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✧c.-005

N/A: Tengo varias cosas que decir y no quiero hacer esta nota muy larga, pero es bastante importante. Lo primero es que este capítulo no es para todo el mundo. Si hay personas sensibles a ciertos temas como podría ser la agresión sexual, entre otros, evite leerlo (o se detengan en el momento en que TaeHyung sale del baño). Lo segundo es que tal vez aparezcan más parejas de las mencionadas en la descripción y lo tercero es que estoy trabajando en el próximo fanfic que quiero sacar de borradores, además de haber decidido cuál será el que probablemente (si es posible, claro), estaré actualizando una vez termine este. Aunque para eso quede mucho aún xD

Nota (07/02/2024): Capítulo modificado por nuevas normativas.

Cap dedicado a ttokkii_com ♡♡

Hoy os recomiendo 'Brokenhearted' de Karmin, amo demasiado toda su música. Es maravillosa.

[...]

Tan pronto como llegaron al apartamento de TaeHyung y este se despidió de Changmin, su compañero, llevó a Gemini al salón, ayudándole a tomar asiento en el sofá. Había dejado de contar chistes malos (afortunadamente) pero todavía seguía bastante perjudicado por el alcohol.

"¿Quieres cenar algo?" Le dijo, quitándole el abrigo que su madre había hecho para ambos, sintiendo una punzada de dolor en cuanto recordó que ya no tenía el suyo.

Gemini negó. "No tengo hambre..."

Ahora, su hermano parecía haber entrado en esa etapa de la borrachera donde te sentías miserable contigo mismo, manteniendo la cabeza gacha conforme TaeHyung le hablaba.

"Vale... ¿Prefieres dormir aquí en el sofá o en mi cama?"

"Aquí está bien."

Notando su estado, puso una mano en su muslo, sólo así logrando que le mirara. "¿Te sientes bien?"

De nuevo, este negó, la barbilla temblándole.

"¿Qué ocurre?"

"Echo de menos a mamá..." Susurró, logrando que el corazón de su hermano se rompiera en pedazos. "No paro de pensar en qué haría o diría ella con cada cosa que hago, TaeHyung..."

Sorbiendo por la nariz, apretó su pierna. "Gem..."

"...Con el tatuaje, con mentirte, con irme a la zona más peligrosa de la ciudad y no decírselo a nadie. Al verme borracho por primera vez... ¿Cómo se sentiría? ¿Estaría muy decepcionada?"

"No, claro que no, nunca." Negó, eliminando sus propias lágrimas. "Ella te habría castigado como yo lo hice, se habría espantado al ver el tatuaje, pero estaría muy feliz nada más enterarse del significado."

Gemini le miró a los ojos, el dolor en los propios siendo más que evidente. "¿Tú crees?"

"Por supuesto." Asintió, esta vez deshaciéndose de las lágrimas en el rostro ajeno con una pequeña sonrisa. "Eras su bebé, jamás podría estar decepcionada de ti. Nadie podría."

Sólo entonces, tras la seguridad que demostró tener en sus palabras con aquel tono de voz, el menor asintió, sorbiendo por la nariz.

"Papá tenía razón cuando dijo que mamá nunca se iría del todo si tú estabas aquí. Siempre sabes que decir, como pasaba con ella."

TaeHyung le sonrió. "Al igual que para mamá, también eres mi bebé."

"Pero ya no lo soy, tengo diecio-"

Antes de que pudiera acabar su frase, el rubio usó sus dedos índice y pulgar para atrapar los labios de Gemini, enviándole a callar de una manera bastante ingeniosa.

"Silencio." Indicó.

Con dificultad, Gemini rio, siendo liberado por su hermano poco después.

"¿Eso que has dicho quiere decir que no estás enfadado conmigo?" Murmuró tras el pequeño silencio para nada incómodo que se formó entre ambos.

Confundido, TaeHyung le miró, su ceño fruncido. "¿Por qué lo estaría?"

"Porque me he emborrachado y yo nunca he hecho eso."

Él se encogió de hombros.

"Bueno... No te voy a decir que me apasiona la idea, pero al fin y al cabo, siempre hay una primera vez para todo."

"¿Eso es que no?"

"No, no estoy enfadado, sólo triste porque prometiste que tú primera borrachera sería conmigo... Pero no te guardo rencor."

De nuevo, el menor de ambos hermanos soltó una risita perezosa, cayendo hacia atrás cuando perdió las fuerzas y el control de su cuerpo por completo.

"Lo siento... Prometo que si llego a fumarme un porro alguna vez en mi vida, eso sí será contigo."

Acto seguido, la mirada que TaeHyung le dedicó fue amenazante. "¡Te mato!"

Gemini rio aún más fuerte, retorciéndose mientras el rubio lo señalaba.

"No, no..."

"Ni se te ocurra, Kim Gemini."

"Es una broma, tranquilo, es una broma. A mí no me gustan esas cosas." Murmuró, su cansancio siendo más que evidente ahora, cuando apenas tenía fuerzas para hablar.

"Más te vale."

"Tengo sueño..."

TaeHyung se puso de pie, suspirando. "Bueno, te dejaré dormir. Voy a darme una ducha y a acostarme, ¿vale? Hasta mañana."

Un sonido afirmativo abandonó los labios del menor, a segundos de caer profundamente dormido.

El sábado por la noche, TaeHyung se encontró a sí mismo mirando su reflejo en el enorme baño de aquella casa, donde la música resonaba por todas partes y los gritos de universitarios la secundaban.

"Joder... Esta mierda pigmenta más que las cenizas de un muerto." Oyó a Bank quejarse mientras se aplicaba una sombra oscura en el párpado.

Él soltó una risita. "¿Acaso has llegado a maquillarte antes con cenizas de muerto?"

"Ni de broma, ya lo que me faltaba." Bufó, quitándose lo sobrante con un disco de algodón y finalmente admirándose en el espejo y sonriendo de par en par. Estaba orgulloso con el resultado.

Bank había comenzado a explorar nuevos estilos diferentes, no solo de ropa, sino también de maquillaje, optando por cosas más llamativas que le hicieron salir de su zona de confort en ciertas ocasiones. Sin embargo, se veía mucho más cómodo consigo mismo ahora, vistiendo como realmente le apetecía y maquillándose sin tener vergüenza ninguna, incluso si eso significaba que ciertas personas pudieran sentir rechazo hacia él. No era algo que le importase.

"Bueno, yo ya estoy. ¿Tú qué tal?"

TaeHyung, quien ahora se encontraba pendiente a su teléfono, le echó un rápido vistazo, sonriendo por lo bien que se veía. Había confeccionado aquel jersey de cuadros blancos y negros, que le llegaba hasta la cintura, con sus propias manos. Del mismo modo en que hizo el de TaeHyung; sólo que el suyo era más largo, a la altura de la cadera. Y le quedaba perfecto.

"Bien, estoy esperando a que Gemini me responda para poder irme tranquilo."

"¿Todavía sigue con resaca?"

Kim asintió. "Es su primera borrachera y ni siquiera se molestó en tener el estómago medianamente lleno antes de comenzar a beber, tampoco tomó agua... Así que sí, aún le dura la resaca. Por inconsciente."

"Ya aprenderá para la próxima." Asumió, sacando su propio teléfono cuando este sonó, leyendo algo que causó en él una sonrisa de oreja a oreja. "Oh, Hangdo ya ha llegado a la fiesta, dice que está buscándome."

"Ve a darle encuentro, si quieres, yo saldré en cuanto Gemini me diga algo."

Bank tecleó algo antes de mirarle. "¿Seguro? Puedo esperar aquí contigo."

"No te hace falta, ve y aprovecha mientras yo no estoy. Luego os costará encontrar tiempo para estar a solas."

"Bueno... Está bien, aunque creo que viene acompañado de ese amigo suyo, Changmin, con el que saliste el otro día. Al parecer está deseando volver a verte... No sé, algo me dice que le gustas."

El rubio no tardó en poner los ojos en blanco.

