15: Anahí habla mucho: "gritos y un helado"
"¿Tú mamá se molestará?" Anahí pregunta, jugando con la envoltura de sus galletitas recién acabadas. "No es tan malo. Creó..."
TaeHyeon suspira, moviendo ligeramente su cabecita de un lado a otro en negación. El pequeño traste de Barbies en el suelo hecho trizas la hacía sentirse mal, culpable por no tener cuidado.
¿Su mami se enojaría?
TaeHyeon piensa que no será así, pero tal vez sí iba a ser así. Y de solo imaginar a su mami enojado, le hacía doler un poco más su estómago.
Anahí se acerca a su lado, dándole una suave palmada a su espalda. "¿Te sientes bien, Yeonie?"
TaeHyeon encoje sus hombros, no sabiendo exactamente qué decir. "No lo sé..."
"¿No lo sabés?" Pregunta confundida. "¿Cómo te sientes?"
"Rara..."
"¿Cómo te sientes rara?" Acomoda sus lentes, pensativa. "No entiendo muy bien lo que dices."
TaeHyeon suspira, frustrada. "Mami no se enojara, pero estará decepcionado." Señala los vidrios a sus pies. "Está roto."
Anahí asiente. "Sí, está roto, y eso no es malo. Puedes comprar otro nuevo." Aconseja, sonriendo. "Mí mamá siempre dice que cuándo algo se descompone en la casa, es porque necesito un cambio. Tal ves tú tazón de princesas necesita un cambio."
"Baba lo compro no hace mucho." Se agacha, recogiendo con cuidado los vidrios. "Seguro no me comprará otro."
"¿No tienes más?"
TaeHyeon asiente. Ella tenía muchos más con dibujos muy lindos, pero ella estaba muy agusto con el tazón que acababa de quebrar. Por un descuido había terminado de hacer trizas uno de los recientes regalos de su baba. Tal ves su mami no estaría enojado, pero su baba seguramente sí.
"No me gustan." Termina diciendo, ahora un poco enojada. "¿Cuándo nos vamos?" Pregunta, sus cejitas fruncidas.
"No lo sé." Anahí susurrá. "¿Le pregunto a la maestra?"
TaeHyeon mueve su cabecita en afirmación. "Por favor."
"¡Ya vuelvo!"
TaeHyeon encogió sus hombros, pensó que tal ves lo mejor era decirle a la maestra qué se sentía mal y así podría irse rápido a su casa, pero la idea de mentirle más a sus papás le decía que estarían más enojados.
Mejor se quedaría hasta el final del día y esperaría hasta llegar a su casa para hablar con sus papás sobre su accidente. Porque por supuesto qué fue un accidente. No quiso quebrar intencionalmente su tazón favorito.
En lo que su amiga termina de hablar con la maestra ella se asegura de limpiar todo el piso, levantando los vidrios y echarlos en la palita de basura al lado de la puerta del salón.
Entrá a su salón dos segundos después de acabar de lavar sus manos. Camina a las escaleras del salón para subir a la segunda planta de juegos, tomando asiento en el quinto escalón.
Anahí vuelve segundos después de haberse ido a hablar con la maestra, con una pequeña taza con frutas en sus manos.
"La señorita dijo que pronto nos iríamos." Sonríe, sentándose a su lado. "Ella dijo que sí te sentías mal podía llamar a tus papás."
"No me siento mal." Traga saliva, acomodándose sobré el banquito escalera. "¿Eso para quien es?" Señala el tazón de frutas.
Anahí sonríe dejando el tazón en el pequeño espacio qué las separaba. "Para nosotras."
"¿Por qué?"
"Porque sí." Encoje sus hombros, dejado su espalda recostada contra el escalón de arriba. "¡Están ricas!"
TaeHyeon mueve su cabeza, sus dos colitas moviéndose ligeramente con el movimiento, negando. "No me gustan las uvas verdes."
"¿No? ¿Por qué? Son muy ricas..." Arruga sus cejas y suelta una de las uvas que iba para su boca.
"No lo sé." TaeHyeon suspira tomando un trozo de manzana verde. "Las frutas verdes no me gustan."
"¿Comes manzana verde?" Anahí pregunta confundida, señalando el trozo de fruta en los dedos de TaeHyeon.
"Sí..." Asiente cortamente. "Sabe bien."
La pequeña cachorra alpha suelta una risa llena de diversión, mientras come otro pedazo de fruta cualquiera. TaeHyeon por un minuto piensa qué es la risa más irritante de todas, hasta que recuerda la de su tío Jin y se olvida de la risa de Anahí.
