•Jungkook •

Me encontraba en la oficina de mi padre donde veía atentamente todas las fotos de nuestra familia que tenía en su escritorio, además de algunas hojas desordenadas y esparcidas en toda la mesa; en lo que leía los papeles que se había olvidado en la mi pastelería, luego de haberme visitado hace unas horas atrás.

—Jungkook solo han pasado unos años y ¿Ya olvidaste donde se encontraba mi oficina? — me preguntó riendo— ¿Por qué tardaste tanto? —me pregunto.

Yo solo sonreí un poco pensando en lo que había pasado hace unos minutos, para luego empezar a acomodarle algunos papeles esparcidos en el escritorio.

—Solamente me encontré con alguien en el pasillo.

—¿A quién? —me preguntó mi padre

—No sé muy bien quien era, no era ninguna profesora que haya tenido—le comenté pensando en la chica—. Parecía tener mi edad. Estaba saliendo de la biblioteca ¿Quién es? —le pregunté totalmente intrigado

A mi padre perece ser que le dio un poco de gracia mi reciente interés por aquella chica porque se comenzó a reír y a mirarme extrañado.

—Se llama Kim Soo-Mi—me respondió

Se me hacía conocido el nombre, pero al mismo tiempo no. Creo que vio mi cara porque luego me aclaro.

—Era compañera tuya de la escuela.

Y allí la recordé. Era la misma chica tierna de hace unos años atrás que siempre tenía la cara sonrojada y que no hablaba con nadie. No sabía mucho. Era conocida en el pueblo porque su abuela era quien la había cuidado durante toda su vida, ya que sus padres habían fallecido en un accidente. No sabía mucho de más allá de aquello y ahora sabía que comenzó a trabajar aquí y que por lo visto seguía estando en el pueblo.

—Como pasa el tiempo ¿Cierto? —me dijo mi padre con una sonrisa nostálgica

Indudablemente solo asentí a lo que dijo.

•••

En lo que comenzábamos a caminar hacia la salida al lado de mi padre, yo solo veía atentamente cada detalle de la escuela. Habían pasados casi doce años desde la última vez que había estado aquí. Donde todos esos momentos donde estaban lleno de aspiraciones mirando hacia lo que pasaría en el futuro, en el cual ahora me encontraba. El cual nunca pensaba que seria este. Nunca, ni en un millón de años, pensé que estaría abriendo mi propia pastelería en el pueblo cuando en realidad a lo único que pensaba cuando me gradué es en irme de este pueblo y no volver jamás.

A veces solo quería estar en mi casillero con mis amigos, hablando de la serie que habíamos visto el día anterior durante el receso mientras solo reíamos, y nuestra única preocupación era poder pasar cada materia y lo que haríamos durante nuestro tiempo libre.

A pesar de aquello, este pasillo también me recordó en lo ocurrido recientemente con Soomi. No me la podía sacar de la cabeza y no entendía la razón. Cuando vi a aquella mujer allí, me quedé anonadado mirándola. Parecía no poder reaccionar. Me quede mirando su cara la cual se tornó roja como un tomate de un momento a otro, para luego inclinar un poco la cabeza en modo de saludo y sin esperar una respuesta mía, giro su cuerpo y comenzó a caminar hacia la salida; donde yo me quede estupefacto mientras la miraba marcharse.

•••••••••••

•Soomi•

Una vez que terminamos de cenar y de lavar los trastes, simplemente deje a mi abuela mirando su drama de la noche porque hoy no me sentía muy bien para ver un drama de dos personas enamoradas, por lo que solo me retire a mi habitación donde allí me senté en mi escritorio frente a una hoja en blanco.

¿Cómo podría resumir casi dieciséis años de enamoramiento en una carta? Era difícil, pero no imposible. O tal vez sí. La verdad, no lo sé. Había intentado muchas, miles de veces, enviarle una carta hablándole sobre mis sentimientos, pero cada vez que se la quería enviar el miedo de ganaba.

La primera carta la había escrito a los quince años. Recuerdo muy bien ese día. Era San Valentín y me encontraba pasando por el pasillo de la escuela y al pasar por el pasillo donde se encontraba el casillero de Jungkook, lo vi a él con sus amigos riendo y viendo todas las cartas que había recibido. Lo que me generó una gran duda, ¿Si esas personas habían confesado sus sentimientos hacia él, cual era mi impedimento para hacer lo mismo? Por lo que, entusiasmada de aquella pregunta, cuando salí de la escuela le comenté la gran idea que tuve a mi abuela, la cual me dio sus ánimos para escribirla. Así que luego de comer y de hacer mis tareas, me dispuse a realizar durante toda la noche la carta. Sin embargo, una vez que terminé de escribirla pensé nuevamente en ese centenar de cartas en su casillero; y me pareció bastante patético mis cartas y sabía que se burlarían de mi cuando sepan que yo le había mandado una carta.

Y finalmente, la última vez que había escrito una fue a los diecisiete años, más específicamente cuando nos graduamos. Estaba tan triste al saber que se iría a Seúl a estudiar que quería que antes de que se vaya, quería que sepa quien soy y mis sentimientos hacia él. Pero eso no ocurrió. La escribí, y acá tengo la carta guardada en un cajón, al igual que mis sentimientos. Y aquello era bastante patético y triste de mi parte.

Y aquí estoy ahora. Veintiocho años, trabajando en la biblioteca de la escuela a la que había ido, viviendo con mi abuela y con un futuro él cual no se dirigía hacia ningún lado, y estaba estancado.

Volví a leer nuevamente mis anteriores cartas, y comencé a ver mi letra minuciosamente, para ver cómo me expresaba en aquel entonces. Dándome cuenta de cómo había cambiado mis palabras, mi letra, pero lo que me sorprendía era como mis sentimientos hacia él seguían allí palpables.

Y sin más, agarré una hoja, mi lapicera y comencé a escribir:

«Querido Jeon Jungkook»

••••••••••••

Hola, cómo están?
Hace dos años que no actualizo, nonono tienen permitido pegarme con un palo.
Espero que les guste esta historia.
No la actualice porque tenía otras que actualizar y además porque le tengo miedo a esta historia y me gustaría estar al 100% porque creo que la podría trabajar mejor
Espero que les guste y coméntenme que les pareció 🧡