✧c.-016
N/A: Podría decir abiertamente que este es mi capítulo favorito, sólo que no lo es xD
Cap dedicado a TAEJKF ♡♡
Hoy os recomiendo 'So Beautiful' de mi macho y el socio de nuestro querido bebé Jungkook en el estudio, DPR IAN.
[...]
El viernes a las ocho en punto de la noche, TaeHyung y Gemini se dirigían al norte del distrito Jung, donde un muy nervioso Fourth esperaba por ellos en el bar de su hermano, con quién aún no había solucionado las cosas, ambos siendo lo suficientemente orgullosos como para no dar su brazo a torcer. Especialmente el mayor.
TaeHyung estaba decidido a ser de ayuda, no pretendiendo involucrarse demasiado ni mucho menos queriendo dar lecciones a nadie sobre cómo ser un buen hermano, puesto que él no era precisamente un ejemplo a seguir. Sin embargo, apreciaba a Fourth como un gran amigo de Gemini y al mismo tiempo comprendía la preocupación de su hermano mayor por dejarle salir del cascarón.
Él soltó un suspiro, mirando a su izquierda, donde Gemini se encontraba, mirando por la ventana con el labio inferior entre los dientes. Parecía pensativo, preocupado, como si algo carcomiera su mente poco a poco.
"¿En qué piensas tanto, Gem?" Preguntó.
Su hermano le observó, habiendo salido forzosamente de su burbuja, confundido. "¿Hm...?" Murmuró, apenas prestándole atención.
"Te veo muy distraído, distante." Señalaba, deteniéndose en un semáforo. "¿Tienes muchas cosas en mente?"
Con lentitud, Gemini negó, dejando escapar un pequeño suspiro. Él sabía que no podía ocultarle cosas a TaeHyung; no porque fuese insistente, sino porque, al igual que su hermano, era un libro abierto. Trasparente, fácil de leer.
"No, en realidad no..."
Aprovechando el semáforo en rojo, TaeHyung le observó con interés, conociéndole lo suficiente como para adivinar que había algo mal con él.
"¿Pasa algo, Gemini? Sabes que puedes contarme cualquier cosa, ¿verdad?" Sintiéndose en la necesidad de recordarle a cada rato que estaba ahí para él, sin excepciones. Este asintió, mordiendo su labio.
Si bien era cierto, había una cosa que mantenía al menor de los hermanos Kim en una disputa constante (consigo mismo, mas no con él resto), que le dejaba intranquilo, inseguro y muy confundido al no tener ni idea de cómo afrontarlo. Se trataba de algo tan nuevo, inusual para él, que incluso era complicado asimilarlo. Gemini no había pasado por nada parecido anteriormente en su vida, y quizás eso era lo que más le asustaba.
Suspirando en cuanto el coche se puso en marcha otra vez, miró a TaeHyung con el labio inferior entre los dientes, dispuesto a abrirse en canal allí mismo.
"Tú... Recuerdas esa vez en la que Banky me preguntó si estaba interesado en Fourth, ¿verdad?"
Él asintió, atento a la carretera. "Claro que sí."
"Yo dije que no."
"Sí, me acuerdo de eso, ¿por qué lo dices?" Quiso saber, únicamente observándole por menos de un minuto antes de devolver la vista al frente.
"Porque creo que sí lo estoy... Y mucho."
De nuevo, TaeHyung le observó. "¿Te gusta Fourth?" Cuestionó, simplemente, sin ningún tipo de maldad en su voz. Gemini asintió.
"Así es..."
"¿Y por qué eso sería un problema? Fourth es un buen chico, parece muy atento, divertido y se ve que es súper inteligente, Gem, no veo que haya nada malo en que te guste."
Algo dentro del menor se removió, casi haciendo un puchero involuntario, pues no tenía ni idea de cómo expresarse. Su madre era la única capaz de leerlo sin problemas, sin que él tuviera que decir nada, pero ella ya no estaba allí, por desgracia.
"No... No es un problema. Al menos, eso no lo es."
"Entonces, ¿cuál es?" Deteniéndose en otro semáforo, se giró casi completamente hacia él para poder observarlo. "¿Que te gusten los chicos? ¿Que seas gay?"
Gemini negó. "No lo sé, TaeHyung... Estoy- estoy muy confundido." Dijo, acto seguido frotándose el rostro con ambas manos.
