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Jinnie descansa apoyado en mis piernas mientras acaricio su cabello y yo estoy perdida en mis pensamientos al observar por una ventana lo que alguna vez fue un amplio jardín donde ahora solo queda como recordatorio un árbol seco y uno que otro vestigio de arbustos.
La voz de Azrael me trae de regreso.
-Me gusta ver la paz y el amor que reflejan SeokJin y tú. Ustedes, Kook y su amigo HoSeok hacen que siga creyendo que la humanidad es digna de ser salvada.
-Lo es. Es una raza imperfecta, llena de defectos pero sus virtudes superan sus carencias son, como nos dijo Padre, los hermanos pequeños que debemos cuidar y guiar para que siempre recuerden que Él los ama profundamente.
-Siempre serás un ser de luz Muriel, en ti nunca vivirán el rencor ni el odio. Jin tiene mucha suerte de disfrutar de tu amor.
-Y yo el de él. Espero que nuestra misión termine pronto para volver a casa, abrazar a YongMin y recuperar mi vida normal.
-Ahora eres uno de ellos ¿No extrañas nuestro hogar?
-Mi hogar es ahora el departamento que compartimos Jinnie, Minnie y yo ¡Oh! y por supuesto mi bebé grandote.
Los ojos de Azrael se posan en JungKook que duerme profundamente sobre la alfombra de piel que cubre el salón. Miro a mi cuñado y es inevitable ponerme en modo mamá sobreprotectora.
-¡Este niño! No debió recostarse allí, el polvo hará que la rinitis lo torture en lo que queda del viaje. Creo que va a necesitar un toque de su hermana mayor.
Angela sonrie al escucharme y su rostro se llena de ternura al seguir observando a Jungkookie.
-En tus palabras notó el enorme afecto que sientes por él.
-¡Es mi niño grande! Desde que llegó a la vida de Jin me conquistó su aura de inocencia ¡Ni que decir esos ojitos tiernos que el muy zamarro sabe usar cuando quiere postre extra! Cuando me di cuenta de que tu misión era llevarlo al Reino sentí que arrancaban una parte de mi corazón, el dolor fue tan grande como el que padecí cuando Yoongi me cortó las alas.
-Yo también sufrí mucho pero jamás pasó por mi cabeza contrariar los designios de Padre.
-Azrael ¿Sigues amando a Kookie?
-Yo...
Jin despierta sobresaltado y yo por mi parte siento una opresión espantosa en el pecho.
Los dos estamos percibiendo lo mismo: la angustia de TaeHyung que seguramente está recordando los terribles momentos que pasó en la base militar.
Raziel se acerca a él y posa una mano en el pecho de Kim, cierra los ojos y susurra una oración que devuelve la calma al pobre chico que se serena y vuelve a dormir tranquilamente.
-Dejemos que descanse un poco más su mente y espíritu también necesitan algo de sosiego.
Azrael ha salido de la habitación y creo saber el motivo: no quiere admitir en voz alta algo que para mi es evidente: está enamorada de Kook pero se que ella lo dejará en un plano idílico porque su sentido del deber y la lealtad al Creador son sus motivaciones más grandes.
Jinnie se acomoda nuevamente en mi regazo y me toma de la mano para que siga acariciando su cabello ¿Dije que Kookie era mi niño grande? ¡Me corrijo! Es mi segundo niño grande el primero es y será siempre el guapo doctor Kim SeokJin.
Estar tan concentrada en mis chicos ha hecho que no me de cuenta de la ausencia de Yoongi.
-JiMin ¿Sabes adonde fue Yoongs?
-Satariel está dialogando con Miguel.
¡Vaya, eso sí que fue inesperado!
-Espero que estén fumando la pipa de la paz y no ahondando viejas heridas.
-Creo más en lo primero que en lo segundo. Miguel es un alma noble por algo es el General de los ejércitos celestiales.
-Y uno de los mejores amigos de mi hermano; Yoongi siempre lo admiró por su fortaleza pero también por la grandeza de su espíritu.
-Puedo asegurarte que la admiración era mutua y que Miguel sufrió una gran pena con la partida de Satariel del Reino de los Cielos.
El aludido en la conversación no tarda en aparecer de regreso.
Viene solo, rodeado como siempre de esa aura misteriosa y taciturna que es parte de su personalidad. En algún momento cruzamos miradas y me alarmo al notar sus ojitos que están algo hinchados y brillosos con las lágrimas que quedaron en ellos pero mi hermano me conoce bien así que sonríe y levanta su dedo pulgar en señal de que todo está ok.
TaeHyung es ahora el motivo de mi atención. El chico gira y puedo apreciar su rostro que luce limpio de cortes y magulladuras ¡Es muy guapo! pero me gusta más lo que puedo percibir de él: confiable, leal, divertido, creativo y auténtico.
Sus ojos empiezan a abrirse con algo de pereza y cuando por fin lo hacen me miran con curiosidad, luego a Jin y por último recorren la habitación enfocándose en cada uno de los presentes.
El guapito frunce el ceño y se sienta de golpe lo que provoca que se maree y deba apoyar las manos en el sillón donde estaba recostado.
JiMin se acerca a él y lo sostiene de los hombros.
-Con calma TaeHyung todavía te estás recuperando.
El chico mira nuevamente lo que le rodea y se anima a preguntar.
-¿Don...Dónde estoy? ¿Cómo escape de la base militar?
¡Waoo! No imagine que esa carita de chiquillo recién levantado tenía como complemento una voz tan varonil y profunda.
Un dedo largo y algo chuequito junta mis labios de repente. Al bajar la vista Jin me mira con cara de pocos amigos.
-Cierre la boca señora Kim y disimule un poco.
¡Qué vergüenza!
-¡Perdón! Es que me sorprendió su timbre de voz, no imaginé que fuera así.
SeokJin cambia la expresión seria por una de sus dulces sonrisas que hacen que mi corazón se derrita.
-Lo sé, solo estaba jugando.
¡Tonta de mí! ¡Por supuesto, el bello nefilim tiene el don de la empatía!
El nuevo sujeto de mi atención es Kookie que como supuse despierta con la nariz muy congestionada y luego es víctima de un irrefrenable ataque de estornudos que lo dejan con el aspecto de Rodolfo y los ojos llorosos.
-¡JK ven aquí para que Muriel te repare!
Mi obediente cuñadito se acerca rápidamente mientras trata de contener los estornudos y los mocos con su antebrazo.
Sus ojos de Bambi me miran lagrimeando mientras sigue estornudando ¡Pobre! Por más que lo intenta, no puede evitar estornudar en mi cara.
-¡Do ziento noona!
Su voz gangosa me hace gracia y se me hace muy tierna.
-No te preocupes se que fue un accidente pronto te sentirás mejor.
Uso mi mano para sanar a Kookie tal como hice para curar las heridas de TaeHyung.
La voz del chico Kim llena la habitación y puedo sentir primero su asombro y luego temor.
-¡Waoo! ¿Cómo hizo eso? ¿Quiénes son ustedes y dónde estoy?
JiMin toma su mano y usando su don del encantamiento tranquiliza al asustado muchacho.
-Te lo explicaremos todo pero ahora necesitas reponer fuerzas. Anda, come un poco e hidratate mientras resolvemos tus dudas.
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