*Goteo*

*Goteo*

*Goteo*

*Goteo*

*Goteo*

En lo más profundo de la oscuridad, una bañera solitaria se podía apreciar, a lo lejos, donde el silencio reinaba, donde la soledad yacía muerta sin ninguna compañía.

Un tenue goteo caí sin César. Como un pesado repicar, suave y lento, como el flujo del tiempo.

Desde lo profundo de sus aguas, una máscara antigua se veía, oscura de un lado y blanca de otro, como dos lados de una sola pieza, estás se unían para mostrar una cruda verdad.

!Muerte!

!Muerte!

Se decía en lo bajo, mientras el agua desbordaba de la bañera. La perdida se mostraba como una llaga abierta en la herida, era como si la piel ardiera, y el cuerpo doliera.

Mostrando en su interior mares de sangre que ocultaban una víctima en las lejanías. Una imploraba asilo para descansar de la agonía y la frustración de no poder escapar, del nunca más.

Y la otra mostraba una máscara roja, bañada justamente en la sangre que brotaba de una corona hecha de espinas, en la cabeza cortada de alguien inocente y desafortunado.

Todo mientras una cuerda se ataba al rededor del cuello de un muchacho, que de su rostro brotaban miles de escarabajos, todos saliendo hacia todas las direcciones posibles, mientras que en sus susurros una frase se hacía notar.

"Benditos los condenados, curados con mi justa mano"

Acompañado de ella, una débil voz se estremecía en las lejas diciendo una sola cosa.

Despierta

Despierta

!Despierta!

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*BING*

*BANG*

*BING*

*BANG*

*BING*

*BANG*

Antes nunca pude creer en cosas paranormales, yo ni siquiera creía en los espíritus, solo veía todo mi ambiente como me lo dejaba ver mis visiones religiosas.

Durante años yo trabaje en esta iglesia hasta la llegada del sacerdote Kennet, era un buen hombre pero no valoraba demasiado lo que la gente decía de el, sus gestos eran demasiado enormes hacia los demás.

El caso siempre se apenaba por lo que decían de el.

Pero no de forma negativa al contrario el era alguien admirado por muchos y apreciado por otros incluyéndome a mí.

Pero cada vez que alguien le decía padre o algún título más grande que ese amablemente negaba con un

-aun no soy digno de llevar ese título-

Era demasiado modesto incluso cuando no debía, pero que se le podía hacer el era un hombre de fe muy dedicado a su profesión, lástima que el había terminado con un destino tan atroz como impensable

Recuerdo bien el día de su fallecimiento o mejor dicho asesinato.

Su cuerpo aún estaba fresco en medio de los pasillos de la iglesia, la sangre goteaba por cada esquina del corredor, su cabeza estaba en sus brazos como si fuera una calabaza madura, sus ojos estaban cerrados como si solo se hubiera quedado dormido, su hedor era potente pero no hasta llegar a lo nauseabundo

Era como ver una pesadilla hecha realidad.

La policía por días pero no encontró nada; pasillos, puertas, habitaciones.

No había nada que mostrará a un culpable fijo, no había huellas ni pisadas era como un caminante fantasmal que desapareció como si nunca hubiera existido

Tan pronto como paso ese escándalo desapareció junto a los oficiales forenses que perdieron el interés por el caso, era como si algo los hubiera hecho perder el interés

Casi como si fuera una fuerza 'anti natural'-

Tiempo después la morgue nos trajo informes sobré el cuerpo de Kennet pero no había nada más que una decapitación obvia

Fueron días duros para la iglesia, después de que uno de los padres le diera la terrible noticia a la familia de Kennet, no lo tomaron bien, posiblemente vendrían a la ciudad en unos días después de que la tormenta se calme

Y por cosas del destino esa chiquilla rubia de pelo corto también supo de la muerte del sacerdote, una verdadera lástima, después de todo ambos eran muy buenos amigos.

Cerrando una de las tantas puertas de la entrada el campanero camino lentamente hacia uno de los asientos de las primeras filas de la iglesia.

La oscuridad de la noche solo le daba más calma al ambiente del lugar acompañado de las gotas de lluvia que golpeaban con fuerza el vidrio

Sentándose en el asiento el hombre solo dio una corta oración en boca para poder hacer ir sus pensamientos, muchas tragedias habían pasado los últimos días y el estado de la gente de la iglesia no era el mejor emocionalmente

Sin contar la perdida recién del sacerdote.

Ahora solo quedaba pedir lo mejor para que toda esta tormenta de emociones fuertes pasará a la calma.

El hombre jorobado en su asiento siguió orando hasta que de pronto escucho algo que lo saco de si

*DING*

*DANG*

*DING*

*DANG*

*DING*

*DANG*

Los repicares de una de las tantas campanas del campanario hicieron que la mirada del campanero se pusiera encima del vitral de la iglesia que brillaba por los fuertes relámpagos del cielo que estaba estallando en violentas ráfagas de viento.

Cada campanada sonaba más débil que la anterior pero era lo suficiente audible para que pudiera seguirla con el oído.

