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✧c.-078

N/A: Recta final de la historia en curso, ya sólo nos queda llorar y llorar mientras nos vamos acercando al último capítulo... xD

Cap dedicado a MinGloomy35 ♡♡

Hoy os recomiendo 'Cold' de Jessie Murph, mi nueva obsesión.

[...]

El sábado por la mañana, TaeHyung no sabía quién estaba más nervioso: si él o sus manos por separado, las cuales temblaban por sí solas y convertían cada cosa que tocaba en gelatina. Ni siquiera podía reconocerse a sí mismo en esa bola de nervios insaciable. Estaba volviéndose loco.

"Este traje es feísimo." Bufaba, alisando la chaqueta con manos sudorosas.

Jungkook, junto a él, le observó con el ceño fruncido. "Pues a mí me gusta, es bonito... Y te queda muy bien, además."

"Ni de coña. Parece que lo ha diseñado Betty la Fea con sus propios aparatos, teniendo fiebre, estando deshidratada y maniatada a una puta estufa de gas. Es feo de cojones."

"Pues lo has elegido tú."

El rubio le fulminó, completamente ofendido. "¡¿Estás diciendo que tengo mal gusto?!"

Jungkook volvió a reír. "Rubito, por Dios..."

Lloriqueando, este miró su reflejo por última vez en el espejo. Las lágrimas amenazaban con salir y arruinar su maquillaje. Eso no le gustaba.

"Es que yo tengo un gusto de mierda también..."

Jungkook no podía reconocer a su novio en aquel adulto funcional con un ataque de nervios. "Pero bueno, rubito, ¿qué es todo esto? Has dicho cuatro groserías en menos de treinta segundos. ¿Quién tiene fiebre, esa tal Betty o tú?"

Poniendo los ojos en blanco, TaeHyung dejó de mirarse en el espejo para ahorrarse más disgustos. Si pensaba más de lo debido en qué llevaba puesto, se veía mal y tenía que reconsiderar cambiarse, tal vez no se graduaría nunca.

Porque sí, hoy era ese día. El día en que finalmente se graduaba de la carrera. Y no se encontraba precisamente contento.

"Los dos, es que la hija de puta me lo ha pegado al limpiarse el sudor con mi traje."

Jungkook volvía a reír, comprendiendo que TaeHyung no sólo estaba increíblemente nervioso, sino que también se encontraba irritado a morir, irascible hasta el punto en que podría explotar cual palomita de microondas en cualquier momento o al borde de un ataque de pánico del que, quizás, nunca se recuperaría.

Pasando ambas manos por sus hombros, le dio un pequeño masaje, buscando así que se diera la vuelta y lo mirase. Una vez esto ocurrió, le acunó el rostro con ambas manos.

"¿Me haces el favor de calmarte, rubito?"

"Estoy calmado." Respondió, vaciando sus pulmones antes de observar su atuendo otra vez. "¡Es este puto traje de los cojones que me saca de mis casillas!"

Jungkook también suspiró, moviendo su cabeza hacia arriba para que le mirase por segunda vez. "Oye, lo digo en serio, TaeHyung, se supone que hoy es un día muy importante para ti y comprendo que puedas estar nervioso, pero esto ya es excesivo. Estás empezando a preocuparme."

"Pero si me encuentro perfectamente, Jungkook, no sé qué dices." Bufaba, acomodándose la corbata con dedos temblorosos. No tardó en perder la paciencia. "¡¿Por qué coño el nudo me aprieta tanto?!"

Sólo entonces, viendo que su tacto a la hora de hablar no parecía calmar la situación, agarró las manos del rubio, evitando así que continuara toqueteándose la ropa. Este le miró a los ojos, confundido, dejándole ver que su estado era tan preocupante como Jungkook se imaginaba.

"Basta." Indicó, sin cambiar el tono de voz. "Cálmate ahora. Ya. No me gusta verte así, necesito que te tranquilices y dejes de buscar fallos donde no los hay, ¿de acuerdo?"