Sí, puede que no soporte del todo la risa escandalosa y sin un poco de glamour de su tío SeokJin. Tío el cuál era uno de los modelos más costosos de todos y TaeHyeon sabía eso. Saber que su tío se reía tan extraño cuándo no había una cámara grabándolo, bueno, era un dato importante.
De un pronto a otro, al estar perdida en sus pensamientos y no prestándole atención a su amiga, tiene un trozo de manzana roja entre sus labios y la mano de Anahí toca suavemente sus mejillas. TaeHyeon retrocede un poco, mirando con confusión a su amistad.
¿Por qué estaba tocándole el rostro sin su permiso? TaeHyeon arruga sus cejas y retrocede otro poco más, enferma por la repentina cercanía entré ellas.
"Tienes un rostro bonito, Yeonie..." Anahí dice y suspira sonriendo. "Me gustan tus mejillas de pan."
TaeHyeon retrocede un poco más, quitando con incomodidad la mano contraria de su rostro.
"No me gusta que me toquen sin permiso. Ninguno lado. Por favor, sí no me pide permiso antes, no lo haga, unnie."
Anahí sonríe hipnotizada. "¿Por qué hablas como sí estuvieses treinta años?" Pregunta riendo. Toma otra fruta descuidadamente. "Lo haces siempre, desdé que cumpliste siete. Haz cambiado mucho desdé entonces."
"No lo he hecho. Solo habló así," dice con cierta incomodidad. Ella no pensaba que hablaba diferente, solamente estaba siendo como su baba.
Anahí niega, comiendo aún de la fruta. "No lo haces. Tú hablas cómo tú papá."
"Umh," murmura distraídamente. Anahí sonríe, acercándose. TaeHyeon se aleja, frunciendo el entrecejo un poco más. "Espacio personal."
Anahí ríe alejándose unos cuantos centímetros, negando. "Sí, hablas cómo tú papá."
"Supongo..."
"¡Te pareces mucho a él!"
TaeHyeon asiente, luchando contra las ganas de hacer un mal gestó y caminar lejos de Anahí. La alpha, aún cuando era mayor que ella, podía llegar a ser demasiado sofocante y TaeHyeon estaba teniendo suficiente de ello.
La niña la agitaba mucho y TaeHyeon solo tenía siete años cómo para sufrir de ello.
"Me gusta que te parezcas a él," Anahí vuelve a decir, señalando su rostro con sus manos. "Eres muy parecida a él, pero también a tú mami. ¡El señor TaeHyung es muy lindo!"
TaeHyeon frunce las cejas, recorriendo el rostro bañado en felicidad de su acompañante. Para ella estaba bien qué hablarán sobre la belleza de su padre alpha, pero no toleraba que hicieran lo mismo con la belleza de su mami TaeHyung.
"Hablas mucho..." Reclama con cuidado. Ella piensa que la niña muchas veces se pasaba de preguntona. "Guarda silencio, por favor..."
"¡Pero me gusta que te parezcas a tu papá Jungkook!"
TaeHyeon niega, encogiéndose de hombros. "Umh."
"Hasta hablas poco como él..."
TaeHyeon frunce un poco sus cejas —por, mil quinientas, ves—, soltando un inaudible bufido. Sabía que algunas veces hablaba como su padre alpha, imitaba las expresiones y la forma de hablar de su padre. Le gustaba hacerlo. Su baba solía ser un alpha muy rudo, lo suficiente cómo para enamorar a la mitad de las mamás omegas de su clase y eso era frustrante.
Y sí, tal ves TaeHyeon fingía comportarte como su padre alpha para poder intimidar a todas ésas omegas y alejarlas de su padre. Después de todo a su baba no le gustaba mucho la atención y a su mami TaeHyung tampoco le gustaba mucho tener que ver toda la atención en su baba.
TaeHyeon los entiende mucho. Tener la atención de las personas a su alrededor era frustrante, y a ella le sucedía constantemente por culpa de sus padres.
Solía recibir muchos halagos por ser tan "bonita" y por ser la primera hija de sus padres. Ella escuchaba mucho qué los adultos a su alrededor decían qué era una niña afortunada. Eso la confundía, porque normalmente no hacía nada para recibir ése tipo de comentarios.
Y, hasta hace un tiempo, pensaba qué lo hacían porque eran buenas personas, pero después de entrar a la escuela primaria, ella escuchó torpemente qué una de las mamás de sus compañeros decía que ella solo era una niña afortunada por ser hija de un hombre tan guapo como su padre.
