Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧c.-069

N/A: Capítulo agridulce pero que, siendo bastante honesta, es de mis favoritos también xD

Cap dedicado a  BANGTANVJEON ♡♡

Hoy os recomiendo 'Loveholic' de mi banda favorita a la que amo tanto, DAY6.

[...]

El lunes por la mañana, TaeHyung había vuelto a su rutina con el corazón en un puño, pues Jungkook también lo había hecho y pensar en el azabache trabajando mientras se recuperaba de la operación, le ponía un poco nervioso incluso si de negaba a decirlo en voz alta.

Y es que no quería sonar egoísta ni siquiera consigo mismo, pues saber que Jungkook se sentía lo suficientemente bien para retomar su rutina tras algo tan trágico como lo que le había sucedido, era algo que realmente le hacía feliz, pero no podía evitar sentirse intranquilo, temeroso de que su recuperación se viera afectada.

"Entonces, ¿te veo en el restaurante de siempre o tienes planes?" Banky quiso saber, sonando falsamente molesto desde la otra línea.

No había tenido tiempo de reunirse con su mejor amigo, padre o hermano desde que salió del hospital, sufriendo las consecuencias de la carrera y sus faltas constantes más fuertes que nunca.

Él soltó una risita. "Allí estaré, no te preocupes. Empiezo a pensar que tal vez esté dejándote un poco de lado y eso le preocupa. Lo siento."

"No digas tonterías, sabes que no te reclamaría algo como eso en serio."

"Lo sé, lo sé, pero aún así quiero que pasemos tiempo juntos. Echo de menos almorzar mientras te escucho quejarte por la carrera que has decidido escoger."

Banky rio en voz alta. "¡Será posible!" Chilló, haciéndole reír más fuerte. "Yo también echo de menos eso, pero no me quejo tanto... ¿O sí?"

"Nah, sólo un poquito. Lo suficiente."

"Eso pensaba..." Suspiraba, aliviado. "Bueno, voy de camino al restaurante, te espero aquí, ¿vale? No tardes."

TaeHyung emitió un sonidito afirmativo. "Ya mismo salgo de la universidad y nos encontramos allí."

"Perfecto, pues hasta dentro de un rato, corazón. Te quiero."

"Yo más. Adiós."

Finalizando la llamada junto a una sonrisita dulce, suspiró. Se sentía bien saber que todo poco a poco volvía a la normalidad.

Caminó por el pasillo a paso lento, manteniendo la vista fija en el teléfono, donde leía algunos mensajes de Jungkook que había recibido hacía poco tiempo.

Jungkook:

Rubito, ya he terminado de trabajar pero me quedaré con Ian en el estudio un rato más.

Prometo ser cuidadoso.

Sus labios se estiraron en una sonrisita, dispuesto a escribirle de vuelta, cuando la mención de su nombre en boca ajena le hizo desconectar. Esta provenía de unos estudiantes en el interior del aula más cercana, por lo que se detuvo por simple curiosidad.

"He escuchado que el novio de TaeHyung despertó del coma hace unos días y ahora se está recuperando."

Alguien bufó. Un estudiante al otro lado del aula. "Pobre chico... La mala suerte que ha tenido sólo por salir con el hijo del alcalde." Decía, lamentándose. "Hay que aprender a elegir mejor..."

TaeHyung no tardó en sentirse insultado, muy ofendido y aún más molesto, pero se mantuvo entre las sombras.

"¿Qué quieres decir con eso? Ni que él tuviera la culpa."

"Bueno... Sólo de manera indirecta. Ambos, en realidad. Yo personalmente no saldría con alguien cuyos enemigos pueden matarme en cualquier momento."

Una de las chicas suspiró, viéndose pensativa mientras el nudo en la garganta de TaeHyung no hacía nada más que crecer.

"A ver, un poco de razón sí que tienes..."

"Claro." Asintió, mirando a aquella que no estaba tan de acuerdo con él. "¿Acaso tú saldrías con un narcotraficante sabiendo que por ello tu vida está en peligro?"

"No, por supuesto que no, pero TaeHyung no es ningún narcotraficante, Jun."

"Es el hijo del alcalde. Un alcalde con cientos de enemigos que probablemente aumenten con el paso del tiempo." Le recordaba. "La gente está mal de la cabeza."

La otra chica volvía a asentir. "Tristemente, lo que Jun dice es cierto. El señor Kim se ha ganado muchos enemigos, sino mira al excandidato, Moon Dakho. Intentó matar a su hijo desde la cárcel... ¿Qué no hará alguien que tiene toda la libertad del mundo?"

"Y si encima hay gente inocente de por medio, como ese tal Jungkook, con mas razón lo que digo es cierto."

"Sí... La verdad es que ese pobre muchacho ha tenido mala suerte. Ojalá que si siguen juntos no se repita algo así, porque sería una lastima."

El único varón en el aula dejó escapar un bufido. "Mucho pides tú..."

"No sé... Yo creo que estáis llevando una tragedia por otro camino que no tiene nada que ver." Decía ella, la única en salir en defensa del rubio, suspirando. "Ni siquiera nos incumbe."

"Si nada nos incumbiera no existirían los programas del corazón, cielo."

Otro bufido sonó.

Sólo entonces, TaeHyung, quién decidió no querer seguir escuchando por el bien de su salud mental en quiebra y la culpabilidad que volvía a adueñarse de sus sentidos después de varios días soportando la resaca emocional, abandonó el pasillo como si de un zombie se tratase, arrastrando los pies.

Nunca se había parado a escuchar opiniones ajenas, pues sabía que no le hacían ningún bien; pero ahora era distinto. Ahora, con un simple comentario que pudiera avivar lo mal que se había estado sintiendo durante los últimos quince días del mes, bastaba para que se cuestionarla cualquier cosa.

Quizás ellos tenían razón. Quizás Jungkook siempre estaría en peligro si continuaba a su lado. Incluso si no era culpable de nada. Él lo estaría.

Abandonó la universidad desolado, sintiéndose observado, diminuto y sumamente ridículo por creer que las cosas serían diferentes. Con el hueco en su pecho creciendo hasta que prácticamente no podía respirar. Estaba harto de pelear consigo mismo por quién era más fuerte, si él o su dichosa mente.

En especial porque ambos perdían al mismo tiempo.

Al cabo de media hora, cuando ya se encontraba en el restaurante con Banky frente a él y tenía su almuerzo delante, TaeHyung no podía dejar de pensar en lo que escuchó y en cómo esto le había afectado.

"...así que hemos decidido incluir un servicio de masaje capilar chino que es muy popular en las redes sociales hoy en día." De fondo, escucha la voz de Banky comentarle. "Mi hermana será la primera en probarlo para darme su visto bueno, sabes lo mucho que le gustan esas cosas."

"Sí..."

"Oh, y también he encargado un chaise longue tapizado en terciopelo negro para la sala de espera, como ese que tenéis en la biblioteca de vuestra casa."

"Qué bonito..."

"A la chica que ha empezado a trabajar allí le encanta, dice que con su primer sueldo piensa comprarse uno." Dijo, dejando escapar una risita, mientras el rubio simplemente asentía.

No era un secreto que TaeHyung apenas le escuchaba, manteniendo su vista al frente y la mirada perdida, algo en lo que Banky recayó poco después, notando que tampoco había tocado su comida favorita, mientras él ya casi acababa.

Aquello le extrañó, pues ese era uno de los pocos platos que su mejor amigo devoraba casi sin pestañear y que apenas hubiera probado bocado, resultaba preocupante.

"¿Se puede saber qué te pasa?" Quiso saber.

TaeHyung parpadeó tan pronto como los dedos de Banky se pasearon frente a su rostro, sacándolo de la pequeña burbuja en la que voluntariamente entró.

"¿Eh? ¿Qué ocurre?"

"Eso mismo me gustaría saber a mí, corazón. Llevas así, ido y con la cabeza en cualquier parte desde que llegaste y ni siquiera has tocado tu comida. ¿Pasa algo?"

Lentamente, este negó, tragando el nudo instalado en su garganta. "No, no, nada..."

Y como era de esperar, Banky no creyó nada en absoluto.

"¿Seguro? Mira que nos conocemos..."

Sólo entonces, dejando escapar un pequeño suspiro, conforme sentía la presión en su pecho aumentar, TaeHyung soltó las palabras que terminarían por romperle el corazón definitivamente.

"Voy a romper con Jungkook."

"¿Qué?"

Para el castaño escuchar aquello fue equivalente a recibir un jarrón de agua fría directo al rostro, parpadeando, confundido, mientras se decía a sí mismo que lo más seguro era que hubiera escuchado mal. Sin embargo, supo que no había sido así cuando TaeHyung agachó la cabeza y el dolor brilló en sus ojos.

"¿Por qué vas a romper con él?" Quiso saber, luciendo preocupado. "¿Qué ha pasado? ¿Te ha hecho algo? ¿Dicho?"

TaeHyung se apresuró en negar. "No, no..."

"¿Tenéis problemas de convivencia? Pensé que todo iba bien entre vosotros."

"No es nada de eso, Bank, de verdad... Jungkook es increíble, maravilloso. Es el hombre de mi vida y lo amo... El problema soy yo." Admitía finalmente, llenándose los pulmones de aire.

Por supuesto, su aclaración no hizo más que confundir al castaño. "No te sigo, cielo... ¿Tú por qué?"

"Porque tengo miedo de que vuelvan a hacerle daño por mi culpa."

Banky comprendió al instante, dejando escapar un pequeño suspiro, mirando a su mejor amigo con pesar. Sabía que tarde o temprano algo así terminaría pasando.

"Nada de lo que sucedió es tu culpa, TaeHyung. Tú no disparaste a nadie, no apuntaste a tu propio novio con un arma."

"No, yo no disparé, pero sí que era el objetivo en primer lugar." Señaló, algo que era demasiado obvio. "Y no sé si pasará de nuevo, no sé si hay alguien lo suficientemente mal de la cabeza entre toda esa gente que odia a mi padre, como para querer meterme una bala entre ceja y ceja."

"TaeHyung..."

"Lo único que sé es que quiero a Jungkook y él me quiere a mí. Tanto que no dudaría interponerse si eso vuelve a pasar." De un momento a otro, su rostro estaba lleno de lágrimas, empapado. Y él, llorando silenciosamente, negó. "Y yo no puedo permitirlo, Banky, no puedo sentir que se me va otra vez."

El mencionado asintió, entendiendo cómo se sentía a la perfección, alcanzando sus manos por encima de la mesa y apretándolas suavemente, volviendo a vaciar sus pulmones.

"Sé que estás asustado por todo lo que ha pasado, TaeHyung, y no te culpo. Nadie lo haría, pero esa no es la solución."

"Sí que lo es."

"No, corazón, no lo es." Insistía, negando. "Dejar a Jungkook no va a cambiar nada, ni siquiera el hecho de que volvería a ponerse delante de mil balas por ti. Alejarte de él, terminar vuestra relación no hará que él deje de quererte."

Más lágrimas empaparon su rostro, sollozando silenciosamente. No podía soportar el dolor que le martillaba el pecho sin cesar. Estaba tan cansado.

"Pero sí que su vida deje de correr peligro por mi culpa, Banky."

"No es tu culpa, joder, TaeHyung, entiéndelo de una vez." Le dijo, obligándole a que este le mirase a los ojos. "Nadie disparó a Jungkook intencionalmente, tú eras el objetivo y él se cruzó. Del mismo modo en que tú lo harías estando en su lugar, o yo, o tu hermano e incluso tu padre. Cualquiera que te quisiera lo suficiente para protegerte."

El rubio sollozó. Sus manos temblorosas fallaron a la hora de quitarse las lágrimas. "Lo sé, por eso tengo que alejarme, Banky... Para poder protegerle yo a él también."

"¿Acaso te vas a alejar de todos los que te rodean?"

Él negó. "No... Tú no serías tan estúpido como para ponerte delante de una pistola por mí."

"No hay forma de que puedas asegurar eso, TaeHyung."

"Pero lo sé." Dijo, siendo capaz esta vez de quitarse las lágrimas.

Banky apretó sus manos. "No, no lo sabes. Estás tomando decisiones a la ligera y comprendo que lo haces porque tienes miedo, pero nada de lo que hay en tu cabeza es la solución a tus problemas."

Lentamente, TaeHyung negó, saliendo del agarre y tomándose el rostro con ambas manos. Respirando hondo, frotando los restos de lágrimas contra sus mejillas.

"Es que ya no puedo más, te prometo que es demasiado para mí, Bank... No lo soporto." Decía, con una expresión amarga. "He perdido a mi madre, al señor y a la señora Bang y casi pierdo a mi novio en un plazo menor a dos años. Estoy cansado. Yo no... No soy tan fuerte, ¿sabes? No... No puedo."

"Cielo-"

"Sentí que mi vida se acababa cuando pensaba en la posibilidad de Jungkook no despertando nunca." Añadió. "No estoy dispuesto a pasar por eso otra vez."

Otro suspiro abandonó los labios de Banky, quien con una mirada hastiada enfrentó al rubio por tercera vez. "Lo sé, TaeHyung, créeme que lo sé. Sólo te digo que pienses muy bien lo que vayas a hacer, ¿vale?"

Él sabía que TaeHyung era difícil de convencer, que cuando tenía una idea metida en la cabeza, nada ni nadie podía hacerle cambiar de opinión. No escuchaba y difícilmente razonaba si no llevaba la razón. Era complicado, especialmente cuando auto dañarse era el concepto principal. A eso nadie le ganaba.

Por eso mismo, cuando se puso en pie, agarrando sus cosas y dejando algunos billetes sobre la mesa, Banky supo que no había vuelta atrás.

"Ya lo he pensado." Dijo, colgándose el bolso al hombro. "Y por desgracia esta es la única opción que tengo."

"TaeHyung..."

"Tengo que irme, debo hablar con Jungkook lo antes posible." Le cortó, tragando el nudo en su garganta. "Hablamos en cuanto llegue a casa, ¿vale? Gracias por escucharme."

El castaño negó. "No tienes que agradecerme por eso..."

"Bien. Te quiero, adiós."

"Espera, TaeHyung, hazme el favor de pensar las cosas, no seas tan impulsivo." Pedía nuevamente, conforme este se alejaba en dirección a la salida. Por supuesto, incluso si le escuchaba, prefería ignorarlo. "TaeHyung, por Dios..."

Una vez no hubo rastro del susodicho, Banky resopló, frotándose el rostro con ambas manos. Tal vez la opción más sensata era ir tras él e impedirle tomar aquella decisión, pero conocía a TaeHyung lo suficiente y comprendía tan bien su miedo, su dolor y su angustia, para saber que nada de lo que tenía para decirle serviría. O al menos, no de su boca.

Suspirando, no dudó en buscar su teléfono sobre la mesa, tomándolo e inmediatamente acudiendo a su segundo contacto de emergencia en la lista, llevándoselo a la oreja.

Un pitido, dos pitidos, tres...

"Belleza, hola." La voz de Mos sonó casi de inmediato.

"Mi amor... Oye, mira, necesito que me hagas un favor urgente." Aclarándose la garganta, dijo. "¿Podrías llamar a Jungkook lo más pronto posible y decirle de mi parte algo? No puedo darte muchos detalles ahora, pero es importante. Por favor."

Con el ceño fruncido, Mos asintió, incluso si Banky no estaba mirándole. "Claro, ¿de qué se trata?"

"Verás..."

En otra parte de la inmensa Seúl, tan sólo unos minutos después, Jungkook salía al callejón del estudio para escuchar mejor a la persona con quien mantenía una conversación por teléfono, riendo entre dientes incluso si tenía el corazón acelerado.

"De acuerdo, de acuerdo, gracias por avisarme... Ya te llamaré."

"Vale, dime si todo va bien." La otra persona murmuró. Él asintió a pesar de que no estaban cara a cara y, por ende, no podía verle. "Te dejo, Jungkook, han llegado algunos clientes."

"Hasta luego..."

Una vez colgó, dejó escapar un suspiro mientras guardaba su teléfono de vuelta, no tardando en reconocer el coche de TaeHyung cuando lo vio apenas aparcando frente al estudio. Su pequeña sonrisa se hizo más amplia, segundos antes de interceptar al rubio saliendo de él y buscándolo con la mirada.

Sin embargo, conforme este se acercaba poco a poco, encontró que, por su expresión, no parecía querer estar allí.

"Pero bueno, rubito, qué sorpresa... ¿Has venido para asegurarte de que no trabajo más de la cuenta?" Bromeó, sonriéndole tan pronto como este llegó a su altura.

TaeHyung apretó los labios. Realmente parecía estar angustiado por algo.

"No. En realidad, he venido para hablar contigo sobre algo importante."

"Huh... No me gusta cómo suena eso." Torciendo el gesto, dijo, todavía con un tono jocoso de voz. "¿De qué se trata?"

Este dejó de observarle al momento de abrir la boca, evitando mirarle a los ojos. "De mí. De ti y de mí, para ser exactos. De... de nosotros." Carraspeaba, huyendo de la confusión que su rostro reflejaba. "Creo que nos hemos precipitado con todo esto, que vamos demasiado rápido..."

"No te sigo, rubito."

TaeHyung tomó una respiración profunda.

"Deberíamos romper."

Y la sonrisa de Jungkook se borró inmediatamente, convirtiéndose en nada más que un ceño fruncido y una expresión repleta de incredulidad.

"¿Disculpa?"

"Sí, eso... Creo que es lo mejor para los dos." Con sus manos sudorosas y temblando, se vio obligado a abrazarse a sí mismo. "Siento que es muy pronto y realmente no somos tan compatibles como yo creía, ¿sabes?"

El azabache negó. "No, no lo sé. ¿A qué viene todo esto, TaeHyung?"

"Ya te lo he dicho..."

"No, la razón real, no la excusa absurda que estás intentando venderme." Manteniendo el ceño fruncido, quiso saber. "Es imposible que me digas esto cuando hace dos días bromeábamos porque tu padre se había gastado más dinero en mi estancia en el hospital que en tu propia comunión."

TaeHyung sintió como se le encogía el corazón, luchando por parecer impasible.

"Lo siento... No lo sé, supongo que me he dado cuenta de que quizás no estaba ten enamorado de ti como lo creía." Murmuró, el nudo en su garganta ensanchándose hasta el punto en que le costaba respirar.

Jungkook estuvo a punto de dejar escapar una carcajada.

"¿En serio me lo dices, TaeHyung?" Bufó, viéndole asentir.

"Sí, lo siento mucho, de verdad..."

"¿Lo sientes? No eres creíble en absoluto, TaeHyung, ¿a quién narices quieres engañar?" Dando un paso más cerca de él, le obligó a apoyarse contra el muro más cercano, quedando entre este y su cuerpo. "Te he visto llorar. He sido el causante de que terminaras suplicando que por favor no volviera a interponerme entre ninguna puta bala y tú." Lo señaló.

Su barbilla tembló, los ojos llenos de lágrimas que luchaba por contener.

"Jungkook..."

"Has conseguido que sacaran a mi padre de la cárcel sólo para que pudiera venir a verme." Continuó diciendo, sin apartar la mirada de él. "Pasaste noches sin dormir, te saltaste todas las comidas sólo porque no podías soportar el hecho de que iba a morirme, TaeHyung. ¿Y resulta que no me quieres tanto como pensabas?"

Las lágrimas empaparon su rostro de nuevo, sintiéndose adormecido por el dolor. "Lo siento... No... No pretendía que las cosas resultaran así..."

"¿Así? ¿Así cómo?" Entrecerrando los ojos, cuestionó. "¿Crees que no te conozco? Que no sé por qué estás haciendo todo esto... ¿Piensas de verdad que soy tan imbécil?"

"No... No, claro que no, Jungkook."

"Pues entonces no me trates como a uno, TaeHyung." Le dijo, su molestia saliendo a la luz. "Y sobre todo no me hagas creer que no te importo sólo para intentar protegerme, porque no funciona."

"Jungkook..."

Este sostuvo su rostro con ambas manos, colocando el dedo índice sobre sus labios. "No, escúchame primero." Pidió, obligándolo a mirarle a los ojos. "Que tengas miedo no es una excusa para salir corriendo y dejarme atrás, porque eso no va a cambiar el hecho de que yo siempre haré hasta lo imposible por ti. Sin excepciones."

"Yo no-"

El dedo sobre sus labios se presionó algo más fuerte, mandándolo a callar.

"Romper conmigo no hará que deje de quererte porque así no funcionan las cosas, TaeHyung. Eres la persona de la que estoy enamorado, lo que más me importa en el mundo, no hay día en el que te mire y piense que eso vaya a cambiar en cualquier momento. Porque te quiero." Apenas susurró, viendo como los ojos ajenos se llenaban de lágrimas nuevamente. "Y no me arrepiento de nada de lo que he hecho, nada en absoluto."

Aquellas lágrimas se deslizaron por sus mejillas. Él las atrapó, eliminándolas.

"Sé que me quieres de la misma forma, no tengo dudas. También sé que tienes miedo de que algo como lo que sucedió vuelva a pasar y no te culpo, pero dejarme no es la solución, rubito." Decía, acariciando su piel húmeda. "Rompiendo conmigo no conseguirás protegerme, sólo me harás daño y te lo harás a ti mismo."

TaeHyung dejó escapar un pequeño sollozo, meneando la cabeza de un lado a otro. ¿Hasta qué punto dejaba de doler tanto? ¿Cuándo se acababa el sufrimiento y empezaba la vida de color de rosa que realmente merecía vivir? ¿Cuándo?

Los dedos del azabache le apartaron el cabello que impedía ver sus ojos, dándole una pequeña sonrisa cuando pudo encontrarse con ellos finalmente. Una sonrisa que hizo estragos en su pobre corazón malherido. Estaba tan cansado, tenía tantísimo miedo... Que ya no podía encontrar sus propias fuerzas en ningún sitio.

"Aunque si estoy equivocado y realmente no me quieres, entonces eres libre de marcharte. No te detendré ni haré nada para impedírtelo."

Otro sollozo resonó en aquel callejón, antes de que TaeHyung se abalanzara sobre él y lo envolviera entre sus brazos con las pocas fuerzas que le quedaban, aferrándose a él, rompiéndose allí mismo.

"Lo siento, lo siento..." Decía, escondiéndose en su cuello. "Lo siento mucho..."

Jungkook envolvió los brazos a su alrededor, apretándole. "Está bien, rubito."

"Te quiero y por nada del mundo querría dejarte, es sólo que tengo... T-Tengo tanto miedo, Jungkook... Y estoy tan cansando de tenerlo, de sentir que por mi culpa alguien podría hacerte daño."

"No es tu culpa, TaeHyung, nunca lo será. Tienes que grabarte eso en la cabeza, por favor."

"No puedo..."

Separándose sólo para mirarle el rostro, le quitó las lágrimas. "Sí que puedes, por supuesto que puedes. Jamás alguien que me cuida como tú lo haces podría ser el culpable de que me hagan daño. No importa si son enemigos de tu padre; no es tu culpa."

"P-Pero..."

"No." Volviendo a acunar su cara, negó rotundamente. "Para de tratarte a ti mismo como si hubieras disparado esa pistola. No es justo, no lo mereces y odio que lo hagas. Quien trató de hacerte daño me lo hizo a mí, pero está muerto y sus secuaces en la cárcel. Se acabó, TaeHyung." Le dijo. "Si hay más, si no los hay, no es algo en lo que debamos pensar cada día de nuestras vidas porque no es justo."

Y, aún llorando y con el corazón en un puño, asintió. "Bien..."

"Prométeme que dejarás de martirizarte con esto, por favor."

"Lo haré."

"Promételo, rubito. Es lo único que te pido."

De nuevo asintiendo, murmuró: "Lo prometo, de verdad."

"Muy bien." Asentía él también, abriendo los brazos para enviarle una invitación muy clara. "Ven aquí, anda."

E inmediatamente este lo hizo, internándose y rodeándole el cuello con ambos brazos, respirando hondo, sintiéndose calmado, tranquilo y agradecido porque Jungkook no le hubiera permitido seguid adelante.

"Te quiero."

"Yo también te quiero, rubito. Muchísimo." Susurró, besando su sien. "Nunca me cansaré de decírtelo."

"Más te vale..." Ambos rieron suavemente, antes de que este se separase. "Vámonos a casa, por fa. Llevas más tiempo trabajando del que deberías, no creas que no me he dado cuenta..."

Jungkook rio más fuerte, accediendo aún así. "Vale, vale... Nos vamos ya."

Tan pronto como este se alejó de él, con intenciones de entrar en el estudio otra vez, TaeHyung sostuvo su mano, impidiéndoselo.

"Espera un momento."

"¿Qué? ¿Qué pasa?"

"Te lo ha dicho Banky, ¿verdad?"

Y él le sonrió. "Afortunadamente, sí."

TaeHyung le devolvió la sonrisa, acercándosele para depositar un casto beso en sus labios. "Siento haberte dicho que no te quería... Sí que lo hago, muchísimo." Dijo, quitando los restos de brillo labial que había dejado sobre estos. "Te lo recompensaré."

"No hace falta, rubito... Pero te tomo la palabra." Guiñándole un ojo, murmuró. "Espera aquí, vuelvo en seguida. Iré a por mis cosas."

Él asintió, viéndole marcharse y respirando hondo, no tardando en sacar su teléfono una vez se halló a solas. Tenía un mensaje de Banky sin leer, bastante reciente.

Banky Universaly:

Lo siento, cariño.

Su sonrisa aumentó.

TaeHyung:

Gracias, eres el mejor. Te quiero mucho.

Unos minutos después, Jungkook salía por la puerta, con su bolsa del trabajo cruzada sobre el pecho.

"Ya estoy, ¿nos vamos?"

"Sí, vamos." Y, tan pronto como se le acercó, este rodeó sus hombros. "Hoy eliges tú la cena... Ya puedes pedir pizza."

Jungkook dejó escapar un sonidito de victoria, besándole la sien casi como un impulso. El corazón de TaeHyung se sintió más vivo que nunca, saltando de felicidad contra sus costillas.

Podría tener todo el miedo del mundo, sin embargo, nada se comparaba a cuánto lo quería.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro