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✧c.-014

N/A: Realmente me encanta la dinámica entre TaeHyung y Jungkook, es muy entretenida y emocionante de escribir xD

Cap dedicado a Hidalgos_Fiver_Pushi ♡♡

Hoy os recomiendo '#icanteven' de The Neighbourhood y French Montana, una canción que no sale de mi cabeza desde hace varios meses.

[...]

TaeHyung siguió a Jungkook hasta el interior de aquella cantina un poco a regañadientes, emitiendo algún que otro bufido mientras se lamentaba por no tener la suficiente capacidad de negarse cuando lo creía conveniente. Aunque, en realidad, no es como si tuviera energía para hacerlo, pues había consumido la gran mayoría en el trayecto desde su apartamento al hospital.

"Vamos a sentarnos aquí, ven." El azabache lo guio hacia una de las mesas vacías, indicándole que tomara asiento frente a él, cosa que hizo sin rechistar. "Aquí venden las mejores pizzas que puedas probar en tu vida."

Inmediatamente, el ceño de TaeHyung se frunció. "¿Vas a comer pizza a estas horas?"

Jungkook miró su reloj como si no hubiese entendido la pregunta, confundido.

"Son las dos de la tarde, rubito... ¿Qué hora es buena para pedir una pizza, según tú?"

"Pues no sé, no estoy muy acostumbrado a comer esas cosas." Se encogió de hombros, excusándose. El azabache se rio en su cara, meneando la cabeza de un lado a otro.

De algún modo, sabía con certeza que diría algo parecido, pues TaeHyung cumplía con el noventa y cinco por ciento del cliché de cualquier persona que perteneciera a la clase alta. No se salvaba ni por asomo, cosa que, para su propia sorpresa también, maravillaba a Jungkook.

Sus cejas se alzaron, no dudando en analizar cada detalle del rostro ajeno. "¿Y qué se supone que comes tú, si se puede saber? ¿Foie de pato? ¿Entrecot a la plancha? ¿Jamón ibérico, tal vez? No sé, los ricos coméis cosas raras."

"¿Por qué hablas como si fuéramos una especie extraña?" Quiso saber, con los ojos entrecerrados.

"Porque sois una especie extraña, efectivamente."

Por supuesto, aquella respuesta que sonó muy obvia a sus oídos ofendió al rubio. "Pues yo me considero una persona bastante normal a la que le gusta cuidarse y no comer comida basura. ¿Eso es ser extraño?"

"No, rubito. Ser extraño es creer que hay una preestablecida para comer pizza."

TaeHyung puso los ojos en blanco, agarrando el menú que tenía justo en frente y revisándolo para buscar algo de su agrado, sabiendo que la mirada de Jungkook estaba sobre él en todo momento. Al final, se vio obligado a observarle por encima del menú.

"¿Es que acaso no vas a mirar lo que hay en la carta?"

Este negó, sus ojos brillantes. "No me hace falta, pido lo mismo siempre que vengo aquí. Además, no tienen postre, así que estoy buscando algo dulce para después."

Sabiendo que se refería a él, las comisuras de TaeHyung apenas se elevaron, meneando la cabeza de un lado a otro, negándose a reaccionar positivamente ante aquel hecho tan descarado.

"Pues espero que hayas encontrado mínimo un cheesecake detrás de mí, porque yo no estoy disponible." Señaló, mientras cerraba el menú y volvía a dejarlo sobre la mesa, acto seguido cruzándose de brazos. La sonrisa que Jungkook le dio fue casi desafiante.

"Eso ya lo veremos..." Aseguraba, echándose hacia atrás. "¿Has decidido ya qué vas a querer?"

El rubio asintió. "Número siete, ensalada caprese. Oh, y una botella de agua que no esté muy fría, por favor."

Jungkook ni siquiera se molestó en evitar el bufido que automáticamente abandonó sus labios

"Agua y ensalada en una pizzería... No voy a hacer ningún comentario al respecto porque conservo un poco del respeto que te tengo."

"Vaya, se agradece que no vayas a hacer ningún comentario sobre algo que no te incumbe en absoluto, como es mi alimentación. Todo un detalle por tu parte, teniendo en cuenta que soy yo quien va a pagar..." De manera irónica respondió a su ataque, levantando las cejas y cruzándose de brazos, al mismo tiempo en que veía al azabache ponerse en pie.

Dedicándole una sonrisa vacilona, Jungkook dio un paso hacia atrás. "Faltaría más... Cualquier cosa por mi rubio favorito. En seguida vuelvo."

Tan pronto como este se fue, TaeHyung resopló, aguantándose las ganas de lanzarle un menú a la cabeza. No entendía cómo es que su cuerpo reaccionaba positivamente a cualquier cosa que tuviera que ver con él, con alguien tan... Indeseable. Le producía tantos escalofríos sólo con mirarle, que llegaba a sentirse ridículo por no hacer nada para evitarlo.

Mientras continuaba lamentándose por su pobre control sobre sí mismo, sintió como su teléfono vibraba, una llamada entrante de Gemini apareciendo en pantalla. Inmediatamente la aceptó.

"Hola, Gem."

"TaeHyung, ¿qué tal? Oye, sé que estás muy ocupado ahora mismo, pero tengo un trabajo de la universidad para mañana y quería preguntarte si puedo hacerlo en tu apartamento. Allí hay menos ruido y puedo concentrarme mejor."

Él asintió incluso si su hermano no podía verlo. "Sí, claro, no hay problema. ¿Tienes llaves?"

"Eh, sí... Creo que sí." Le oyó murmurar. "¿Cómo va todo por el hospital?"

"Muy bien, he conocido a un niño llamado Aram al que le encantan las fábulas, como esas que mamá nos leía de pequeños, ¿te acuerdas?"

Gemini rio, el anhelo siendo más que evidente en su voz. "Claro que me acuerdo, tienes una estantería llena de todos ellos. Creo que no te falta ninguno por coleccionar."

TaeHyung también rio suavemente, pues eso era más que cierto. Su madre le volvió un fan empedernido de las fábulas y cuentos para niños desde una edad muy temprana, tanto que coleccionaba todos los que veía. Una obsesión que estuvo a punto de contagiarle a su hermano, pero desgraciadamente se quedó en el intento.

"Eso es cierto."

"Bueno, TaeHyung, te dejo que voy a pedir un taxi hasta tu apartamento, ¿vale? Nos vemos allí cuando llegues."

"De acuerdo, nos vemos allí. Ten mucho cuidado, ¿eh? Y no me dejes comida por el suelo, que nos conocemos." Advirtió, oyendo su risita avergonzada mientras a lo lejos divisaba al azabache acercándose con una bandeja.

Colgó conforme la confusión aparecía en su rostro, guardándose el teléfono en el abrigo de vuelta y frunciendo el ceño conforme veía a Jungkook acercarse más y más, portando en dicha bandeja la comida para ambos.

"Ya está aquí la comida." Anunciaba, entregándole primero su bol de ensalada, que sorpresivamente tenía mejor pinta de lo que TaeHyung imaginó.

"¿Tan pronto? Pensé que tardarían más en prepararla..."

Sentándose frente a él de nuevo, Jungkook negó, tomando una porción de su pizza. "Siempre son muy rápidos, uno de los cocineros estuvo a punto de conseguir un récord Guinness hace más de quince años por eso mismo."

"Oh... No tenía ni idea." Expresó su admiración con un leve asentimiento. "¿Y sueles venir mucho por aquí?"

"Normalmente intento pasarme siempre que vengo temprano al hospital, le llevo comida a Jaemin y a su hijo, otras simplemente compro almuerzos para los pacientes que no pueden salir y tampoco tienen una dieta muy estricta. Me gusta consentirlos."

La sonrisita que apareció en el rostro del rubio estaba llena de dulzura. "Eso es adorable viniendo de ti."

Por supuesto, Jungkook bufó tras soltar una carcajada.

"¿Qué quieres decir con eso?"

"Hm... Nada." Se encogió de hombros rápidamente, atreviéndose a probar la ensalada para comprobar que no sólo se veía apetecible, también sabía deliciosa. "Qué rico... Está mucho mejor de lo que me imaginaba..."

"¿Quieres probar un trozo de pizza?" Propuso, poniendo una porción en alto. "Es de masa fina, supongo que no tendrá tantas calorías para que te asustes."