Y, en cierta forma, eso la molestó. Desdé entonces suele pasar tiempo fingiendo que nadie existe y sólo cuándo está con su familia es quién verdaderamente es. Las personas la hacían sentirse mal con sus comentarios y su baba muchas veces le a dicho, al igual qué su mami, qué ésas personas eran tontas y no sabían lo que decían.
Ella pensaba qué realmente era así. O por lo menos fingía creerlo.
Estuvo pensando en la forma en cómo hablaba hasta que Anahí tocó su hombro y la hizo entrar nuevamente en sí.
"TaeHyeon..."
TaeHyeon gira sus rostros unos centímetro, mirando con atención al llamado de su amistad. "¿Sí?"
Anahí sonríe apenada, entrelazando sus piernas. "¿Estás bien?"
"Sí, lo estoy" murmura sobre su cabello, qué tapaba la mitad de su cara. "¿Por qué preguntas?"
"Te haz ido por unos minutos. Te he hablado durante segundos eternos y no respondías," encoje sus hombros. "Pensé que estabas mal."
Niega torpemente. "Estoy bien," acomoda sus cabellos negros, suspirando. "Sólo me distraigo fácilmente. Lo siento."
La alpha niega, riendo torpemente. "No importa, solo fueron unos minutos."
"Umh..."
TaeHyeon no dice nada, quedándose minutos, muchos minutos en silencio. Estaba apreciando demasiado el silencio, pero la voz de su ¿amistad?, nuevamente volvió a escucharse a su lado. TaeHyeon suspiro, cansada de tanto bullicio.
¿Por qué no podían estar un momento sin necesitar hablar de algo? A ella le resyoagab tan fácil estar en silencio, simplemente mirando a nadie. Ignorando la existencia de la humanidad. Era tan fácil.
Anahí volvió a hablar, acomodando sus piernas a lo largo. "¿Por qué siempre eres tan sería? Yo pienso que te pareces mucho al señor Jeon," dice mirando a su amiga. "Y el señor Jeon muchas veces da miedo."
TaeHyeon suspira perezosamente, sintiendo la mezcla de la irritación y la frustración en su pecho. "Es mi papá."
"Yo sé eso," ríe nerviosamente, mirando hacía otro lado. "Pero te pareces mucho a él y emitas todas sus acciones. ¿Por qué?"
"No lo sé," murmura incómoda, alejándose un poco de su amiga. La situación y el acercamiento estaba empezando a enojarla. "Es así y es simple."
"Pero yo no entiendo," mordisqueó su labio inferior, confundida. "Quiero sabe-."
"Ése no es mí problema," TaeHyeon la corta mirando a sus ojos con sus pupilas lejanas. "Soy así y —escucha—, no lo siento por ello."
Anahí se remueve hacía la derecha con incomodidad, soltando una risa nerviosa. Una pequeña niña de siete años estaba poniendo de nervios a una de nueve con respuestas tontas.
"Lo siento por preguntar," dice y apenas su voz se escucha. TaeHyeon la mira atenta. "No quería incomodar, solo tenía curiosidad."
La alpha pura sangre asiente con su cabeza, movimientos suaves siguiéndole. "Muchas veces la curiosidad es mala."
"Sí, lo siento..."
"Umh..." Presionando sus labios juntos, TaeHyeon acomodó torpemente su cabello hacia un lado.
Su cabello estaba estresado su cabeza. Las preguntas indiscretas mantenían la situación inundada en frustración. Se sentía muy incómoda. Y su largo cabello llegando a la punta de sus posaderas, no estaba ayudándole en nada. Su cabello era demasiado largo y no le permitía ver bien, dejándole preso a un montón de cabello negro largo en sus ojos, obstruyendo su vicio en más de una ocasión.
Pensemos en tu cabello de y dejemos de lado la plática incómoda con Anahí. Sí, TaeHyeon le haría caso a su lobito y no pensaría más en lo otro. Mejor en su cabello.
Ella le gustaría cortar su cabello, pero su baba no estaba de acuerdo con ello. JungKook se había negado rotundamente a la idea de cortarle el cabello de a su hija y TaeHyeon al escucharlo decir que no se vería bien sí lo llegaba a cortar, decidió mejor dejarlo así.
¡Pero era moletas la forma en como tapaba sus ojos! Muchas veces, estando con sus hermanos o estos estando a su cuidado, tuvo que usar sus instintos mucho más a como normalmente lo hacía. Estando con sus hermanos a su alrededor, nadie sabría que podría pasar.
