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✧ The Ink Of Your Skin.

N/A: Escribí y publiqué algunos capítulos esta novela en el 2017, una vez al mes al mismo tiempo en que actualizaba Smile Again. La primera y última vez que escribí dos historias a la vez. Al no poder seguir su ritmo como me gustaría, decidí mandarla a borradores con la esperanza de traerla de vuelta algún día. Pues hoy es ese día. Os presento a mi más querida creación... The Ink Of Your Skin. Deseo mucho que os guste tanto como a mí, porque he escrito un capítulo completo sólo para darle un buen inicio xD

Cap dedicado a Miaonim_ ♡♡

Hoy os recomiendo 'Overdrive' de Conan Gray, que probablemente sea una de las canciones más acertada para este fanfic.

[...]

La vida en los suburbios de la gran Seúl no es ni por asomo es parecida a la que TaeHyung estaba acostumbrado a vivir, él lo sabe, siempre lo ha sabido. Edificios abandonados, mobiliario viejo, polvoriento y comido por las polillas dejado en cualquier parte y gente luchando en las calles por ganarse la vida día tras día en un mundo tan cruel, inhumano, lleno de hipocresía. TaeHyung estaba al tanto de la diferencia entre ambas partes de aquella ciudad en la que había crecido, pero jamás pensó que debería vivirlo en su propia piel.

Sin embargo, no es hasta que su hermano pequeño, Gemini, le da un giro a su vida y arrastra a TaeHyung consigo hasta el acabose, lanzándolo de cabeza en brazos del diablo. Del enemigo.

En un intento por evitar que Gemini perdiera el rumbo de su vida y cumplir con la promesa que una vez le hizo a su madre, mientras el señor Kim lucha por hacerse con el control total de aquella ciudad, sin límites, TaeHyung se ve obligado a dejar atrás todo lo que una vez conoció como su lugar seguro. Un lugar seguro que, probablemente, ya no existía.

Y es ahí cuando todo se tuerce.

Siguiéndole la pista a su hermano rebelde, se adentra en lo más profundo de los suburbios, aquel lugar del que nadie en la élite tenía permitido hablar, tal vez por pecar de hipócritas o porque en realidad le traían sin cuidado, y los problemas comienzan a llegar sin cese alguno.

Las carreras ilegales eran algo de lo que TaeHyung había sido advertido con antelación, pidiéndole ser cauteloso a la hora de relacionarse con aquellos que participaban en ellas. Desgraciadamente, los suburbios tenían oídos en todas partes, por lo que el primer problema llegó subido en una moto y lleno de tatuajes, con el nombre de Jeon Jungkook en su documento de identidad.

Jungkook parecía ser el protagonista de aquellas famosas carreras clandestinas, ganándose la atención de todos junto a su séquito de corredores cada vez que aparecía en escena. Con cierto aire de superioridad, semblante serio y un aura misteriosa vagando a su alrededor cada vez que se movía, combinado con su apariencia varonil, cabello oscuro y ojos del mismo color, no era un secreto que despertaba interés en todo aquel que se le acercase.

Y sólo con verle, TaeHyung sabía que debería haber desaparecido de su vista en cuanto tuvo oportunidad, mas no lo hizo. Ese fue su mayor error. El principio del fin. El acabose.

Tres meses antes...

"¿Qué hacemos aquí exactamente, Banky? Porque aún no me queda del todo claro." TaeHyung preguntó a su mejor amigo, el cual se mordía las uñas sin cesar, luciendo tan nervioso que había logrado contagiárselo a él.

Estaban fuera de un bar para moteros (o un local que parecía ser eso mismo, pero sin serlo, no estaba seguro del todo), metidos en el coche del más bajo de los dos (Banky, su mejor amigo, metro setenta y cinco), quien lucía indeciso, sin saber muy bien qué hacer con respecto a sus planes. Planes que TaeHyung desconocía, pues le había seguido un poco a ciegas.

"Quiero verle la cara a ese hijo de puta." Expresó este, con la mandíbula apretada.

"¿No lo has hecho ya? Esta es la quinta vez en el mes que vienes. Este sitio me da escalofríos."

"No, aún no he tenido el valor para entrar."

El ceño del rubio se frunció. "¿Y cuándo lo vas a tener?"

"Cuando aumenten mis ganas por matarlo, TaeHyung."

"Vale..." Asintió, poco convencido, mientras masticaba su labio inferior. "Así que pretendes atacar físicamente al dueño de un bar para moteros. Un hombre que fácilmente puede medir dos metros de ancho y otros dos de largo, ¿no?"

"Es el hijo de puta que se folla a Jiaer cuando no estoy. Me engaña con él en mi propia cama, ¿qué pretendes que haga?"

"Hm, no sé... ¿Dejar a Jiaer?"

Banky soltó un bufido, volviendo a enfocar su atención en la ventana, verificando que nadie saliera o entrase en aquel local. "Eso ya lo he hecho, pero no puedo simplemente dejarlo estar. Es mi orgullo del que estamos hablando."

"Suplicaste borracho a tu primera novia para que no te dejara, Bank, no tienes orgullo."

"Pues mi dignidad."

TaeHyung resopló, conociendo lo suficiente al susodicho como para poder contraatacar sin problemas. "Te cagaste en los pantalones a los quince años en mitad del campamento. Menos aún tienes dignidad."

Otro bufido abandonó los labios del castaño, quien le fulminó. "¿Por qué somos amigos a estas alturas?"

"Porque ningún otro gilipollas estaría en este coche metido, esperando a que aparezca otro gilipollas para que nos parta las piernas." Respondió, su respuesta siendo más que obvia.

Bank se mantuvo en silencio casi de inmediato, vaciando sus pulmones en cuanto la ola de arrepentimiento llegó a él. TaeHyung estaba en lo cierto, aquello no tenía sentido alguno.

"Tienes razón... Y ahora que lo dices en voz alta, suena incluso ridículo."

"Exacto. Lo es."

"Que le den a Jiaer, a su amante y a la madre que los parió a los dos. A la mierda." Dijo, muy convencido, mientras se ponía el cinturón.

TaeHyung asintió, orgulloso. "¡Bien dicho!"

"Anda, vámonos. Te invito a cenar para celebrar mi regreso como soltero de oro."

"Eso suena mucho mejor que enfrentarnos a un armario empotrado con patas, dónde va a parar."

Negando con la cabeza mientras reía, Banky encendió el motor de su coche, acelerando en cuanto tuvo oportunidad, muy predispuesto en avanzar y marcharse de allí. Hasta que una moto apareció repentinamente, bloqueándoles el camino. Ambos soltaron un grito, sobresaltándose tras la aparición repentina.

"¡Me cago en...!" Exclamó el castaño, mientras que su amigo se llevaba una mano al corazón. "¿De dónde ha salido ese imbécil?"

El dueño de dicha moto se bajó en cuestión de segundos, la gran mayoría de su rostro oculto tras un pañuelo y el casco (que se quitó), no tardando en rodear el coche donde dos muchachos confundidos y horrorizados se encontraban. Al instante, dio un golpe en el lado del copiloto, haciendo que TaeHyung se sobresaltara. Un segundo después, otro golpe sonó e hizo vibrar las paredes internas del coche, esta vez en la puerta del copiloto.

Banky miró por la ventana, sólo para encontrarse con el desgraciado que su novia había elegido para ponerle los cuernos. Y una cubeta de agua fría cayó sobre él.

"Abre la puerta." Indicó el primero, el dueño de la moto, haciéndole señas con la cabeza a TaeHyung.

"¡Y una mierda!"

El amante de Jiaer golpeó por segunda vez la puerta de Banky. "Salid del coche."

TaeHyung miró a su mejor amigo, una mezcla de terror y angustia pasando por sus ojos, mientras Bank observaba a través del retrovisor.

"¿Qué hacemos?"

"Hazle caso y sal."

"¿Estás loco?"

"Atrás hay cinco gilipollas más, TaeHyung. Si salimos por las buenas, igual hasta tienen piedad de nosotros."

El ceño del rubio se frunció inmediatamente. "¿Piedad? ¿Quién cojones son?"

"El de mi derecha es el amante de Jiaer, a los otros no los conozco."

Otro golpe más sobresaltó al rubio.

"Fuera del coche." Indicó el descerebrado que iba en moto. TaeHyung no tardó en mirarle, incluso cuando sólo podía ver sus ojos.

"¡Espérate que estamos hablando!" Le chilló, siendo recibido con otro golpe más. "Van a abollar la puerta..."

"Sal del coche, ya veremos que hacemos después."

Esta vez, TaeHyung miró al frente, procesando cuáles serían sus distintas opciones y cuál de ellas era menos un suicidio que otras. Entonces, una bombillita se le encendió.

"Da marcha atrás y acelera rápido, Bank."

"¿Qué?"

"Que des marcha atrás y aceleres sin pensarlo, corre."

"¿Cómo voy a hacer eso? No-"

TaeHyung rodeó la palanca con el puño, mientras los golpes a su izquierda no cesaban.

"Uno, dos y tres. ¡Dale!"

"¡Espera!"

Los gritos de ambos se mezclaron con el sonido de la puerta abriéndose a la fuerza, logrando que chillaran al unísono antes de que una mano arrancara el cinturón de seguridad del cuerpo de Bank y jalase de él hacia fuera, prácticamente lanzándolo del coche.

"¡TaeHyung!"

"¡Banky!"

TaeHyung quiso abrir la puerta, pero uno de los individuos que estaban en la parte trasera se lo impedía, manteniéndole allí encerrado. Inmediatamente, buscó al dueño de la moto con la mirada, viéndolo junto a Bank. Sus ojos se encontraron por menos de dos segundos.

"¡Déjame salir!" Chilló, aporreando la puerta mientras escuchaba a su mejor amigo gritar.

"¡¿Qué crees que haces?! ¡Suéltame!"

La espalda de Banky se estrelló contra el capó de su propio coche a manos del amante de su ex novia.

"¿Quién coño sois y qué venís a hacer aquí?" Quiso saber el susodicho.

"¿De qué hablas?"

"No te hagas el tonto. Veo este coche mínimo una vez por semana delante de mi bar y la gente como vosotros dos no viene por aquí a no ser que sea para causar problemas. ¿Quién os envía? ¿Con qué fin?"

Bank se incorporó con la mandíbula tensa. "A mí no me envía nadie. He venido para ver de cerca al gilipollas que se acuesta con mi novia.

"¿Tu novia?" Repitió, el atisbo de una sonrisa apareciendo en sus labios, mientras se separaba, bajando la guardia. "¿Jiaer es tu novia?"

"Sí. Y ahora que lo hago, no puedo entender qué mierda le vio." Escupió.

Finalmente, aquella sonrisa hizo acto de aparición. "Supongo que todo lo que te faltaba a ti, ¿no?"

Notando la burla gotear de sus palabras, le hirvió la sangre, así que no lo pensó demasiado cuando escupió una cantidad considerable de saliva en su rostro, empujándole poco después.

"Hijo de puta."

El amante negó lentamente, riéndose entre dientes, antes de abalanzarse sobre él. Y, en un descuido, desesperado por evitar que convirtieran a su mejor amigo en comida para peces, TaeHyung aporreó y jaló de la puerta hasta abrirla, golpeando de manera accidental a aquel que se lo impedía, logrando que este cayera al suelo.

"¡Bank! ¡Banky!" Chilló, saliendo del coche con dificultad, siendo interceptado por otro de los individuos, quien sostuvo su cuerpo en alto. "¡No, suéltame! ¡Suéltame!"

Forcejeó con el desconocido hasta el punto en que las pulseras de pinchos que este llevaba agujerearon las palmas de sus manos, sangre comenzando a pintarlas em consecuencia. Él se horrorizó, moviéndose erráticamente, logrando que su contrincante perdiese la paciencia y lo soltase, empujándole hacia el suelo, donde cayó.

"Puto niñato de mierda." Escupió, mirándole desde arriba, inclinándose para sostenerle la camisa en un puño. "Ven aquí."

Antes siquiera de ponerle una mano encima, el individuo fue apartado por alguien más. "Para." Ordenó una tercera voz. "Estate quieto y no hagas gilipolleces."

"Jungkook, me ha-"

"Es el puto hijo del alcalde, imbécil, no te conviene hacerlo. Vete." Empujándole lejos cuando titubeó entre si golpearle o no, señaló calle arriba. "Largo. Que te largues."

El chico le hizo caso al dueño de la moto, corriendo calle arriba mientras miraba hacia atrás, confundido. Un segundo después, una mano cubierta por el cuero de un guante se puso frente a él, invitándole a tomarla.

"Levanta." Indicó.

TaeHyung lo hizo, pues le temblaban las piernas lo suficiente como para hacerse el indignado.

Quedó frente a frente con el susodicho en cuanto este le ayudó a ponerse en pie, no dudando en fulminarle. Hasta que se quitó la bandana que cubría y protegía su rostro del frío a la hora de conducir, tendiéndosela para después señalar su mano herida.

"Límpiate con eso, puedes quedártelo." Dijo.

El rubio tragó saliva, analizando su rostro, demasiado ocupado para reaccionar.

Ojos negros, grandes, bordeados por oscuras pestañas. Nariz recta y prominente, labios finos y adornados en la esquina por dos aros negros, combinando con la barra metálica en su ceja. TaeHyung sólo reaccionó cuando presionó la tela de la bandana contra su mano, haciendo un nudo alrededor de las heridas. Siseó.

"A mí no me importan vuestros apellidos ni lo que vuestras familias sean capaces de hacer." Indicó, su voz ronca haciendo estragos en él, quien se estremeció. "No volváis por aquí. Es un consejo."

Sin decir nada más, tampoco esperando una respuesta por su parte, aquel hombre conocido como Jungkook se alejó en dirección a su moto, subiéndose en ella.

"Mos, vámonos." Indicó al otro individuo, quien tenía reducido a Bank en el suelo, usando su pie contra la espalda del susodicho para inmovilizarlo, este todavía berreando cosas incoherentes.

Aquellas palabras fueron suficientes para que hiciera lo pedido, permitiendo al castaño moverse cuando levantó el pie y se separó, alejándose de él sin dejar de observarlo. El ruido de un motor llenó la silenciosa calle, y en cuestión de segundos ambos desapareciendo de su vista. TaeHyung no tardó en socorrer a su mejor amigo, quien comenzaba a levantarse con dificultad.

"¿Estás bien?" Le preguntó, ayudándole a ponerse en pie.

Bank señaló su mano, visiblemente preocupado.

"Tú eres el que está sangrando..." Le recordó. TaeHyung miró en la misma dirección, observando la tela oscura alrededor de esta, cubriéndole las heridas.

"No es nada." Murmuró.

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