F I F T E E N
—Se les ha presentado un inconveniente. —Dijo Hoseok en la sala. —Una tormenta de nieve no los deja salir del hotel y no sabemos cuándo se detendrá, quedan dos días para la luna de sangre, no creo que lleguen aquí para ese entonces.
—¿No hay otra forma de hacerlos llegar? —Jimin frunció el seño.
—Me temo que no, solo hay que esperar que la tormenta pare y recién ahí podrán salir. —el alfa apretó los labios. —Pero quédate tranquilo Jimin, el pequeño Jaebum está a salvo con Yugyeom y Namjoon eso te lo aseguro, nada malo le pasará.
—Mi hermano es muy cuidadoso con estos asuntos, saldrá todo bien. —Dijo Yoongi.
—Solo queda esperar entonces. —soltó un suspiro. —Yoongi necesito hablar contigo, todavía tengo algunas dudas.
Hoseok se levantó y salió de la habitación sin hacer ruido, Yoongi y Jimin necesitaban su privacidad y Hoseok no quería ser mal tercio.
—Dime cariño... —el alfa se sentó junto a él en el sofá.
—Cuando yo llegue aquí, ¿Cómo tenías pensado decirme ésto? Es que, sé que lo hiciste porque ya se acerca la luna de sangre...— Jimin lo miró.—¿Tus hermanos sabían?
—Bueno, cuando recién llegaste a la casa yo tenía una idea pero al pasar los días las cosas fueron cambiando y terminé diciéndote antes de tiempo — Yoongi hizo una pequeña pausa y continuó. —Al principio, quería esperar a que llegara la luna de sangre para marcarte y devolverte tus recuerdos, pero, hablé con mis hermanos sobre eso y me aconsejaron que sería mala idea. También nos habíamos enterado de que el clan Song estaba cerca de aquí por lo que me llevo a entrar en desesperación, no quería perderte otra vez así que tomé la decisión de contarte esto antes... Sé que estás confundido por todo esto, pero en dos días, cuando te marque podrás recuperar todo.
—Gracias Yoongi, por contarme de ésto antes — Jimin se acercó al alfa y lo abrazó cálidamente, se acurrucó en el pecho de éste mientras frotaba su mejilla para que el aroma del alfa se mezcle con el de él.— me habría confundido más si no me lo contabas.
[...]
— No va a ser posible realizar la coronación mañana. —Jungkook avisó.
—¿Por qué son todas malas noticias? —Jimin suspiró.
—Lo siento Jimin, la tormenta de nieve arrasó con toda la ciudad, nadie puede entrar hasta que ésto pare. —Jungkook estaba algo cabizbajo. El omega presente notó a su cuñado algo decaído.
—¿Ocurre algo Kookie? —Preguntó Jimin.
—Oh nada, solo quería saber sobre Yugyeom, el... No me dijo que tenía un hijo. —Jungkook desvío la mirada.
—Entiendo, es complicado, creo que debes hablar con él sobre eso si es que tienen esa confianza... —Jimin veía las expresiones del alfa y todavía se notaba algún rastro de angustia, sin decir nada más el muchacho se fué de la sala dejándolo algo confundido al Omega.
Jimin por su parte no le tomó mucha importancia al asunto, ya hablaría con Yugyeom cuando regrese. Pero por el momento Jimin tenía problemas más grandes.
Se sentó frente al gran ventanal que dejaba a la vista el hermoso jardín cubierto por una fina capa de nieve, reflexionando sobre lo ocurrido. Sacando conclusiones que no lo llevaban a ningún lado pero de alguna forma tenía que incrementar su curiosidad.
Tal vez nunca imaginó que ocurrirían éstas cosas en su vida, pero urgando en sus recuerdos todo tenía sentido, necesitaba más que unos simples recuerdos de su madre hablándole de los alfas albinos toda su niñez, necesitaba más que el saber que su madre lo había educado y formado para ser un omega obediente y sumiso. Sabía que había algo más, algo que toda su vida estuvo presente ¿Que era? Lo sentía, sentía que alguien de suma importancia había sido parte de su vínculo.