El hombre se levantó de su asiento en donde su caminata fue lo único que se podía escuchar en todo el enorme pasillo, fueron pisadas fuertes y profundas, cada una llegó hasta una de las tantas puertas del primer piso del edificio.

La mano del campanero tembló por unos leves momentos pero en una acción involuntaria este al fin pudo tomar el valor de su mano para apretar el picaporte de la puerta para girarla lentamente hasta hacer que la madera del puñal crujera y así....

Abrió la puerta delantera, en donde se topo con las docenas de escalones en frente de sus ojos, pero ni siquiera fue eso lo que le llamo la atención, lo que pasó fue que sus ojos; involuntariamente subieron hasta lo más alto de la torre que estaba cubierta por una oscuridad aún mayor que la de abajo, en la que estaba el., En la sima de la torre se veía como una de las campanas chocaban de un lado a otro, el repicar de la misma causo que una sola pregunta se formará en la cabeza del hombre

¿Quién la estaba haciendo sonar?

Sus pensamientos pasaron a ser hechos cuando en lo más alto de la torre una figura apenas perceptible se mostró en el reflejo de sus pupilas.

No parecía ser muy alta pero está se movía de un lado a otro sin control de si, fue muy difícil ver de quién o que se trataba hasta que de un solo momento la luz de un rayo reveló la verdad que estaba encima de el

En ese simple instantes el campanero vio a una chica de cabello rubio sacudirse como si de una campana humana se tratara, mientras se tomaba de su cabeza con una expresión de dolor espectral en su rostro, pero lo más a resaltar era el alarido de sus gritos que eran tapados por los estruendo del cielo y la campana de acero que se estrellaba de un lugar a otro sin control

En ese mismo momento el hombre solo dijo unas simples palabras al aire sin que alguien pudiera escucharlas

"¿Esa no es...."

Así son más todo se cortó en un fuerte silencio dejando a un campanero en estado de shock al ver la caída de la chica como si fuera una muñeca sin hilos, este solo vio como cai en lo que parecía ser una cámara lenta, desde lo más alto de la torre como si fuera una bolsa de arena desatada y lanzada desde lo más alto de un globo aerostático

Iba a subir lo más rápido posible a tratar de atraparla, pero fue parado en seco cuando de lo más alto de la torre una silueta oscura cayó sobre el y de un momento a otro todo se volvió oscuridad.

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"En el año de 1945 sucedió el fin de la segunda guerra mundial, a causa de la caída de las bombas atómicas de parte de Estados Unidos, debido a estos acontecimientos el emperador japonés-"

"!Chris la cena ya estará lista! !Lava tus manos que ya vamos a comer hijo!"

"!Si tía!"

Chris dejo lo que estaba haciendo para ir a lavarse las manos, ya había pasado mucho tiempo desde los acontecimientos del bosque y ahora el estaba centrado en los estudios que retomo hace poco, leyendo todo lo relacionado a sus clases virtuales de historia para siquiera graduarse de la prepa con más justas, pero ya había estudiado mucho así que un descanso y una cena no estaría de más., mientras el chico salía de su cuarto en dirrección al baño, en el primer piso Tobías y Jina cortaban vegetales y preparaban los últimos toques para la cena.

Que hubiera una tormenta no era excusa de no disfrutar un buen rato en familia.

"Me preguntó que estarán haciendo los amigos de Chris, hace rato que no los veo, ¿Crees que Tony se recupere de lo que le hicieron esos malditos piromanos?"

"Si querida, el muchacho es fuerte seguro estará bien" dijo Tobías en un tono calmado, al final tuvo que inventar una historia junto a Tony de que en realidad unos piromanos se habían metido al bosque a quemarlo y por eso el término en ese estado, sin contar todas las mentiras que tuvo Tobías que inventar para librarse de la ira de su esposa y una posible demanda de parte de los padres del chico Tony: para su suerte Tony era "bueno" convenciendo A sus padres ya que a sus palabras, eso no era nada nuevo para ellos.

Una buena noticia para el, si así se le podía llamar a mentir y engañar a personas conocidas y a no conocidas por cosas que el no podía explicar.

Sin contar que aún si ese problema había acabado, otro más se estaba asomando en las lejanías.

A palabras de Chris, alguien había abierto la ventana causando que el, dina y Tony fueran a investigar; topandose con aquella creatura abominable que habían visto la noche del patrullaje.

Tony les explico lo que sucedió y después de un largo monólogo, el confesó haber quemado una gran parte del bosque, así para justificarlo a los guardabosques y bomberos que fueron tiempo después del encuentro con la bestia, tuvieron que inventar una historia muy distinta a la que terminó pasando, sin contar que tuvieron que decirle una verdad falsa a su esposa para que creyera lo de los piromanos y justificar porque un cuarto de bosque había sido casi quemado aquella noche.

Pero lo que era la cereza del pastel, el había sido un inútil, fue vulnerado por un momento de descanso mientras los niños bajo su protección sufrían ahí solo, y si no hubiera sido por ayuda de Tony posiblemente no la hubieran contado.

Siendo algo que terrible que lo denotaba como un pésimo mentor y un cuidador., esperaba pronto compensar parte de su incompetencia a Chris y a sus amigos.

"Ring"

"Ring"

"Ring"

"A qué raro, por lo general casi nadie nos llama a estas horas y menos con una tormenta"

"A no te preocupes querida, seguro son los guardabosques de nuevo, yo iré a ver"

Tobías dejo lo que estaba haciendo para ir a contestar el teléfono, era extraño ya que juraba que las llamadas no podrían procesarse con una tormenta así, esperaba que no fuera un disturbio o algo por el estilo.

"Hola, residencia Hopkins ¿En qué podemos ayudarles?" Dijo Tobías en un tono amable, pero para su intriga nadie contestó, era como hablarle a la nada.

"Que extraño" dijo colgando para seguir con su camino a la cocina

"Quizás solo era una broma-". Pero de nuevo en teléfono sonó, está vez más fuerte, el no sabía que estaba pasando, pero en lo más profundo de su ser podía sentir un mal presentimiento y no le gustaba nada.

"¿Hola? Si esto es una broma sepa que no estoy de....¿Hola?".

"Hola señor Hopkins, es un gusto hablar con usted"

Tobías casi soltó el teléfono del susto, la voz al otro lado sonaba distorsionada, pero sobretodo tenía un tono bajo y casi... siniestro que no le gustaba nada.

"¿Quién es usted señor?"

Dijo disimuladamente al saber que su esposa estaba un par de pasos lejos de el, no quería alarmarla y menos con alguien que podría ser un estafador.

"No debe de ser tan grosero, me presento, soy el señor Kao y solo quería decirle....que su querida niña dina a sido una niña muy muy mala y vulgar...Ke Ke".

De inmediato Tobías sintió una punzada en el pecho, con solo la mención de dina, había provocado que una rabia incontrolable se apoderará de el.

"Si quiere volverla a ver y que no me pase nada, será mejor que usted y su 'hijo' vengan a la iglesia del centro de-"

Tobías solo escucho atentamente cada instrucción que decía el 'tipo' detrás del teléfono, si era cierto lo que decía, entonces debía de emprender un largo viaje por el ojo de la tormenta, de ser necesario lo haría en interior de esta con tal de llegar a tiempo.

"Y una cosa más, no le diga a nadie más acerca de esta llamada, si no quiere que su querido "angel" sufra más de lo que puedo hacerla sufrir, hasta entonces, linda cena, familia Hopkins..."

"Espero lo mismo, señor Kao"

Colgando a tiempo Tobías limpio el sudor que tenía en su frente, aquella llamada le hizo sentir emociones fuertes y muy incómodas, sin duda lo que estaba pasando estaba saliendo de control.

"Querido ¿Quién fue?"

"....Nadie querida, un vendedor de seguros, se equivocó".

"A Tobs ¿Estás bien? Parece que viste un fantasma"

"No te preocupes querida, oye necesito ir con Chris a una parte"

"Pe-pero ¿Porque? ¿Pasa algo malo?"

"....todavía no, pero espero que no suceda"

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"Siento que alguien o algo está causando esto ¿Pero quién?"

En las calles cercanas al centro, se podía ver una silueta delgada oculta en un callejón oscuro y húmedo, siendo está era una chica de capucha negra, que extrañamente ocultaba su rostro con una máscara de cerámica, la cual estaba partida en dos, con un ojo azul de un lado y rojo de otro.

La chica salió de sus pensamientos cuando un vehículo paso a toda velocidad por la calle de aquel callejón, por un momento sintió algo extraño de esa camioneta, no sabía explicarlo pero tenía algo familiar en su interior.

Sin nada que perder decidió seguirla, ya que después de todo el camino que ella estaba tomando era el mismo que el vehículo tomo, uno que llevaba justo a la iglesia, el lugar que me desprendía un mal sabor de boca.

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"¿Dina está en peligro?"

"Si, y el bastardo me dijo que solo tu y yo podríamos ir, y no se que era ese sujeto pero hablaba muy enserio"

pocas veces Chris vio tan desesperado a su tío, siendo una cosa segura: Todo era demasiado malo, incluso para el.

"Si es así, espero que logremos llegar a tiempo"

"Créeme hijo, eso es lo primero que quiero hacer"

Pisando el acelerador ambos se dirigieron lo más rápido posible a la iglesia, siendo este el lugar más visible de la ciudad, y el que más oscuridad podía llegar a albergar en toda la ciudad.

Y Tobías y Chris lo sabían.

Algo malo estaba por pasar y todo estaba relacionado a ese lugar, a ese sujeto y a dina. Solo esperaban no llegar tarda para evitarlo.

"O dios socorrernos, se que esto no te lo hago saber mucho, pero si llego a morir, espero que no sea en esta noche, y menos en un lugar como el tuyo"

Pensó Tobías que por primera vez en su vida, nunca sintió el presentimiento de la muerte en el aire, y esperaba que fuera solo a él y no a nadie más de esa noche.

Fin del capítulo