✧c.-044
N/A: Como algunos ya sabéis, ayer Wattpad eliminó dos de mis viejas historias, así que mi cuenta corre peligro de ser eliminada, lo cual convierte esta actualización en algo bastante agridulce para mí. Lo he pedido hasta la saciedad y por todos lados, pero me haríais un gran favor yéndome a seguir en mi cuenta de respaldo -taeofkook, instagram (para manteneros más informados) y demás. Yo mientras tanto voy a intentar no amargarme pensando que ocho años de mi vida pueden irse a la mierda xD
Cap dedicado a fabi2713 ♡♡
Hoy os recomiendo 'PARADISE' de mi mujer preciosa, SIYEON.
[...]
"Así que al cine, ¿eh?" Banky mencionó, la picardía destacando en su tono de voz, pues anteriormente TaeHyung había hecho mención especial del azabache.
TaeHyung se encontraba yendo de un lado a otro en su habitación, mirándose al espejo cada cinco segundos incluso si no había cambiado absolutamente nada de su atuendo desde hacía casi una hora. Estaba nervioso, ansioso, a la espera de que Jungkook apareciera en cualquier momento frente a la puerta de su apartamento para recogerle.
Mientras hablaba con Banky por teléfono y mantenía su atención en el timbre, los nervios no hacían más que crecer en el estómago de un pobre TaeHyung que apenas se acostumbraba al sentimiento tan abrumador.
"Jaemin y Lyon me invitaron a ver una de esas películas para niños, supuse que me vendría bien desconectar. He estado tantos días encerrado que ya quiero cambiar el color de las paredes."
"Imagino... Pero ahora estás mejor, ¿no? Se te nota más animado en la voz." Señaló el castaño, quien no había parado de estar al pendiente suyo ni por un segundo.
"Sí, la verdad es que si. Desde que fui con Jungkook a ese parque donde el señor y la señora Bang se conocieron, me he estado sintiendo mucho mejor... La verdad es que lo necesitaba."
"Me alegro de que así sea, cariño."
"A mí también."
"Se nota que ese chico está muy pendiente a ti, además. Gemini dijo que estuvo preguntando por cómo estabas durante días."
Las palabras inocentes de Bank causaron un estremecimiento en él que ni de broma pudo evitar, aún si se encontraba a solas.
Y es que, a pesar de saber muy bien lo que causaba en Jungkook, pues este no sólo ni se molestaba en ocultarlo, sino que además lo demostraba abiertamente y hasta se enorgullecía de ello, para TaeHyung resultaba asombroso la facilidad con la que tenia a Jungkook envuelto alrededor de su dedo. Parecía alguien tan difícil de domar y junto a él simplemente... Cedía con los ojos cerrados.
"Lo sé, me dijo que estaba muy preocupado. Y de verdad lo parecía."
"¿A que sí? Yo creo que le gustas."
El asintió para sí mismo. Eso era más que obvio. "Crees bien, claro que le gusto."
Banky dejó escapar una carcajada. "Vaya, hombre, menuda seguridad... Ya quisiera yo poder decirlo con la boca tan llena de orgullo."
Riendo también, se movió hacia el espejo de nuevo, alisando la camisa que llevaba puesta con ambas manos, suspirando al ver su reflejo. Sus camisas favoritas aún estaban en la lavadora, así que eso mataba un poco la ilusión que tenía por su atuendo de hoy. Tenía que conformarse con cualquier cosa.
"No es orgullo, es una realidad, Bank, acuérdate lo que te conté. El propio Jungkook me dijo que estaba interesado en mí desde antes de conocernos fuera del bar, cuando estabas espiando a Mos."
"¿Espiando a Mos? No sé de qué me hablas..." Sonando tan confundido por sus palabras, que incluso TaeHyung (si no lo conociera como la palma de su mano) estuvo a punto de creer que él realmente no sabía lo que decía.
Este bufó, mientras se desabrochaba el primer botón, algo más satisfecho con ese resultado.
"Ya, claro que no..."
Bank simplemente se aclaró la garganta.
"De todos modos, lo que pretendía decir era que me agrada ese chico. Parece tenerte entre sus prioridades y como alguien que te aprecia mucho, es algo que valoro bastante. Todavía tengo ganas de matar al inútil de Daeil por lo que te hizo, así que esto es un alivio."