¿Quién podría ser?
¿Sus vecinos?
Imposible, jamás tuvo contacto con ellos... Aunque ahora entendía por qué su madre lo protegía tanto, ahora entendía por qué su madre le pedía a los vecinos que vigilaran que él no se vaya de casa con nadie.
¿Su madre?
Ella sabía de esto, Jimin tenía la certeza de que su madre estaba enterada de todo y jamás se lo dijo, tal vez, despues de la luna de sangre deba hablar con ella.
No se dió cuenta del tiempo que pasó cuestionandose las cosas que ya había oscurecido nuevamente, no encontró muchas respuestas a sus dudas, aumentaron en exceso y odiaba muchísimo que sus dudas dominaran en su mente.
No tenía sentido alguno ponerse a pensar en esas cosas exactamente en ese momento, tal vez despues de ser marcado sea conveniente. Yoongi le dijo que después de eso recuperaría su memoria, sus recuerdos.
Sin más se levantó del lugar y fue a buscar al alfa por el palacio, tenía solo una duda que lo estaba carcomiendo internamente. Solo quería una última explicación y no volvería a preocuparse por este tema o tal vez no lo haría por el momento.
Tras seguir buscando por todos lados no halló indicios de que el alfa se encontrara en el palacio ¿A dónde iría con la tormenta? Era imposible salir, seguramente no había buscado bien. Fué a su habitación rendido, pero se sorprendió al ver al alfa durmiendo cómodamente sobre su cama, sonrió levemente debido a lo hermoso que se veía Yoongi descansando sobre las finas sábanas. Jimin sin dudarlo se acostó junto su alfa, acurrucándose al lado de él, sintiendo su calor y los brazos del alfa rodearlo proporcionándole ese confortable sentimiento de cariño y preocupación.
Jimin con sus manos acariciaba la tibia piel del alfa, acariciaba su espalda y brazos, mientras que con su mejilla frotaba el pecho del alfa.
—¿Que ocurre cariño? —Yoongi habló ronco debido a que acababa de despertar.
—No es nada... Estuve buscándote. —Susurró tierno el omega. —ya extrañaba esto...
—Tranquilo pequeño, aquí estoy. —el alfa besó la cabeza del omega. —¿Seguro que es sólo eso?
—Bueno... Venía a preguntarte algo.
—Dímelo cachorro, te escucho. —El alfa acarició la mejilla de su amado omega.
—Pero puedo hacerlo después señor Min, ahora quiero que estemos así...— Jimin se separó levemente para mirarlo a los ojos. —No se preocupe...
Le gustaba referirse así a Yoongi, y al alfa le parecía sumamente tierno.
—Cachorro, ¿Me das un beso? —Preguntó el alfa.
Jimin sonrió encantado.
—Muchos mi alfa.
Dicho esto besó tiernamente los dulces labios de su alfa, formando un beso lento pero demostrativo, entre el vaivén de sus labios se decían lo mucho que se amaban el uno por el otro. La habitación estaba helada pero entre ellos solo había calidez, el frío no importaba cuando se tenían el uno al otro otorgándose ese calor corporal que intercambiaban. Jimin se despegó dos segundos de los labios de Yoongi para volver a besarlo creando así un pequeño sonido entre sus labios, besarse para ellos era la mejor adicción y podrían estar así toda la noche.
—Cachorro, te amo. —El alfa susurró entre el beso y mordió levemente el labio inferior de Jimin.
—Te amo mi alfa. —Jimin dijo sobre los labios de Yoongi. —No creo aguantar hasta la luna de sangre Yoongi... Necesito tu marca
—Pequeño, debemos esperar. —Yoongi comenzó a dejar besos por el cuello del omega —Solo dos días y seremos uno solo en cuerpo y alma...
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