Suspirando, el mencionado sostuvo una de sus muñecas para impedirle hacerse un destrozo en la cara. Este le observó, sus ojos brillantes, llenos de angustia y miedo.
"Escúchame, Gemini, ¿vale?" Comenzó. "Que te gusten los chicos, no es un problema. Ser homosexual, si ese es tu caso, tampoco lo es, ni mucho menos que te guste tu mejor amigo, ¿de acuerdo? No hay nada de malo en las tres cosas que he mencionado. Absolutamente nada."
"Ya..."
"Lo digo en serio." Insistía, evitando que mirase a otro lado cuando giró la cabeza. "A mí me gustan los hombres, soy abiertamente gay, eso lo sabes de sobra. Banky es bisexual, le gustan tanto hombres, como mujeres. Son preferencias, nada más. No dicen nada sobre ti, ni te definen, nada."
El ceño de Gemini se frunció levemente. "¿Estás seguro de eso? Todos mis compañeros de la universidad tienen novia, salen con chicas o se acuestan con ellas. Pero yo no, nunca he estado con una ni tampoco me interesa. Soy un bicho raro, TaeHyung."
"Gemini..."
"Es la verdad. No tengo suficiente con ser adoptado, el hijo del alcalde y el pobrecito que perdió a su madre por cáncer, ¿ahora también voy a ser el homosexual de mi clase?"
Y, como era de esperar, TaeHyung soltó un suspiro, ladeando la cabeza. No podía negar que aquellas palabras le molestaban un poco, pero en cierto modo era capaz de entender a su hermano, pues él mismo se había sentido así muchas veces. Tanto, que prefería no enumerarlas.
Antes de poder decir algo más, el semáforo volvía a ponerse en verde, por lo que se vio obligado a avanzar, chasqueando la lengua.
"¿A ti te gusta el picante?" Cuestionó, luego de un corto pero incómodo silencio.
Gemini asintió. "Mucho."
"A mí no."
Gemini volvió a asentir, conociendo ese dato mejor que nadie. "Lo sé... Tú odias el picante."
"¿Eso me hace un bicho raro en comparación a ti, que si te gusta?" Cuestionaba otra vez, levantando las cejas.
"A ver, un poco sí... El picante debería estar dentro de las maravillas del mundo, no entiendo cómo no puede gustarte." Murmuró, instantáneamente siendo fulminado por su hermano, lo que le hizo reír. "No eres un bicho raro porque no te guste el picante, TaeHyung, es una broma. Son gustos."
El rubio asintió, saliendo victorioso luego de que Gemini hubiese dado justo en el clavo. "Exacto, a eso mismo me refiero. Son gustos. Que a ti te guste el picante y a mí no, no significa nada, simplemente son mis preferencias."
Aquello logró dejar pensativo al menor, quien se mantuvo en silencio, contemplando las palabras ajenas y analizándolas, encontrando que tenía mucho sentido. No era diferente al resto ni mucho menos raro. Estaba ahogándose en un vaso de agua cuando, en realidad, las personas que debían aceptarle por lo que era, en realidad ya lo hacían. Y que, incluso si ya no tenía a su madre para que actuase como voz de la razón en todos sus problemas, siempre seguiría teniendo a TaeHyung.
"Eh, ¿y ese niño?" Le oyó murmurar, segundos antes de que el coche se detuviera bruscamente.
Gemini, quien apenas salía de su segunda burbuja cuando escuchó la voz de TaeHyung, alarmada y confundida, miró hacia todos lados, topándose con aquello a lo que se refería.
Un niño pequeño, de aproximadamente cuatro años, se encontraba sin compañía de nadie en la vía pública, deambulando en solitario junto a la carretera. El infante no lloraba, no se quejaba ni tampoco parecía estar asustado; solo caminaba en línea recta.
"Voy a ir a ver qué le ocurre, Gem, quédate aquí dentro, ¿vale?" Se dirigió al susodicho, viéndole asentir.
Acto seguido, TaeHyung salió de su coche mientras miraba a todos lados, queriendo evitar ser arrollado por un coche antes de llegar a la acera, acercándose al pequeño que justo detenía su caminata cerca de unos bancos. Él se puso de cuclillas para estar a su altura, sonriéndole dulcemente.
"Hola, pequeñín, ¿te has perdido?" Le dijo, mirándole con atención. El pequeño asintió, mirando a todos lados.
"Estoy buscando a mi padre... Pero creo que no está por aquí."
"Ya veo... ¿Puedes decirme tu nombre?"
"Me llamo Lyon." Respondió.
TaeHyung inmediatamente recordó que así se llamaba el ahijado de Jungkook, el hijo de Jaemin.
"Vaya, Lyon... Qué nombre tan bonito tienes, es precioso." Dijo y las mejillas ajenas enrojecieron al instante. "Yo me llamo TaeHyung, encantado de conocerte."
"Me gusta tu nombre."
Su sonrisa se amplió. Era adorable.
"Muchas gracias, cielo, a mí el tuyo también." Le dijo. "Y, por casualidad... ¿El de tu padre es Jaemin? Que trabaja como camarero en el bar de un hombre muy alto y fuerte, Mos."
Lyon no tardó en asentir, sus ojos ensanchándose, brillantes como dos estrellas. "¡Sí! Mi padre se llama así, Jaemin... Na Jaemin. Trabaja... trabaja en el bar del tío Mos y también ayuda a los coches a caminar. ¿Conoces a mi padre? ¿Lo has visto?"
TaeHyung sostuvo sus brazos con cuidado, moviendo la cabeza cada vez que decía algo y sintiéndose mucho más tranquilo al saber dónde pertenecía aquel niño que deambulaba completamente solo por el parque.
"Conozco a tu padre, mi coche es uno de esos a los que ayudó. ¿Estabas con él cuando te perdiste?"
"No, estaba con la señora Hwang y su hijo, son nuestros vecinos. Papá me deja con ellos cuando tiene que irse al trabajo, pero me enfadé con Hyunjin, así que me fui."
El ceño del rubio se frunció. "¿Te escapaste de casa de tu vecina? ¿Hyunjin es su hijo?"
Lyon volvió a asentir, mordiéndose el labio inferior, un poco cohibido a la hora de darle una respuesta.
"Era mi amigo... Ya no lo es, dice cosas muy feas que no me gustan."
"¿Te dijo algo feo y por eso te fuiste?" Cuestionó, viéndole asentir por tercera vez. "¿Puedo saber qué fue lo que te dijo?"
"Que papá no volvería a recogerme nunca más porque me había abandonado, como mi madre."
Un peso extra se instaló en el pecho de TaeHyung, quien se esforzó en ocultarlo a duras penas, meneando la cabeza de un lado a otro. Los niños eran tan crueles que a veces no podía comprender cómo sus padres los educaban.
Él asintió, haciéndole ver que comprendía su situación. "Entiendo... Hyunjin te dijo eso y tú te escapaste de su casa, ¿verdad? ¿Le dijiste a alguien que te irías?"
"Nop. Me fui cuando nadie miraba, porque sino la señora Hwang no me dejaría."
"¿Y hace mucho que te fuiste de allí?"
Lyon se encogió de hombros, frotando sus propios brazos. "No lo sé, pero no hacía tanto frío como ahora." Luego, miró al cielo, señalándolo. "Creo que todavía estaba el Sol ahí puesto. Ya se ha debido de ir."
"¿Tienes frío, Lyon?"
"Un poquito." Él le mostró sus dedos índice y pulgar levemente separados, los cuales le servían como medida.
Inmediatamente el rubio se deshizo de su chaqueta sin siquiera pensarlo, rodeando el cuerpo del más pequeño para que así entrase en calor, frotándole los brazos. Lyon esbozó una dulce sonrisa a modo de agradecimiento.
"¿Así mejor?"
Él volvía a sentir. "Sip. Muchas gracias, señor TaeHyung."
Dejando escapar una bocanada de aire tras devolverle la sonrisa, TaeHyung observó a Lyon mientras sopesaba sus opciones, que no eran muchas en realidad. Por no decir que era una sola. Llevar al menor de vuelta con su padre.
"Vale, Lyon... Vamos a hacer una cosa, ¿vale?" Comenzó con su propuesta, mirándole a los ojos. "Yo conozco a tu padre y de hecho voy de camino al bar donde él trabaja, así que puedo llevarte con él sin problema, pero-"
Su voz enérgica le interrumpió.
"¡Sí, vamos!"
TaeHyung puso una mano en su abdomen en cuanto vio las intenciones que tenía de avanzar, deteniéndole.
