✧c.-077
N/A: Este es, sin duda alguna, mi capítulo favorito de toda la historia. Oficialmente. Lo amo xD
Cap dedicado a sstargoo ♡♡
Hoy os recomiendo 'in my head' de Mad Tsai, me encanta.
[...]
A la mañana siguiente, TaeHyung despertó totalmente confundido, estirándose y palmeando el lugar que se encontraba vacío a su lado, donde debería estar Jungkook. Aquello le hizo fruncir el ceño aún con los ojos cerrados, extrañándose antes de abrirlos para mirar a su alrededor. Efectivamente, Jungkook no estaba allí. Ni siquiera se encontraba en la habitación.
Se incorporó con dificultad, aclarándose la garganta sin llegar a entender por qué demonios Jungkook, quien debería permanecer durmiendo a su lado, abrazándole como una pareja de osos, no estaba por ningún lado.
"¿Jungkook...?" Lloriqueó, su ceño aún fruncido, comenzando a tornarse molesto.
Odiaba despertar solo, especialmente desde que había empezado a dormir con Jungkook. Y es que no había peor sensación que irse a dormir en medio de unos fuertes brazos y despertar sin nadie.
"¡Estoy en la cocina, rubito, ven!" La voz del azabache llegó a sus oídos. Él suspiró, formando una pequeña mueca con los labios.
Escuchar aquello le tranquilizó sólo un poco, quejándose entre dientes mientras hacía lo pedido y se incorporaba, destapando su cuerpo semidesnudo que, asumía, Jungkook habría cubierto nada más levantarse esa mañana. Por lo menos era considerado...
Pasó por el baño antes de llegar a la cocina y después de vestirse con una camiseta que le había robado a Jungkook semanas atrás, lavándose el rostro y los dientes con agua tibia, suspirando al ver su cepillo junto al de Jungkook y esbozando una sutil sonrisita, aquel pequeño detalle llenándole el corazón y estómago de pequeñas mariposas con complejo de abejas asesinas. Estaba encantado con la simple presencia de Jungkook no sólo en su vida, también en su apartamento, cama y cualquier parte.
Adentrándose en la cocina con pies de plomo que se arrastraban por el suelo, bostezó. "Buenos días..."
"Buenos días, rubito."
El azabache, que se encontraba dándole la espalda de primeras, se giró para esbozar una sonrisa dulce hacia él, extendiéndole su brazo libre e indicándole que se acercara. TaeHyung hizo lo pedido, siendo prontamente abrazado.
"Hola..." Murmuró, cerrando los ojos por la comodidad, no queriendo separarse.
Sin embargo, Jungkook, notando la pereza en su voz, supo que no había despertado demasiado bien esa mañana.
"¿Qué te pasa?"
"No me pasa nada, es sólo que alguien ha decidido dejarme solo durmiendo como si nada, sabiendo que no me gusta..." No perdió la oportunidad de quejarse, haciendo un mohín. Por supuesto, Jungkook lo besó después de reír.
"Lo siento, lo siento. Sé que no te gusta y a mí tampoco, pero quería sorprenderte con el desayuno esta mañana.
"Hm, ya... ¿Y qué estás haciendo?"
Únicamente después de formular aquella pregunta, fue que TaeHyung le prestó verdadera atención a lo que tenía delante. Y es que Jungkook se encontraba con un delantal puesto, sin camisa frente a una sartén repleta de tortitas redondas. Aquello le sorprendió gratamente, pues en los tres meses que llevaban de relación nunca había visto a Jungkook cocinar algo que no fueran fideos instantáneos, pizzas congeladas o sándwiches de fruta y crema. Era todo un descubrimiento.
"¡¿Eso son tortitas?!"
En respuesta, Jungkook, que rebosaba en orgullo, asintió.
"Gemini y tu padre me dijeron lo mucho que te gustan estas tortitas de tu madre, así que le pedí al señor alcalde la receta hace unas semanas para poder preparártelas. Me la dio en seguida." Respondió, logrando que además de sorprendido, TaeHyung quedara encantado.
Sus ojos brillantes le observaron. "¿En serio?"
"Y tan en serio. Estuve durante varios días preparándolas con ayuda de mi padre hasta que perfeccioné la técnica... Creo que me han salido espectaculares, ahora te dejo probarlas cuando se enfríen."
TaeHyung inmediatamente le abrazó por la cintura, pegando la mejilla contra su pecho. "Eso es adorable viniendo de ti, Jungkook, muchas gracias..."
"Eh, ¿cómo que viniendo de mí?" Frunciendo el ceño, apenas se separó para fulminarle. "¿Qué se supone que intentas decir con eso?"
El rubio volvió a reír, negando y tomándole del rostro.
"Nada malo, nada malo, tranquilo." Se apresuró en decir. "Lo digo porque hasta donde sé ni siquiera te gusta cocinar, así que para mí es una sorpresa verte en mitad de mi cocina haciéndome tortitas para el desayuno."
"¿Buena o mala sorpresa?"
"Buenísima." Respondía, mirándole de arriba abajo y mordiéndose el labio inferior. "Muy, muy buena... En especial con ese delantal."
De los labios del azabache brotó una risa, empujándole sutilmente a modo de broma.
"No me mires así, rubito, que se me queman las tortitas..." Pidió, haciéndole reír a él esta vez. "Toma, anda, prueba esto."
