T H E E N D
Jimin abrió los ojos de a poco, sintiendo el fuerte aroma de su alfa ingresar en sus fosas nasales, embriagandolo con su dulzura. Al ir despertándose, pudo sentir las firmes manos de Yoongi posadas en su cintura desnuda, habían tenido una hermosa noche para demostrarse todo el amor que se tenían, llena de caricias y pasión.
El Omega relamio sus labios y de a poco fue dándose vuelta para quedar frente a su alfa que dormía muy tranquilo, los rayos de sol se colaban por la ventana y los silbidos de los pájaros hacían eco desde afuera de la cabaña. Jimin llevó su mano al cabello blanco del alfa y comenzó a acariciarlo despacio, disfrutando de cada segundo que pasaba con el.
Jimin no podía evitar pensar en todo lo que habían pasado juntos, el pasado y el presente, los problemas, las tragedias y los momentos felices. Sus vidas habían sido entrelazadas desde hace mucho tiempo, pero sus almas, ahora estaban más unidas que nunca ya que se encontraban viviendo el mejor momento de su vida, sus problemas se habían ido, ya no tenían ese miedo de no ser aceptados en la sociedad por ser "diferentes". Jimin sin darse cuenta formuló una linda sonrisa cargada de plena felicidad.
—¿En qué piensas cachorro? —susurró Yoongi con su voz gruesa ya que acababa de despertar y se encontró con un Jimin perdido en sus pensamientos con una sonrisa resplandeciente.
—En tí. —Jimin se sonrojó y miró a su alfa a los ojos. —En lo feliz que me haces desde que tengo uso de razón.
—No hay alegría que no quiera compartir contigo cariño, no hay tristeza que no quiera llorar en tus brazos. —Yoongi atrajo aún más el cuerpo de su omega, estando los dos pegados. Yoongi había olvidado que estaban desnudos, pero al recordarlo paso su mano por la cintura de Jimin y fue bajando hasta sus muslos.—Eres tan tierno por las mañanas. ¿Cómo no quieres que te ame?
—Te amo tanto, mi alfa. —Jimin escondió su nariz en el cuello del alfa y dejó un pequeño beso allí. Luego regresó su mirada a los ojos de Yoongi y sonrió, formando dos medialunas con sus ojos, estaba más que feliz en ese mismo instante. Solo quería detener el tiempo.
—Cuando sonríes no sé cuál de los dos es más feliz. —Yoongi comenzó a hacerle leves cosquillas a Jimin y éste empezó a carcajearse levemente, parecían dos niños jugando de esa forma pero es que así se transmitían el amor que sentían, con pequeñas acciones.
Después de una bella mañana juntos llegó la hora de volver al palacio, Jimin estaba un poco ansioso por la reacción de sus hermanos y cuñados, es obvio que los alegraría. Jimin entrelazó sus dedos con los de Yoongi y tomados de la mano ingresaron al palacio, el primero en verlos fué Jungkook que bajaba de las escaleras con una valija en sus manos.
—¿Dónde estaban ustedes dos? Los llamamos miles de veces y no contestaban. — Dijo Jungkook dejando la valija en el suelo.
—En la cabaña, no tiene por qué importarte. — Dijo Yoongi. —¿A dónde vas con eso?
—Bueno si hubieras estado aquí lo sabrías. — Jungkook sonrió. —Me voy de viaje, con Yugyeom, queremos descubrir el mundo. Iremos a españa y luego veremos a dónde nos lleva el destino.
—Eso es genial Kookie, Yugyeom siempre soñó con viajar y conocer el mundo. —Dijo Jimin.
—Si, ¿Dónde están todos? Tenemos que hablar de algo, toda la familia. —Dijo Yoongi. Jungkook mencionó que iría a reunirlos a todos y fue llamandolos uno por uno para que vayan al gran salón ya que Yoongi había pedido una reunión familiar.
Todos se encontraban en el gran salón, incluso la pequeña Lisa y los padres de Yoongi. Namjoon y Seokjin estaban sentados en el sillón, Taehyung y Hoseok estaban recargados en el borde de la puerta. Jungkook y Yugyeom estaban tomados de las manos. Luego entró Jaebum con Youngjae y la familia ya estaba completa.
—Bueno, se preguntarán por qué los hemos llamado. —Comenzó Yoongi. —Sabían que en algún momento íbamos a hablar sobre ésto, somos una gran familia, con nuestras virtudes y nuestros defectos.
Sobre la mesa habían muchas copas y algunas botellas de champagne, Jimin comenzó a servir todas y con ayuda de Taehyung fueron repartiendo a cada uno una copa, excepto a la pequeña Lisa y Jimin que él se sirvió soda. Seokjin sigilosamente se dió cuenta de ese detalle, a su hermano le encantaba el champagne y que no se haya servido indicaba una cosa, Seokjin formuló una pequeña sonrisa y siguió escuchando lo que Yoongi tenía para decir.