"Espera, espera, antes debo decirte algo muy importante." Dijo, poniendo un dedo en alto. Lyon se quedó quieto. "Esto que has hecho de escaparte es bastante peligroso, lo sabes, ¿verdad? Hay gente muy mala con la que podías haberte cruzado."
"Lo sé..."
"Gente que puede engañarte diciendo que conoce a tu padre, pero en realidad no es así, sólo lo dicen para engañarte." Añadió. "Dime, ¿has hablado con alguien en todo el rato que has estado solo?"
"Nop."
"¿Alguien más se te ha acercado? ¿Te han dicho algo? ¿Ofrecido golosinas, dulces...?"
"Tampoco. Sólo tú."
"¿Seguro?"
"Sí, señor."
"Bien..." Satisfecho y aliviado, asintió. "Debes tener mucho cuidado, ¿vale? No puedes irte con desconocidos."
Lyon volvió a asentir, viéndose avergonzado y culpable. TaeHyung quería guardárselo en el bolsillo de su camisa.
"Pero tú sí que conoces a mi padre, ¿verdad? No quieres engañarme."
"Yo conozco a tu padre, efectivamente, igual que a tu tío Mos y a Fourth, mi hermano pequeño y él son grandes amigos, por eso los conozco. Aun así, tienes que ser cuidadoso. No puedes escaparte, así como así."
El pequeño se abrazó a sí mismo, algo cohibido tras la regañina. "Vale... Lo siento mucho, señor TaeHyung. No lo volveré a hacer."
"Muy bien, confío en tu palabra. Ahora vamos a buscar a tu padre, el pobre debe estar buscándote hasta debajo de las piedras." Suspiró. Luego, abrió los brazos hacia él. "¿Quieres que te lleve en brazos? Así no pasarás tanto frío."
Sin dudarlo, Lyon ocupó el espacio vacío entre sus brazos, acurrucándose contra TaeHyung, cuyo corazón se derritió al instante, alzándolo cuidadosamente.
Se dio la vuelta, encontrándose con los ojos confundidos de Gemini, quien había estado observando todo desde la ventana del coche, sin entender nada ni mucho menos enterarse. Él ladeó la cabeza tan pronto como vio a su hermano sosteniendo a aquel niño tan confiadamente.
"Cámbiate y vete a los asientos de atrás, necesito que lo vigiles. No tenemos sillita para bebés." Le indicaba al menor, quien aún con la confusión por delante supo reaccionar a tiempo, bajándose del coche y cambiándose de lugar.
"¿Por qué nos lo estamos llevando?"
"Es el hijo de Jaemin, el camarero del bar. Te acuerdas de él, ¿cierto?" Gemini asintió. "Pues este es Lyon, se ha escapado de casa de su vecina. Lyon, este es mi hermano pequeño Gemini. Gemini, este es Lyon."
"Hola." El pelinegro le dedicó su mejor sonrisa, mientras que el niño parecía muy sorprendido.
"¿Eres el amigo de tío Fourth?"
Todavía confundido, este asintió mientras TaeHyung lo sentaba en la parte de atrás, colocándole dos cinturones. "Así es..."
"Él habla mucho de ti, me dijo que también te gustaban los videojuegos y tenías un montón, como a mí."
Aquella confesión tan inocente hizo que Gemini esbozara una sonrisa casi avergonzada, sonrojándose hasta las orejas. Él colocó una mano protectora en el abdomen del niño, para sostenerlo cuando el coche se pusiera en marcha.
"...Mi padre tenía una consola en casa de los abuelos, pero tuvimos que venderla para poder irnos a la nuestra. No teníamos mucho dinero, o eso dice la abuela... Yo creo que la vendió para que el tío Jungkook no volviera a ganarle nunca."
TaeHyung rio conforme volvía a su asiento, cerrando la puerta y colocándose el cinturón, pues eso era algo que perfectamente vería a cualquier hombre capaz de hacer.
"¿Fourth te ha hablado más sobre mí?"
"Dice que eres muy divertido, aunque cuentas chistes muy malos." Respondió.
Esta vez, Gemini se sintió ofendido a la par que avergonzado, volviendo a sonrojarse. Su hermano soltó una carcajada que fue incapaz de controlar, lo que le molestó en demasía, terminando por fulminarle. No era su culpa que todos tuvieran humor de amargados.