Le tendió un pedazo de tortita que acababa de cortar, colocando su mano libre bajo la barbilla de TaeHyung, a la espera de que este probara el desayuno. Una vez lo hizo, le observó expectante. TaeHyung masticaba con suma lentitud, saboreando.
"¿Qué te parece?"
Finalmente, el rubio cerró los ojos, antes de abrirlos. Estaban brillantes. Jungkook no pudo evitar impacientarse.
"¿Está bueno o no?"
"Está..." Inició, mirándole, entreteniéndose por su expresión ansiosa. Él le sonrió. "Está riquísimo, cariño. Hace tiempo no probaba una tortita tan deliciosa."
Y, aliviado, el azabache suspiró. "Menos mal..."
TaeHyung depositó otro beso en su mejilla.
"Voy a ir poniendo la mesa mientras tanto, ¿vale?"
Volviendo a sus tortitas, Jungkook asintió. "He comprado crema batida y sirope en el supermercado y en esa olla de ahí tienes chocolate caliente recién hecho, sírvelo en dos tazas."
"¿Has preparado chocolate caliente también?"
"Sí, tu hermano me dijo cuál era el que más te gustaba. Me ha costado la vida encontrarlo en ese puñetero supermercado, pero por suerte lo pude encontrar... Aunque no sabía si te gustaba muy dulce, así que no le he echado demasiado azúcar." Explicó, concentrado en que las tortitas salieran perfectas. "Oh, en ese platito de allí hay fruta cortada."
TaeHyung lloriqueó tan pronto como terminó, captando su atención y ocasionando que le mirase con notable preocupación.
"¿Qué te pasa?"
"Eres tan atento y adorable... Me quiero morir." Expresaba. Jungkook soltó un bufido, sonrojándose.
"Exagerado..."
Sin embargo, para él no fue suficiente, por lo que rápidamente correteó de vuelta a su lado, tomándole del rostro y depositando algunos besos en su mejilla que terminaron trasladándose hacia sus labios.
"Te quiero, bebé."
Las mejillas de Jungkook ardieron aún más. Nunca pensó que podría parecer una cereza andante gracias a alguien que milagrosamente no tenía una página de fans en Facebook dedicada a las ensaladas; pero ahí estaba él, con las mejillas ardiendo. Y las tortitas.
"¡Coño, que se queman!"
TaeHyung dejó escapar una carcajada.
"He guardado las que están más calientes para repartirlas. Quiero llevarles un par a Lyon y a Aram cuando vayamos a recogerlos en un rato." Explicaba, una vez ambos se sentaron alrededor de la mesa, colocando un par de tortitas en el plato de TaeHyung primero, quién parecía impaciente. "Y a mi padre también... Le prometí dejarle probarlas."
El rubio asintió, dándole el primer bocado a su tortita cubierta de fresas frescas y tragando. "Luego se las llevo, no te preocupes. ¿A qué hora tenemos que ir a recoger a Lyon? Asumo que iremos primero a por él, ¿no?"
"Sí, Jaemin lo llevará al bar de Mos en un par de horas. Antes de eso quiero ir a comprar dos sillas para el coche."
"¿Sillitas de bebés?" Preguntó, sus cejas alzadas, antes de probar el chocolate caliente. Jungkook asintió. "¿No tienes la de Lyon?"
"Me falta una para Aram y ya que la de Lyon está muy vieja, quiero renovarla. Básicamente me gustaría que ambos tuvieran la misma, para que estén en igualdad de condiciones, así ninguno se siente desplazado, ¿sabes?" Explico, relamiéndose los labios. "Temo que Lyon tenga la sensación de que al ser Aram mi hermano pequeño, él está a un nivel inferior."
El corazón de TaeHyung se empuñó. "¿Por qué piensas eso? ¿Él te lo ha dicho?"
"No, para nada, pero quiero anticiparme en caso de que sea así. Mi intención es que ambos se lleven bien y no quiero que haya ningún tipo de rivalidad interna entre ambos."
"Pero no la hay, Jungkook, Lyon y Aram se llevan muy bien." Aseguraba el rubio, alcanzando su mano para darle un apretón.
Esta sería su segunda salida a solas con los dos más pequeños desde que Jungkook y Aram afrontaron su parentesco con normalidad, siendo el primer encuentro todo un éxito para los niños, quienes se volvieron uña y carne desde el primer instante.
Jungkook suspiró, asintiendo, comprendiendo en ese momento que tal vez estaba sobre pensando la situación aún más de lo debido.
"Sí, supongo que tienes razón... Quizás son cosas mías."
"Claro que sí." Asentía, dedicándole una sonrisa que tranquilizó considerablemente al azabache. "Aunque me parece una muy buena idea el comprar dos sillitas, la comparto. Esa silla blanca tan fea estaba por sacarme canas..."
Riendo, Jungkook dejó escapar una carcajada.
Tan sólo hora y media más tarde, cuando ya tenían ambas sillitas para los más pequeños, siendo estas completamente idénticas (pues Jungkook se había empeñado en que ambos niños tuvieran exactamente la misma, negándose a elegir dos modelos diferentes) y tras haber recogido a Lyon del bar de Mos, donde acompañaba a su padre hasta la llegada de ellos dos, los tres se dirigían al hogar de los Lee, en busca de Aram.
