T W E N T Y
—¡Jaebum despertó! —dijo Jungkook y los allí presentes se levantaron de su asiento mientras el alfa salía por la puerta para avisarles a Nam y Jin que estaban afuera.
—Ustedes dos deben entrar primero. —Habló Taehyung. —Necesitan encontrarse con el pequeño, nosotros entraremos más tarde, después de todo somos sus tíos.
Jimin miró a Yoongi y éste tomó su mano para comenzar a dirigirse a la habitación del pequeño niño, con los nervios a flor de piel, la esperanza de encontrar a su pequeño hijo y abrazarlo fuertemente. El reencuentro tan esperado estaba cerca, oyeron unos sollozos provenientes de la habitación y el alfa abrió la puerta, encontrándose ambos con un pequeño niño de tres años sobre la cama de espaldas llorando mientras veía a la luna. El alfa y el omega se miraron y comenzaron a caminar en dirección a la cama.
Jaebum se percató que ya no estaba solo en la habitación y seco sus lágrimas para voltearse a ver quién lo acompañaba.
Jimin rompió en llanto al ver las perfectas facciones de su pequeño hijo y Yoongi se tapó la boca con ambas manos debido al asombro. Era Jaebum, su pequeño hijo el que tenían en frente, solo que ésta vez el niño había cambiado un poco. Su cabello se había tornado gris por naturaleza y sus ojos eran del mismo color, ni celestes como Yoongi pero tampoco negros como Jimin. Era un color intermedio. Su piel blanca y sus mejillas sonrojadas, abrió en grande sus ojos al ver a sus dos padres frente a él, el niño le había pedido a la luna de sangre con lágrimas en los ojos que los trajera con él y allí estaban, llorando de felicidad frente al pequeño niño que tanto amaban.
— Papá... Papi... — Jaebum como pudo se bajó de la cama y fue con sus padres que estaban arrodillados frente a él — No lloren... Ya estoy aquí...
La voz tierna del pequeño le provocó una inmensa ternura a sus padres que no pudieron evitar sonreír mientras las lágrimas caían de sus ojos.
Jimin abrió sus brazos invitando a su hijo a que lo abrazara y el niño no perdió el tiempo. Ya se encontraba acurrucado en el pecho del omega mientras el alfa abrazaba a ambos creando así la mejor unión familiar de todas.
[...]
—Jaebum, mi pequeño. —Seokjin abrazaba fuertemente al cachorro. —tío Jin te extraño mucho mucho...
—Tío Jin no respiro... —El niño se safo de los brazos de su tío y fue a los brazos de Namjoon. —Tío Nam también me extrañó...
—No te das una idea de cuánto pequeño. —Namjoon lo cargo y apapacho.
—¿Donde estuve Papi? —Preguntó el niño con las cejas fruncidas. —no lo recuerdo...
—Durmiendo cariño... Por mucho tiempo, por eso te extrañamos todos.
—Oh el tío Hobi tiene muchos regalos para el pequeño Jaebumie — Entró Hoseok a la sala con una gran bolsa.
—¡Tío Hobi! —el niño salió corriendo a abrazar a Hoseok, el alfa lo cubrió con sus brazos y no pudo evitar conmoverse ante tal acto, sus ojos se humedeciéron y dejó varios besos en la mejilla de su pequeño sobrino con el que había compartido muchos recuerdos juntos en el pasado. —No llores tío, estoy aquí contigo...
El niño parecía tener noción de que todos los allí presentes estaban conmovidos y sensibles ante el pequeño. Por eso mismo los quería calmar, ya estaba con ellos, no había de que preocuparse.
Mientras los demás saludaban al pequeño jaebum, Jimin fué a abrazar fuertemente a su hermano Yugyeom que también estaba algo conmovido.
—Gracias por cuidarlo mientras no estaba... —Jimin abrazo fuerte a su hermano.
—Lo ví tan parecido a cuando lo teníamos con nosotros que no pude evitar protegerlo y míralo, era él. —los ojos rojos de Yugyeom enrojecieron aún más tras haber llorado. —No puedo creerlo, esto es demasiado bueno, están pasandonos cosas realmente buenas que ya no se que pensar...
—Tranquilo yugy, se que no siempre todo será bueno. —Jimin se separó del abrazo. —Pero lo mejor es disfrutarlo y cuando las cosas malas ocurran hay que afrontarlas y superarlas.
—Necesito hablar para todos por favor. —Habló Jungkook llamando la atención de todos, se acomodaron en los sillones para oír bien lo que el alfa tenía que decir. —Creo que este es el mejor momento para festejar que la familia se ha unido, tanto para Yoongi como para Jimin, el gran día del renacimiento ha llegado con una increíble sorpresa. — señaló al pequeño Jaebum con una sonrisa — nuestro legado está completo, Yoongi ya está listo para reinar con Jimin y hasta tienen ya un heredero. Pero saben muy bien que esto nos trae muchos problemas, somos lobos anormales, fuera de lo común, con muchos dones que muy pocos tienen. Corremos un grave peligro si la sociedad se entera de lo que somos, por eso mismo les quería pedir que tomemos precauciones con absolutamente todo.
—¿Que precauciones? —preguntó Seokjin.
—Por ejemplo las entradas y salidas al palacio, siempre deben llevar un escolta o acompañante. No tener contacto con desconocidos, tener cuidado con el más mínimo detalle porque todo puede ser usado en nuestra contra. —Jungkook señaló al pequeño Jaebum —Él es nuestra prioridad, como pueden notar, Jaebum es hijo de la luz y la oscuridad al mismo tiempo. Es aún más fuerte y poderoso que todos nosotros al llevar ambos genes. Cuando nuestros enemigos sepan de nuestra existencia, y apuesto a que lo sabrán, van a querer al príncipe y debemos protegerlo.
—Jaebum es una fusión de ambos genes, ambas familias. —Dijo Seokjin. —Es una nueva raza...
—Y apuesto a que no será el único. —Namjoon miró al omega.
—Con una legión de mestizos seremos la familia más poderosa del reino. — Hoseok miró a sus hermanos.
—Ya lo somos. —Interrumpió Yoongi. — Somos la única familia que tiene un hijo de la oscuridad y la luz, ya somos la familia más poderosa.
—Que bien suena eso. — Hoseok sonrió. —Seremos invencibles, con algo de entrenamiento y capacitación...
—Tu te encargaras de eso. —Yoongi le dijo a Hoseok. —eres el mejor en los entrenamientos.
—Yo podría darles clases de control del poder. —Habló Seokjin. —También podría....
El Omega se quedó petrificado con sus ojos abiertos, sus pupilas se dilataron y las imágenes comenzaron a aparecer frente a sus ojos como si de un flash se tratase. El aire no le entraba en los pulmones y los allí presentes comenzaron a desesperarse al ver como el Omega parecía estar en un estado de hielo.
—Está teniendo una visión. —dijo Taehyung acercándose a su hermano. —No hagan ruido.
El Omega posó ambas manos en la cabeza de su hermano y juntó sus frentes para así transmitirse las imágenes el uno al otro para que a Seokjin no se le haga tan fuerte el recibimiento de tal visión.
Al rededor de diez segundos ambos Omegas se separaron de golpe, algo desesperados y tomando grandes bocanadas de oxígeno, parecía que habían corrido un maratón.
Tras recuperar por completo el conocimiento ambos omegas no podían soltar ni una palabra pero con solo un cruce de miradas compartían el mismo terror erizandole la piel.
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