"Vaya..."
Alrededor de veinte minutos más tarde, tras haberse recorrido aquel distrito de punta a punta sólo para llegar a aquel dichoso bar, TaeHyung aparcaba a una calle de distancia, bajándose del coche inmediatamente para sacar a Lyon, quien parecía tener una conversación sobre videojuegos super interesante con Gemini (sin ningún tipo de preocupación por su pobre padre), de la parte trasera.
"Ya hemos llegado, Lyon." Le dijo, la mismo tiempo en que le quitaba los cinturones.
Gemini se bajó por el otro lado, cerrando la puerta a sus espaldas y suspirando. Tras él, la voz gruesa de un hombre le sobresaltó.
"¡Coño, pero si son los hijos del alcalde!" Exclamó dicha voz. "Y traéis al enano... ¿Dónde te habías metido, Lyo? Tu- tu padre te está buscando como loco por todas partes. Pobre hombre..."
TaeHyung inmediatamente miró en su dirección, encontrando un rostro bastante conocido, por lo que frunció el ceño.
"¡Hola!" Lyon le saludó con la mano, enérgicamente.
"Oh, hola... Raehwan, ¿cierto?" Murmuró su nombre, viéndole asentir. "¿Sabías que Lyon estaba desaparecido?"
"Jungkook me envió a buscarle al otro lado, pero no lo encontraba por ninguna parte... Normal, si estaba contigo. ¿Dónde lo has encontrado? Están t-todos desesperados, no sabían dónde más buscar."
"Estaba a veinte minutos de aquí, cerca de un parque." Le explicó, acomodando al menor entre sus brazos. "Eh... Oye, Raehwan, ¿podrías hacerme un favor? Te pagaré."
Este asintió. "Claro que sí, amigo, pide por... por esa boquita."
"¿Podrías cuidarme el coche un momento? Tengo que hablar con el dueño del bar, Mos, y llevar a Lyon con su padre."
"Faltaría más, yo me quedo con él, no p-pasa nada... Ni siquiera tienes que pagarme."
TaeHyung le dedicó una sonrisa encantadora. "Muchas gracias, Raehwan, te debo una." Aseguró, viéndole negar.
"No es necesario, muchacho. Los amigos de Jungkook son mis amigos."
"Bien. Gracias."
Conforme su sonrisa se hacía más grande en señal de agradecimiento, él se despedia de Raehwan con un movimiento rápido de mano, guiando a Gemini hacia el bar de Mos que se encontraba calle arriba, donde llegaron tan sólo un minuto después. Dejó a Lyon en el suelo antes de entrar, simplemente sosteniendo su pequeña mano para que este lo hiciera por sí solo.
Tan pronto como pusieron un pie dentro de dicho bar, TaeHyung vio todo el caos que la desaparición del pequeño había causado.
Jungkook se encontraba junto a la barra, móvil en mano y hablando con alguien, viéndose preocupado. Por otro lado, Mos parecía atento a la conversación que este mantenía, probablemente comunicándose con la policía para informar de lo sucedido.
"¡Papá!" Chilló Lyon, llamando la atención de su padre, que yacía medio inconsciente en una silla, sollozando mientras Fourth frotaba su espalda suavemente, su rostro cubierto por una mueca llena de angustia.
Sin embargo, tan pronto como la voz de Lyon sonó, llenando el ambiente cargado de tensión, todos los presentes voltearon en su dirección.
Jaemin se levantó de su silla con las piernas temblorosas y una expresión de lucidez. TaeHyung se acercó a él para que pudiera alcanzar a su hijo sin problemas, entregándoselo inmediatamente. Jungkook y Mos fueron tras ellos.
"Lyon..." Susurró su nombre, observándolo, como si no pudiera creer que estuviera allí realmente. Luego, miró al rubio. "¿D-Dónde lo has...? ¿Cómo...?"
"Veníamos de camino aquí y lo vimos caminando solo por un parque. Me dijo que estaba buscándote, pero se había perdido. Parece ser que se escapó de casa de tu vecina por algo que su hijo le dijo sobre ti..." Él frunció los labios, inseguro. "Creo que deberíais hablar de eso. Es importante."
Jaemin asintió, sin saber qué decir o reaccionar, aún en shock. "Vale... Muchas- muchas gracias, TaeHyung. Dios... Lyon..."