"...y mi profesora dice que lo estoy haciendo muy bien. Soy uno de los mejores de mi clase." Comentaba Lyon, mostrándose orgulloso de sí mismo."
"Eso es genial, Lyon, enhorabuena." TaeHyung le dijo, sonriéndole. "Aprender y saber idiomas es algo súper importante que te servirá muchísimo en un futuro. Me alegra que te esté yendo tan bien."
La sonrisa del pequeño se volvió más amplia. "¡Muchas gracias!"
TaeHyung codeó a Jungkook, quien se aclaró la garganta antes de hablar.
"Sí, enhorabuena, Lyon, deberíamos comprar helado para celebrarlo, ¿no te parece?"
"¡Sí, sí, helado!" Asentía efusivamente. "¿A Aram le gusta el helado?"
Los labios del azabache se estiraron en una pequeña risita, sintiéndose enternecido tras aquella pregunta tan simple, inocente pero significativa para él.
"Le encanta, su favorito es el de chocolate."
"¡El mío también!"
"Ya tenéis otra cosa más en común." Señalaba TaeHyung, compartiendo la misma mirada que Jungkook tenía.
Lyon tan sólo asintió, emocionado ante las similitudes que le volvían un poco más cercano al otro pequeño, a quien prácticamente ya podía llamar su nuevo amigo, pues no necesitaba saber nada más sobre él para encasillarlo en aquel término.
"Por cierto, TaeHyung, mi padre dice que este viernes irás a una granja. ¿Sabes si hay caballos? Nunca he visto un caballo de cerca."
En respuesta, el susodicho frunció el ceño, del mismo modo en que Jungkook lo hizo. "¿A una granja?" Musitaba este último, confundido, mirándole sin entender nada. "¿Desde cuándo? No me he enterado..."
"Yo tampoco... ¿Qué te ha dicho exactamente papá, Lyon?"
"Que el sábado era un día muy importante porque te ibas a granjear, o algo así."
Aquella respuesta dejó a Jungkook aún más confundido. "¿Granjear?"
Por su parte, TaeHyung tampoco estaba entendiendo demasiado. Sin embargo, una bombillita sobre su cabeza no tardó en encenderse, hilando acontecimientos con lo que él decía.
"¡Oh!" Exclamó, siendo consciente de a lo que Lyon se refería. "¿Hablas de graduar? ¿Jaemin te dijo que iba a graduarme?"
El pequeño asintió, haciéndole sonreír. "¡Sí, eso!"
"Ya entiendo... No me voy a ninguna granja, aunque sería un plan muy entretenido, ahora que lo mencionas. A lo que tu padre se refería, era que me gradúo de mi carrera universitaria." Le explicó. "Llevo algunos años estudiando derecho, para ser abogado, y este sábado definitivamente termino el máster para terminar de formarme."
"¿Eso quiere decir que ya eres un adulto?" Continuaba asintiendo, comprendiendo lo que este decía.
"Bueno, llevo tiempo siéndolo, pero sí, se podría decir así... Paso de ser estudiante a novato empresario. Si todo sale bien, claro..."
"Qué divertido, yo también quiero graduarme."
Un bufido resonó. Por supuesto, no podía pertenecerle a nadie que no fuese Jungkook. "No es tan fácil como suena, enano, el proceso es un poco más complicado si no tienes un apellido influyente o contactos importantes." Le dijo, dándole una mirada de disculpa al rubio. "No te lo tomes como algo personal, rubito."
Este negó, dejándolo pasar. "Descuida, lo entiendo."
"Pues qué mal..." Lyon hizo un mohín con los labios, desanimado. Su padrino no tardó en arrepentirse de las palabras usadas recientemente, creyendo haber arruinado sus ilusiones; hasta que volvió a hablar. "¿Entonces no vas a la granja?"
Jungkook soltó una carcajada.
"No, pero me encantaría." TaeHyung también rio, mirando al azabache de soslayo, como si quisiera enviarle un mensaje que sólo él captara. "Si alguien me llevase, sería muy feliz..." Dejó caer con sutileza.
Este simplemente sonrió, deteniendo el coche frente al hogar de los Lee y tocando la bocina un par de veces. El pequeño Aram no tardó en asomar la cabeza por la puerta que ya se encontraba semiabierta, seguido de ambos padres, mientras TaeHyung era el primero en bajarse, rodeando el coche tras abrirle la ventana a Lyon para que este también pudiera ver.
"¡Hola, Aram!" Saludaba el rubio, poniéndose de cuclillas. Aram saltó a sus brazos, la pequeña mochila que llevaba a sus espaldas rebotando.
"¡TaeHyung, hola!"
"¿Estás preparado para todo lo que vamos a hacer hoy?" Quiso saber. Efusivamente, el pequeño asintió, su sonrisa cegándole antes de dejarle de vuelta en el suelo, tan pronto como Jungkook aparecía junto a él.
Aeri se le acercó, sonriendo de oreja a oreja. "Está súper emocionado."
"¡Jungkook!"
TaeHyung rio. "Nosotros también, en especial Lyon." Dijo, señalando al más pequeño de los dos, quien saludaba a través de la ventana del coche. Ambos padres le devolvieron el saludo con el mismo ímpetu. "Hemos hablado de ir a tomar helado, ¿les parece bien?"
Ellos asintieron a la vez.
