Después de que Razhar termino por tercera vez en la noche sobre mí, se acomodó para dormir y me saco de su celda.

Yo estaba completamente sucio y como era de madrugada; todos estarían durmiendo, o teniendo sexo en alguna celda (por desgracia o no, yo no era el único al que violaban) así que tenía la libertad de poder caminar por los pasillos sin ser molestado.

Ya se me había hecho una costumbre que, después de que me botan de alguna celda, cuando ellos ya han acabado, yo me dirija a los baños.

El sonido del agua al caer al piso es muy ruidosa. yo aprovecho ese momento, en las duchas, para poder lamentarme y llorar un poco.

Más que por mantenerme limpio, utilizaba aquellos baños a esas horas, para poder estar solo, sin que nadie me acose o me vea con esas frías y horribles miradas.

Después de desahogarme me tranquilizaba y pensaba: algún día todo esto acabara, solo resiste.

Yo aún creía que alguien vendría para poder ayudarme y sacarme de ahí; Que encontrarían al verdadero asesino de mis amados padres y que tendría paz al fin.

Pero no llegaba nadie. Las semanas pasaban y yo seguía en ese infierno, atormentado por los demonios más sádicos de ese lugar.

Aún seguía en la ducha cuando escuché un ruido proveniente del fondo del pasillo. Me asuste bastante al ver a aquel chico.
El me veía atentamente; era el chico de ojos verdes destellantes.

Comencé a temblar, y no por el frio, y me abrace el cuerpo con mis brazos sintiendome inseguro. Me di de cuenta de que estaba parado frente a él sin ninguna ropa que me cubriera, estaba desnudo.

Él se fue acercando a mí lentamente, sin dejar de verme a los ojos. Pero a cada paso que el daba yo temblaba más aún. Al punto de parecer una gelatina verde.

_ n-no te acerques por favor -pronuncie aquellas palabras, pero parecía que solo las había dicho en mi mente, ya que él ni siquiera parecía escucharlo- no te acerques m-más. -volví a decir, pero solo resulto como lo que dije anteriormente. El ni siquiera lo oyó.

El chico de verdes ojos no paro de verme y cada vez se acercaba más a mí. Cuando él estaba a tan solo un metro de mí; cerré los ojos por el miedo.

Y de pronto siento una caliente prenda sobre mí desnudo cuerpo.

Abrí los ojos de sorpresa dándome cuenta de que lo que estaba cubriéndom, era su chaqueta.
Él se la había sacado cuando cerré mis ojos solo para poder colocarmelo.

Ambos nos miramos por varios segundos, yo lo miraba con sorpresa y el me miraba con alivio. Hasta que él rompió el silencio.

_ cálmate... -susurró- me llamo Raphael.

Aquellas palabras que dijo lograron calmar mi temblor, y de alguna manera también me quitaron el miedo... su voz era tan tranquilizante y cálida.

Y de pronto empecé a sentir algo que no había sentido en mucho tiempo: paz.

_ Tu... ¿cómo te llamas? -me pregunto con un tono de... ¿preocupación?

_ Do-Do...Do -tartamudee por los nervios que este chico me daba.

_ ¿Dodo? Que nombre más extraño, ¿no una ave extinta se llamaba así?

_ D-Donatello... -complete, él me había cortado.

_ Donatello... me gusta.

Y me sonrió, el chico de ojos verdes destellantes me había sonreído.

No sé lo que sentí en ese momento, mis mejillas se tornaron rojas y calientes, empecé a sentir varias emociones, no podía distinguirlas; ¿nervios? ¿Miedo? ¿Calor? ¿Amor...?

_ ¿deseas quedarte aquí o quieres acompañarme a mi celda?

En el momento que dijo eso; un miedo me entro y lo empuje con todas mis fuerzas, él era mas fuerte y solo pude apartarlo unos centímetros de mi.
el temblor y el pánico volvieron, y los sentimientos de calor se habían esfumado rápidamente con aquel comentario.

_ ¡no! ¡No pienses mal! -Rápidamente trató de corregir sus anteriores palabras- no me refería a "eso" ¡solo que pienso que debes descansar un poco!

_...eh?

_ Se por lo que estás pasando... Donatello. Y quiero ayudarte.

¿Ayudarme? ¿Eso fue lo que él dijo? ¿Acaso este chico quiere ayudarme a salir de aquí? O... ¿desea algo más? tengo miles de preguntas en mi mente que hacen que mi cabeza quiera explotar.

_ ¿ayudarme...? Tu...