Toqueteó la cara de su hijo, quizás para cerciorarse de que en realidad estaba ahí, incapaz de creerlo, para luego abrazarlo con todas sus fuerzas y ser correspondido del mismo modo, sintiéndole suspirar. No sólo Jaemin estaba aliviado, Lyon también.
"No es nada..." Murmuró, sintiendo un pequeño hueco en el pecho.
El padre del niño tragaba saliva constantemente, incapaz de no verse horrorizado ni tampoco de soltar a su hijo, a quien apretaba con todas sus fuerzas mientras observaba a TaeHyung.
Una mano se posó en la cintura de TaeHyung, antes de que este se girase, topándose con los ojos brillantes de Jungkook.
"¿Sabes si alguien...?" Quiso saber.
Él negó. "No, me dijo que nadie más se le había acercado en todo el tiempo que estuvo solo. No le ofrecieron nada, ni él habló con ninguna otra persona... Sólo conmigo."
"Vale, bien... Menos mal..."
"Sí..."
Jungkook tragó saliva también, dejando de mirar a su ahijado para enfocarse en los ojos de TaeHyung, cuyo rostro acunó con su mano libre, aquella que no le sostenía la cintura todavía. Estaba alterado.
"¿Cómo sabías quién era él?"
"No lo sabía, simplemente me acerqué porque lo vi allí solo y quería asegurarme de que no fuese lo que yo pensaba." Explicó, relamiéndose los labios. "Luego me dijo su nombre y supe que era hijo de Jaemin."
Ninguno de los dos parecía ser consciente de la cercanía entre ambos ni mucho menos de la tensión, que no desaparecía ni siquiera en estos casos tan extremos. O al menos, así fue hasta que una mano se posó en el hombro de TaeHyung, obligándole a girarse para encontrarse con Mos.
"Gracias por traerlo hasta aquí, TaeHyung. Su padre está muy nervioso ahora mismo para decírtelo, así que lo hago en su nombre."
Él le sonrió. "No tenéis que darme las gracias."
"Claro que sí, no sabes el susto que nos ha dado ese mocoso... Lo hemos buscado durante horas hasta debajo de las piedras."
"Me lo imagino, ha sido muy escurridizo. Pero lo importante es que está bien, con su padre y conoce medianamente la gravedad de sus acciones." Suspiró, pudiendo respirar hondo ahora. "Gemini le ha hecho prometer que no volverá a hacer nada parecido si quiere que le preste su consola un día. Bajo la aprobación de su padre, claro..."
Mos soltó una risita. "Jaemin está traumatizado con las consolas desde que Jungkook le ganó doce veces seguidas a un videojuego." Dijo, viendo al rubio sonreír.
"Sí, él nos ha comentado algo sobre eso..." Asentía. Poco después, se aclaró la garganta, llenando el pequeño silencio que acababa de formarse con su voz, mientras observaba al dueño del bar. "Eh, Mos... No sé si ahora mismo es el momento más adecuado, pero necesito hablar contigo sobre algo importante."
Este también asintió. "Tranquilo, Jungkook ya me ha advertido para lo que venías. Sígueme, antes de que esto empiece a llenarse de gente."
"Oh... De acuerdo."
Tan pronto como Mos avanzó hacia el final del local, TaeHyung le siguió, despidiéndose de Jungkook con un asentimiento.
Jeon se quedó allí de pie, viéndolos alejarse antes de que Jaemin llamase su atención. El susodicho se acercó hasta él con su hijo en brazos, ahora luciendo mucho más tranquilo, aunque su mirada era de súplica cuando le observó, este adivinando qué era justo lo que iba a pedirle antes siquiera de que abriera la boca.
"Jungkook..."
"Yo me quedo con el mocoso aquí mientras trabajas, no te preocupes." Se anticipó, viendo su pequeña sonrisa mientras Lyon iba hacia él. "Total, no tengo nada que hacer." Agachándose para alzarlo, suspiró. "Arriba, enano."
Abrazándose a su cuello, caminó con él en brazos hasta la barra.
Media hora más tarde, TaeHyung y Mos seguían hablando al final del bar, Jungkook siendo prácticamente incapaz de apartar la mirada de ellos, en especial cuando mutuamente decían algo que hacía al otro reír. Él estaba convencido de que su mejor amigo estaría bastante reacio a tener ese tipo de conversación con TaeHyung, mas grande fue su sorpresa al ver que era todo lo contrario; que hablaban como si se conocieran de toda la vida.
Mos puso una mano en el hombro de TaeHyung, mencionando algo que, por supuesto, le hizo reír, y a un Jungkook que actuaba sin consciencia propia, bufar.
Jaemin emitió un silbido, llamando así la atención del azabache, quien dejó de observar aquella escena inexplicablemente molesta para mirarle a él, levantando las cejas nada más encontrarse con la mirada sugerente que estaba recibiendo.
"¿Qué pasa?" Murmuró, jugueteando con las manos de Lyon, quien estaba entretenido con un vídeo que se reproducía en el teléfono del propio Jungkook. "¿Por qué me miras así?"
"No, por nada, por nada..." Negaba, haciéndose el desentendido, aunque en el fondo de su mirada intentaba decirle algo. "Pero, sabes que Mos no está intentando quitarte a tu chico, ¿verdad? Sólo están hablando."
Jungkook frunció el ceño. "¿De qué narices hablas? Yo no tengo ningún chico."
"Bueno, si tú lo dices... No seré yo quien te lleve la contraria." Encogiéndose de hombros, murmuró. "Seguramente sean cosas mías, tampoco es como si llevaras media hora intentando leerles los labios. Ni mucho menos mirando a Mos como si hubieras olvidado completamente que es tu mejor amigo desde los seis años." Jaemin asentía para sí mismo, mientras secaba un vaso. "Sí, debe ser eso... Cosas mías."
Dejando escapar un bufido, Jungkook ni siquiera se molestó en responder nada, poniendo los ojos en blanco antes de volver a mirar hacia atrás, encontrándose con que TaeHyung y Mos terminaban su conversación y se levantaban de la mesa.
"Me has dejado mucho más tranquilo, la verdad." Decía aquel a quien consideraba su mejor amigo, casi un hermano.
"Es comprensible, a todos los hermanos mayores nos llega ese miedo de dejarlos salir del cascarón, pero es lo más sano para ellos." TaeHyung asentía. "Te lo dice alguien que ha acabado haciéndose un tatuaje por su hermano, de imprevisto."
Mos soltó una carcajada, palmeándole el brazo amistosamente. Jungkook entrecerró los ojos, no oyendo nada, sólo estando pendiente a los gestos que hacían.
"...Te lo agradezco, TaeHyung, en serio."
"No me agradezcas, es un placer." Aseguraba, pasando junto a su hermano y Fourth y poniendo una mano en los hombros de Gemini, mientras que Mos avanzaba. "Nos vamos ya, Gem."
"¿Tan pronto? Es muy temprano, aún..."
"Tenemos que sacar a Yeontan y darle de comer, acuérdate que ahora es tu responsabilidad." Le recordaba.
Gemini asintió, poniéndose en pie a regañadientes. "Es verdad, es verdad... Nos vemos el lunes en la universidad, Fot, ¿de acuerdo? Te enviaré fotos del cachorro para que lo veas con su nueva correa."
El mencionado esbozó una sonrisa de oreja a oreja. "Sí, por favor. Y muchas gracias por venir a hablar con mi hermano, TaeHyung... Te debo una."
"Claro que no, descuida. Dice que ya hablaréis cuando estéis en casa, pero estoy convencido de que dará su brazo a torcer."
Fourth suspiró.
"Espero que sí..."
Cinco minutos después, ambos hermanos salían del bar, luego de que TaeHyung hubiese recuperado su cazadora a manos de un muy agradecido Lyon, quien abrazó a los dos y prometió a Gemini portarse muy bien, sólo si así este le dejaba jugar con su consola un día de estos. A regañadientes, su padre aceptó.
"Qué inteligentes son los niños de hoy en día..." Comentaba el menor de los hermanos, haciendo a TaeHyung bufar.
"Lo dices como si tuvieras cuarenta y cinco años, Gemini. Tú también eras bastante inteligente para lo que te convenía cuando tenías la edad de Lyon, no te quites mérito."
Él rio, tocándose los bolsillos y sólo así notando que le faltaba algo. "¡Mi móvil! Me lo he dejado dentro." Anunciaba, deteniendo su caminar. TaeHyung puso los ojos en blanco, pues no existía nadie más descuidado que su hermano.