"Por supuesto, sí, sin ningún problema. Él sabe que puede comer y beber de todo, no tiene restricciones más allá de las obvias para un niño."
"Perfecto."
"Eso sí, todo lo que pida y le deis, tened en cuenta que luego os lo devolveremos en alguna cena o comida familiar." Le recordaba el señor Lee, pasando un brazo por los hombros de su esposa. "No aceptamos un no por respuesta, estáis avisados."
Riendo, TaeHyung estuvo de acuerdo. "Me parece justo, sí."
"¡Hola, Lyon!"
"¡Hola, Aram!"
Las vocecillas de ambos menores sonaron, quienes entrelazaron sus manos a modo de saludo por la ventana. Jungkook no quería sacar a Lyon del coche porque sus cosquillas a la hora de ponerse los diversos cinturones en la sillita le quitaban (y al mismo tiempo daban) años de vida.
Llegaron al centro de ocio tan sólo media hora más tarde, el tiempo volando a su alrededor mientras Lyon y Aram unían sus voces al ritmo de «Soy una Taza» de Cantajuego, la cual se reproducía en la radio a manos de TaeHyung y para desgracia de Jungkook, quien saltó en su lugar tan pronto como aparcaron frente al edificio.
"Bien, chicos..." Girándose en dirección a los más pequeños, se frotó las manos. "TaeHyung y yo hemos organizado un pequeño juego para agruparnos entre nosotros. Seremos dos y dos, ¿de acuerdo?" Les explicaba, viéndolos asentir. "Hemos pensado en echarlo a suertes, ya que me parecía injusto que ambos me eligierais como compañero y a TaeHyung no."
Inmediatamente, el golpe por parte del rubio que veía venir desde que abrió la boca, aterrizó en forma de puño contra su brazo.
"¡Oye!"
Aram y Lyon soltaron una carcajada conjunta. Jungkook les siguió, disculpándose con la mirada.
"Es broma, es broma, rubito, yo te hubiera elegido el primero y lo sabes." Decía, frente a sus ojos fulminantes. Para ablandarle el corazón, se inclinó y besó su mejilla castamente. Sin embargo, él le ignoró.
TaeHyung se enfocó en los dos pares de ojos que les observaban con interés, dejando a Jungkook a un lado, quien se mostró ofendido.
"Lo haremos de la siguiente forma, mirad." Indicaba, mientras sacaba de su bolso una pequeña caja con cuatro trozos de papel perfectamente doblados dentro, zarandeándolos para que pudieran verlo. "Estos papelitos tienen las letras «a» y «b», sacaremos uno a ciegas y quienes obtengan la misma letra formarán equipo. El equipo ganador elegirá la comida. ¿Se entiende?"
Ellos asintieron.
"Sí."
"Sí."
"Muy bien, pues haz los honores, Jungkook." Pidió, tendiéndole la cajita. Jungkook cerró los ojos, introdujo la mano y sacó un papelito. "Guárdatelo y no lo mires."
Este hizo lo pedido, manteniendo el puño cerrado. Luego, TaeHyung acercó la caja a los más pequeños, quienes a la vez y mirando hacia arriba para no ver lo que agarraban, metieron la mano, sacando sus respectivos papelitos. Él sacó el papelito restante.
"Ya podemos abrirlos. A ver qué nos ha tocado." Indicaba, llenándose los pulmones de aire antes de desdoblar el suyo. La letra «a» se leía claramente. "Tengo la letra A."
Jungkook apretó los labios. "Yo la B."
"¡Yo también tengo la B!" Aram meneó su papelito en el aire.
"¡A mí me ha tocado la A, TaeHyung, vamos juntos!" Lyon copió a su nuevo y gran amigo, ambos manteniendo una enorme sonrisa en el rostro que no tardaron en contagiar a sus mayores.
TaeHyung aplaudió felizmente, chocando los cinco con su compañero de equipo.
Salieron del coche entre risitas poco después, Aram y Lyon bromeando sobre cómo le ganarían al otro mientras eran guiados por TaeHyung y Jungkook, quienes sostenían sus manos mientras reían.
"Si nosotros ganamos, quiero ir a comer pizza barbacoa." Decía Lyon.
"Yo hamburguesas con queso."
"Qué rico. Me gustan mucho las hamburguesas."
Jungkook se inclinó hacia el rubio. "Yo no me quejo, pero así no se competía en mi época..."
TaeHyung dejó escapar una risita, golpeándole con su brazo conforme se adentraban en la zona de ocio.
"Déjalos, tienen tantas cosas en común que ni siquiera necesitan competir."
"¿Y de postre que pedirías si TaeHyung y tú ganáis?"
"Helado de chocolate."
Los ojos de Aram se volvieron brillantes. "¡Me encanta el helado de chocolate!"
"Es mi favorito."
"El mío también, Jungkook a veces me traía un poco cuando veía a visitarme al hospital." Dijo, observando a su hermano mayor.
Para sorpresa del azabache, quien se encontraba algo tenso ante el pensamiento de que su ahijado pudiera sentir celos, Lyon sonrió. "Lo sé, mi padre le recomendó una heladería porque yo se lo pedí. Ahí hacen los mejores helados de toda la ciudad. Deberíamos ir luego."
"¡Sí, por fa!"