TaeHyung puso los ojos en blanco. "No me asustan las calorías, para tu información."

"Como tú digas... ¿Quieres o no? Aprovecha que estoy siendo generoso contigo, normalmente nunca comparto mi comida con nadie."

"Pero si la voy a pagar yo." Le recordó, con el ceño fruncido. El azabache se encogió de hombros como si eso no significara nada bajo su criterio, que era el más razonable de todos, por supuesto.

"¿Y qué? Sigue siendo mía."

"Bueno... Déjame darle un bocado simplemente, no quiero que se me mezclen los sabores. "¿O eres escrupuloso?"

Jungkook le observó con las cejas en alto. "¿Me lo estás preguntando en serio, rubito? Mi lengua ha estado más veces dentro de tu boca este mes que en la mía propia." Dijo, logrando que TaeHyung se sonrojara al instante.

"Qué exagerado..." Murmuró, conforme el azabache le tendió la porción de pizza, quedando esta frente a sus labios.

"Muerde."

Él así lo hizo, hincando sus dientes en la masa y llevándose un trozo pequeño de esta, comenzando a masticar bajo la atenta mirada del azabache. El sabor del queso, la salsa barbacoa semi dulce, la carne madurada y el bacon crujiente explotaron en su paladar.

"¿Qué te parece? ¿Te gusta?"

"Está deliciosa." Asintió, relamiéndose los labios cuando tragó. "Nunca pensé que estaría tan buena..."

"¿Ves? Eso te pasa por prejuicioso, rubito."

"No tengo prejuicios." Se apresuró en aclarar. "Es simplemente que estoy acostumbrado a comer la comida que preparan los cocineros que trabajan en casa desde que soy pequeño. Son cosas muy diferentes."

El gesto de Jungkook se torció, asintiendo. "Tiene sentido... En mi casa nunca cocinaba nadie, así que no sé lo que es comer comida casera, pero supongo que de cierto modo puedo comprenderte."

Una punzada de culpabilidad atravesó a TaeHyung, quién masticaba un trozo de mozzarella aparentemente fresca y dejó de hacerlo para observar con atención al azabache.

"¿Nadie?"

"Bueno... Mi padre a veces preparaba fideos de sobre cuando estaba de buen humor o fuera de la cárcel, aunque estoy muy seguro que eso ni de broma cuenta como comida casera."

Ante la mención de su progenitor, Kim no pudo evitar el escalofrío que recorrió su cuerpo cuando le vio encogerse de hombros como si nada, como si su situación ni siquiera tuviera la importancia suficiente para hablar de ello. La curiosidad de preguntar por una figura materna surgió, mas la mantuvo oculta, no queriendo ser demasiado invasivo.

"Nunca he probado fideos de sobre, pero apuesto a que no suena tan mal como dices. Estoy convencidísimo." Dijo y Jungkook rio, negando con la cabeza.

"Se nota que no los has probado, sí."

TaeHyung bufó, rodando los ojos. "Eres un idiota, ¿te lo han dicho alguna vez?"

"No tanto como te gustaría, me parece a mí..."

"En ese caso, voy a estar súper encantado de ser yo quien te lo recuerde todos los días de mi vida."

Los ojos de Jungkook brillaron al instante, mirándole con interés. "Vaya... Eso suena muchísimo mejor de lo que parece, rubito. ¿Cómo piensas hacerme llegar ese recordatorio? ¿Será en persona? ¿Vendrás a verme hasta mi casa?" Ladeó la cabeza, pensativo mientras se mordía el labio. "Tal vez debería comprar sábanas nuevas..."

Esta vez, la risa de TaeHyung fue la que sonó. "Definitivamente deberías comprar sábanas nuevas. E incluso un colchón."

"¿Tú crees?"

"Claro, esos sueños que tienes necesitan un buen soporte." Asintió, relamiéndose los labios. "Pero no, ya que has conseguido mi número mágicamente con tus tácticas inventadas de seducción, te enviaré un mensaje siempre que considere necesario recordarte lo idiota que eres."

Jungkook levantó las cejas y alzó un dedo, llegando a verse ofendido por el modo tan descarado en que TaeHyung se burló de él, sin piedad ni consideración alguna.

"Primero de todo, rubito, no son tácticas inventadas, existen y son tan útiles que te sorprenderían. Segundo, no puede considerarse por arte de magia conseguir un número de teléfono que tú mismo me brindaste sin darte cuenta." Respondió, logrando que TaeHyung se sintiera inexplicablemente confundido.

"¿Yo mismo te brindé? ¿Cómo?"

"Firmaste el consentimiento para tatuarte con tus datos." Le recordó.

El ceño del rubio se frunció aún más. "Datos a los que no puedes darle el uso que te de la gana, Jungkook, eso es ilegal."

"...Por eso mismo no los utilicé, porque protejo la privacidad de mis clientes. Sin embargo, fue muy diferente cuando encontré esa etiqueta en tu abrigo donde ponía tu dirección y teléfono móvil, ahí sí que pude darle el uso que a mí me apeteciera." Volvía a recordarle, tan orgulloso de su ingenio que ni se molestó en ocultar la sonrisa victoriosa que jalaba sus labios.

TaeHyung quedó en completo silencio, analizando en su mente todos y cada uno de los pequeños detalles de su abrigo favorito, el que usaba cada vez que podía y su madre tejió para él, encontrando que, efectivamente, tenía una pequeña etiqueta cosida por ella para cualquier caso de emergencia.

"Ya veo... Así que tu táctica de seducción se basa en tomar números telefónicos aleatorios y contactar con el dueño. Qué poco original, Jungkook... Esperaba más de ti."

"¿Poco original?" El mencionado entrecerró los ojos. "Los números de teléfono me llegan solos, ni siquiera necesito pedirlos o buscarlos. El tuyo fue aún más fácil, porque llegó a mis manos por casualidad. Yo tan sólo aproveché la ocasión, sin más."

"Y eso mismo demuestra tu falta de originalidad."

Entonces, se encogió de hombros. "Me da igual, honestamente. La originalidad es para aquellos que deben hacer pequeños esfuerzos a la hora de conquistar a alguien y ese no es mi caso. No tengo que esforzarme."

"¿No tienes?"

"Nop." Negó, señalándolo poco después. "Ni siquiera contigo."

TaeHyung levantó las cejas, dudando en si estaba sorprendido, ofendido o simplemente la situación le resultaba divertida. Unos segundos más tarde, descubrió que era la tercera.

"Ya veo... ¿Crees que soy fácil?"

"No, nadie es fácil; aunque te intereso y ni siquiera te molestas en ocultarlo. Eso me gusta, a decir verdad, no soy un fanático de aquellos que se hacen los interesantes cuando ya están a tus pies."

El rubio soltó una pequeña risa ante aquella confesión tan directa.

La confianza y seguridad que tenía Jungkook en sí mismo era digna de admirar, sin duda alguna. Sabía que era atractivo, pero no consideraba que fuese superior a nadie por serlo, tampoco por ser consciente de ello y que nadie supiera demostrar lo contrario. Aquello era algo que para TaeHyung resultaba casi hipnotizante, pues no todos eran capaces de conocer su propio valor sin ser egocéntricos en el proceso.

"Yo no estoy a tus pies, Jungkook."

"Créeme que lo sé, rubito... Pero ojalá lo estuvieras." Admitió, mirándole a los ojos mientras se mordía el labio.

Por supuesto, el susodicho se estremeció de pies a cabeza, suspirando y mirando hacia otro lado tan pronto como reconoció aquella respuesta como un comentario sugerente, igual de directo que todos los que salían por su boca. Otra cosa que TaeHyung adoraba silenciosamente era sentirse deseado. Ni siquiera se escondía.

"Eres un descarado..." Masculló.

Jungkook estuvo de acuerdo, asintiendo. "Y a ti te gusta."

"Correcto."

Esbozando una sonrisa satisfecha, Jungkook dio la conversación por finalizada allí, donde no debían admitir nada más de lo necesario en voz alta si querían mantener la compostura y así evitar que el ambiente se sintiera demasiado pesado alrededor de ambos.

Sin embargo, la atención de TaeHyung cambió de objetivo, enfocándose esta vez en un chico que se encontraba en la mesa de enfrente, sus ojos atentos a cada cosa que pasaba entre ellos, manteniendo el ceño fruncido y una mueca de pocos amigos. Su mirada intensa y pesada logró que TaeHyung se sintiera algo intimidado, cosa que Jungkook pareció notar.

"¿Pasa algo?"

Kim negó, visiblemente incómodo. "Es que atrás de ti hay un chico mirándonos... Creo que lleva bastante tiempo haciéndolo, pero no le he prestado atención hasta ahora."

"¿Un chico?" Su ceño se frunció también, aunque pareció entenderlo al instante, no mostrándose sorprendido en absoluto. "¿Tiene el pelo largo y castaño?"

"Lo tiene bastante más largo que tú, por los hombros, más o menos." Respondió, usándole como referencia, ya que el cabello del azabache se asomaba por los costados de su nuca casi tímidamente.

"¿Tiene tatuajes?"

"Sí, y también un piercing en la nariz... Va acompañado de una chica con el pelo rosa." Murmuró, intentando no hacer contacto visual con él, por lo que miró a Jungkook en busca de respuestas, sólo para encontrarse con su mueca de pesar. "¿Lo conoces?"

Él chasqueó la lengua, apretando los labios. "Por desgracia sí, es mi ex..."

"¿Es tu ex novio?"

"Algo así... Nunca tuvimos nada serio, sólo nos acostábamos." Explicó. "Él quería formalizarlo, yo no... Y lo dejé."

"Terminaste con él."

"Sí, por teléfono."

TaeHyung se inclinó sobre la mesa, horrorizado. "¿Rompiste con él por llamada?"

"Por mensaje." Aclaró, haciendo una mueca, como si supiera que no había estado precisamente en lo correcto, pero aún así no quisiera admitirlo. "Aunque no había nada que romper, ya te he dicho que sólo nos acostábamos. Nunca fue nada serio, él era el único que cambió de parecer al final."

Un bufido abandonó los labios del rubio. "Eres un insensible."

"No es mi culpa que otros quieran algo que yo no, rubito. Siempre soy muy tajante con mis preferencias, límites y todo eso. Además, terminamos en muy buenos términos, para tu información." Le hizo saber, aclarándose la garganta. "Aunque, para evitar inconvenientes o que se forme un escándalo, creo que deberíamos irnos de aquí..."

"¿Y qué pasa con la cuenta, genio?" Cuestionó, mirándole con las cejas alzadas.

Jungkook entreabrió los labios como si hubiese olvidado aquel pequeñísimo detalle. "Eh... Puedes ir a pagar mientras te espero aquí, si le dices al dueño que vas de mi parte te hace un descuento, seguro."

"Ya, claro..." Resoplaba, poniendo los ojos en blanco. "Porque por cómo me está mirando, no es probable que me clave un cuchillo ni nada por el estilo si paso por su lado, ¿verdad?"

"Obviamente no, TaeHyung."

El susodicho se puso en pie, llevándose la cartera consigo. "Más te vale." Fue todo lo que dijo, antes de rodear la mesa y desaparecer de su vista.

Jungkook no miró hacia atrás en ningún momento, evitando así encontrarse con Seokhwa, quien fue su pareja únicamente sexual durante los últimos tres meses y rezando de manera silenciosa porque TaeHyung volviera a la mesa sano, salvo y sin ningún cuchillo clavado en cualquier parte de su cuerpo.

Afortunadamente (para ambos), el rubio apareció tan sólo tres minutos después, con los labios apretados y una mueca de pocos amigos, pero sin ningún cuchillo clavado e intacto, por lo que Jungkook no entendía su enfado.

"¿Te ha hecho algo, o...?"

"No, pero me ha mirado muy mal y ha dicho algo francamente ofensivo sobre mí cuando he pasado por su lado. Se piensa que soy su reemplazo o algo parecido." Bufó, agarrando su abrigo.

El azabache se puso en pie, aguantándose las ganas de reír. "Ya le gustaría..." Murmuró en voz baja.

TaeHyung no tardó en darse la vuelta, observándole con el ceño fruncido, habiéndole escuchado decir algo, pero no llegando a entenderlo.

"¿Qué has dicho?"

"No, nada, nada..."

"Ah, bueno." Asintió, dejándolo estar mientras ambos abandonaban el loca, agradeciendo internamente que la puerta estuviera al otro lado de dónde se encontraba aquel individuo. "Pues agradecería que, si tan bien habéis terminado, le dijeras que no soy su reemplazo ni mucho menos tengo nada que ver contigo."

"A ver, rubito, un poco sí que tienes que ver... Nos hemos besado en muchas ocasiones, tu padre me ha sacado del calabozo, somos voluntarios en el mismo hospital y, por si fuera poco, no puedes olvidar esa vez en el baño en la que te-"

"¡Ni lo digas!" Se apresuró a detenerle, con las mejillas rojas como tomates. "Y eso no significa nada. Nada de nada. No tenemos una relación basada en el sexo como la que tenías con él, ni tampoco estoy interesado en tenerla. Ni siquiera nos conocemos mucho, en realidad."

Jungkook ladeó la cabeza. "¿Desde cuándo conocer a alguien es necesario para acostarte con esa persona?"

"Desde que lo establecí como una preferencia personal, ¿tal vez?"

"Uhm, bueno..." Mordiéndose el labio, pensativo, miró a TaeHyung. "¿Qué quieres saber, entonces? Ya conoces mi nombre, dónde vivo, en qué trabajo, el nombre de mis amigos, a lo que me dedico en mi tiempo libre... ¿Qué otra cosa necesitas conocer?"

TaeHyung sentía que se le iba la vida en ello tras aquella pregunta, incapaz de comprender cómo una persona podía ser tan sumamente estúpida cuando se lo proponía.

"¡Nada, porque no me quiero acostar contigo!"

"Sí que quieres." Respondió, observando el modo en que sus facciones adoptaban una mueca de seriedad. "No me mientas a la cara, rubito, sé perfectamente que quieres. Yo también, así que no pasa nada."

Sólo entonces, TaeHyung se vio en la necesidad de tomar una respiración profunda, calmarse (mas no negar las palabras ajenas, pues, una vez más, seguía sin ser un mentiroso al cien por cien) y volver a tomar la palabra, antes de que Jungkook dijera algo que pudiera hervirle la sangre.

"El punto aquí no es ese, el punto es que ese chico con el que te acostabas piensa que ahora soy tu reemplazo y esa idea no me resulta atractiva en absoluto." Decía, mientras Jungkook le escuchaba con atención. "Así que agradecería mucho que le dijer-"

Dicha atención que Jeon tenía puesta única y exclusivamente en él, se vio opacada en el momento exacto en que el susodicho vio a Seokhwa avanzar hacia la puerta con rapidez, mirando hacia todos lados como si estuviera buscando a algo (o a alguien, en este caso), por lo que de inmediato, Jungkook silenció a TaeHyung, usando su boca para acallar lo que fuese que estaba diciendo.

Le besó casi con urgencia, sosteniéndole la nuca con una mano y la cintura con otra, obligándole prácticamente a quedarse quieto. TaeHyung se quejó primero, luego le correspondió el beso como si segundos antes no estuviera tratando de establecer límites entre ambos, pues eso no parecía importar ahora, cuando su cuerpo al completo reaccionaba positivamente a cada cosa que Jungkook le hacía.

Debido a su reacción inmediata, Jungkook suavizó el agarre y la fuerza que sus labios ejercían sobre los de TaeHyung, olvidando de manera repentina cuál fue el objetivo inicial para besarle y muy probablemente que Seokhwa estaba viéndolos, ignorando su presencia como si no recordaba que estaba allí también, ni siquiera cuando le escuchó gruñir. Por desgracia, para TaeHyung no pasó tan desapercibido, por lo que se separó en cuestión de segundos, fulminando a Jungkook con la mirada tan pronto como comprendió sus intenciones.

Lo siguiente que hizo, fue estamparle la mano en el rostro.

"No vuelvas a besarme en lo que te queda de vida, Jungkook." Le advirtió. "Y mucho menos si es para ahuyentar a cualquiera de tus antiguos ligues. Imbécil."

El susodicho bufó. "Rubito..."

"Vete a la mierda." Escupió, dándole un empujón para apartarlo definitivamente.

TaeHyung se alejó con la mandíbula apretada, la barbilla en alto y esa sensación tan bochornosa de haber sido utilizado una vez más. Estaba harto. Tanto que no se giró en ningún momento, ni siquiera cuando aún escuchaba a Jungkook llamándolo.

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