✧c.-035
N/A: ¿Ya he dicho lo mucho que amo a este Jungkook? Es que es perfecto, quiero uno solo para mí xD
Cap dedicado a VanteConChocolate ♡♡
Hoy os recomiendo 'You Put A Spell On Me' de Austin Giorgio, la amo.
[...]
Tan pronto como el sábado llegó, TaeHyung no pudo evitar sentirse ansioso, incluso cuando había pasado las últimas veinticuatro horas recorriéndose su hotel de arriba abajo, buscando alguna imperfección, algo que arreglar antes de que el inspector de sanidad apareciera la próxima semana.
Aunque no sólo estaba ansioso por todo lo que conllevaba ser un empresario con veintitrés años, sin siquiera desearlo, también el hecho de que hoy Jungkook participaría en la que probablemente sería su última carrera. No podía evitar sentir nerviosismo.
El ambiente a su alrededor seguía siendo como siempre cuando llegó. Gente eufórica, cantando, bailando y chillando al ritmo de la música mientras los coches derrapaban en la pista a tan sólo unos metros. Sin embargo, todo lo que él podía hacer era buscar a una persona. Aquella por la que estaba allí y que le había dado un pase VIP ilimitado.
"¡Gemini, TaeHyung, aquí!" La inconfundible voz de Fourth sonó a lo lejos.
Ambos miraron en dirección a aquella voz, encontrándose al susodicho con su hermano mayor, Jaemin, las chicas y Leedo. No dudaron en ir hacia dónde se encontraban.
"Veo que el pase especial de Jungkook ha servido para que podáis entrar sin problemas." Señalaba Mos, sonriente hasta que pareció notar la ausencia de alguien y su sonrisa se convirtió en una mueca de confusión. "Eh... Me falta un millonario, ¿dónde habéis dejado al graciosito?"
TaeHyung dejó escapar una carcajada en cuanto notó que se refería a Bank.
"Él no ha podido venir, está en una cita."
"¿Una cita?"
"Sí, aunque todavía no sé muy bien con quién, sólo que es para sus prácticas de la universidad."
Mos asintió, comprendiendo, con una leve mueca adornándole los labios. "Ya veo..."
Gemini y Fourth, que momentáneamente se habían alejado para hablar de sus cosas, se reunieron con el grupo muy sonrientes. Y sólo con ver la mirada en el rostro de su hermano, además del modo en que se dirigía hacia él, supo que iba a pedirle algo.
"TaeHyung..."
"Mos..."
Ambos dijeron al unísono, teniendo al par de hermanos mayores atentos y mirándose entre sí por la esquina del ojo, sabiendo que algo tramaban.
"¿Qué ocurre?" Mos fue el primero en tomar la palabra.
Fourth pestañeó dulcemente. "¿Te molesta que Gemini se quede esta noche a dormir en casa...? Por favor, es que quiero enseñarle el nuevo videojuego que me he comprado.
"Claro, por mí no hay problema. Iba a comprar pizza para cenar de todos modos, así que me servís como excusa para comprar más de una caja... Todo son ventajas." Encogiéndose de hombros, indiferente, respondió, haciéndoles reír.
Los adolescentes miraron al segundo hermano mayor.
"Yo tampoco tengo ningún problema, siempre y cuando no me llames para que te recoja a las nueve de la mañana, claro."
"Puedo acercarle a tu casa después del desayuno, de todos modos tengo que pasarme por el centro a comprar, no te preocupes por eso." Le dijo Mos.
TaeHyung asintió, francamente encantado. Sus horas de sueño eran muy importantes.
"Perfecto, entonces." Dijo, sonriente, antes de enfocarse en los demás, notando la ausencia de Jungkook aún más. "Por cierto, aunque no estéis todos aquí, querría volver a agradeceros por lo de ayer. Significó mucho para mí que os ofrecierais a ayudar. Mil gracias otra vez."
Siyeon y Sua le abrazaron de inmediato, apretándole en un abrazo de oso que hizo al rubio reír. "No tienes que agradecernos nada, TaeHyung, lo hicimos porque queríamos ayudar. Igual que tú."
"Exacto." Jaemin estuvo de acuerdo, asintiendo. "Además, yo te debía muchísimos favores desde que nos conocimos, en especial por esa vez en la que trajiste a mi hijo de vuelta, así que no podía simplemente no ayudarte. Somos amigos y los amigos están para eso."
Aquella afirmación tan simple, pero tierna y dulce calentó el corazón del rubio, cuya sonrisa se volvió casi una mueca de llanto.
"Os lo agradezco muchísimo aun así, de verdad."
"No es nada, tranquilo." Mos le palmeó el hombro amistosamente. "Por cierto, Jungkook está cerca de la pista, creo que deberías ir a verle antes de que compita. Le alegrará saber que has venido, aunque ya lo supiera."
Él asintió sin pensárselo. "Claro, iré ahora mismo. Gracias, Mos."
Llenándose los pulmones de aire, se despidió con un gesto rápido antes de caminar en dirección a la pista, donde Jungkook debería estar. Avanzó y avanzó entre la multitud, saludando a algunas personas borrachas que creían conocerlo mientras mantenía su atención en cada rostro que veía, buscando el de Jungkook.
"Eh, eh, tú..." Una voz perezosa, que arrastraba las palabras con dificultad sonó cerca de él, girándose para ver a un hombre encorvado que sostenía una bolsa pequeña, llena de un producto blanco polvoriento. "¿Quieres? Cómprame, anda... Te hago precio, pero cómprame..."
Viendo como le ofrecía dicha bolsita, TaeHyung tragó saliva. "No, muchas gracias, yo no consumo de eso."
"Sólo un poco, por favor..." El muchacho tomó sus manos.
Un segundo después, algo impactó en la cabeza del individuo, dicho impacto siendo suave pero suficientemente notorio como para llamar su atención y que se diera la vuelta, viendo a Raehwan a unos metros de distancia. TaeHyung también lo visualizó.
"¡Oye!"
"¡Ni se te ocurra, Mickey, largo de aquí o llamo a tu madre!" Su voz autoritaria claramente lo reprendió, enviándole una amenaza directa también.
De inmediato, este salió corriendo por dónde había venido, despavorido y asustado. El rubio pudo respirar hondo, agradeciéndole a Raehwan con una sonrisa aliviada que este le devolvió al instante.
Tras despedirse de él, continuó con la búsqueda del azabache, a quien encontró después de unos minutos cerca de la pista, dándole la espalda mientras charlaba con otro chico cuyo rostro no podía ver. De inmediato, se le acercó con una sonrisa que ni siquiera sabía que tenía, sólo para darse cuenta que el otro chico era Seokhwa, el ex novio de Jungkook.
Inmediatamente se detuvo, su pequeña sonrisa transformándose en un ceño fruncido nada más notar que no era una conversación amistosa, sino algo más pasional.
"...lo que yo sienta o deje de sentir a ti no te importa, Seokhwa. Dejó de importarte hace mucho." Mencionaba el azabache, siendo eso lo único que TaeHyung a oír y sonando como lo que parecía ser un reclamo.
Por su parte, Seokhwa negó. "Claro que me importa, todo lo que tenga que ver contigo me importa."
"No." Insistió.
"¡Sí, Jungkook, claro que sí! Y mucho."
Entonces, antes de que el susodicho pudiera decir o siquiera hacer algo, Seokhwa tomó su rostro entre sus manos, besándole bruscamente.
Los ojos de TaeHyung, impactado por la escena, se ensancharon tan pronto como vio aquello, jadeando sin siquiera ser consciente de ello, únicamente siendo invadido por una extraña sensación de incomodidad que se manifestaba con una presión en el pecho.
Él tragó saliva para acto seguido dar un paso hacia atrás, alejándose lo más rápido que pudo por donde había venido. Confundido, molesto y un poco dolido.
De repente no quería seguir allí.
Se reunió con los demás en el mismo sitio de antes, llegando justo cuando Gemini y Fourth reían por algo que Jaemin había dicho, Siyeon y Sua permanecían abrazadas y Leedo le enseñaba algo a Mos en su teléfono, también riendo, hasta que llegó y captó la atención de todos por su mueca de preocupación.
"¿Ya has visto a Jungkook?"
"Eh... No, no he podido." Murmuró, negando mientras se aclaraba la garganta. "En realidad, tengo que irme, me ha surgido una pequeña emergencia."
Gemini no tardó en verse preocupado. "¿Está todo bien? ¿Necesitas que te acompañe?"
"No, no, todo está bien, ha sido un simple imprevisto del que tengo que ocuparme, no te preocupes."
"¿Seguro?"
Su hermano le conocía demasiado bien para saber cuándo y cuándo no estaba mintiendo.