TaeHyung golpeó sutilmente el brazo de un Jungkook cuyo corazón se estaba derritiendo en ternura.
"¿Ves? Te lo dije." Susurró, sabiendo con exactitud cómo se sentía.
"¡Qué sitio tan grande!" La vocecilla de Aram chilló, alucinando por las dimensiones de aquel lugar. Lyon dejó escapar una risita, observándole con atención.
"¿Nunca antes habías venido?"
Él negó. "Es la primera vez que vengo... No he tenido tiempo de visitar muchos sitios desde que salí del hospital. Mis padres me llevaron a algunos restaurantes y parques para niños, pero hay cosas que no puedo hacer todavía."
"¿Cómo cuáles?"
"Correr por mucho tiempo, saltar... El doctor dice que necesito una cosa llamada rehabilitación para que mis piernas se vuelvan más fuertes. No tengo demasiada fuerza."
Comprendiendo lo que quería decir, Lyon asintió. "Entonces no correremos ni saltaremos mucho. Podemos andar." Dijo, recibiendo una sonrisita por parte de su nuevo amigo. TaeHyung le pellizcó la mejilla. "¿Te duele?"
"No, sólo me canso."
"Vale."
"Pero tú puedes correr o ir más rápido si quieres, Lyon."
Esta vez, el mencionado negó rotundamente. "No quiero, quiero ir contigo."
Sonrojándose, Aram tomó esa respuesta como algo que atesoraría para siempre, su pequeña sonrisa volviéndose más amplia sin saberlo.
"Bueno, enanos, ¿a qué juego queréis ir primero? Martillazos al topo, mini baloncesto, dardos... Elegid."
"¡Dardos!"
"¡Baloncesto!"
Ambos dijeron al unísono, inmediatamente buscándose con la mirada. Aram se quedó en silencio, dispuesto a ceder la petición de Lyon sin dudarlo.
"¿Dardos o baloncesto? Tenéis que poneros de acuerdo."
"Vamos a los dardos." Lyon señaló, siendo esta la petición de Aram.
"¿Seguro?"
El niño asintió, muy convencido. "Claro, luego podemos ir a jugar baloncesto, hay tiempo para todo y es la primera vez que él viene. Puede elegir primero."
"Muy bien, pues a los dardos." Jungkook guio a los más pequeños en dirección a dicho juego, alargando el brazo hacia atrás para tomar la mano de TaeHyung y jalar sutilmente de él. "Debo decir que tengo bastante puntería... Creo que vamos a tener un claro ganador para los dos primeros juegos."
TaeHyung le empujó a modo de broma. "No hables muy rápido, anda..."
"Yo sólo digo, rubito... Quien avisa no es traidor."
Una vez frente a la zona de juegos, Jungkook agarró seis dardos, tendiéndole tres de ellos Aram y colocándose tras él para elevarlo por la cintura y que pudiera estar a la altura, quedando frente a la diana.
"Apunta bien y lanza, ¿vale, Aram? Es fácil."
Mordiéndose el labio inferior, Aram lanzó su primer dardo, que terminó clavado en el número seis. Jungkook lo celebró al instante.
"¡Eso es, bien hecho!" Decía, dándole ánimos. "Te quedan otros dos, tú puedes."
Este asintió, repitiendo la misma acción de antes. El segundo dardo cayó en el número trece y el tercero consecutivo en el cinco. Jungkook aclamó la victoria que todavía no conseguía, pero sí saboreaba, abrazándolo y zarandeándolo cuidadosamente
"¡Muy bien, Aram! Vamos veinticuatro a cero."
"¡Pero si nosotros no hemos empezado a jugar todavía, Jungkook!" Se quejó Lyon, su ceño fruncido.
Este le indicó que se callara. "Silencio, enano, están hablando los ganadores."
TaeHyung fulminó a Jungkook. "Cuidadito con cómo te diriges a mi compañero, Jungkook, porque te clavo el primer dardo en la punta de la nariz sin dudarlo. Yo también tengo buena puntería cuando quiero."
Lyon se aferró al cuello de TaeHyung, luciendo indignado.
Ignorando aquella amenaza tan descarada por parte de su propio novio, el azabache se preparó para lanzar el siguiente dardo, moviendo el brazo de atrás hacia delante. Su dardo cayó en la zona roja inferior del número veinte.
"¡Sesenta puntos, toma ya!" Celebró al instante, oyendo los aplausos de Aram y girándose para besar a TaeHyung por puro impulso, quien no se esperó aquel movimiento.
Aclarándose la garganta, luchó por no sonrojarse. "Somos de equipos distintos, cariño..." Le recordó.
"Ya, me he dado cuenta, pero me da igual."
Dándose la vuelta, lanzó el segundo dardo tras chocar los cinco con Aram, cuya sonrisa le calentaba el corazón. El dardo cayó en el círculo rojo.
"¡Cincuenta más!"
TaeHyung suspiró, compartiendo una mirada llena de angustia con Lyon.
"Nos va a ganar..." Le susurró. Él negó.
"Tranquilo."
El tercer dardo cayó nuevamente en la zona roja superior del número veinte. Otros sesenta puntos para Jungkook, quién no tardó en girarse, desafiando a TaeHyung con la mirada. Por supuesto, él le fulminó.
"Aram y yo llevamos ciento noventa y cuatro puntos, rubito y compañía... Espero que podáis igualarlo como mínimo."