JeonGguk sin supervisión de sus padres, más que todo de su mami TaeHyung, era todo un caso pérdido. En cambio HyunSuk era totalmente lo opuesto, sí el niño no sentía la presencia de sus padres se ponía inquieto y TaeHyeon tenía que buscar la manera de entretenerlo.
¡Era demasiado trabajo para ella!
Sus hermanos gemelos podían llegar a ser una gran lucha sí no estaban bajo la supervisión de sus padres. Una vez TaeHyeon estuvo apunto de morir bajo las manos de JeonGguk, que había estado corriendo por toda la casa descalzo y había caído torpemente por las escaleras, llevándose a su hermana consigo.
Desdé aquella vez su tía NaYeon tiene completamente prohibido estar alrededor de ellos sin un adulto a supervisión. Sí, su tía tenía más que veinte años y aún así no la dejaban a cargo de la manada Jeon, a pedido estricto de Jeon JungKook.
Dos horas después de hablar y hablar (o mejor dicho, escuchar lo que Anahí dice sin parar), TaeHyeon finalmente escucha la voz de su maestra decir qué era hora de guardar los juguetes, sus padres estaban llegando por ellos.
TaeHyeon se levanta con cuidado y baja los escalones de la escalera con cuidado —todo con cuidado, eh—, alisando con sus manitas su overol de mezclilla con florecitas amarillas en las bolsitas de los lados.
Hoy peculiarmente se sentía mucho más linda que los días anteriores. Mucho más linda que todos los días anteriores, mejor dicho. Las pequeñas colitas con moñitos en sus cabellos (una parte del cabello, la otra estaba obstruyendo su vicio), su vestimenta, las botitas de cuero en sus pies, su mochilita de pucca y sus pulseritas en sus muñecas —pulseritas que había echó con su tía Nayeon—.
¡Se veía preciosa! Una alpha pura sangre demasiado hermosa para la humildad humanidad. O por lo menos ésas palabras había dicho su mami cuándo la había acabado de vestir. Y, por supuesto, las sabías palabras de sus hermanos y su baba. Ellos dijeron que se veía preciosa en todo el sentido de la palabra.
Sí, tal ves, y solo y tal ves, TaeHyeon aún no entiende muy bien eso de; 'todo el sentido de la palabra', pero estaba bien no sabiendo que significaba. Ella lo prefería así, estaba muy bien con eso.
Después de recoger todo el reguero qué sus compañeros habían causado (qué ella por supuesto no ayudo a recoger), TaeHyeon esperó su turnó para tomar con prisas su mochilita y lonchera de pucca. Cuándo la maestra le entrego sus pertenencias no dudo demasiado tiempo en caminar al lado de Anahí y la maestra a la salida de la escuela.
Muchos autos estaban en la entrada y varías mamás formaban una pequeña multitud mientras hablaban en susurros de lo guapos que estaban la pareja de alpha y omega en la entrada de la escuela. TaeHyeon rápidamente supo que eran de sus padres, al verlos sonreír desde la lejanía con sus hermanos en brazos.
Sintió a su maestra ponerse nerviosa al ver a su baba en la entrada, causando enojo en su estómago. Así que decidió soltarse y, sin despedirse de su amiga, caminó con rapidez hacía donde se encontraban sus padres.
Los gritos de sus hermanos y la risa del guardia de seguridad en la puerta, fueron los primeros sonidos qué TaeHyeon escuchó al llegar a la salida.
"¡TaeHyeonie Noona!"
"¡Noona aquí!"
Lo gritos tan emocionados de sus hermanos la hicieron soltar un leve suspiro. Saludo torpemente con su mano al portero y salió a pasos rápidos a los brazos de su mami. TaeHyung no dudo en tomarla en brazos con la misma velocidad, diciéndole unas cuantas palabras al tenerla en brazos.
"¿Está todo bien, cielo?" Pregunta con cariño, sobando suavemente la espalda de su pequeña. "¿Quieres contarle algo a mami?"
TaeHyeon se separa unos centímetros lejos del cuello de su mami, negando suavemente. "No, estoy bien, mami."
"Bien, me alegra escuchar eso," suspira sonriendo, besando las mejillas de su hija. "¿Estás lista para saludar a baba y tus hermanos o prefieres un poco de espacio?"
"Estoy bien," murmura cómodamente. Estar entré los brazos de su mami siempre iba a ser lo mejor del mundo. "Puedo hacerlo ahora."