"Ve rápido, anda..." Le indicó.
Gemini desapareció por dónde había venido inmediatamente, dejándole allí a solas. Este suspiró, segundos antes de ver a Jungkook aparecer por la puerta, saliendo del bar en su búsqueda. Él sonrió al verlo allí de pie, pues no había llegado tarde.
"Rubito." Llamó a TaeHyung, caminando hacia él.
Este se cruzó de brazos, a la espera de su llegada con la cabeza ladeada. "Por fin, hombre... Ya tardabas en venir detrás de mí. Empezabas a asustarme." Se burló descaradamente.
Jungkook soltó una risita. "Olvidaba decirte algo importante."
"¿De qué se trata?"
"El lunes, ¿estás libre por la mañana?"
Kim asintió, frunciendo el ceño. "Sí... Tengo clases por la tarde, ¿por qué lo preguntas?"
"Para que me acompañes al hospital, por lo del voluntariado. Así conoces al señor y la señora Bang, ya sabes... El otro día no fue posible." Explicó, mirándole atentamente, con el labio inferior entre los dientes.
"Oh, claro... Sí, iré, por supuesto. Sin problema."
Aquellas palabras hicieron que Jungkook esbozara una diminuta sonrisita, satisfecho con su respuesta afirmativa, una respuesta con la que él, por supuesto, ya contaba de antemano.
"Perfecto, pues nos vemos el lunes, rubito." Dijo, a modo de despedida, golpeándole suavemente la barbilla. "Espero que esta vez no tardes tanto."
TaeHyung soltó un bufido.
"Seré muy puntual, por eso no te preocupes." Aseguraba, cruzándose de brazos. "Sólo espero que a ti no te de por querer librarte de otro ex usándome a mí o a mi boca. Sería todo un detalle..."
"Cuenta con ello." Aseguraba, acercándose mínimamente a él y presionando el dedo pulgar contra su labio inferior. "Pero sólo a lo de usarte a ti... Lo de tu boca es algo que veo poco probable. Aún no he podido usarla del todo."
De nuevo, el rubio bufó en cuanto Jungkook le guiñó un ojo, lamentándose al mismo tiempo en que se le insinuaba de manera descarada. Aquello le hizo sufrir un escalofrío que le recorrió de pies a cabeza.
"Sigue soñando." Masculló.
Las cejas de Jungkook se alzaron, contorneando con su dedo el labio inferior ajeno. "¿Contigo?" Susurraba contra estos, no pudiendo quitarles la mirada ni por un segundo. "Descuida, rubito, eso es algo que hago desde que te conocí."
"Oh, ¿en serio?" Susurró de vuelta, falsamente impresionado. Copió su expresión, desafiante, ya que claramente sabía todo lo que ocasionaba en Jungkook sin necesidad de esforzarse.
"Muy en serio."
"Ya... Pues espero que te guste muchísimo eso que sueñas conmigo, porque es lo máximo que vas a conseguir de mí."
Acto seguido, visualizó la figura de Gemini aparecer nuevamente tras Jungkook, lo que le obligó a empujarle con suma discreción, para no alertar a su hermano, quien se acercaba a ellos, mirando algo en su móvil sin enterarse de nada. Jungkook le sonrió, desafiante.
"Fourth justamente iba a salir para dármelo, menos mal que me ha pasado aquí y no en otro sitio." Suspiraba Gemini, llegando a su lado. Él miró entre ambos, notando cierta tensión, algo que le descolocó un poco. "Eh... ¿Nos vamos?"
"Claro, vamos. Raehwan debe estar esperándonos todavía." Asintió, como si no pasara nada.
"Es cierto." Murmuró el menor, siguiéndole. "Adiós, Jungkook."
"Adiós, Gemini. Rubito..."
El mencionado ni siquiera se giró a mirarle, por lo que su corazón latió más fuerte, más vivo que nunca. Le encantaba.
Una vez ambos se alejaron lo suficiente, Gemini se acercó a TaeHyung, un poco curioso.
"¿Qué te estaba diciendo Jungkook?" Quiso saber.
TaeHyung se apresuró a negar. "No, nada... Me propuso ir el lunes al hospital para conocer al resto de pacientes que no pude la última vez, simplemente."
"Oh, ya veo..." Asintió, comprendiendo.
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