_ ven, te secare y te daré algo de ropa, se nota que esas prendas tiradas en piso ya están muy sucias.

Raphael o el chico de ojos verdes destellantes, era amable. Pero no podía fiarme de él, todavía no.

No lo conocía en lo absoluto, pero el estar a su lado me daba una seguridad y un calor fuerte en mi corazón. Me sentía protegido.

Caminamos hasta una celda un poco más alejada que de los demás. Eso me dio un poco más de seguridad. No me verían ni me acosarían los demas reos.

Cuando entre a su celda, la note un poco diferente a las demás, un poco más amplia y una cama más grande. Todo esto me parecía muy sospechoso, pero no quise hacer preguntas, aun tenía varios nervios.

El me invito a sentarme en la cama mientras buscaba ropa de mi talla. Yo era un poco más bajo que el, y obviamente más delgado.

Él tenía un cuerpo robusto, se notaba que hacia ejercicios, el color de su piel era en un tono de verde oscuro, muy diferente al mío, que es verde opaco. Y sus ojos... sus ojos eran lo que más me atraían. Una mezcla de verde brillante con toques oscuros en este, realmente me encantaban esos ojos... me encantaba el chico de ojos verdes destellantes.

Te preguntaras el color de mis ojos, bueno no son tan hermosos como los de él, no. Los míos son simples. Un color café un tanto oscuro como el de todo el mundo. Frente a él me sentía alguien común.

_ Especial...

Raphael había murmurado, pero no lo escuche bien.

_ ¿Qué dijiste...?

_ eres especial Donatello. -y volvió a sonreírme, nuevamente tuve esas emociones extrañas; que hacían que mi cara tome un color rojo carmín sobre mis mejillas.

_ ¿A qué te refieres...? Yo... no soy nadie especial, no me veo especial.

_ no te haz visto bien. -me contradijo aun con la sonrisa.

_ Raphael... esto...

_ entiendo porque tienes miedo. He visto todo lo que te han hecho en este lugar, te han hecho sufrir bastante, se nota.

_ ¿pasaste por lo mismo? -era una de mis más grandes curiosidades.

_ Todos pasamos por lo mismo, es una clase de iniciación.

¿Iniciación? ¿Pero que habla?

_ dirás violación -corregí con la mirada baja y la garganta con un nudo.

_ Lo que vaya a ser.

_ pero, ¿iniciación para qué? ¿para ver cuánto aguantamos en la cama?

Estaba sentimental con ese tema, ya sentía que las lágrimas caerían de mi rostro.

_ cálmate Donnie...

Donnie...

_ sé que pronto todo esto acabara.

_ ¿c-como puedes estar seguro?

Raphael se acercó a mi oído, lo cual me hizo estremecer un poco.

_ el gobierno autorizo ejecutar a todos los presos de la cárcel D.A.Y.S. Y en tan solo unas cuantas semanas, menos de un mes, echaran alguna bomba y harán detonar este lugar, dejando como pretexto: que fue un ataque terrorista.

Aquello que Raphael me contaba me aterro tanto que casi me entra el pánico de correr por el lugar en círculos.

_ Pero... -Raphael continuo- hay una manera de que podamos huir.

¿Huir? ¿Él quiere que huyamos juntos?

_ tú... ¿quieres llevarme contigo?

Raphael me contesto asintiendo con su cabeza. No sabía que pensar en ese momento, quería que alguien me salvara y me sacara de ese infierno y ahora él llega como caído del cielo y me dice esto... me hace dudar un poco. Pero la tentación de salir de ahí para siempre era muy grande.

Lleno de dudas solamente me venía a la cabeza una pregunta: ¿por qué?

_ quiero llevarte conmigo porque, como en Sodoma y Gomorra; -me respondió como si hubiera leído mis pensamientos - la población era malvada y dios envió a unos ángeles para sacar a las personas buenas que ahí habitaban antes de que su furia llegara. Yo quiero sacarte de aquí, porque eres lo único bueno en este lugar.

_ Entonces... ¿tú eres el ángel que envió dios? -pregunte sintiéndome curioso.

_ No. -Rápidamente me lo dijo- Solo soy un demonio más del resto, que quiere hacer el bien al menos una sola vez en su vida.

Después de pronunciar aquellas palabras, se acercó a mí y acaricio mi mejilla derecha. Sintiendo su contacto tibio comencé (otra vez) a temblar como gelatina y a sonrojarme como quinceañera.

_ y c-cual... ¿cual es ese bien...? -pregunte solo para poder alejarlo de mí.

_ salvar a un ángel.

Fue su respuesta.