrarle algo al oído. El incómodo ambiente terminó cuando por fin habían llegado a destino.

En dicho lugar solo pasarían el día ya que el próximo reino se encontraba bastante cerca, por lo que aguantarían el cansancio y esperarían hasta el siguiente reino para pasar la noche. Namjoon consiguió varias telas que cautivaron su atención y en todo el día Jimin había estado a su lado, ayudándolo a cargar con las compras y haciéndolo reír. Por otro lado, Seokjin acompañaba a su esposa a todos lados para hablar con los nobles y hacer quedar bien a Abyss mientras que Yoongi permanecía a su lado.

Cuando se reunieron todos juntos en la plaza principal del pueblo para despedirse de la familia real y partir al siguiente reino, Seokjin miró fijamente al par de chicos que venían riendo y cargando varios materiales de trabajo que el sastre necesitaba.

—Parece que Namjoon y Jimin se llevan muy bien —Adin sonreía y abrazaba a Seokjin, pero este no respondió ante aquello.

—Eso estuvo delicioso Hyung, si alguna vez volvemos quiero que comamos aquellos postres de nuevo, gracias por invitarme la merienda —Jimin reía mientras daba leves golpes con el codo a Namjoon.

—¿Pasaron el día juntos? No recuerdo haberte visto cerca —Seokjin le comentó en voz baja a Namjoon, que ahora se encontraba a su lado.

—Fuimos a comer, Jimin me ayudó con todas las compras y quería agradecérselo invitando a merendar algo.

Seokjin no dijo nada y Namjoon creyó que se había molestado, debido a la seriedad que su rostro reflejaba. ¿Por qué actúa así? no lo entiendo —se preguntaba Namjoon en su cabeza.

Adin se despidió de los organizadores del evento y dió la señal para irse, haciendo que el resto la siguiera hasta el carruaje. Una vez dentro, Adin notó como la mirada de Seokjin viajaba de la ventana hacia Namjoon, siempre siendo tal cauteloso pero Kim Adin era lo suficientemente inteligente y notaba aquello. Con un suspiro, Adin tomó la cara de Seokjin y lo beso. —Esta noche quiero que duermas conmigo, amor —la mano de Seokjin fue tomada por la princesa y con una sonrisa, miró a Namjoon y a Yoongi— Ustedes pueden dormir con Jimin, esta vez me aseguraré de pedirle a la familia real que les otorgue una habitación así no tienen que pasar por lo de la otra vez —Namjoon le agradeció por su amabilidad y el viaje continuó en silencio hasta que minutos antes de llegar, Jimin sacó tema de conversación, dejando a Seokjin aún más molesto de lo que ya estaba.

—Hermanita, le pedí a Namjoon que viniera por unos días a casa para que diseñe trajes para mí, incluso para nuestro padre y madre, estoy seguro que a ellos les gustará mucho su trabajo.

—Dijiste por algunos meses, si mal no recuerdo —la risa de Namjoon contagió a Jimin

—Bueno, meses o días... es casi lo mismo. ¿Qué piensas hermanita? ¿No es una buena idea? —Adin respondió que no era una buena idea... sino que era una grandiosa idea, palabras que hicieron a Seokjin observarla mientras su ceja se arqueaba.

—Entonces está hecho —Jimin codeo a Namjoon sonriendo y este solo miró a Seokjin, quien prefirió posar su vista hacia el paisaje... sin decir absolutamente nada.

Luego de pasar algunas horas en el evento, fueron al palacio para dormir debido a que las palabras de Adin convencieron al rey para ofrecer una habitación para los otros tres chicos aunque fue más porque Jimin también era de la realeza que por mostrar amabilidad con un simple sastre y un guardia.

—Hasta mañana, espero que puedan descansar —Adin saludó a los chicos y se fue a su habitación sin esperar a Seokjin.

Yoongi también se despidió y se fue junto a Jimin, quien iba molestandolo.

—Emm... que tengas una buena noche y descanses —Seokjin se dio la vuelta para irse pero unos fuertes brazos lo rodearon de atrás, haciendo que se sonroje puesto que sabía quien era el responsable de tal abrazo.

—Si te molesta la invitación de Jimin, la rechazaré —las palabras de Namjoon sonaban tan bajo, eran murmullos solo dedicados a Seokjin.

Seokjin cerró sus ojos y trató de sonar lo más tranquilo posible, incluso si sentía que su voz iba a flaquear —Sí, me molesta y la realidad es que no me gustaría que vayas —Sin embargo, Seokjin sonaba más sincero de lo que pensaba— pero al final, la decisión recae en tí —tomó las manos de Namjoon y las separó un poco de su cuerpo para darse vuelta y enfrentarlo— ¿Qué harás?

Namjoon sonrió y quitó sus brazos de Seokjin para colocar una mano en el hombro del príncipe. —Me quedaré.

Seokjin también sonrió y luego de mirar a todos lados rápidamente, se inclinó y plantó un beso en la mejilla de Namjoon —Me agrado que habláramos, nos vemos mañana.

Seokjin se fue más rápido de lo que hubiera querido, pero él muy bien sabía que eran sus nervios. Por otro lado, Namjoon se dirigió al cuarto con una sonrisa de oreja a oreja preguntandose de dónde había venido aquella acción de abrazar al príncipe, sin embargo, su corazón le decía que era lo correcto.

Ambos jóvenes no comprenden del todo lo que había pasado entre ellos esa noche pero fuera lo que fuera, les había agradado, y tanto el príncipe como el sastre querían repetir aquello.