Asintiendo, el rubio hizo una mueca con los labios. Cualquier cosa era color de rosa después de la relación que mantuvo con Daeil, donde se había sentido humillado, utilizado y apartado por la persona que decía amarlo incondicionalmente.
Había perdido mucha confianza en sí mismo después de eso, encerrándose tras las cuatro paredes de su habitación. Llorando por un infeliz que había decidido clavarle el puñal por la espalda al mismo tiempo en que enterraba a su madre. Daeil no merecía ni una lágrima suya, sin embargo, tuvo varias.
"Por desgracia lo es, sí... Yo tampoco quería nada con nadie después de eso, pero simplemente no puedo evitarlo. Jungkook hace que me sienta muy bien." Suspiró, sus labios esbozando una sonrisa que no sabía que tenía.
"¿Tanto?"
Él emitió un sonido afirmativo. "Es complicado de explicar, pero nunca me he sentido así antes, ni siquiera en una relación de tres años con Daeil."
"Me alegra oír eso, sinceramente."
Sus labios se estiraron en una sonrisa dulce. Sabía que lo decía en serio.
Bank había sido aquella persona que le sacó la cabeza del pozo cuando todo se inundaba a su alrededor, cuando no podía respirar y sentía que moriría asfixiado. Se convirtió en su lugar seguro por mucho tiempo, una sensación que todavía perduraba.
"Gracias..."
"No me des las gracias, tonto. Somos familia."
"Lo sé, claro que lo somos." Manteniendo aquella sonrisa, asintió. "Y por eso mismo te las doy, por ser parte de mi familia."
Bank emitió un sonido arrullador, pues no era un fanático empedernido de la cursilería. Raras veces expresaba sus sentimientos o siquiera hablaba de ellos, por lo que era casi vergonzoso.
"Ow... En ese caso, gracias a ti también, mi vida." Dijo, para acto seguido reír suavemente. "Y repito, estoy muy contento de que Jungkook te haga sentir así. Parece una persona orgullosa, pero se ve que tiene debilidad por ti y ese aspecto no es algo que cualquiera vaya a ofrecerte, créeme."
"Lo sé, lo sé. Saber que tiene debilidad por mí es lo que más me gusta, entre otras muchas cosas, claro..." Su insinuación hizo a Banky reír, antes de que sintiera cómo le vibraba el teléfono. "Creo que ya vienen a recogerme, Bank, tengo que dejarte."
"Vale. Pásalo bien, ya me contarás qué tal la película."
"Claro, espero enterarme de algo, al menos." Bromeó, su teléfono volviendo a sonar. "Hasta luego, guapo."
Acto seguido colgó, saliendo de la aplicación para encontrarse en la barra de notificaciones dos mensajes recientes de Jungkook.
Jungkook:
Ya estoy llegando.
Espero que te hayas puesto guapo para mí.
Una sonrisa apareció en sus labios, apenas bufando mientras tecleaba.
TaeHyung:
Yo siempre voy guapo, para ti me arreglo extra sólo si me interesa.
La respuesta del azabache, como era de esperar, no tardó en llegar, haciéndole suspirar antes siquiera de poder leerla.
Jungkook:
No necesitas arreglarte extra para parecerme guapo, rubito.
TaeHyung dejó escapar una risita, sonrojándose en contra de su voluntad y mordiéndose el labio. Jungkook no fallaba en hacerle sentir tímido.
Poco después, el timbre sonó y su teléfono volvió a vibrar, un nuevo mensaje del azabache apareciendo.
Jungkook:
Estoy fuera, abre.
De inmediato su corazón se aceleró, teniendo que respirar hondo antes de salir de la habitación con rapidez y dirigirse hacia la puerta, sintiendo su pulso disparado mientras enroscaba los dedos en el picaporte. Abrió un segundo después, encontrándose a Jungkook tras esta.
Llevaba parte del cabello atado en una pequeña coleta que se movía graciosamente, su cazadora de cuero negra y dos aros del mismo color en el labio inferior.
Jungkook, quien se encontraba recorriendo su cuerpo de pies a cabeza descaradamente, silbó. "Pues sí que vas guapo, sí..."
Él esbozó una sonrisa. "Hola."