—Quiero hacer un brindis, por todo lo que superamos, por las cosas que hemos dejado en el pasado. —Dijo Yoongi elevando su copa. —Por los amores que encontramos y la familia que formamos, por los que se nos fueron y por los que vendrán.
Yoongi pasó su brazo por la cintura de Jimin y lo miró.
—Brindemos por el amor, por la salud, por un futuro mejor y lleno de éxitos para nuestra familia. —Continuó. —Apartemos las desgracias, que las lágrimas sean olvidadas y las risas cubran los pasillos silenciosos de nuestro palacio.
—¡Salud! —Dijo Jimin y los demás repitieron lo mismo, para después chocar sus copas y tomar su bebida.
—Ahora lo importante, Jimin. — Dijo Seokjin mirando a su hermano. —¿Está rica la soda?
Jimin se sonrojó y giró a ver a Yoongi, indicándole que era hora de darles la noticia.
—Aprovecho este momento para decirles que se agranda la familia, un nuevo Min-Park está en camino, para darnos felicidad después de la tormenta. —Dijo Yoongi con una sonrisa posando su mano en el vientre de Jimin. El primero en felicitarlos fue Seokjin, que abrazo a su hermano y le susurró un "lo sabía" después uno por uno fueron felicitándolos, Hoseok derramó algunas lágrimas ya que era bastante sentimental, pero era entendible. Jungkook se acercó a abrazar a Yoongi y no pudo evitar formular su linda sonrisa que hacía que sus ojitos se arrugaran. La pequeña Lisa abrazó a su tío y le dió un beso en la barriga sobre la ropa diciendo que quería una prima para jugar. Por último Jaebum se acercó a sus papás y los abrazo a ambos mientras reprimía las ganas de llorar que tenía.
—Serán los mejores padres, como lo fueron conmigo. —Dijo el alfa. —Estoy muy feliz de tener un hermanito o hermanita, lo que sea pero que venga sano.
—Cachorro, también eres nuestro bebé. —Jimin abrazó a su hijo y sobaba su espalda. —Con tu papá queremos que elijas el nombre del bebé cuando sepamos que sexo es.
—¿En serio? —A Jaebum le brillaban los ojos. —Gracias, pensaré nombres bonitos y no tan difíciles.
La familia siguió hablando de la linda noticia hasta que llegó la hora de almorzar juntos, era un día feliz para festejar. Después del almuerzo cada uno siguió con su rutina, Jimin se puso ropa más cómoda y bajó de su habitación hasta el gran jardín que estaba atrás del palacio, las flores que había plantado hace unos meses ya habían florecido y tenían una increíble variedad de colores, tomó la regadera y les echó agua mientras tarareaba alguna canción.
Yoongi estaba en el palacio mirando por el gran ventanal que Jimin estaba solo, así que pensó en hacerle compañía, bajó las escaleras y llegó a dónde estaba Jimin.
—¿Te ayudo en algo? —Dijo Yoongi.
—No hace falta, mira qué bonitas están Yoongi. —Dijo Jimin con una sonrisa y brillo en sus ojos —Esta flor me recuerda a nosotros.
—¿Por qué cariño? —Dijo Yoongi mirando con atención a Jimin.
—Su significado es caballerosidad, renacimiento y vida eterna. —Dijo Jimin. —Me hace acordar a tí, lo que tuviste que hacer para encontrarme en otra vida.
—Y esperaría mil vidas más con tal de estar contigo cariño. —Dijo Yoongi abrazando a Jimin —Haría mil y una vez más lo que hice con tal de tenerte conmigo y ser felices.
—Ésta tarde, por ejemplo, tengo la sensación de estar viviendo un instante perfecto, en casa, en calma. Abrazando a la persona que más amo. —dijo Jimin mirando a los ojos a Yoongi, sus labios estaban a pocos centímetros de rozarse.
—Te amo. —Dijo Yoongi mezclando sus respiraciones. —Ven que me explico mejor a besos.
Dijo uniendo sus labios en un armónico beso, cargado del amor mas puro que podían brindarse. Cuando se besaban, su mundo se paralizaba, entraban en otra dimensión, solo eran ellos dos.
Se besaron, pero eso era incluso más que besarse. Era como comer cuando has estado hambriento, como beber cuando has estado sediento. De eso se trataba, de sentir más allá de las dificultades. De superar los obstáculos con tal de que al final poder sentir el amor en su máximo esplendor, Jimin y Yoongi aprendieron que el amor trasciende los límites del tiempo, que si el amor es real, esperarán lo suficiente para ser unidos en algún momento, porque su amor está predestinado desde tiempos inmemoriales. Porque aunque sean la luz y la oscuridad, la salud y la desgracia, sus almas se complementaban a la perfección.
Y así sería hasta el final de sus días.
¿Final?
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