"Bien, entonces te pondré en el suelo y camineras al lado de ellos a la camioneta," TaeHyung dice y baja a su hija, subiendo su abrigo un poco al verlo mal acomodado. "Estaba un poco mal puesto..."
TaeHyeon asiente estando de acuerdo, ella había llevado el abrigo con rapidez a su cuerpo al querer salir rápido del aula de clases y no había pensado en como se veía realmente. Su mami terminó de acomodar su aspecto y en cuanto los hizo sintió los brazos fuertes y cálidos de sus hermanos a sus costados.
TaeHyeon sonrió, abrazando los pequeños cuerpos con fuerza. Sintió el suave toqué de su baba, entonces levantó la mirada y sonrió en su dirección, encogiendose tímidamente cuando su padre le sonrió adorablemente.
Luego de muchos abrazos y de darle una corta despedida a su amiga y a sus madres, TaeHyeon caminó con sus hermanos tomados de las manos, unos pasos adelante de sus padres. TaeHyung y JungKook caminaban igual que ellos, con las manos juntas hablando de cosas del trabajo.
TaeHyeon no entendía nada, así que no prestaba mucha atención. Ella estaba más alerta a las palabras de sus hermanos, qué no hacían más que balbucear cosas sin sentido, pero para TaeHyeon era realmente entretenido.
Unos pasos más y ya estaban subiendo a la camioneta. Sus papás se encargaron de sentar a sus hermanos en sus sillas de viaje y ella subió por sí sola a la de ella. Su sillita era un poco más grande qué las de sus hermanos, así que ocupaba un poco más de espacio. Mientras ella iba sóla en los asientos traseros, sus hermanos iban un lado del otro en los asientos de en medio.
¡La camioneta era grande!
"¡No hice eso!" JeonGguk exclama negando, peleando algo sobre sus juguetes con su gemelo. "Yo ayudé, noona. ¡Plometo!" HyunSuk vuelve a gritar qué no lo hizo, diciendo todo que él mismo había tenido que recoger sólo. "¡No, así no! ¡Mentilá!"
"Sí lo hiciste," el omega menor murmura, hablando con la paciencia qué lo caracterizaba. "Yo hice todo. Hyung no ayudó."
"¡Mentil es malo, Sukie!"
"No miento. Hyung no ayudó," vuelve a decir, negando. "No ayudo en nada y Sukie lecogio todo solito."
JeonGguk gimotea, puchereando. "¡Noona es falso! ¡Yo sí ayudé y mucho!"
JungKook, qué se mantenía conduciendo con el entrecejo fruncido, dejó salir un sonoroso bufido. TaeHyung a su lado sonrió, con su teléfono celular en mano.
"Ellos puedes llegar a ser exasperantes," suspira negando. "Es realmente ignorante cómo gritan por todo durante todo el tiempo. No puede decir una palabra sin tener que gritar. En especial JeonGguk."
TaeHyung sonríe, llevando una de sus manos a los gruesos muslos de su esposo. "Bueno, tenían qué parecerse en algo a su mami, ¿no es así? Ellos cantan y no hablan, deberías de saberlo muy bien ahora."
"Es algo a lo qué no puedo acostumbrarme. Lo siento, tengo tímpanos sensibles," dice, negando con su cabeza al escuchar nuevamente los gritos de sus hijos. "Bien, he tenido suficiente por hoy. ¿Podrían dejar de gritar por un momento? Estoy agotado de ello."
JeonGguk salta en su asiento, moviendo de un lado a otro su cabeza con rapidez. "¡Sukie miente, baba!"
"No lo hago baba."
"¡Sí lo haces!"
"No."
"¡Sí!"
"No."
"¡Síííí!"
Siguieron gritando-hablando, hasta que él gruñido de TaeHyeon los dejó a todos en silencio. La pequeña alpha mantenía la frente fruncida y sus manitas estaban en un agarré lo suficiente fuerte sobré su tableta de juegos.
"¡Silencio!" Gruñó una segunda vez, tratando de no mostrar sus dientes. Señaló a su hermano alpha, negando. "Dejá de gritar tanto, JeonGguk, puedes hablar sin gritar. No puedes gritar todo el tiempo," JeonGguk gimotea, negando. "Y tú, HyunSuk, no sigas mintiendo. Es malo hacerlo y baba y mami no les gusta eso," regaño sutilmente, suspirando. "Estoy segura que ninguno ha levantado los juguetes."
JungKook sonrió genuinamente, sintiéndose muy bien al escuchar las palabras de su hija mayor. Definitivamente, estaba criando a una excelente alpha.
"Muchas gracias, TaeHyeon," dijo y miro a su hija por el retrovisor, sonriéndole. Yeonie le devolvió la sonrisa. "Ahora, silencio por favor."
Los gemelos dejaron de lado el drama de los juguetes, mientras con palabras dulces hablaban con su hermana. JungKook había sonreído todo el caminó al pequeño parque de la ciudad, completamente orgulloso de la pequeña alpha que estaba criando. Su hija era el vivo ejemplo de su persona y él estaba orgulloso de ello. Más que orgulloso, de eso estaba seguro.
"¿Quieren ir por un helado?" Pregunta TaeHyung luego de varios minutos en silencio, mirando a sus hijos. "Podemos ir a ésa heladería qué tanto les gusta."
"¿Baba no tiene trabajo?" TaeHyeon pregunta, mirando por la ventana del auto la heladería a lo lejos.
JungKook asintió. "Sí, pero puedo llegar un poco más tarde. No hay reuniones pendientes, así que puedo escaparme un momento."
"Además, baba es el dueño de la empresa, por supuesto qué puede aumentarse un ratito en algún momento. No le hará daño llegar un poco tarde al trabajo de vez en cuando," TaeHyung murmuró, mirando a su esposo con diversión.
JungKook suspiro riendo suavemente. Bajaron del auto segundos después de estacionarse correctamente, caminando con sus hijos de la mano a la heladería favorita de éstos.
Al llegar se apresuraron a pedir un copo de helado cada uno, dos bolitas por vasito, de diferentes saborea y con un poquito de chocolate arriba del helado.
Cuándo finalmente terminaron de pagar sus helados caminaron con los niños a un pequeño puesto de asientos, dónde las personas se sentaban a comer sus helados tranquilos. Un puestesillo lo suficientemente grande para todos ellos y los dos hombres de seguridad a su cuidado.
TaeHyeon suspira mientras niega lentamente con su cabecita, llevando su mano a las mejillas de su hermano alpha. JeonGguk tenía sus dos mejillas (y la mitad de su camisa de iron man) chorreada de helado. "Ten cuidado al comer, JeonGguk."
"Me gusta éste helado," sonrió a su hermana, comiendo otro gran bocado totalmente descuidado. "¡Gustash!'
"Me gusta qué te guste, pero debes tener cuidado. Haz ensuciado todo tu camisa."
TaeHyung ríe suavemente, negando. "Eres una gran hermana mayor, TaeHyeonie. ¿Sabés eso, no?"
La pequeña alpha asiente tímidamente, todos sus cachetitos coloreados repentinamente de un suave rosa.
"Haces un gran trabajo como hermana mayor, cachorra," JungKook dice con su típica mirada sería, pero dulce a la vez, puesta en su hija. "Haz crecido mucho en éstos dos años. Estoy feliz y orgulloso de ello."
TaeHyeon sonríe encogiéndose en su asiento, simplemente negando. "Gracias mami," agradece con una pequeña sonrisa en la esquina de su boquita. "Baba, gracias..."
TaeHyung no dice mucho, simplemente dejando a su hija tranquila. Sabía qué la atención la solía achicar mucho, enviándola a la sensación de vulnerabilidad, así que prefería dejar la situación así. Sabía de sobra qué su hija tenía muy en claro lo cuán orgullosos estaban ellos de ella, así que estaban tranquilo. Después de todo su familia de caracterizaba por ser una unión cariñosa, pero en silencio.
Bueno, JeonGguk hacía la excepción cuándo se trataba de silencio. Mientras ellos tres eran bastante callados, su pequeño cachorro de alpha seguía sacando de quicio a su padre alpha con sus escandalosos gritos. JungKook esperaba qué con el pasar del tiempo tomará la actitud de alpha rudo y serio qué caracterizaba a los Jeon.
TaeHyung estaba deseando que no fuera así.
Actualización de capítulo cortó. El lunes vuelvo con otro capítulo y el jueves con otro (después de el jueves, actualización después del 20 de octubre). Esperó les guste tanto como a mí. Cada día más enamorada de TaeHyeon y la gran alpha que es. 🥹
Pd: en el capítulo 20, después de ése, hay salto en el tiempo. Después de diez capítulos llega un salgo en el tiempo, para que lo sepan. (Viene la edad rebelde 🫢).
@T. G. V. ¡!
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