"Hola. ¿Estás listo?" Le miró a los ojos, levantando ambas cejas. "Jaemin y Lyon ya están en el cine, por suerte no tardaremos mucho en llegar."
"Sí, déjame coger el abrigo y las llaves y ya podemos irnos. Espera un segundo."
Jungkook asintió, esperando pacientemente a que TaeHyung volviera cuando este se marchó al interior del apartamento de nuevo, dejando la puerta abierta. Apareció frente a él exactamente un minuto después, con todas las pertenencias restantes y esa sonrisa brillante que tanto destacaba. Cerró la puerta a sus espaldas, bajando los escalones hasta reunirse con Jungkook.
"Listo, vámonos."
"¿No has invitado a nadie más? Me parece raro que no hayas querido incluir a ese amigo tuyo." Cuestionaba, abriendo la puerta del copiloto para que TaeHyung pudiera entrar.
"Oh, gracias, qué caballeroso..." El rubio se burló, recibiendo un guiño por su parte mientras tomaba asiento entre risas.
Rodeando el coche tan pronto como cerró la puerta del rubio, Jungkook entró por el lado del piloto, sentándose a su lado.
"Y no, Bank no ha podido venir. O bueno, no ha querido, más bien. Dijo que no planeaba actuar de sujetavelas esta noche, y ya que Mos tampoco viene, prefiere quedarse en casa."
"¿Por qué querría a Mos? Pensé que estaba saliendo con alguien."
"¿Quién, Banky?" Poniéndose el cinturón, TaeHyung quiso saber, viéndole asentir mientras hacía lo mismo. "Claro que no, ¿de dónde has sacado eso? Lleva sin salir con alguien completamente en serio desde que su ex le puso los cuernos con tu amigo."
Jungkook se encogió de hombros, incorporándose en la carretera. "El día de la última carrera, cuando te fuiste, noté a Mos un poco más raro de lo normal. Le pregunté a tu hermano dónde estabas y él me dijo que te había surgido una emergencia de última hora por la cual habías tenido que marcharte, entonces también me di cuenta de que tu amiguito tampoco estaba allí. Me dijeron que estaba en una cita."
TaeHyung asintió, recordando aquel momento a la perfección.
"Correcto, sí, estaba en una cita."
"Pues eso dio a entender que se veía con alguien, o al menos fue lo que Mos captó."
Entonces, todo comenzó a cobrar sentido, incluso si ahora era él quien parecía sumamente confundido, pues Jungkook había pasado unos hechos importantes por alto.
"Pero era una cita relacionada con cosas de la universidad, nada más. Bank está planeando abrir su propio centro de estética en el centro y lleva tiempo mirando locales en alquiler. Vio uno que le gustó y se reunió con el propietario. Sin más." Explicó. Jungkook emitió un sonidito afirmativo, comprendiendo. "De todos modos, se encerró en el almacén con Mos el día del aniversario del bar y obviamente pasaron cosas entre ellos, ¿cómo podría tener pareja si hace eso?"
Jungkook no tardó en sentirse ridículo, pues tal y como TaeHyung asumía, había pasado aquel detalle por alto. Quizás porque en el momento estaba demasiado borracho o porque tal vez su atención estaba en otro lugar totalmente lejano a ese.
"Joder, es verdad... Se me había olvidado." Bufó.
TaeHyung dejó escapar una risita. "A saber qué tenías en la cabeza en ese momento..."
"Pues lo que llevo teniendo desde que te conocí, tú."
Aquella respuesta inmediata, honesta y con un tono de voz que indicaba obviedad, fue suficiente para que el rubio volviera a sonrojarse. Las abejas asesinas volvieron a activarse, destrozándole el estómago conforme un cosquilleo de satisfacción le recorría la espalda, sonriente.
"Por cierto, quería preguntarte algo." La voz de Jungkook sonó después de unos cuantos minutos en los que reinó el silencio. "Aunque no estás obligado a responderme y si te sientes incómodo o simplemente no quieres hacerlo, está bien."
Esta vez, hablaba con suavidad, casi temiendo que sus palabras fueran dañinas para él, quien asintió, expectante y curioso.
"No te preocupes, dime, ¿de qué se trata?"