"Por supuesto que podemos, incluso lo vamos a sorpasar, que no te quepa duda."
Su ceño se frunció. "¿Sor... qué?"
"Sorpasar, Jungkook." Le respondía un Aram que tampoco tenía mucho conocimiento sobre aquella palabra.
Así mismo, el rubio y Lyon se prepararon mental y físicamente para lanzar sus tres dardos correspondientes, siendo Lyon el primero de ambos en hacer los honores, casi sudando frío debido a la presión. TaeHyung afianzó su agarre en la pequeña cintura del niño.
"Tengo miedo..." Susurró antes de hacer ningún movimiento.
"No te preocupes, Lyon, podremos con esto, ¿vale? Ten confianza, vas a hacerlo muy bien. Yo sé que puedes."
"Pero no puedo..."
Él asintió, convencido. "Claro que sí, tú inténtalo."
"¿Y si perdemos? No quiero que pierdas por mi culpa."
"No vamos a perder, tranquilo."
"¡Vamos, Lyon, mucha suerte!" La vocecilla de Aram dando ánimos a su amigo le hizo sonrojar, al mismo tiempo en que Jungkook le tapaba la boca a su hermano pequeño.
"Pero no le des ánimos al enemigo, Aram, eso no se hace."
"Es que es mi amigo..."
Un suspiro abandonó sus labios, luchando por mantenerse decepcionado cuando en realidad sólo tenía ganas de llorar por la buena relación que dos de las tres personas más importantes de su vida y a la que más quería, habían formado de manera inmediata.
"Apunta y lanza, sin pensarlo, Lyon, sólo hazlo."
De esa forma y con la voz de Aram dándole ánimos reproduciéndose repetidamente en su cabeza, Lyon lanzó su primer dardo, que para sorpresa de todos, cayó justo en el centro.
"¡Cincuenta puntos!" Gritó TaeHyung, dándole la vuelta para mirar su rostro lleno de incredulidad, con los ojos como platos. "¡Has conseguido cincuenta puntos en el primer lanzamiento, Lyon!"
"Sí..."
Sin poder creérselo siquiera, Lyon se abrazó a TaeHyung con fuerza.
"Muchas felicidades, bla, bla, bla... Ahora tienes que tirar dos más." Indicaba Jungkook, cuya envidia rebosaba por sus poros.
Del mismo modo en que había lanzado su primer dardo y justo después de recuperarse del furor, Lyon lanzó los dos restantes, que cayeron en el número siete y once, dándole una puntuación final de sesenta y ocho puntos al más pequeño.
"¡Bien hecho, Lyon, lo has hecho genial!" Decía TaeHyung, abrazándole.
"Gracias, muchas gracias."
Jungkook no sabía dónde meterse.
"Rubito, es tu turno, no te entretengas tanto..." Pidió con un tono de voz rasposo, indicando su mal perder. El rubio se giró para fulminarle otra vez.
"¿No me vas a dejar ni celebrar la victoria con mi compañero de equipo, envidioso?"
Este bufó. "Primero tira y luego ya si eso veremos quién le gana a quién... Estás tú muy confiado."
"De acuerdo."
Moviendo la cabeza a modo de asentimiento, TaeHyung tomó sus tres dardos con seguridad, colocándose frente a la diana y lanzándolos con tanta rapidez que ni siquiera el azabache, quien estaba con todos sus sentidos fijos en aquellos movimientos, los captó.
Los tres dardos acabaron en una fila casi perfecta en el pequeño rectángulo inferior rojo del número veinte, por lo que el resultado se multiplicaba por tres. Sesenta, sesenta y sesenta.
Lyon y Aram chillaron.
"¡¿Cuánto es eso?!"
"¡No lo sé, pero seguro que mucho!"
Con la barbilla en alto y los ojos brillantes, TaeHyung se giró para encontrarse con la mueca desencajada de un Jungkook que, efectivamente, no sabía dónde meterse.
"Doscientos cuarenta y ocho puntos en total. Lyon y yo hemos ganado, cariño." Fue todo lo que dijo, pasando por su lado para ir directamente con el más pequeño a celebrar.
Jungkook quería echarse a llorar.
No pasó demasiado tiempo hasta que cambiaron de juego, pues tal y como habían indicado en un inicio, ahora era el turno de Lyon para elegir, siendo el baloncesto su elección, incluso si el azabache aún no digería bien la derrota y mantenía la mueca de un cachorro triste, abandonado, cuyos ojos se mantenían llenos de lágrimas.
"Tienes una canasta pequeñita y sólo debes encestar la pelota tres veces para ganar, no necesitas saltar ni nada." Le explicaba Lyon a Aram, quien asentía. "Puedes jugar sin problemas."
"Me gusta, quiero jugar."
"TaeHyung y yo hemos ganado antes, así que seremos los primeros aquí, ¿vale?"
"Vale."
Aram guio a Jungkook mientras Lyon y TaeHyung se acomodaban frente a la canasta, de modo que ambos pudieran ver la jugada de sus oponentes sin dificultades, quedando a un lado del juego. TaeHyung esbozó una sonrisa al ver que Jungkook se encontraba frente a él, dándole la espalda, e inmediatamente acudió a su compañero.
"Lyon, ¿te importa si fallo una canasta a propósito? Quiero ver si puedo darle a Jungkook." Susurró, sólo para que él pudiera escucharlo.
Y, riendo, este asintió. "Sí, sí, pégale."
"Lanza tú antes, yo voy después."
El niño hizo lo pedido, acertando dos de tres casi sin pestañear.
"¡Qué bien lo has hecho, Lyon!" Chilló Aram desde su posición, aplaudiendo a su querido amigo.
"¡Gracias!" Le sonrió de vuelta, mirando a TaeHyung. "Te toca."
Y este, quien tenía a Jungkook a su disposición total y podía aprovechar su distracción post-derrota para llevar a cabo dicho plan, esbozó una sonrisa de oreja a oreja. Lanzó sus dos primeras canastas, acertando del mismo modo en que Lyon había hecho. Sin embargo, para la tercera rio internamente, observando la cabeza de Jungkook como si fuera su diana personal. No dudó en lanzar el balón de plástico, golpeando su coronilla en el proceso.
"Oops." Se lamentó una vez este, sobresaltado por el golpe, se giró con los ojos como platos. Lyon y Aram reían a carcajadas.
"¡Rubito!"
Por supuesto, para Jungkook no fue difícil darse cuenta de que aquel ataque había sido fríamente planeado por TaeHyung, quien se había unido a los más pequeños y también reía. Él se le acercó, desafiante.
"Lo siento, lo siento, he apuntado mal..."
"Has apuntado mal, ¿no?" Repitió, sus cejas en alto.
"Sí, perdóname."
"No, no te perdono, rubito..." Meneó la cabeza a modo de negación, tomándole por las muñecas y aprovechando que estas actuaban de escudo humano para hacerle cosquillas. "Ven aquí."
"¡No, no, Jungkook!"
"Yo también estoy apuntando mal, lo siento..." Picándole las costillas, dijo, oyendo sus pequeños gritos. "Uy, perdóname, qué torpe..." De nuevo, repitió aquella acción. TaeHyung chilló. Los niños reían. "Lo siento, lo siento, soy tan torpe y no sé apuntar..."
"¡Para, Jungkook!" Suplicaba, tomándole del rostro en un descuido. "Ha sido sin querer."
"No, no lo ha sido."
"Bueno, no lo ha sido... Pero sí que ha sido divertido, ¿a que sí?" Pestañeando dulcemente, lo intentó. Jungkook mantuvo las cejas en alto, volviendo a atacarle. "¡No! ¡Vale, vale, lo siento! Ha sido premeditado, perdóname."
Esta vez, él asintió. "Muy bien, perdonado." Accedía, besando sus labios castamente. "Aram y yo hemos ganado porque habéis jugado sucio."
"¿Qué dices? Si todavía ni habéis tirado."
Encogiéndose de hombros, se acercó a la máquina expendedora de balones, agarrando tres y lanzándolos a canasta, encestando todos ellos. TaeHyung se atragantó.
"Te toca, Aram." Le indicaba a su hermano, tomándole por los hombros para acercarlo. "Nada de saltar, ¿vale? Llegas desde aquí perfectamente y si no yo te pongo en alto."
"Vale."
Aram tomó el primer balón, lanzándolo y encestándolo, del mismo modo en que hizo con el segundo y el tercero. Tal y como Jungkook le había dicho a TaeHyung, habían ganado muy justamente.
"¡Bien hecho, Aram! Has encestado todas." Lyon corrió hacia él para abrazarle.
"Gracias... En mi habitación del hospital tenía una canasta parecida pero colgada de la pared, así que he practicado mucho. Era divertido."
Vaciando sus pulmones, satisfecho tras haber ganado al menos en un juego, Jungkook se acercó a los más pequeños llevándose a TaeHyung consigo con un brazo alrededor de sus hombros.
"Bueno, par de enanos, ¿qué os parece si vamos a comer y luego volvemos a los juegos? La película no empieza hasta dentro de varias horas, así que tenemos tiempo de sobra."
Ambos asintieron. "Vale, pero no podemos olvidarnos de canjear los premios. Quiero un peluche."
"¡¿Se pueden conseguir peluches?!" Sorprendido, Aram cuestionó.
"Sí, y muchos juguetes. Cuando ganas algo, especialmente en esas maquinitas de juegos para gente más adulta, te dan tickets como estos." Señalando el montón de tickets que había obtenido y guardaba en sus bolsillos, dijo. "Cada regalo tiene un precio y necesitas esa cantidad para conseguirlos."
"Qué guay..."
"Si tenemos suerte podemos conseguir un peluche grande para los dos. Nos lo turnamos cada semana." Ofreció, sonriente.
"¡Sí, me encantaría!"
Jungkook codeó al rubio. "Tan pequeños y con un hijo en camino... Menuda juventud..."
TaeHyung dejó escapar una carcajada.
"Bueno, chicos... Para desgracia de los verdaderos ganadores que no han jugado sucio..." Él miró a TaeHyung, fulminándole. "Mi rubito y Lyon elegirán la comida y el postre, así que poneos de acuerdo rápido porque tengo hambre."
"Elige tú, Lyon."
"Quiero hamburguesas con queso y helado de chocolate."
Aram le observó con el ceño fruncido. "Pero habías dicho pizza..."Murmuró, confundido.
Lyon negó. "Quiero hamburguesas."
"Estupendo, pues hamburguesas serán. Marchando."
Los cuatro se encaminaron hacia la salida del mismo modo en que entraron, los más mayores asegurándose de agarrar las manos de los más pequeños y guiarlos hasta la salida.
"Por aquí cerca hay un sitio donde hacen hamburguesas super ricas, mi padre y yo venimos a veces. Te van a encantar, Aram, serán las mejores que pruebes nunca. Dan juguetes con algunas comidas, como en McDonalds, sólo que aquí saben mejor."
El mencionado asintió. "Tu padre conoce sitios muy divertidos, Lyon, qué guay..."
"Lo sé, él es muy divertido. Me lo paso super bien cuando salimos juntos."
"¿Y no sales con tu mamá también?"
Lyon movió su cabeza de un lado a otro. "No tengo mamá."
Esa no era la respuesta que Aram esperaba, por lo que se sintió confundido.
"¿No tienes...?"
"No, ella se fue cuando nací." Explicó. "Me quedé solo con papá, mis abuelos, Jungkook y mis demás tíos, por eso Jungkook es como mi segundo papá. TaeHyung es su novio, así que ya tengo tres padres."
Jungkook soltó una carcajada, acariciando la cabeza de su ahijado y mirando a TaeHyung. "Hala, bienvenido a la familia, rubito."
Enternecido, este asintió. "Gracias, gracias."
"¿Y no es malo para ti no tener madre? Mi mamá biológica murió, pero quien me ha cuidado desde que soy muy pequeño es mamá Aeri... Mi vida sería muy triste sin ella."
"No lo sé, nunca la llegué a conocer. A veces me pregunto cómo sería si ella estuviese aquí conmigo, pero en realidad no me importa." Lyon simplemente se encogió de hombros. Jungkook sintió una presión en el pecho. "Tengo a Jaemin, mi papá, que hace el trabajo de ambos. Me cuida, se preocupa por mí y me quiere mucho, así que no necesito a nadie más."
"¿De verdad?"
Él volvió a asentir. "Claro, siempre ha sido así. A él no le gusta hablar del tema porque piensa que me afecta tener solo un padre, pero no es cierto. Quiero mucho a mi papá y sé que se ha esforzado mucho para que yo sea feliz... Mis abuelos me lo dicen siempre."
Aram le dio una sonrisita dulce.
"Eso es muy bonito, Lyon... Tu padre debe ser muy bueno."
"Sí que lo es, es el mejor." Corroboraba, su pecho inflado en orgullo. "Aunque sea muy torpe y se equivoque muchas veces, lo es. Me compra juguetes que me gustan y comida rica, me lleva a sitios divertidos y juega conmigo videojuegos. Es el mejor padre del mundo."
La primera lágrima que Jungkook ni siquiera sabía que tenía acumuladas en los ojos lo delató, deslizándose por su mejilla. El simple cosquilleo le hizo ser consciente de que estaba llorando.
TaeHyung le observó por instinto, notando aquello e inmediatamente reaccionando. "Cariño..." Susurró.
Él negó, respirando hondo, indicando que estaba bien. Sin embargo, no era cierto; no lo estaba. Escuchando a Lyon hablar de su padre, supo lo mucho que echaba él de menos al suyo. Y también fue consciente de que ese sentimiento de anhelo era mucho más fuerte que el dolor y el enfado que sentía por él.
Aquel niño de nueve años que lloraba por su padre cuando la policía se lo llevaba era el mismo que, aún enfadado y lleno de impotencia, lo seguía necesitando más que nunca.
TaeHyung apretó su mano con suavidad.
Esa misma noche, tan pronto como dejaron a Lyon y Aram en sus respectivas casas, quienes estaban completamente dormidos, agotados tras una tarde llena de juegos, comida deliciosa, la que sería su nueva película favorita conjunta y un peluche de cerdo gigante que habían adoptado como mascota entre ambos, la camioneta de Jungkook aparcaba frente al hotel de TaeHyung.
"¿Estás seguro?" TaeHyung cuestionó.
Él asintió. "Lo estoy."
"Vale... ¿Quieres que vaya contigo?"
De nuevo, asintió. "Por favor." Susurró.
Y TaeHyung así lo hizo, yendo tras él hacia la entrada de su propio edificio, apretando su mano cada cinco segundos y no dejando de seguirle hasta que llegaron a la habitación número siete, donde Jeon Seojin se hospedaba.
Jungkook tocó el timbre, con el corazón en la garganta y los nervios a flor de piel, pero decidido.
La puerta se abrió exactamente diez segundos después, Seojin apareciendo tras esta algo confundido, pues no esperaba visita. Sin embargo, una vez vio a su hijo de pie frente a él, su corazón dio un vuelco.
"Jungkook..."
El azabache se abalanzó a los brazos de su padre, envolviéndole en un fuerte abrazo. Las lágrimas en los ojos de TaeHyung se derramaron sin poder aguantarlas siquiera.
"Te quiero mucho, papá..."
"Y yo a ti, mi chico, te quiero muchísimo, Jungkook..." Frotándole la espalda entre pequeños sollozos, Seojin decía. "Lo siento tanto, lo siento mucho, hijo mío, perdóname..."
"Está bien." Susurró, cediendo a su propio llanto también. "No pasa nada, tranquilo."
"Lo siento, lo siento..."
Jungkook le abrazó más fuerte.
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