✧c.-013
N/A: No voy a decir que este capítulo también me gusta, porque esa frase se va a convertir en el nuevo ''es mi favorito'' y realmente estoy reservándomela para el momento perfecto, pero... xD
Cap dedicado a TAEJKF ♡♡
Hoy os recomiendo '18' de Loving Caliber, una banda que amo.
[...]
"¿Estás seguro que de quieres hacerlo?" Su padre preguntó a través de la línea telefónica, mientras él mantenía los ojos fijos en la carretera, pendiente del pequeño atasco que se había formado allí.
Iba a reunirse con Jungkook, quién le esperaba en el hospital, para poder hablar con la doctora Ahn y entrar dentro del programa de voluntarios. Estaba ansioso, nervioso y emocionado, convencido de que a su madre le encantaría verle en aquella nueva faceta.
Su padre, el señor Kim, por otro lado, no parecía tan emocionado, aunque tampoco se oponía a ello.
"Estoy muy seguro, papá. A mamá le hubiese encantado que lo hiciera y a mí también."
TaeHyung escuchó al hombre suspirar. "Tienes razón... Pero no me gusta que te involucres tanto en esas cosas, pueden afectarte mucho."
"Bueno, en ese caso correré el riesgo, creo que soy bastante capaz." Insistió, relamiéndose los labios mientras se detenía en un semáforo y la notificación flotante de un mensaje reciente aparecía en su pantalla. Un mensaje de Jungkook, a quien sorpresivamente ya había agendado.
Jungkook:
Rubito, ¿dónde te has metido? Llevo aquí más de quince minutos.
Que me guste ese culo que tienes no significa que vaya a esperar por él tanto tiempo. Hazme el favor de darte prisa.
Bufando, puso los ojos en blanco mientras negaba, tratando de ignorar el modo tan violento en el que se terminó sonrojando, pues la honestidad y lo directo que Jungkook era, no fallaban en ponerle un poco nervioso.
"Sé que eres capaz, hijo, solo... No quiero que salgas perjudicado."
Esta vez, TaeHyung asintió incluso si su padre no podía verle. "Lo sé, papá, quieres protegerme, y lo agradezco, pero podré soportarlo. Ya lo hice una vez."
"Sí, supongo que en eso tienes razón."
"Además, no es como si fuera a estar solo, ¿sabes? Ese chico con el que me ayudaste, Jungkook, también está en el programa de voluntariado. Va todas las semanas al hospital."
"¿Al que saqué de la cárcel?"
Él ahogó un bufido, volviendo a poner su coche en marcha. "Del calabozo, papá, pero sí."
"Es el que te ayudó cuando... pasó todo eso, ¿verdad?" Su pregunta le hizo estremecerse, por lo que simplemente emitió un sonido afirmativo, apretando los labios. "Hablé con el comisario Choi sobre su caso, deberías decirle que no se preocupe. No habrá juicio, denuncia, ni nada que le perjudique en un futuro por lo que hizo."
Ahí, TaeHyung se sintió confundido, frunciendo el ceño al no saber a lo que se refería. "¿Qué quieres decir? ¿Qué has hecho?"
"Nada, solo hice que limpiaran su historial, simplemente. La paliza a ese desgraciado nunca ocurrió, tampoco estuvo en el calabozo esa noche. No hay rastro alguno de lo que sucedió, ya no."
Otro mensaje de Jungkook le llegó cuando ya veía el hospital a lo lejos, así que simplemente lo ignoró, llenando sus pulmones de aire para luego vaciarlos con lentitud.
"Gracias por eso, papá."
"No me las debes, lo hice porque me sentía en deuda con él por ayudarte, nada más. Aún no me agrada la idea de que tú y tu hermano os rodeéis tanto de esa gente, especialmente de ese chico, Jungkook. No me fío."
Mientras estacionaba su coche en el aparcamiento del hospital, casi dejó escapar un bufido, cerrando los ojos por al menos un segundo.
"Papá..."
"Es la verdad, TaeHyung, te recuerdo que su padre está cumpliendo una condena por homicidio. No digo que él esté siguiendo sus mismos pasos, pero por si acaso ándate con ojo y procura mantener distancias." Pidió, logrando que TaeHyung apretara los labios con fuerza.
"A buenas horas..." De manera completamente inconsciente, susurró.
"¿Qué?"
Y, por supuesto, no tardó en ponerse nervioso, aclarándose la garganta en cuanto sintió que podría delatarse ahí mismo. "Eh... No, nada, papá, nada. Que debo irme, me están esperando en el hospital. Llego súper tarde." Se apresuró en contestar, casi al borde de un ataque de nervios.
Más mensajes de Jungkook continuaban llegando, incluso llamadas perdidas canceladas.
"Está bien, pero ten en cuenta lo que te he dicho, ¿vale? No quiero disgustos, TaeHyung. Con tu hermano viviendo la vida loca por ahí ya es más que suficiente."
"Lo entiendo, sí, no te preocupes, tendré cuidado. Hablamos luego, adiós."
Finalmente, colgó antes de que su padre pudiera decir algo, ni siquiera dejándole despedirse. Guardó el teléfono en su bolso, frotándose el rostro con ambas manos, sintiéndose totalmente estresado. Entonces, tan pronto como se destapó el rostro, encontró que Jungkook estaba de brazos cruzados justo en la puerta del hospital, mirando en dirección a su coche con una mueca de pocos amigos. De algún modo, aquella imagen le hizo temblar, incluso cuando jamás se había sentido intimidado por él.
No tardó en bajar del coche, agarrando algo que había traído única y exclusivamente para el azabache, su bolso y el abrigo, junto a las llaves, no dudando ni un segundo en acercarse a él lo más rápido posible.
"¡Lo siento, lo siento!" Se disculpaba, no dándole tiempo a decir algo al respecto. En realidad, ni siquiera hacía falta, pues observaba a TaeHyung como si quisiera lanzarle rayos láseres a la cabeza.
"Llegas veinticinco minutos tarde."
"Ya, lo sé, me disculpo por eso. Es que he estado en medio de un atasco y hablando con mi padre. No suele tener mucho tiempo para hacerlo, así que me ha sido imposible cortarle antes. Lo siento, en serio."
Jungkook bufó, poniendo los ojos en blanco. "Excusas y más excusas... Si no eres capaz de tomarte en serio esto, tal vez ni siquiera deberías considerarlo, TaeHyung."
Aquella insinuación no pudo no traer como consecuencia a un TaeHyung sumamente ofendido, cuyo ceño se frunció. Por supuesto que se lo tomaba en serio, no había hecho más que pensar en ello durante días.
"¡Claro que soy capaz! ¿Por quién me tomas?"
"Por alguien muy impuntual, rubito."
"Ha sido un contratiempo, normalmente soy súper puntual cuando nada se interpone en mi camino. No es mi culpa que un atasco me hiciera llegar tarde." Señaló, dejando ver su molestia con el ceño fruncido.
Jungkook esbozó una sonrisa de labios sellados, golpeándole bajo la barbilla. Entonces, TaeHyung volvió a tomar la palabra.
"Estoy muy capacitado para hacer esto, te lo aseguro." Decía, haciendo exactamente aquello. "Es más, he vaciado el maletero de mi coche en caso de que tuviéramos que ir a por cosas justo hoy."
"Vaya... Eso es estar muy implicado, rubito. Me sorprendes."
Mostrándose falsamente sorprendido, el azabache no apartó las manos de su rostro ni por un segundo. Y, por supuesto, TaeHyung notó la burla exagerada en su tono de voz, algo que Jungkook no se molestó en ocultar. Dándole un golpe en la mano para que la apartase, bufó, cruzando los brazos por debajo de su pecho.
"No te burles de mí, imbécil. Lo digo en serio, estoy totalmente capacitado para lo que sea."
"De acuerdo." Jungkook aceptó, guardando las manos en los bolsillos. "En ese caso, te voy a presentar a nuestros pacientes y mejores amigos a partir de ahora. Sígueme."
Aquello le dejó confundido, pues no era ese el orden que pensó que seguirían nada más llegar él. Sin embargo, permitió que tomara su mano y lo guiase hacia el interior del hospital, yendo tras él.
"Creí que primero debíamos hablar con la doctora Ahn... O eso fue lo que dijiste."
"Ya he hablado con ella, pero ahora mismo está en una reunión importante, así que no puede ocuparse de eso. Conocerás a los pacientes primero y luego rellenarás la ficha, ¿de acuerdo?"
Finalmente entendiendo, asintió. "De acuerdo, sí."
"Bien. ¿Estás nervioso?"
De nuevo, asintió, incapaz de ocultarlo en cuanto se le aceleró el corazón nada más ver la palabra «Oncología» en un letrero al final del pasillo.
"Como nunca... Hace tiempo que no cruzo esa puerta de ahí." Señaló al frente, su barbilla temblando. "La última vez que lo hice fue para recoger las pertenencias de mi madre cuando se fue. Pero son situaciones diferentes, supongo."
"No sabría qué decirte. Ahora vas a encontrarte con un montón de niños que están deseando salir de estas cuatro paredes y desgraciadamente no pueden hacerlo, también a gente mayor muy consciente de su estado, bastante consciente. Será difícil, tanto para ti mantener la compostura como para ellos."
TaeHyung tomó una bocanada de aire, sabiendo muy bien a lo que se enfrentaba incluso cuando quizás no estaba tan preparado como debía. Sin embargo, estaba convencido de que su fuerza mental le ayudaría.
"¿Estás preparado?" Jungkook le obligó a mirarlo. Él asintió. "¿Quieres ir antes a la zona de pediatría, o...?"
"Lo dejo en tus manos, no me importa."
"De acuerdo... Te presentaré primero a los más pequeños, aunque te advierto que tienen una energía impresionante, no sé si estarás a la altura." Dijo, sus cejas en alto como si estuviera intentando desafiarle. Claramente, el rubio bufó.
"Por supuesto que voy a estar a la altura, me ofende que lo pongas en duda, siquiera."
Jungkook se encogió de hombros, levantando las manos. "Bueno, bueno, yo sólo aviso. Vas a recordar este día por el resto de tu vida, debes estar muy preparado... ¿Debería darte unos minutos para que lo asimiles?"
Ante aquella pregunta, TaeHyung volvió a bufar, poniendo los ojos en blanco e incluso atreviéndose a empujarle tan pronto como llegaron a la zona de oncología pediátrica, invitándole muy cortésmente a que avanzara por delante de él.
Para su sorpresa, ya apenas se sentía nervioso, por lo que asumió que ese sería su objetivo.
"Detrás de ti, por favor."
El azabache asintió. "De acuerdo, como el señorito quiera y ordene. Sígueme."
Haciendo lo pedido, caminó tras Jungkook en cuanto este cruzó la puerta primero. Él se detuvo durante apenas un segundo, respirando hondo y mirando a través del largo pasillo para así hacerle entender a su confundido y conmocionado cerebro lo que acto seguido harían, cuando alcanzó al azabache sin mirar atrás.
Tenía el corazón acelerado, ansioso a la par que asustado, pero también relajado, pues tenía muy claro que era capaz de hacerlo. Su madre le había dado la fortaleza con la que ahora mismo contaba y era algo que lo perseguiría de por vida. Allá a donde fuese.
Ocultando las manos en sus bolsillos, notó algo inusual en ellos: una tela fina, fría que normalmente no estaba allí. Entonces, lo recordó.
"Espera." Pidió, volviendo a detenerse, esta vez obligando a Jungkook a hacer lo mismo, quien se giró con el ceño fruncido. Él sacó aquel trozo de tela, tendiéndoselo. "Esto es tuyo, toma. Me lo diste el día en que nos vimos por primera vez."
Jungkook reconoció su bandana favorita al instante. "¿Aún la conservas?"
"Claro, sí. En realidad, pretendía dártela en un futuro, pero no sabía si volveríamos a vernos... Y como ahora me apareces hasta en la sopa, supe que era el momento de devolvértela." Dijo, oyendo su risa mientras la admiraba. "Está limpia, ¿eh? No tiene restos de mi sangre, puedes estar tranquilo."
La risa del azabache fue mucho más estruendosa. "Agradezco que te hayas tomado la molestia de lavar mi bandana favorita. Es todo un detalle."
"¿Favorita?" Su ceño se frunció con aquel dato que desconocía por completo y no debía ser ni siquiera importante, pero para él parecía serlo. "¿Quién en su sano juicio le da su accesorio favorito a un completo desconocido?"
"Supongo que yo." Respondió, encogiéndose de hombros como si no fuese la gran cosa, mientras ambos retomaban su caminata. "Además, no podía dejar al hijo del alcalde desangrándose delante de mis narices, ¿en qué clase de persona me convertiría si lo hiciera?"
"Oh, en el peor de los villanos, por supuesto."
"Exacto... Y yo soy todo un caballero, rubito."
Asintiendo, dejó escapar un bufido silencioso, apenas recordando lo que su padre le había dicho, algo que, sin duda alguna, debía compartir con Jungkook, quien se detuvo a las puertas de lo que parecía ser una pequeña biblioteca.
"Por cierto, ahora que mencionas a mi padre, creo que es conveniente que sepas que ha limpiado tu historial delictivo."
Él no tardó en mostrarse confundido de nuevo. "¿Qué quiere decir eso?"
"Lo que ocurrió esa noche no pasó, no hay rastro. No habrá un juicio en el que puedan inculparte, no recibirás ningún castigo y jamás constará que estuviste detenido en un calabozo. Simplemente no tuvo lugar."
Y, comprendiendo entonces a lo que se refería, asintió, apretando los labios. De algún modo lo que podría pasarle después de haberle dado una paliza a semejante imbécil no le quitaba el sueño, pero agradecía que no fuera un problema en el futuro.
"Vale, gracias. Lo aprecio."
TaeHyung se extrañó al verle tan calmado, como si saber aquello no le hubiera afectado en absoluto.
"De... nada, supongo." Murmuró en respuesta.
La puerta que les separaba de dicha habitación se abrió gracias a que Jungkook empujó hacia dentro, permitiendo a TaeHyung ver su interior. Efectivamente, se trataba de una mini biblioteca mezclada con un cuarto de juegos, lleno de libros, juguetes y sillitas para los más pequeños, los cuales estaban esparcidos por allí.
Aquel ambiente se sentiría totalmente entrañable, de no ser porque a TaeHyung se le paró el corazón, empuñándose inmediatamente nada más encontrarse con dos niñas pequeñas, casi de la misma edad, jugando entre ellas sin demasiada energía. Ninguna tenía cabello, estaban muy delgadas y pálidas, pero contaban con sonrisas inmensas, riendo sonoramente.
"Ven, te quiero presentar a alguien." Escuchó a Jungkook decir, sintiendo como tomaba su mano.
Se obligó a pensar en cualquier cosa que no implicara sentir lástima, porque sabía que no era lo más correcto, no cuando su función allí era la de animar y hacerles olvidar todo aquello.
Entonces, una voz aguda le hizo abandonar sus propios pensamientos.
"¡Jungkook, Jungkook!"
Inmediatamente, miró hacia abajo, encontrándose con un niño pequeño de ojos grandes y sonrisa brillante, levantando sus brazos en dirección al azabache, que no dudó en inclinarse para alzarlo.
"¿Qué tal, Aram?"
"¡Muy bien! ¿Y tú qué haces aquí? Siempre vienes los lunes porque no tienes que trabajar, ¿es que ya no trabajas?"
La risa de Jungkook sonó, acallando los pensamientos de TaeHyung cuando este se sintió culpable por haber interferido en su horario. No tenía ni idea.
"Sí, claro que trabajo, pero hoy he venido porque quería presentaros a un amigo al que a partir de ahora también veréis muy a menudo." Le dijo, acto seguido girándose en dirección a él. "Mira, este de aquí es TaeHyung. TaeHyung, este es Aram."
"Hola, TaeHyung, encantado."
Kim no pudo no sonreírle de vuelta. "Encantado, Aram, me alegro de conocerte."
"Yo también a ti... ¿Eres muy amigo de Jungkook?"
Ambos se miraron al instante, antes de que TaeHyung se enfocara de nuevo en el menor. "Hm, algo así."
"Él es mi mejor amigo, siempre me trae libros y lápices para colorear. ¿Te gusta colorear? Jungkook dibuja y me deja colorear sus dibujos."
"Oh, sí, es muy divertido... Aunque no se me da tan bien, tengo poca paciencia." Asintió, haciendo una mueca.
"No pasa nada, yo puedo enseñarte. ¿Te gustan los cuentos?"
"¡¿Bromeas?! Me encantan, tengo un montón de cuando era pequeño. Cuando tenía tu edad, me regalaban dos por semana al salir de la escuela."
"¡¿En serio?! ¡A mí también! Tengo muchísimos cuentos, mi abuelo me los leía. Ahora que ya no están, Jungkook siempre trae cuando viene a verme. Mi favorito es el de la liebre y la tortuga. ¿Quieres verlos todos?"
TaeHyung asintió con efusividad, su corazón rebosante de orgullo, conmocionado. "Por supuesto, estoy deseándolo."
Jungkook bajó a Aram al suelo tan pronto como este comenzó a mover las piernas de emoción, algo poco usual en él, ya que no contaba con fuerzas suficientes para caminar por más de cinco minutos. Sin embargo, incluso alcanzó a dar un pequeño salto que le dejó justo en frente de TaeHyung, tomando su mano.
"Ven, vamos, ven conmigo." Indicó, jalando de él. El rubio le siguió. "¡Jungkook, ven tú también!"
Asintiendo mientras reía, contagiado por la emoción de su mejor amigo pequeñito, el azabache fue tras ellos.
Un par de horas más tarde, cuando el tiempo de ambos allí se hubo alargado considerablemente, Jungkook y TaeHyung se marcharon con la promesa de que visitarían a Aram por última vez, antes de que su estadía en aquel hospital llegar a su fin.
TaeHyung notaba como su corazón bombeaba con rapidez, sintiéndose tan feliz cómo hacía años que no pasaba. Ese niño le había devuelto toda la energía que perdió durante los últimos meses de su vida.
"¿Qué tal? ¿Cómo te sientes?"
"Muy bien. Aram es increíble, ya lo echo de menos y acabamos de marcharnos." Expresó, su sonrisa contagiando a Jungkook.
"Te entiendo, es un sentimiento que comparto desde que lo conozco. Ahora ya sólo te queda firmar el formulario y serás oficialmente un voluntario más, si eso es lo que quieres." Explicó, viéndole asentir.
"Sí que quiero, pero, ¿qué hay del resto de pacientes?"
"Por desgracia, se nos ha hecho super tarde, no podrás conocerlos hasta que empiece otra vez el horario de visita. Creo que te hubiese encantado conocer al señor y a la señora Bang, son mi par favorito."
"¿Son un matrimonio?"
"Sí, llevan aquí meses. Primero enfermó ella y luego él, ambos tienen cáncer de páncreas."
"Oh..." Asintió. "¿Y... y Aram? ¿Qué tiene él?"
"Cáncer infantil, pero afortunadamente se lo cogieron a tiempo. Ahora parece que se está curando, en nada tendrá su última quimioterapia. Con suerte no volveremos a verlo por aquí nunca más."
Los labios del rubio se curvaron en una pequeña sonrisa, mirando a Jungkook mientras caminaba a su lado.
"Puedo... ¿Puedo preguntar qué te llevó a convertirte en voluntario?"
"No es como si fuera un secreto, en realidad. Tuve un accidente de coche hace poco más de un año."
"Ow, ¿un accidente de coche?"
Jeon asintió. "Durante una carrera, sí. Mi oponente perdió el control, se detuvo en seco y no me dio tiempo a frenar por la velocidad a la que iba. Él salió casi ileso, pero yo estuve a punto de no contarlo."
El gesto de TaeHyung se torció sólo con imaginarse aquella escena, viéndose horrorizado.
"Vaya..."
"Me ingresaron durante seis meses, mucho tiempo. Yo me aburría como una ostra, así que a veces solía escaparme por las noches, cuando las enfermeras no se daban cuenta. No hacía nada, simplemente iba de un lado a otro, recorriéndome el hospital. Hasta que en uno de esos paseos nocturnos conocí a la señora Bang, nos hicimos muy amigos, tanto que iba a visitarla cada vez que podía." Sus labios se estiraron en una sonrisa inconsciente, conforme relataba aquel suceso. "Cuando me dieron el alta, prometí venir a verla siempre que pudiera. Luego me enteré del programa para voluntarios y ni siquiera lo dudé."
Su sonrisa contagió a TaeHyung, cuyos ojos se suavizaron notablemente. "Eso es muy bonito, Jungkook..."
"Supongo que sí. He conocido a gente increíble en todo el tiempo que llevo aquí... Se podría decir que me ha cambiado la vida en muchos aspectos. Ya no compito en carreras clandestinas, sino que vengo a acompañar a enfermos de cáncer."
"Un gran giro de los acontecimientos, a decir verdad."
"Y tan grande..."
"¿No compites por el accidente? ¿Tienes miedo de que vuelva a pasar?"
Esta vez, el azabache negó. "No, pero le prometí a alguien muy importante que no estaría involucrado en nada de eso otra vez."
"Entiendo... En ese caso, supongo que debió ser difícil tomar la decisión de correr finalmente el otro día, ¿no?" Quiso saber, arrepintiéndose al instante, pues no quería ser demasiado invasivo. "Siento si mis preguntas están fuera de lugar, pero..."
"No pasa nada, descuida." Se apresuró en decir. "Y sí, fue muy difícil montarme en ese coche y volver a la carretera después de todo este tiempo, pero la verdad es que no me arrepiento."
"¿Lo echabas de menos?"
"Sí, pero no es por eso... No iba a dejar que alguien como ese gilipollas ganara."
TaeHyung se sintió mucho más confundido tras aquella confesión. "¿Gilipollas? ¿Te refieres a Hangdo?"
"No memorizo nombres de gente gilipollas, rubito, ya te lo he dicho. El caso es que le gané, herí su orgullo de principiante y estoy súper contento... Aunque me hubiese encantado partirle los dientes también, pero bueno."
"¿Por qué querrías partirle los dientes?"
"Cosas de la vida... Simplemente se metió con quién no debía."
Jungkook se encogió de hombros, negándose en rotundo a darle una respuesta demasiado detallada. Por supuesto, el rubio permaneció igual de confundido que al principio, por lo que golpeó su barbilla con un dedo, señalando a sus espaldas tan pronto como llegaron a recepción.
"¿Vas a firmar o no, rubito? Me muero de hambre y tienes que llevarme a comer algo."
Su ceño se frunció. "¿Tengo?"
"Has llegado tarde, es tu castigo por hacerme esperar tanto." Afirmó, escondiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones, haciéndose el desentendido.
Bufando, TaeHyung se acercó al mostrador de recepción, siendo seguido por el azabache.
"Hyeju, ¿podrías darnos el formulario que deben rellenar los voluntarios en el área de oncología? Mi amigo quiere unirse al programa." Tan pronto como señaló al rubio, posó una mano discreta en su cintura, sintiéndole estremecerse contra su cuerpo. Él ocultó su sonrisa pícara.
La chica tras el mostrador no dudó en asentir. "Por supuesto, en seguida." Dijo, para acto seguido agacharse en su mesa y sacar una hoja de papel que le entregó a TaeHyung, junto a un bolígrafo aleatorio. "Tienes que rellenar todos los datos que aparecen y poner tu firma."
"De acuerdo." Murmuró.
Cinco minutos más tarde, una vez le hubo entregado el formulario relleno con sus datos a la recepcionista, quien le felicitó por unirse al programa, TaeHyung sintió como un peso extra abandonaba sus hombros mientras abandonaba el hospital. Finalmente había dado el paso.
Su madre estaría tan orgullosa de él al verle en aquella posición, cuidando y ayudando de todo el que podía, justo como ella le había enseñado. Sólo con ese pensamiento se le hinchaba el pecho de alegría.
Por supuesto, aquella sensación no duró mucho, pues un brazo alrededor de sus hombros, impidiéndole seguir caminando, le sacó de su pequeña burbuja. Jungkook estaba junto a él, muy sonriente y con las cejas en alto, como si quisiera recordarle algo sólo con mirarle así.
"¿Dónde ibas tan rápido, rubito?"
"A mi casa." Respondió, como si fuera obvio.
Y, sin perder su sonrisa, Jungkook negó. "No, no, no, de eso nada... Tienes que alimentar a la bestia, o la bestia se alimentará sola." Barriendo su cuerpo de arriba abajo con los ojos, se detuvo en los ajenos, sonriéndole dulcemente.
El rubio no tardó en mostrarse confundido, pues eso era todo lo que sentía estando cerca de Jungkook. O al menos cuando no estaban metidos en ninguna habitación diminuta.
"¿Qué? ¿De qué bestia hablas?"
"De mí."
Aquella respuesta llegó sin más, sabiendo que sólo esas dos palabras eran más que suficientes para que entendiera su insinuación descarada. Cosa que claramente logró, enorgulleciéndole, pues sus mejillas enrojecieron de manera furiosa. Luego, empujó el cuerpo del rubio más cerca de sí, antes de tomar la palabra otra vez.
"Vamos a comer, rubito... Me debes un almuerzo por tardón."
TaeHyung quiso bufar, pero para el momento en que se descuidó, Jungkook ya estaba guiándolo sin esfuerzo alguno hacia el restaurante de comida rápida más cercano. Su cerebro lloró desconsoladamente, sabiendo que no tenía escapatoria.
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