"Es sobre el hospital... Después de lo sucedido con el señor y la señora Bang y el hecho de que ya no estarán allí con nosotros, me nace la duda de si continuarás con tu voluntariado o prefieres retirarlo."
Aquella pregunta, tal y como lo esperaba, tomó a TaeHyung por sorpresa.
"Oh..." Susurró, buscando la manera adecuada en la que expresarse.
Jungkook inmediatamente le observó. "No quiero que te sientas presionado ni mucho menos juzgado por mí. No es eso, yo no te juzgo... Jamás podría hacerlo."
"Tranquilo, tranquilo... Lo entiendo perfectamente, no te preocupes." Se apresuró en responder. Luego, relamió sus labios y tragó saliva.
El ambiente se había tornado un poco tenso entre ambos, pero no lo suficiente para que cualquiera de los dos pudiera llegar a sentirse incómodo. TaeHyung no sentía que Jungkook estuviera atacándole directamente con aquella pregunta, ni mucho menos queriendo juzgarle, sólo presentía que tenía la misma duda que él, en su caso, podría tener. Y eso estaba bien.
"Quiero continuar con el voluntariado, en realidad." Respondió al cabo de unos segundos. El azabache le observó. "Sí que me ha afectado mucho todo esto, pero creo que es normal... Después de todo, formé una relación muy estrecha con ellos dos."
"Claro que sí, no es nada fácil de sobrellevar. Eran parte de nuestras vidas, también, siempre lo serán. Has vivido muchas cosas con ellos en tan poco tiempo."
Una pequeña sonrisa jaló de sus labios, pues era tranquilizador saber que Jungkook comprendía con exactitud cómo se sentía.
"Lo sé." Asintió. "Y también sé que me dolerá volver y ver que ya no están allí... Que ya no tendré otra oportunidad de ganar a Elettra en el ajedrez o de bromear con Chungmo." Una pequeña lágrima quiso traicionarlo, sin embargo, no se lo permitió. "Pero me uní a este programa porque quería vivir algo así. Ayudar. No puedo abandonarlo ahora. Ellos no hubieran querido que lo hiciera y yo tampoco."
Jungkook le sonrió con dulzura después de oírle decir aquello. Una sonrisa de oreja a oreja que iba únicamente dedicada a él y le aceleró el corazón.
"Me alegra que quieras continuar haciéndolo."
"Gracias. A mí también."
"En realidad, te lo preguntaba porque Aram quería saber si volverías después de eso... Y una parte de mí también quería saber la respuesta, en realidad." Admitió, enfocándose de nuevo en la carretera.
TaeHyung también sonrió. "¿Es la respuesta que esperabas?"
Para su sorpresa, el azabache asintió. "Sin duda alguna, sí."
Y su sonrisa simplemente se amplió al mismo tiempo en que se le aceleraba el corazón.
El coche de Jungkook se detuvo frente al cine tan sólo veinte minutos después, siendo este el primero en bajarse y apresurándose en rodearlo para poder abrir la puerta de TaeHyung a tiempo, quien se rio, pues ni de broma parecía ser el tipo de hombre caballeroso.
"Estás muy galán hoy, ¿no?" Señaló, saliendo del coche sin dejar de reír. "¿Me vas a pedir algo?"
Jungkook tan sólo se encogió de hombros. "Depende, ¿qué quieres darme?"
Sin borrar la sonrisa ni por un segundo, TaeHyung se mordió el labio inferior, encontrándose con aquel par de ojos brillantes, que se encontraban expectantes por un movimiento suyo.
Así mismo se acercó a él, tomándole del cuello con ambas manos e inclinándose para atrapar sus labios en un beso corto, apenas un roce de labios simple.
Separándose, apenas tuvo tiempo de decir algo cuando alguien más carraspeó, la fragancia que podría reconocer en cualquier lado llegando a sus fosas nasales de inmediato.
"TaeHyung." Aquella voz que fácilmente podía producirle un dolor de cabeza sonó, viéndose obligado a dejar de mirar al azabache para enfocarse en su dueño.
Daeil se encontraba saliendo del cine, sus dedos entrelazados con los de una chica alta, delgada y de cabello largo, azabache y liso. El rubio escuchó a Jungkook bufar, afianzando el agarre en su cintura inmediatamente.
"Hola otra vez, Daeil."