La barbilla de TaeHyung tembló. "P-Pero..." Fue a decir, inmediatamente el dedo índice de Jungkook chocando contra sus labios.

"No he terminado aún, espera un momento."

"Bueno..."

"Entiendo que estés nervioso porque es lo más normal del mundo. Uno no se gradúa de derecho todos los días de su vida; pero esto que estás haciendo, volviéndote loco por cualquier cosa, viendo errores y fallos donde no los hay-"

"Sí que los hay, este traje es una mi-"

El dedo de Jungkook volvió a golpearle los labios, enviándole a callar con un suave siseo.

"Estoy hablando yo, rubito."

Suspirando, TaeHyung agachó la cabeza, visiblemente avergonzado. Él tampoco se reconocía a sí mismo. "Lo siento..."

"No pasa nada, tranquilo." Acariciando su mejilla, le besó los labios castamente. "A lo que voy, es que por muy importante que este evento sea, no puedes ponerte así. No es sano para ti, y te lo digo yo, que me han dado cinco tiros hace menos de cuatro meses." Bromeó.

Aquel recuerdo horrorizó a TaeHyung. "¡Jungkook!"

Él comenzó a reír, negando. "Es broma, es broma, pero sabes a lo que me refiero. Tienes que calmarte, ¿vale?"

"Sí, lo sé, pero es complicado, Jungkook... Todavía no puedo creerme que vaya a graduarme." Explicaba, dejando escapar otro pequeño suspiro. "He invertido más de seis años en esta carrera, sin contar ese año y medio en Psicología, prácticamente era mi vida."

Comprendiendo, Jungkook asintió sin dejar de acariciar sus mejillas. "¿Te sientes mal porque vas a echarlo de menos?"

"Dios, no, jamás echaré de menos todo eso. No veo la hora de que acabe..."

"¿Entonces?"

"Pues que después de esto viene la vida real. La real de verdad. Con prioridades, responsabilidades, proyectos, trabajo de adultos... Todo eso para lo que no sé si estaré preparado."

Las cejas del azabache se alzaron, como si no pudiera creer lo que escucha de sus labios.

"¿Lo dices en serio, TaeHyung?" Cuestionó. "Abriste un hotel para cientos de personas que se habían quedado sin hogar repentinamente, rubito. Te hiciste cargo de todos y cada uno de los inconvenientes incluso si tú no los causaste. Prácticamente lo arreglaste todo con estas manitas." Levantando las susodichas en alto, expresó, causándole una risita. "¿Y estás diciéndome que no vas a ser capaz?"

"Pero eso es diferente..."

"No lo es, TaeHyung. Y de todos modos, tampoco es momento de pararse a pensar en eso ahora." Insistió. "Vas a graduarte, recibir tu diploma y hacerte una foto con tu tutor."

Él asintió. "Sí..."

"Pues entonces, no pienses en otra cosa que no sea eso. Hoy es un gran día."

TaeHyung volvió a asentir. "Sí, tienes razón." Dijo, tomando la oportunidad de mirar al azabache de arriba abajo. No se había parado a ver lo bien que le quedaba ese traje negro. "Qué guapo estás, ¿no?"

Jungkook dejó escapar una carcajada. "¿Ahora te das cuenta?"

Los dedos del rubio se aferraron a su chaqueta, abriéndola para poder ver mejor cómo le sentaba aquella camisa.

"Es que estaba muy ocupado quejándome... Pero ese traje te queda increíble, me encanta."

"Gracias, gracias. Mi padre me ayudó a elegirlo."

TaeHyung alisó los hombros de su chaqueta, esbozando una sonrisita. "Y yo te ayudaré a quitártelo."

Riendo de nuevo, meneó la cabeza de un lado a otro, intentando disimular el pequeño escalofrío que recorrió su espina dorsal de arriba abajo, estremeciéndole.

"No te anticipes, anda, todavía quedan muchas cosas por hacer e imagino que después de la graduación irás a celebrarlo con tus compañeros de carrera o algo así, ¿no?"

La mirada ajena casi parecía horrorizada cuando se apresuró a negar. "Por nada del mundo, no. Ni de broma paso más tiempo con esa panda de imbéciles voluntariamente. No."

Aquella respuesta fue una sorpresa total para Jungkook, cuyo ceño se frunció.

"¿Por qué no? Creí que te llevabas bien con ellos."

"Tampoco me llevo mal, pero prefiero hacer otros planes que no los involucren. Algunos son bastante imbéciles..."

"¿Y eso?"

Él se encogió de hombros. "Nada importante."

E incluso si la repuesta de TaeHyung fue definitiva, sin intenciones de querer profundizar en el tema, Jungkook fue incapaz de dejarlo allí, uniendo los hilos de algunos datos que tenía. Sostuvo la muñeca del rubio antes de que pudiera alejarse siquiera.

"Espera, espera... Esa vez en la que quisiste romper conmigo, Banky dijo que fue muy repentino porque cuando habló contigo por teléfono estaba todo bien, fue cuando la llamada terminó que algo cambió." Rememoró, viéndose pensativo. "Justo estabas en la universidad... ¿Acaso alguno de tus compañeros te dijo algo sobre mí? ¿Sobre lo que había pasado?"

TaeHyung tragó saliva. Creía que habían dejado aquel recuerdo atrás.

"No, claro que no..."

"Mentirle a tu pareja sigue siendo algo muy feo, rubito, no lo hagas, hazme el favor." Pidió.

"Es que no me dijeron nada, Jungkook, yo lo escuché." Masculló, admitiendo aquello. "Tres de mis compañeros de carrera estaban charlando en un aula sobre lo que había pasado, simplemente, nada más."

Su ceño se frunció. "¿Y qué dijeron?"

"Nada demasiado importante, sólo que ninguno de ellos saldría con alguien como yo estando en tu lugar. Sería muy peligroso." Explicó y Jungkook dejó escapar una carcajada, bufando.

Que siquiera pensaran en aquello como una probabilidad que cualquiera de ellos pudiera tener, resultaba cómico.

"Como si tuvieran oportunidad..."

"Ya, bueno... Eso es lo de menos."

"¿Escucharlos decir eso te hizo plantearte terminar nuestra relación?" Quiso saber. TaeHyung respiró hondo.

Él necesitó unos segundos para responderle, pues no habían tocado el tema desde que tuvieron aquella conversación tan crítica como tranquilizadora para el propio TaeHyung, tomando la decisión silenciosa de que lo sucedido sería un tema tabú en su relación. Como si nunca hubiera sucedido.

"Me sentía muy asustado, ¿sabes? Te sacrificaste por mí, Jungkook. Casi mueres debido a eso y de algún modo me atribuí toda la responsabilidad hasta tal punto que comencé a sentirme miserable por momentos... Ver que ellos pensaban de la misma forma lo incrementó todo." Explicaba, encogiéndose de hombros. "La culpa me ganó, supongo."

Jungkook volvió a sostener su rostro, obligándole a mirarle una vez este agachó la cabeza. "Lo que los demás piensen no importa, rubito, mucho menos si se trata de nuestra relación. Sólo nosotros importamos aquí."

Él asintió. "Ya, lo sé..."

"Y que yo tomara la decisión de ponerme frente a ti durante los disparos, me convierte a mí en el único responsable de ello. A nadie más." Insistía, paseando los pulgares por sus pómulos. "Fue arriesgado y comprendo que tuvieras miedo, pero no fue tu culpa."

"Lo sé, cariño." Sonriéndole, volvía a asentir. "Me quedó claro hace tiempo, sólo explicaba lo que sucedió en ese momento. Ya no me siento así."

"Perfecto, me alegra mucho que así sea." Devolviéndole la sonrisa, dijo. "Quizás deberías decirme nombre y apellidos de esos compañeros para que yo mismo pueda explicarle que estaban equivocados."

TaeHyung soltó una carcajada, apresurándose a negar mientras ponía ambas manos en sus hombros. "No, no, de eso nada... Sólo eran un par de cotillas. En realidad, eran tres, pero una estaba de mi lado."

"¿En serio?"

"Sí."

"Debías haberte quedado con lo que esa chica decía, entonces."

Sus labios se torcieron en una pequeña mueca. "Ya, bueno... No le hiciste caso tú cuando te pidió hueco para un tatuaje, iba a hacérselo yo."

Esta vez, fue Jungkook quién rio. "¿Era ella?"

"La misma, sí."

"Pues dale mi número si sigue interesada en ese tatuaje. Le haré un hueco." Accedió para sorpresa del rubio, cuyo ceño de frunció. "¿Qué? Puedo hacer un pequeño esfuerzo por alguien que se ha tomado la molestia de defender a mi rubito."

Inmediatamente, su corazón se derritió. "Ow, cariño..."

TaeHyung le rodeó el cuello con ambos brazos, acercándole un poco más a sí mismo hasta que pudo inclinarse y besar sus labios castamente primero y algo más intensamente después, atrapando el inferior entre los propios y chupándolo.

Su teléfono sonó, obligándoles a separarse. Jungkook lo hizo a regañadientes, bufando.

"Joder..."

"Ese debe ser mi padre."

El azabache respiró hondo. "Mi querido suegro..."

La llegada hasta la universidad de TaeHyung hizo que aquellos momentos de poca lucidez por parte del rubio se sintieran como una verdadera broma, comparados con cómo se sentía ahora. Tal era su nerviosismo, que incluso había contagiado a Gemini, el señor Kim e incluso al propio Jungkook, quien se encontraba luchando contra el impulso de saltar por la ventana de cabeza.

"...le dije al diseñador que quería una camisa de vestir completamente negra y se pasó mis indicaciones por el arco del triunfo."

"Pero es completamente negra, TaeHyung." Señalaba Gemini, otro que también luchaba por no comerse las uñas en su lugar.

Aquella contradicción por parte de su hermano pequeño fue lo más parecido a engullir de un tirón siete litros de taurina y cafeína al mismo tiempo, pues sus ojos se ensancharon, observando a Gemini como si lo que acabara de decir fuera una locura absoluta.

"¡Yo la pedí más oscura aún! Le falta medio tono más para ser exactamente lo que quería." Bufaba. "Ahora por culpa de eso mi outfit está arruinado y me veo horrible. Pienso ponerle la peor reseña posible en Facebook."

Para su mala suerte, el señor Kim dejó escapar una risita nerviosa. "¿Desde cuándo estás tan obsesionado por la ropa, hijo? Siempre te ha dado igual."

"¡¿Qué intentas decir, papá?! ¿Crees que me visto mal?"

"¿Eh?" Un pobre Joonam comenzó a sudar frío, conforme los ojos de su hijo mayor comenzaban a fulminarlo. "N-No, yo no he dicho eso, TaeHyung, es solo que..."

"No le haga caso, señor alcalde, TaeHyung está más irascible de lo normal y diga lo que diga saltará. Los nervios están jugándole una muy mala pasada." Jungkook finalmente se pronunció, acariciando la mano del rubio que temblaba contra la suya. "Sólo necesita calmarse un poco."

"Yo estoy muy calmado."

El azabache asintió. "Claro que sí..."

Por supuesto, TaeHyung le observó como si acabara de insultarle. "¡¿Insinúas que miento?!"

"No lo insinúo, rubito, está muy claro que mientes y descaradamente, además. Tú estás nervioso, tu padre está nervioso, Gemini está nervioso y hasta yo mismo lo estoy sólo de verte." Le hizo saber, consiguiendo que sus ojos abiertos de par en par se llenasen de lágrimas. "Ya tuvimos esta conversación antes, debes calmarte y no pensar en nada que no sea tú graduándote, recibiendo tu diploma y sacándote una foto con tu tutor."

La primera lágrima le hizo sentir que su maquillaje estaba arruinándose, por lo que de inmediato Jungkook la eliminó. TaeHyung respiró hondo, recostando la cabeza en su hombro.

"Estoy demasiado horrible para hacerme una foto..." Susurró.

"Claro que no. Tú nunca estás horrible, así que alegra esa cara y anímate, ¿vale?" Pedía, besando su sien una vez este asintió, visiblemente más calmado.

"Vale..."

Satisfecho tras lograr su cometido, Jungkook miró hacia el frente otra vez, topándose con los ojos sorprendidos de su suegro y de Gemini, quienes le observaban como si de una eminencia se tratase. Él se aclaró la garganta, un poco incómodo.

"Eh..."

"Mi madre... Pues va a ser verdad eso de que la inteligencia emocional se pega..." Mascullaba Gemini.

Jungkook no pudo evitar sentirse ofendido.

"Y qué lo digas, ya sé a quién llamar cuando tu hermano empiece a cerrar contratos para su bufete. Es como tener refuerzos gratis... Menudo descubrimiento."

En esta ocasión, el azabache se sonrojó, sintiendo a TaeHyung removiéndose contra su hombro para acomodarse mejor.

Se bajaron del coche tan sólo quince minutos después, tan pronto como el señor Kim lo aparcó frente a la universidad del rubio. Para desgracia de Jungkook, quien querría presenciar el momento exacto en que TaeHyung se graduase, se trataba de una ceremonia tan privada que únicamente podían asistir los profesores y el alumnado, ni siquiera familiares o amigos.

Aquello, como era de esperar, sólo conseguía poner a TaeHyung mucho más nervioso.

"Me tiemblan tanto las manos que si me lleváis a un taller de cerámica ahora mismo, os hago ocho tazas de una sentada..." Murmuró entre dientes. El brazo de Jungkook rodeó sus hombros.

"Respira hondo y tranquilízate, ¿vale?"

"Sí..."

"¡TaeHyung, chicos!" La voz de Banky llegó a oídos del rubio, quien inmediatamente levantó la cabeza en busca de su mejor amigo, suspirando aliviado tan pronto como le vio llegar a lo lejos, meneando su mano en el aire, acompañado de Mos y Fourth.

TaeHyung cerró los ojos, casi llorando nada más reconocerle. "Dios, menos mal..."

Incluso cuando sabía que Bank tarde o temprano llegaría, pues ambos se graduaban a la misma vez, estaba aterrado de tener que hacer esto solo. Por tener que hacerlo, en general.

"No veas lo que nos ha costado encontrar aparcamiento, me cago en la puta." Se quejaba Mos, sosteniendo la chaqueta de su propio traje, pues no estaba demasiado familiarizado con esa vestimenta.

Banky y TaeHyung se abrazaron al instante. "Dios, estoy tan emocionado... No veo la hora de graduarme y no volver a pisar este sitio."

"Ya somos dos..."

El castaño se separó para observar su atuendo, quedando encantado con lo que llevaba puesto.

"Qué guapo estás y qué bien te queda ese traje. Me encanta."

"¿Tú crees?" TaeHyung se miró a sí mismo, nervioso. "El diseñador se equivocó con el tono de la camisa..."

"Estás increíble."

Una pequeña sonrisa abandonó sus labios. "Muchas gracias, me dejas más tranquilo."

Tras él, Jungkook se aclaró la garganta. TaeHyung podía imaginarse con su usual mueca de pura ofensa, indignado, como si él no se hubiera pasado las últimas dos horas repitiéndole lo guapo que estaba, lo bien que le quedaba el traje y lo poco que importaba el color de la dichosa camisa.

Esto era indignante.

"Bueno, deberíamos ir entrando ya, la ceremonia empieza en quince minutos." Banky avisó, tomándole del brazo. "¿Vamos?"

"Sí, sí, vamos."

Asintiendo, se dio la vuelta para abrazar a su padre, hermano y tomarle el rostro a Jungkook, vaciando sus pulmones en el proceso. Estaba tan nervioso que muy probablemente terminaría desmayándose en el salón de acto, incluso antes de recibir su diploma.

"Nos vemos en un rato, ¿vale? Intentaré no morir en el intento."

"Está bien, agradecería mucho que consiguieras tu objetivo y no me dejases viudo a los veinticuatro." Bromeó, haciéndole reír. Él se inclinó para besar sus labios castamente. "Mucha suerte, ¿vale? Te estaré esperando aquí."

Volviendo a asentir, TaeHyung se lanzó a sus brazos, respirando hondo y dejando salir el aire, notando cómo se calmaba en ese abrazo apretado. Jungkook acarició su espalda.

"Adiós, cariño. Te quiero."

Jungkook volvió a besarle. "Te quiero, rubito."

Una vez se separó, TaeHyung esperó de forma paciente a que Banky dejara de besar a Mos para entrar juntos en el recinto, aclarándose la garganta. Una vez él lo hizo, pellizcando la mejilla de Fourth y sonriéndole a los demás, ambos se aferraron al brazo del otro.

"Mucha suerte, chicos." Gritó el señor Kim, despidiéndose de ellos con la mano.

TaeHyung le dedicó una sonrisa de oreja a oreja a su padre, moviendo la mano del mismo modo antes de que Jungkook le guiñase un ojo y él se sonrojara, devolviendo su vista al frente.

"¿Irás a comer con los de tu carrera?" Banky quiso saber.

Y exactamente igual de horrorizado que cuando Jungkook le hizo esa pregunta, negó. "Ni de broma, ¿tú sí?"

"Antes muerdo un cable de alta tensión."

Ambos dejaron escapar una carcajada, adentrándose en el edificio y caminando juntos en dirección al gran salón de actos, saludando a los pocos estudiantes que reconocían por los pasillos.

"Qué vestido más bonito lleva esa chica..." Escuchaba al castaño comentar. "El maquillaje le queda de lujo."

"Es bonito, sí."

Banky señaló disimuladamente a lo lejos. "¿Esa de ahí no es la señora Sopradit? La madre de Mos y Fourth... Mi suegra, vamos."

TaeHyung asintió nada más reconocerla. "Sí, es esa."

"Pensé que ya no daba clases aquí..."

"Sí que las da, creo que se quedará de forma indefinida para el curso que viene. Al parecer la otra profesora está incapacitada por un embarazo de alto riesgo. A saber cuándo vuelve..."

De los labios del castaño brotó un bufido. "Pues vaya mierda... Como aparezca por sorpresa otra vez y le arruine el día a mi mequetrefe, le quemo el pelo con ese mechero tan feo que usa Leedo para encenderse los porros."

Una carcajada resonó en el pasillo, antes de que se adentraran en el salón de actos.

"No digas eso en voz alta, gilipollas, que estoy graduándome en Derecho..."

Banky se tapó rápidamente la boca. "Uy..."

La risita de TaeHyung no cesó, meneando su cabeza de un lado a otro, suspirando. Ya casi no podía reconocer ese nerviosismo tan invasivo que se había adueñado de casa uno de sus sentidos.

"Por cierto, hablando del tema, ¿cómo lleva Jungkook lo de la doctora Ahn?"

"Bueno... No sé, normal... Todo lo bien que puedes llevar algo así, supongo. Es algo complicado para él, pero intenta disimularlo lo mejor posible." Respondía. "Por suerte se ha reconciliado con Seojin que realmente era lo que más me preocupaba."

"Eso está bien, me alegro. El hombre se ve que lo ha pasado muy mal también, aunque hiciera algunas cosas cuestionables respecto al tema."

De nuevo, él asintió. "Sí, bastante... Por eso me tranquiliza saber que vuelven a estar bien. Jungkook necesita a su padre y Seojin lo necesita a él, no es el mismo estando distanciados."

"¿Y qué hay de esa mujer? ¿No quiere saber nada?"

A TaeHyung le tomó un tiempo contestar, encogiéndose de hombros sutilmente, pues él tampoco sabía la respuesta a esa pregunta tan complicada.

"Siéndote honesto, no tengo ni idea. Jungkook está dolido con la doctora Ahn, muy dolido... Nunca lo he visto así. Definitivamente no estaba preparado para algo como eso y tampoco lo lleva del todo bien."

"Normal, es muy difícil llevar bien una cosa tan dura como eso. Creyó que su madre estaba muerta durante años, cuando la mujer seguía con su vida como si nada... Personalmente hubiera mandado a la doctora Ahn a comer mierda. No tendría demasiado tacto con ella."

Sus labios se torcieron. "No, yo tampoco... Pero él le guarda mucho respeto."

"Dudo que lo siga haciendo, la verdad."

"También..."

La megafonía se encendió a los pocos minutos, dando paso a la directora Park, quien no tardó demasiado en aparecer, subiéndose a la plataforma con una sonrisa amplia, cálida y dulce. TaeHyung respiró hondo, aferrándose al brazo de Banky, quien apretó el agarre.

"Buenos días a todos y a todas." Comenzó, aferrándose al micrófono. "Me gustaría empezar la ceremonia dándoos la enhorabuena a todos y cada uno de vosotros. Sé que no han sido años fáciles para nadie y que los que estáis hoy aquí habéis dado todo de sí para llegar hasta este día. Me enorgullece."

Los presentes, incluidos el par de amigos, aplaudieron al unísono.

Mientras la directora continuaba hablando y rememorando alguno de los sucesos que habían ocurrido en los últimos cuatro años, TaeHyung sintió los dedos de su mejor amigo golpeteándole el brazo, indicándole que se girase una vez le observó, expectante.

"Mira ahí atrás, en la ventana." Susurró, señalando el lugar exacto.

Él así lo hizo, confundido, mirando hacia atrás y encontrándose con Jungkook, Mos, su padre, hermano y Fourth en uno de los ventanales, acompañados por Jaemin (quien claramente llevaba consigo a Lyon), Seojin, Leedo, Siyeon y Sua, Yibo (y a su vez este acompañado por Xiaozhan, su amigo, hermano, compañero de piso y novio a escondidas de nadie), Raehwan, Jay e Ian. El corazón le dio un vuelco de inmediato, meneando la mano suavemente a modo de saludo. Jungkook lanzó un beso volador en su dirección.

Ignorando las lágrimas que aparecieron en sus ojos tan pronto como reconoció a todos ellos, los cuales saludaban con ímpetu, TaeHyung miró al frente, sintiéndose más afortunado que nunca.

"¿Cuándo han llegado?" Quiso saber, en apenas un susurro.

"No tengo ni idea, no sabía siquiera que vendrían."

Él asintió, suspirando y tocándose el pecho, donde descansaba un fino colgante de plata que su padre le había entregado para que lo usara ese mismo día, pues se trataba de una joya que había pertenecido a su madre. Es como si la llevara consigo.

Tan sólo hora y media después, tras separarse de Banky, recibir su diploma y hacerse la respectiva foto con su tutor, aquel que volvía a expresarle su admiración ante el hecho de que hubiera podido continuar y alcanzar el ritmo del curso después de la muerte de su madre y de que Jungkook ingresara por el accidente tan trágico, TaeHyung le agradeció por todo lo vivido y enseñado.

"...y sobre todo, espero que tengas un futuro brillante, TaeHyung."

Él le sonrió. "Muchas gracias, profesor. Le deseo lo mismo."

"Gracias. Ojalá verte pronto por aquí, aunque sea de visita. Me gustaría que algún día, si tienes tiempo y quieres, te pasaras para darle una charla a futuros alumnos de derecho. Creo que serías un buen ejemplo."

Aquello sorprendió al rubio gratamente. "¿En serio lo dice?"

"Claro que sí, has sido un alumno ejemplar desde el primer momento. Ya te lo he dicho, TaeHyung, pero no cualquiera hubiera podido seguir el ritmo que has estado llevando estos últimos años. Servirías de inspiración para muchos primeros alumnos..."

Una sonrisita avergonzada jaló de sus comisuras, casi riendo.

"Le agradezco mucho que piense eso de mí, señor, y me encantaría dar una charla cuando usted lo crea conveniente."

El hombre le devolvió la sonrisa de inmediato. "Me alegra mucho. Te contactaré de aquí a un tiempo."

"Está bien."

"Gracias otra vez, TaeHyung."

"A usted, profesor." Estrechándole la mano, dijo, despidiéndose de él por última vez.

Se reencontró con Banky a los pocos segundos, este habiéndose quedado charlando con algunos de sus compañeros (a los que sí soportaba, para sorpresa del propio TaeHyung) mientras esperaba su llegada. Una vez estuvieron juntos de nuevo, entrelazaron sus brazos otra vez, dirigiéndose hacia la salida.

"Es increíble que hayamos terminado la carrera... ¿No te lo parece?"

"Increíble se queda corto, Bank. Yo no puedo asimilarlo todavía, es como si viviera todo esto en tercera persona..."

"Y que lo digas..." Banky suspiró, llegando al pasillo. "Cuando crucemos esa puerta dejaremos de ser estudiantes y seremos oficialmente adultos entrando en el mundo laboral."

"Tú ya entraste en el mundo laboral hace meses."

Él se encogió de hombros. "Pero nunca lo había dicho en voz alta. Además, tú también has entrado, recuerda que tienes un hotel a tu cargo."

"Cierto..."

"Y próximamente un bufete de abogados."

Un escalofrío recorrió inmediatamente el cuerpo de TaeHyung, a quien le invadió el estrés repentino. No quería ni pensarlo.

"No me lo recuerdes porque se me baja la presión..."

Banky rio. "¿Y eso por qué? ¿Te da miedo?"

"Me aterroriza, Banky, siento que no estoy preparado para esto... ¿Y si lo hago mal?"

Su amigo bufó, del mismo modo en que Jungkook lo había hecho esa misma mañana, cuando ambos estaban en su habitación y le presentó la misma duda, siendo esta su mayor preocupación hasta la fecha.

"¿Estás de broma? Te hiciste cargo tú solito de un hotel de cinco estrellas que le perteneció al viejo ignorante de tu abuelo, cariño. Lo renovaste, renombraste y convenciste a un centenar de personas de que sería su hogar durante los próximos años. Y, ¿sabes qué más? Lo estás consiguiendo, TaeHyung." Le hizo saber, logrando que su corazón se acelerara, sintiéndose cálido. "No hay nadie más preparado y capaz de triunfar en este mundo que tú."

Negándose a llorar, el rubio lo abrazó. "Muchas gracias, Bank... Eres el mejor."

"Ya lo sé, cariño."

Ambos rieron, finalmente saliendo de la universidad. Al unísono, dejaron escapar un pequeño suspiro. Acababan de dejar atrás una parte de su vida y recién se estaban adentrando a una nueva etapa casi sin saberlo.

Banky dejó escapar una carcajada. "¡Mira eso!" Le dijo, señalando hacia el frente.

TaeHyung así lo hizo, encontrándose con aquellos que los esperaban acercándose a ellos. Para su sorpresa, tanto Mos como Jungkook sostenían un ramo de flores en sus manos. Él no dudó en correr a los brazos del azabache, riendo a todo pulmón.

"Hola otra vez, rubito." Saludó, atrapándolo al vuelo y obligándole a que rodeara su cintura con sus piernas. TaeHyung le besó.

"Hola. ¿Estas flores tan bonitas son para mí?" Quiso saber, separándose sólo para poder mirarle a los ojos. Estaban brillantes, llenos de adoración y admiración. Una admiración que compartían el uno por el otro.

Jungkook asintió, tendiéndoselas. "Para mi oficialmente abogado favorito. Felicidades."

Riendo de nuevo, volvió a besarle.

TaeHyung jamás se había sentido tan feliz como ahora. Mientras abrazaba a sus amigos y veía el orgullo que suponía para su padre, cuyos ojos estaban llenos de lágrimas. Mientras besaba a Jungkook y le escuchaba repetir cuánto lo quería, era consciente de que tenía todo para ser feliz. Una felicidad que siempre encontró tan, pero tan lejana y ahora le pertenecía. 

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