"Claro, tranquilo. Nos vemos mañana, ¿vale? Pasadlo bien esta noche." Se despidió con rapidez, no queriendo alargar más aquella conversación. Luego, miró a Mos. "Dale suerte a Jungkook de mi parte."
Este asintió, un poco confundido. "Yo se lo digo, no te preocupes."
"Gracias." Sonriéndole, finalmente se alejó.
Abandonó el descampado tan sólo un minuto después, con el corazón latiéndole desbocado y esa misma sensación asfixiante en el pecho.
Unos minutos antes...
"¡Jungkook, Jungkook!" Una voz masculina aclamaba el nombre a tan sólo unos metros. Él se giró al encontrarla desconocida, sólo para encontrarse con Seokhwa caminando en su dirección.
Tan pronto como lo reconoció, bufó.
"¿Qué quieres ahora?"
"Me he enterado que has vuelto a competir y que hoy tendrás una carrera, así que quería darte suerte." Le dijo, esbozando una dulce sonrisa. O lo que para él lo era.
"No necesito tu suerte, Seokhwa, puedes ahorrártela."
El susodicho hizo un mohín. "Vamos... ¿Tan enfadado sigues conmigo?"
"No estoy enfadado, me produces pereza, que es aún peor." Le respondió. Seco, cortante, pues claramente no quería perder el tiempo con él. "¿Por qué no me dejas en paz?"
Seokhwa cambió su peso de un lado a otro, tratando de no verse afectado por las palabras del contrario.
"¿De verdad tienes que tratarme así, Jungkook?" Murmuró. "¿Tanto te gusta el imbécil del hijo del alcalde para que con los demás te comportes como si fuéramos basura?"
Este dio un paso en su dirección.
"No le llames imbécil, esta es la última vez que te lo repito, Seokhwa. A la próxima te dejo sin dientes."
El más bajo retrocedió. "Bueno, bueno, lo siento..."
"Y respondiendo a tu pregunta, porque parece que no te has enterado todavía, lo que yo sienta o deje de sentir a ti no te importa, Seokhwa. Dejó de importarte hace mucho." Masculló mientras lo señalaba.
Era inaguantable. Siempre metiendo las narices donde no debía y casualmente todo el tiempo se trataban de sus asuntos.
Por su parte, Seokhwa negó. "Claro que me importa, todo lo que tenga que ver contigo me importa."
"No." Insistió.
"¡Sí, Jungkook, claro que sí! Y mucho."
Jungkook, claramente harto de la misma situación una y otra vez, no tuvo tiempo de decir nada al respecto cuando sintió un par de manos sujetarle el rostro y unos labios presionándose inmediatamente sobre los suyos de manera brusca.
Quedó confundido durante unos segundos, fuera de lugar, pero no el tiempo suficiente como para que Seokhwa profundizara el beso, por lo que lo envió lejos de sí con un empujón, tirándolo al suelo.
"¡¿Qué mierda crees que haces?!" Exclamó, acercándose a él con la mandíbula apretada.
Seokhwa casi sollozó por su rudeza. "Yo... Lo siento mucho, sólo quería..."
"Cállate la puta boca, me tienes harto." Lo señaló desde arriba. "No te vuelvas a acercar a mí, me da igual cuales sean las intenciones. No te quiero cerca, ¿lo entiendes? Deja de molestarme."
Hanbin, a quien conocía por ser uno de los organizadores principales de aquellas carreras, llegó hasta él corriendo.
"Jungkook, Jungkook." Lo llamó. "Te están esperando en la pista, corre."
"¿Ya?"
"Sí, tu coche ya está listo."
Bufando mientras Hanbin jalaba de él suavemente, miró hacia los alrededores en busca de TaeHyung, a quién todavía no había tenido la oportunidad de ver. Sin embargo, no vio rastro de él por ningún lado.
"Ven, por aquí. ¿Sabes ya con quién vas a competir?"
"Con un tal Robert, sí." Asentía, dejando escapar un suspiro.
Apretó los labios, jugueteando con el piercing conforme seguía a Hanbin hacia la pista, de vez en cuando mirando hacia atrás por si TaeHyung aparecía mágicamente, aunque no era el caso, desafortunadamente.
La carrera termino alrededor de veinte minutos después, con la fulminante victoria del azabache frente a Robert Mallari, un joven filipino que visitaba aquella ciudad seis veces al año sólo por las carreras clandestinas. Una victoria agridulce, si le preguntaban a Jungkook, pues sería la última en mucho tiempo o incluso para siempre.
Salió del coche para mirar a su alrededor como solía hacer, admirando el público que aclamaba su nombre entre gritos, del mismo modo en que veía a sus amigos acercándose a toda prisa. Ellos parecían disfrutar sus victorias incluso más que él.
"¡Mi peluche vuelve a ser ganador una noche más!" Gritaba Leedo, corriendo para darle un abrazo. "Enhorabuena, guapetón."
"Gracias, gracias..."
Jungkook rio, devolviéndoselo con la misma intensidad, hasta que visualizó a Gemini apareciendo junto con Fourth, sin rastro alguno de TaeHyung (a quien secretamente esperaba ver) y su ceño se frunció, mostrándose confundido.
"Eh, un momento, ¿dónde está mi rubito?" Preguntó en voz alta, dirigiéndose a Gemini. "¿Y tu hermano?"
"Se ha tenido que ir antes de que empezara la carrera por una emergencia. Yo me quedo esta noche con Fourth y Mos, por eso estoy aquí." Explicó. "Felicidades por tu victoria."
Este asintió, no pudiendo evitar sentirse un poco decepcionado. "Gracias..."
TaeHyung, que justo salía de la ducha con su albornoz favorito y todavía esa sensación tan molesta en el pecho, se dirigió a la cocina, abriendo el congelador en busca de algo en lo que ahogar aquel sentimiento.
Normalmente no tenía helado, pero Gemini había dejado una tarrina a medio comer, así que esa sería su cena de hoy.
"Chocolate y caramelo salado..." Leyó en el envase, su ceño fruncido. "A ver a qué sabe esto..."
Antes siquiera de poder hincarle la cuchara, su teléfono sonó en lo alto de la encimera, logrando que se le escapara un suspiro y el corazón se le detuviera por un segundo, tan pronto como vio el nombre de Jungkook en su pantalla.
Jungkook:
No te has quedado a verme hoy, rubito. Estoy muy triste.
Aunque te alegrará saber que he ganado... Otra vez.
Él sonrió apenas, sus labios apretados mientras tomaba el teléfono y dejaba la tarrina de helado a un lado sólo para responderle.
TaeHyung:
Enhorabuena, ya imaginé que ganarías.
Y sí, lamento no haberme podido quedar, no quería causar inconvenientes.
Para su sorpresa, la respuesta de Jungkook no tardó demasiado en llegar.
Jungkook:
¿Inconveniente en qué sentido?
TaeHyung:
Ya que pareces haberte reconciliado con tu ex, prefería que no hubiese malentendidos al estar yo también allí. Por eso preferí irme, simplemente.
Su móvil volvió a vibrar, menos de un minuto después.
Jungkook:
¿Qué?
E inmediatamente se arrepintió de haber escrito aquello, pues sentía que su mensaje podía leerse con un tono de voz receloso en el que ni siquiera se había parado a pensar. No tenía motivos para comportarse así ni muchísimo menos derecho.
Bloqueando el teléfono casi avergonzado, apretó los labios y decidió que por hoy ignoraría lo sucedido aquella noche, sólo para poder aclarar su mente. Lo necesitaba.
O al menos, ese era su pensamiento, hasta que cuarenta y cinco minutos después sonó el timbre.
Él, que se encontraba sentado en el sofá, todavía con el albornoz puesto, su ropa interior y una manta hasta el cuello mientras poco a poco se terminaba el helado sin ser siquiera consciente, miró hacia la puerta con el ceño fruncido, pues no esperaba a nadie.
Primero pensó que tal vez podría ser Gemini, pero desechó la idea tan pronto como recordó que estaba con Fourth y no desperdiciaría esa oportunidad.
Entonces, le sonó el teléfono a la izquierda, un mensaje reciente que le obligó a soltar su helado a regañadientes. Era Jungkook.
Jungkook:
Abre, estoy fuera.
Inmediatamente se atragantó con saliva, aclarándose la garganta y poniéndose en pie sin saber muy bien qué haría a continuación. Abrazándose a sí mismo, un poco fuera de lugar, caminó hacia la puerta, sabiendo que Jungkook estaba al otro lado.
La abrió con lentitud, apretando los labios antes de ver al azabache allí fuera.
"Jungkook, ¿qué haces aquí?"
Este dio un paso cerca de él. "¿Por qué me dijiste eso?" Quiso saber, confundido.
"¿El qué?"
"Que no querías causar malos entendidos quedándote allí después de que hubiese vuelto con Seokhwa." Dando otro paso más cerca, cuestionó. "¿De qué forma podría volver con alguien con quien nunca he estado en primer lugar?"
Un poco conmocionado por la cercanía, TaeHyung tragó saliva. Nunca se había sentido tan nervioso con Jungkook cerca.
"¿A qué ha venido?" Insistió.
"Vi como hablabas con Seokhwa y luego él te besaba..." Apenas susurrando, respondió, sintiendo escasez de aire en sus pulmones. "Así que pensé tal vez estabais juntos otra vez."
El azabache negó de inmediato, aún con el ceño fruncido. "No, para nada, por supuesto que no. Jamás se me pasaría por la cabeza tener la más mínima cosa con él de nuevo. Nunca, TaeHyung."
"No necesitas darme explicaciones, Jungkook."
"Pero te las doy porque quiero."
TaeHyung se relamió los labios. "Está bien, no importa." Insistió.
Jungkook sostuvo su cintura con ambas manos, causándole un escalofrío de pies a cabeza que subió de intensidad al momento de toparse con aquellos ojos oscuros. Él sintió que podía derretirse allí mismo.
"A mí sí que me importa; no habría venido desde el distrito Jung hasta aquí de no ser el caso, rubito. Así que te daré todas las explicaciones que yo crea conveniente porque no quiero participar en otra carrera y que tú te hayas ido sin decirme nada." Lo señaló con su dedo índice. El rubio se sonrojó. "¿Te parece?"
Lentamente, asintió, sus ojos brillantes sobre los de Jungkook. "Sí..."
"Muy bien, pues ahora déjame entrar si no quieres que muramos congelados." Pidió, dándole una mirada rápida. "¿Llevas ropa debajo...?"
"Sólo la interior."
Él tragó saliva, empujándole al interior de su apartamento sin decir nada y cerrando la puerta con el pie.
"Jungkook, espera." Susurró, poniendo ambas manos sobre su pecho para detenerle, ya que este estaba guiándolo hacia el sofá. "Debería cambiarme primero, es un poco incómodo estar sólo con un albornoz."
Este inmediatamente llevó sus propias manos a la camiseta que estaba usando.
"¿Quieres que me quite ropa yo también?"
"No, claro que no."
"¿Entonces? Ya te he visto desnudo antes, no sé de dónde nace esa incomodidad..."
El rubio bufó con las mejillas ardiendo, siendo él esta vez quién empujase a Jungkook hacia el sofá, haciéndole caer. Mirándole desde arriba y abrazándose a sí mismo, TaeHyung le señaló.
"Voy a cambiarme, espérame aquí quieto y en silencio, ¿estamos?"
Jungkook elevó una de sus cejas, jugueteando con el piercing en el labio inferior. "¿Puedo mirar?" TaeHyung le fulminó de inmediato. "¿No? Vale..."
Un segundo después, el rubio desapareció en la habitación contigua, dejándole a solas allí. Y veinte minutos más tarde, ambos se encontraban sentados en el sofá muy cerca del otro, una vez TaeHyung volvió con un atuendo algo más decente que su ropa interior y el albornoz.
"¿Tu padre no sabe nada de lo que estás haciendo?" Cuestionaba Jungkook, sus dedos paseándose por el muslo desnudo del rubio, quien llevaba un pantalón de pijama de seda.
Este se estremeció, negando.
"No, nada de nada. De milagro sabe con quién me relaciono a estas alturas..."
"Apuesto que no le hace mucha gracia saber que te juntas con gente como yo."
TaeHyung suspiró, encogiéndose de hombros al verse incapaz de negarlo, pues aquello era tan obvio que no encontraba forma alguna.
"Pues no... La verdad es que no, pero no es asunto suyo, soy lo suficientemente mayor como para decidir por mí mismo y tener mi propio criterio."
Miró a Jungkook para ver su reacción tras haber admitido sus sospechas, encontrando que ni siquiera parecía sorprendido, molesto o triste, simplemente indiferente, pues él ya contaba con aquello. No era un pensamiento que le tomara por sorpresa.
"Igual no le culpo, asumo que debe estar al tanto de lo sucedido con mi padre, la cárcel y todo eso... Siendo él, yo tampoco querría a mis hijos cerca."
"¿Por qué no?" Su ceño se frunció, muy ofendido por que Jungkook pensara eso de sí mismo. "Yo personalmente no tengo ni idea de lo que pasó con tu padre, qué hizo o dejó de hacer, pero no tengo ningún derecho a juzgarte por eso. Que sea tu padre no es razón suficiente para señalarte a ti."
"Ya, bueno..."
Incluso si parecía indiferente de verdad, no algo forzado, esa respuesta ni siquiera fue suficiente. TaeHyung tenía mucho más para decir.
"Además, ¿por qué lo haría?" Continuaba preguntando, sonando tan indignado que a Jungkook le causaba ternura. "Me dijiste que prácticamente te crio tu abuelo y hasta donde he escuchado, fue un hombre maravilloso. Eso calza mucho mejor contigo."
Esta vez, el azabache pareció falsamente sorprendido. "¿Tú crees?"
"Claro que sí."
"Bueno... Es un alivio saberlo, al menos..." Admitió. "Sin embargo, mi padre no es una mala persona en absoluto; aunque suene ridículo teniendo en cuenta que está en la cárcel, pero él es un buen hombre. Nunca le hizo daño a nadie, no causó ningún problema... De verdad que no. Jamás."
TaeHyung meneó la cabeza a modo de asentimiento, haciéndole ver que confiaba en sus palabras y en la veracidad de estas, pero que no podía evitar verse extrañado o tener curiosidad al respecto.
"¿Entonces? No sé si debería preguntar, pero me acabas de confundir mucho con la información que tenía y la que me has dado."
Antes de responderle directamente, Jungkook llenó de aire sus pulmones, necesitando pensar lo que iba a decir con claridad, mientras sus dedos continuaban erizando la piel ajena con caricias casi inconscientes. Luego, tomó la palabra.
"Mi padre trabajaba para un hombre con bastante poder en las calles a cambio de que me pagaran los estudios y a mi abuelo su tratamiento para la diabetes. Este tipo del que te hablo tenía muchos enemigos porque era conocido básicamente por vender la mejor droga que podías encontrarte... Así que un día alguien decidió robarle gran parte de la mercancía. Él y sus hombres buscaron al culpable hasta localizarlo en una finca abandonada, fueron a por él y la cosa se torció, forcejearon con armas de fogueo hasta que una de ellas se disparó. Murió en el hospital."
Una bola se le instaló en el estómago, incapaz de ocultar lo horrorizado que se sentía luego de escuchar aquello. Jungkook ni siquiera podía culparle, pues para él tampoco era nada fácil.
"Pero tu padre no estuvo presente, ¿no?"
Lentamente, negó. "No, nunca se involucró en nada de eso directamente, hacia recados simples, sin importancia. Pero su jefe fue capturado por la policía ese mismo día, y si entraba en la cárcel, todo los beneficios con los que contábamos mi abuelo y yo, se iban a la mierda."
"Y tu padre se sacrificó..." Asumía el rubio, siendo algo muy previsible.
"Así es, incluso si las pruebas estaban sobre la mesa, apuntando a su jefe, él confesó un crimen accidental que no cometió ni sería capaz de."
"Pues eso es una mierda, Jungkook..." Apenas bufó, torciendo el gesto en una mueca de fastidio. Como abogado en proceso, encontraba bastante injusticia en aquella condena errónea. "Aunque me alivia saber que él no hizo nada, sigue siendo injusto."
"Muy injusto, sí."
"¿Lleva mucho tiempo en la cárcel?" Quiso saber, mirándole con atención.
"Quince años, todavía le quedan cinco o seis más, dependiendo de qué tan buena sea su conducta... Aunque para mí están siendo eternos." Admitió, aún arrastrando aquella sonrisa triste.
TaeHyung la compartió, acariciándole el dorso de la mano. "Entiendo..." Susurró tras un suspiro. "¿Y qué fue de su jefe? ¿Sabes algo de él?"
El azabache volvió a encogerse de hombros.
"Está muy agradecido, supongo, porque continuó pagándome los estudios hasta que los terminé y me metí en las carreras clandestinas para conseguir mi propio dinero. También tiene muchos contactos dentro de la cárcel que protegen a mi padre... E incluso logró que le dieran permiso de salir unos días por el funeral de mi abuelo."
Los labios del rubio se apretaron inconscientemente. Ni siquiera podía imaginar qué tan duro había sido todo eso para él. Estando en su pellejo, probablemente ni siquiera querría sobrevivir a ningún obstáculo que la vida le pusiera por delante.
"¿Eso al menos te tranquiliza?"
Jungkook, con una sonrisa triste en los labios, negó. "Ni en lo más mínimo... Pero no es como si pudiera culparle, ¿sabes? No cuando todo lo que ha hecho siempre es por nosotros."
"Lo entiendo... Sientes que estás siendo desagradecido a pesar de que la situación no es fácil para ti tampoco... Que no tienes ningún derecho a quejarte." Murmuró, refiriéndose a ambos cuando ni siquiera era su intención. El azabache asintió, sin dejar de acariciarle. "Debe ser duro para ti esa parte, ¿no? Saber que él está donde está por... ya sabes, vosotros, para que no os falte de nada."
"Bastante, sí..." Respondió, jugueteando con el piercing en su labio inferior. "Aunque lo entiendo mejor que nadie, en cierto modo. Yo también haría cualquier cosa por la gente que me importa, incluso cosas que jamás pensé hacer o volver a hacer."
"¿Te refieres a volver a competir en carreras clandestinas? Por lo del tratamiento de Aram y todo eso."
"Sí y no." TaeHyung se mostró confundido. "Competí mucho antes de eso y no tenía nada que ver con Aram, sino con alguien más."
La confusión en sus ojos aumentó considerablemente, sabiendo la respuesta pero no queriendo asumirla por miedo a estar en lo incorrecto. Sería bochornoso a más no poder.
Jungkook sonrió.
"Contigo, rubito... Estabas en lo cierto la otra vez, lo hice por ti."
"¿Y por qué? No hacía falta, Jungkook."
"Porque no iba a permitir que ese inútil soltara toda esa mierda por la boca como si nada y luego se fuera con una victoria a cuestas. No era justo."
Un suspiro abandonó sus labios. Incluso si se sentía halagado y todo lo que ahora mismo quería era lanzarse a los labios de Jungkook, no podía evitar que la culpabilidad reinase en él. Por su culpa Jungkook había roto su promesa.
"A mí no me afecta que Hangdo piense así, de todos modos. No me importa."
"Pero a mí sí, TaeHyung." Le dijo, sin un ápice de arrepentimiento. "Estuve en esa habitación contigo, vi lo que quiso hacerte y de qué manera mientras tú no podías hacer nada para defenderte. Sólo para que otro gilipollas se crea con el derecho de poner en duda tu verdad o la mía."
El rubio esbozó una sonrisa. "Tú mismo lo has dicho, es un gilipollas... Y los gilipollas dicen gilipolleces. Pero aún así te agradezco muchísimo que quisieras defenderme a tu manera, de verdad."
"No tienes que darme las gracias."
TaeHyung le besó castamente cuando terminó de hablar. Él se retracto de inmediato.
"Mentira, sí que tienes. Hazlo otra vez."
Y, riendo, volvió a inclinarse para depositar otro beso en sus labios, esta vez permitiendo que Jungkook llevase el control. Sin embargo, se separó al poco tiempo, con el ceño fruncido mientras se relamía.
"Sabes a helado."
TaeHyung señaló la mesa que tenía en frente. "Estaba comiéndolo antes de que vinieras mientras veía una película. Gemini lo dejó en el congelador..."
"¿Tú comiendo helado? ¿Por la noche?" Lo señaló, tocándole la frente como si quisiera tomarle la temperatura. "¿Estás bien? ¿Tanto te ha afectado creer que había vuelto con Seokhwa?"
El rubio dejó escapar una carcajada. "Oh, sí, muchísimo, no sabes cuánto..."
Y riendo también, Jungkook sostuvo ambas mejillas, apretándolas e inclinándose para besar sus labios abultados, aquel pequeño beso emitiendo un chasquido húmedo. Poco después, se separó, admirando el rostro de TaeHyung mientras se mordía el labio. No podía quitarle la vista de encima aún si así lo deseaba.
"Deberías haberte quedado sin ropa..." Susurraba, mientras trazaba una línea desde la mejilla hasta la mandíbula ajena.
Él se estremeció entre risas, apenas asintiendo, pues se sentía flotando en una nube.
"Claro, como te lo mereces tanto..." Resopló.
Aquello indignó a Jungkook. "Creo que me lo merezco..." Bufó, actuando como un crío haciendo un berrinche. "Además, sería un gran regalo de cumpleaños."
Eso tomó por sorpresa a TaeHyung, quien se separó por completo de él. "¿Es tu cumpleaños?"
"No, faltan unos meses todavía, pero por si quieres anticiparte, ya sabes..." Dejó caer para nada sutilmente, dándole una mirada sugerente.
Un bufido abandonó sus labios. "¿Pretendes que me cuele desnudo en tu fiesta de cumpleaños? ¿En serio?"
"Nunca celebro mi cumpleaños, así que, ¿por qué no?" Encogiéndose de hombros, respondió.
"¿Nunca?" Repetía. Jungkook negó, indiferente, como si aquello no significase nada. "¿Ni siquiera cuando eras pequeño?"
De nuevo, negó.
"Tampoco. Mos iba a celebrarme una fiesta sorpresa el mismo día que sus padres se fueron, así que podrás imaginarte lo bien que salió..."
Algo se rompió dentro del rubio. Las cosas habían sido tan difíciles para todos que no podía dejar de asombrarse con cada pequeño detalle acerca de ellos que conocía. Jamás había estado tan arrepentido de juzgar a Gemini por sus amistades como ahora.
"Ow..."
"Sí, justo eso."
TaeHyung no podía concebir el hecho de que alguien nunca hubiera celebrado su cumpleaños, mucho menos siendo un niño pequeño. Era desolador bajo el punto de vista de alguien al que le encantaban las fiestas de cumpleaños ajenas y propias.
Tal vez porque sus padres siempre ponían mucho empeño en organizarlas o porque él sí había crecido en una familia estructurada que hicieran de esas fiestas algo especial, a diferencia de Jungkook.
Aquel pensamiento rasgaba su corazón cada vez más profundamente.
"¿Y nunca te ha hecho ilusión celebrarlo?"
Este volvió a encogerse de hombros. "Sí, no, no sé... Supongo que me es indiferente."
De verdad no le importaba en lo más mínimo y eso lo hacía aún más horrible.
Su teléfono sonó antes de que el rubio pudiera decir algo. "Huh, ¿quién será a estas horas?"
TaeHyung emitió un sonido, todavía dándole vueltas a lo que Jungkook había dicho sobre no haber celebrado su cumpleaños nunca, sintiéndose devastado mientras el azabache atendía la llamada.
"Jaemin, dime." Murmuró, su ceño levemente fruncido mientras escuchaba al susodicho. "¿Ahora? ¿Tan tarde?" Su ceño se frunció aún más. "Oh, claro, tiene sentido... Sí, no te preocupes, iré en seguida." Sonrió. "No es nada, tranquilo."
Colgando mientras reía y meneaba la cabeza, miró a TaeHyung, quién parecía tener la cabeza en otra parte, por lo que sosteniendo su barbilla, hizo que le mirase.
"¿En qué piensas tanto, rubito?"
"No... en nada, en nada." Negó. "¿Quién era?"
"Jaemin, tiene que arreglar un camión de reparto y me ha pedido si puedo quedarme con Lyo esta noche."
Su ceño se frunció. "¿Tan tarde?"
"Es que necesita el dinero para el alquiler, han vuelto a subírselo y como no leyó la letra pequeña del contrato donde decía que era una posibilidad pues..." Explicó, dejando escapar un suspiro mientras se ponía en pie.
"Vaya mierda..."
"Pues sí, bastante... Bueno, debo marcharme ya. Te invitaría a acompañarnos, pero no quiero traumatizar a mi ahijado."
Riendo, se puso en pie también, meneando la cabeza de un lado a otro antes de acompañarle a la salida.
"Ni siquiera has contemplado la posibilidad de que fuera a rechazarte, ¿verdad?"
"Sí, pero prefiero no hacerlo demasiado para evitar romperme el corazón. Soy un hombre muy sensible, rubito..."
Este asintió, abriendo la puerta para que pudiera salir. "Oh, por supuesto que lo eres."
Antes de dar un paso hacia la salida, Jungkook colocó ambas manos en la cintura del rubio, empujándole más cerca de su cuerpo y atacando sus labios sin previo aviso.
Le beso de manera brusca, adentrando su lengua y chupando el inferior con lascivia, logrando que el choque de sus labios uniéndose producirá un sonoro y húmedo chasquido, que poco a poco estremecía cada vez más a TaeHyung.
Luego, Jungkook desapareció de su vista con una sonrisa de oreja a oreja, dejándole allí de pie.
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