Él ni siquiera encontró fuerzas para esconder la pereza en su voz. Aunque, en realidad, tampoco se había esforzado demasiado en buscarlas.
"Hola. Me alegro de verte tan bien, hace poco me encontré con ese vídeo donde te golpeaban con una piedra y pensé en llamarte para saber cómo estabas, pero todavía tienes mi número bloqueado..." La sutil sonrisa que tenía en el rostro se borró gradualmente.
TaeHyung suspiró. "Sí, sigo teniendo tu número bloqueado, pero ya has visto que estoy perfectamente, así que puedes ahorrarte las llamadas innecesarias."
Daeil se aclaró la garganta, mostrándose incómodo, negándose a mirar a Jungkook.
"Claro..." Él recordó que iba acompañado, por lo que recibiendo un pequeño apretón de manos por parte de la chica que tenía a su izquierda, se vio obligado a observarla. "Oh, se me olvidaba. Esta es Chaeri, una... una amiga. Chaeri, este es TaeHyung, mi expareja."
Ella le dedicó una gran sonrisa, tendiéndole la mano para que la estrechara, cosa que TaeHyung hizo con las cejas alzadas.
"Encantada, TaeHyung, Daeil me ha hablado mucho de ti. Estaba impaciente por conocerte en persona después de verte en tantas fotos..."
"Igualmente." Asentía, devolviéndole la sonrisa sin muchas ganas.
Chaeri señaló a un silencioso Jungkook, quien todavía estaba aferrado a la cintura del rubio. "¿Y él quién es?"
"Jungkook, él es Jungkook, mi cita."
"Oh... Pues hacéis una pareja estupenda." Dijo, sonando tan honesta que hizo al azabache sonreír de oreja a oreja, asintiendo, pues él estaba súper de acuerdo con eso.
"Gracias."
TaeHyung también sonrió, enorgulleciéndose como si fuera un cumplido. Daeil se aclaró la garganta. Claramente, él no opinaba lo mismo, pero eso a nadie le importaba realmente. A nadie más que él, por supuesto.
El teléfono de Jungkook sonó, un mensaje apareciéndole en pantalla tan pronto como lo sacó del bolsillo.
"Rubito, tenemos que irnos, la película va a empezar."
Este asintió, entrelazando sus dedos con los del azabache. "Vamos."
"¿Qué película vais a ver? Nosotros hemos salido de ver el estreno de Oppenheimer. Ha sido alucinante, ¿verdad, Daeil? Nos ha encantado."
"Sí, mucho."
"Nosotros vamos a ver Super Mario Bros."
Daeil se atragantó con su saliva, esperándose cualquier respuesta menos esa. Buscó rápidamente los ojos de TaeHyung, quien seguía sonriendo, su atención puesta en Jungkook hasta que notó la impropia sobre él y le miró, cambiando por completo la expresión de su rostro.
"¿Mario Bros...? ¿A ti desde cuándo te gustan las películas para niños?"
"Desde que vi una, me pareció entretenido e hice lo mismo con otras cien más, supongo." Respondía, esquivando el intento de burla hacia su persona con desinterés.
"Ya veo..." Dejando escapar una risita, asintió.
"A mí me encanta Mario Bros, mis hermanos y yo hemos jugado a todos los videojuegos sin falta. Os va a encantar si sois fans de la saga, os lo aseguro." Una muy emocionada Chaeri dijo, ignorando por completo cuáles habían sido las intenciones de su acompañante.
Por supuesto, aquello dejó a Daeil como el único fuera de lugar, llegando incluso a sentirse incómodo.
TaeHyung le sonrió de oreja a oreja.
"¿Qué fan ni fan? Si TaeHyung no ha jugado videojuegos en su vida, no se va a enterar de nada. Seguro que se queda dormido en mitad de la película..."
El brazo de Jungkook rodeó su cintura una vez más, manteniendo las cejas alzadas cuando miró a Daeil. Parecía celoso, molesto por algo que no lograba comprender si teníamos en cuenta que él mismo había roto su relación con el rubio.
"No te preocupes, que viene conmigo y la probabilidad de que se aburra es nula. Soy un gran acompañante, así que puedes estar tranquilo que no se dormirá en ningún momento." Aseguraba, con el rubio asintiendo a su lado, dándole la razón.
Aquello fue como un masajito directo al cerebro para Jungkook.
"Y además que tampoco necesitas ser un fanático de los videojuegos para que te guste la película. Lo disfrutarás igual, TaeHyung."
"Gracias, Chaerie." Asentía en dirección a la sonriente muchacha. "Ahora sí, debemos irnos sino queremos perdernos nada. Estoy aún más impaciente después de verte tan emocionada, mis expectativas han subido mucho."
Su risita llegó a los oídos del rubio. "Seguro que te encanta, ya lo verás."
Un segundo después, Jungkook y TaeHyung dejaban atrás a la pareja, este último sintiendo los ojos de Daeil en su espalda mientras afianzaba el agarre en los dedos del azabache, suspirando mientras se alejaban. Tener a Jungkook a su alrededor le daba un sentimiento de seguridad inexplicable, pues sabía que no necesitaba fingir absolutamente cuando estaba con él.
"¿Te sientes bien, rubito?" Este quiso saber, susurrando sólo para que él pudiera escucharle.
TaeHyung asintió. "Sí, no te preocupes... Es sólo que odio encontrarme con Daeil todo el tiempo. Me pone enfermo."
"Imagino. Sin conocerlo de nada yo también me siento enfermo, aunque supongo que es por su evidente complejo de superioridad sobre mí. Tengo la sensación de que me ve como una amenaza..."
El rubio no tardó en soltar una carcajada, que más bien sonó como un bufido.
"Es mi exnovio, Jungkook, por supuesto que te ve como una amenaza."
"¿Crees que aún sigue enamorado de ti?"
"Nunca lo estuvo, así que permíteme dudarlo..." Encogiéndose de hombros, dijo. "Sólo se siente amenazado porque sabe que eres mejor de lo que fue él alguna vez y sin necesidad de aparentar nada. Eso debe ser como un golpe de ego."
Jungkook rio esta vez, jalando de TaeHyung más cerca de sí mismo. "¿Soy mejor?"
Él simplemente resopló. "Claro que lo eres, me parece absurdo que lo preguntes, siquiera."
"¿Y eso por qué?"
"Bueno... Si partimos de la base de que Daeil me utilizó, se aprovechó de mí para sacarme dinero e intentar vaciar mis cuentas bancarias, eso te deja en un lugar muy por encima de él." Le recordó, escuchándole bufar. "Y fuera de eso, eres infinitamente más divertido, considerado, atractivo y adorable que él."
Satisfecho por aquellas palabras (que evidentemente tomó como cumplidos), Jungkook depositó sus labios en la comisura labial del rubio.
"Lo sé."
"Oh, y también egocéntrico. Mucho más egocéntrico."
"Eso también lo sé."
"Y orgulloso, claro... Eres muy orgulloso."
"Sí..."
"Y testarudo, vaya si eres testarudo..."
Este se aclaró la garganta. "Bueno..."
"Por no hablar de lo bruto que eres, tanto que asustarías a un ñu de siete cabezas."
Jungkook se alejó un poco, esta vez con el ceño fruncido. "¿Ahora me vas a insultar o cómo funciona esto? Primero me atiborras de cosas bonitas y ahora parece que quieres buscar a mi madre en el cementerio para reclamarle por haberme parido."
De los labios del rubio salió una carcajada sonora.
"No, claro que no, sólo señalo lo evidente, no necesariamente tiene que ser algo malo. A mí me gustas con cada aspecto que he señalado, por eso estoy aquí."
"Ya, ya, seguro..."
TaeHyung giró la cabeza para depositar un beso en su mejilla. "Lo digo en serio, idiota."
"Claro, claro..."
"¡TaeHyung, Jungkook!"
La vocecilla aguda de Lyon captó inmediatamente la atención de ambos, una vez se adentraron en la sala que les correspondía. Jaemin y el menor se encontraban en tercera fila, meneando sus manos en el aire para indicarles que se acercaran.
"Anda, vamos... No vaya a ser que mi orgullo se una a nosotros y no podamos ver la película."
El rubio volvió a reír, alcanzando a tomarle de la mano cuando pretendía alejarse y dejarlo atrás, enviándole de vuelta a su postura anterior. Se acercó a él, pegando los labios a su oreja.
"Si no me gustara el tipo de persona que eres, ni de broma me hubiera acostado contigo tantas veces." Susurró, únicamente para que pudiera oírle. "También eres mucho mejor que Daeil en eso, por cierto."
Finalmente satisfecho, Jungkook se separó con una sonrisita llena de orgullo.
"Lo sé."
Media hora después, cuando la película llevaba varios minutos de haber comenzado y los cuatro se encontraban en sus respectivos asientos, con TaeHyung en medio de Lyon y Jungkook, el menor de todos se giró hacia él, masticando una golosina ácida.
"¿Quieres una gominola?" Lyon le ofreció la bolsa de dulces que su padre le había comprado fuera en un puestecito, sacando de esta un gusano bañado en azúcar. "Toma una lombriz."
A TaeHyung, el enemigo público de las golosinas, se le retorcieron las tripas, tratando de sonreír para no ser demasiado evidente.
"Oh, no me apetece, muchas graci..."
Lyon le metió la lombriz gelatinosa y grumosa por el azúcar en la boca, antes siquiera de que pudiera terminar lo que estaba diciendo. Ya que, bajo su percepción del tiempo, estaba tardando mucho.
"Cómetela, sabe a naranja."
Su estómago se retorció aún más, girándose en dirección a un azabache que reía, buscando ayuda con la mirada.
"¿Qué pasa? ¿No te gusta?" Susurró, evitando que Lyon escuchara aquella conversación.
Horrorizado, TaeHyung negó.
Entonces y sin dejar de reír, Jungkook se inclinó sobre él, acortando la distancia que los separaba y acercándose peligrosamente a sus labios que rozó de manera ínfima, solo para morder el otro extremo de la golosina. Jaló del dulce hasta llevárselo por completo, engulléndolo antes de depositar un casto beso en los labios ajenos.
"¡Toad!" Lyon chilló, su atención fija en la pantalla, moviendo los pies en el aire, emocionado.
Las luces se apagaron un segundo después, dándole a Jungkook la oportunidad que necesitaba para seguir besando a TaeHyung sin remordimiento alguno, profundizando el beso con su lengua, la cual barrió por completo su boca.
Quejumbroso, el rubio se quejó, un poco avergonzado, pues estaban rodeados de gente curiosa, entre los que se encontraban muchos niños pequeños. Niños que no deberían estar viendo eso.
"No..."
Sin embargo, Jungkook ese día había decidido llevar las orejas de adorno y dejarse los oídos en casa, porque volvió a besarle profundamente, sosteniéndole del rostro y profundizando aquel nuevo beso una vez más, ladeando la cabeza sólo con el afán de mejorar el contacto.
TaeHyung no tardó en recuperar la compostura que debido al segundo beso había perdido.
"Basta, Jungkook, estamos en el cine..." Susurraba, separándose un poco en contra de su voluntad.
El azabache bufó. "¿Y eso qué tiene que ver?"
"Que no es el lugar más adecuado para hacer estas cosas... Hay muchos niños cerca, muy cerca. Tanto que tengo a tu ahijado a menos de veinte centímetros sentado. Debemos comportarnos..."
"Rubito, estamos viendo una película cuyo protagonista es un fontanero bigotudo que va a rescatar a una princesa. Con un dinosaurio antropomórfico, una seta que chilla y una tortuga con cuernos como villano..." Le recordó, logrando que su expresión fuera de puro horror, pues él ni siquiera sabía lo que iban a ver. "Créeme, verán cosas peores que a dos hombres besándose."
TaeHyung frunció el ceño, acercándose a Jungkook para que sólo él pudiera escucharle. "¿Qué mierda dices que vamos a ver?"
"Exacto."
Y, acto seguido, Jungkook volvió a hacer el amago de besarle, apenas rozando sus labios cuando este se apartó con rapidez.
"No, estate quieto. Vamos a ver la película."
"Pero-"
Señalando hacia el frente, le indicó que mirase a la pantalla. "La película."
Como era de esperar (otra vez), Jungkook bufó, haciendo lo pedido a regañadientes y de brazos cruzados, una mueca indignada y el comportamiento digno de un niño de seis años saliendo a relucir.
"Tú te lo pierdes."
TaeHyung se inclinó para besar castamente su mejilla.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro