Taehyung se dirigió a su habitación cansado. Se sentía mal, no había tenido tiempo de disculparse con Jungkook por lo que dijo y aclararle que solo estaba mintiendo. También se sentía algo confundido, no sabía que hacer. Se tiró a la cama y pegó un pequeño grito.

—¡Aahhh! ¿¡Que mierda me pasa!?—dijo para si mismo—Oh vamos Tae, no puedes preocuparte por un sirviente. Solo es un sirviente, tu un rey, no debes preocuparte por eso.

Pero no, el rey aún seguía pensando y pensando. Casi muriéndose en sus pensamientos. Bufó e intentó dormir, pero no podía.

—¿En serio me estoy preocuoando por un chico que conozco hace solo unos meses? Es un simple sirviente pero... Jungkook es muy lindo y tierno.

Negó con la cabeza rápidamente. Su padre le dijo mil veces que el debía estar interesado en una princesa con dinero y que sea un buen futuro para el reino. Estaba haciendo todo lo contrario.

Frunció el ceño, ahora estaba enojado, muy enojado con Jungkook y no sabía por qué.

—¡Ah! ¡Tonto idiota! ¿¡Que mierda me hiciste!?—gritó el rey en su almohada—¡Esto no va a quedar así!

Y de casualidad, sintió la puerta de su habitación ser tocada. Una voz dulce y conocida se escuchó.

—Mi rey... ¿Ya está dormido?

Era la voz de Jungkook, Taehyung gruñó y abrió la puerta tan fuerte que casi la rompía. El castaño pegó un pequeño salto en su lugar del susto, Tae lo jaló del brazo y lo metió dentro de la habitación.

—¿Q-que hace?

—¡Tu! ¡Me hechizaste! ¿¡Verdad!?—gritó Tae tomandolo de los hombros—¿¡Me puedes explicar por que mierda me siento raro cuando te acercas a mi!? ¡Me haces sentir mal!

—¿E-eh?

Jungkook estaba confundido, solo había ido a la habitación del rey para entregarle algunas cosas pero ahora se encontraba en una situación algo complicada.

—¡Explícame porque me pongo tan nervioso cuando te me acercas!

—Mi r-rey... no se de que me habla.

—Ah, mierda si que eres complicado—dijo Taehyung cruzandose de brazos

Los dos se quedaron en silencio, Kook bajó la cabeza y llevó su mano a su nuca.

—Mi rey... verá, mi padre está muy enfermo y necesita cuidados—comenzó a decir—Tengo que volver al pueblo para cuidarlo, t-tal vez deba dejar el puesto de sirviente personal por eso quería pedirle disculpas. Pero debo volver a mi hogar.

Taehyung abrió bien los ojos, se giró lentamente y su rostro cambió de uno enojado a sorprendido. Jungkook parecía tan normal diciendo eso, lo estaba odiando ahora.

—¿E-eh?

—No se si pueda volver, tengo miedo de contagiarme la enfermedad y transmitirsela a usted. Por eso esperaré unos meses hasta averiguar si me contagié o no. Pero mayormente iré para cuidar a mi padre.

—¡N-no, no te vayas!—interrumpió Taehyung—Si q-quieres puedo mandar algunos sirvientes para cuidar a tu padre, pero no te vayas

—Mi rey... no se si mi padre sobrevivirá o no. Necesito estar con el... al menos pasar sus últimos días juntos. Y tal vez los míos, no se si saldré vivo de ahí.

Taehyung sintió sus ojos humedecerse. La única persona que lo comprendía y le enseñaba cosas se estaba yendo y tal vez hacia la muerte. El rey negó con la cabeza y tomó las manos de Jungkook.

—No y n-no. Si sabes que vas a contagiarte es mejor que no vayas.

—P-pero mi rey

—¡No!

Jungkook bajó la cabeza y soltó las manos del rey. Sentía miedo, nunca había sentido miedo con Taehyung.

—Yo pensé que no le importaría—susurró el menor—Hoy escuché bien claro cuando usted dijo que yo solo era un simple sirviente y que hay mejores que yo. No entiendo porque ahora no quiere que me vaya.

—D-dejame explicarte

—Esta bien, me informaré a mi padre que no puedo ir con el.

Jungkook salió de la habitación dejando a Tae con las palabras en la boca. El rey bajó la cabeza, se sentía muy egoísta pero no iba dejar ir a la única persona que lo entendía.

El castaño se detuvo en medio del pasillo y apretó sus puños. Su padre iba primero que todo, debía ir con el si o si. Miró por última vez la habitación del rey y suspiró.

—Lo siento Taehyung, vas a tener que buscar a otra persona.

Al día siguiente, Tae buscó por todo el reino a Jungkook. Estaba dispuesto a decirle que podría ir con su padre.

El pensaba que Kook se había quedado en el reino, pero por la tarde, los sirvientes le informaron que el castaño se había escapado del palacio

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