"Oh, ¿de verdad? ¿Tú crees?" Sarcásticamente cuestionó, dejando escapar un bufido poco después al ver la diversión en los ojos del castaño. "Pues no sé qué te hace pensar eso, la verdad..."

"Pequeñas cosas, simplemente. Ya sabes."

"Ni idea, yo no he notado nada. No es como si pedirme cenar juntos para poder hablar mejor sobre nuestro proyecto en común pudiera significar algo." Murmuró, encogiéndose de hombros. "Tampoco eso de cruzar media ciudad sólo para llevarme a por mi hermano borracho."

Bank soltó una carcajada. "Tienes razón, no creo que le gustes."

"En absoluto." Negó, relamiéndose los labios.

"Bueno... Voy a buscarlos mientras, tú me avisas cuando sepas algo de Gemini para unirte a nosotros, ¿vale? No tardes mucho."

"Sí, no te preocupes, voy en seguida."

Dándole un golpecito en la barbilla, guardó su neceser de maquillaje antes de cruzar hacia la salida, despidiéndose de él con una sonrisa amplia y finalmente abandonando aquel baño, donde sólo ellos dos se encontraban.

El rubio suspiró, volviendo a escribirle a su hermano para así llamar su atención y que este le respondiera lo más pronto posible.

TaeHyung:

¿Cómo estás? ¿Te sigue doliendo la cabeza? (Enviado a las 22:45)

Te he hecho una transferencia de cien mil para que pidas algo de cenar. Tienes helado en el congelador y yogures en la nevera. (Enviado a las 22:45)

Acuérdate de beber mucha agua, Gem. (Enviado a las 22:46)

¿Me respondes, por favor? (Enviado a las 22:50)

Al menos envíame un emoji para saber que no te ha consumido la mierda. (Enviado a las 23:00)

Resoplando al ver que no parecía tener intención alguna de siquiera coger el teléfono, meneó la cabeza de un lado a otro, su atención siendo inmediatamente captada por el sonido de la puerta abriéndose de nuevo. Él miró, sólo para encontrarse a aquel que parecía ser su sombra últimamente. Jungkook.

Inevitablemente, un bufido abandonó sus labios tan pronto como se topó con sus ojos.

"Vaya, pero si es el que dice haber rechazado todas las invitaciones a fiestas de Munik... En una fiesta de Munik. Otra vez..."

Jungkook le dedicó una sonrisa ladeada. "Hola a ti también, rubito. Me alegra que te guste verme tanto como a mí."

"Sí, claro... Eso es justo lo que he dicho." Rodando los ojos, murmuró. "¿Has venido por otra excepción de las tuyas, o esta vez sí que te apetecía estar aquí?"

Pasándose la lengua por los labios, el azabache se acercó a él, escondiendo ambas manos en los bolsillos de sus pantalones, echándole a TaeHyung un rápido vistazo de pies a cabeza. No fallaba en hacerle suspirar con cada cosa que elegía para vestir y Jungkook ni siquiera se molestaba en ocultarlo.

"Asumo que lo que quieres saber realmente es si estoy aquí por ti o por gusto. Y por desgracia, no es ni una ni la otra, sino por trabajo... Aunque ahora que te veo, podría decir sin problemas que me quedo por la primera opción."

Asintió para sí mismo, su sonrisa volviéndose radiante en cuanto le escuchó bufar. Le encantaba causar todo tipo de reacciones en él.

"Vete a la mierda, ¿quieres?"

Su teléfono vibró, la notificación de que Gemini había respondido a sus mensajes haciéndole perder el interés en cualquier otra cosa momentáneamente, desbloqueando dicho teléfono para así entrar en la conversación reciente con su hermano.

Gem:

Estoy bien, tranquilo. Me he dado una ducha, por eso no te he podido responder antes.

He pedido mucha comida para cenar, así que te guardaré un poco en el microondas. No creo poder comérmelo todo yo solo.

Veré una serie y estaré en videollamada con Fourth el resto de la noche, por si no te respondo. Pásatelo bien.

Mientras leía los mensajes de su hermano, pudo sentir la presencia del azabache cada vez más cerca, acortando la distancia hasta que la sensación de extrema cercanía le hizo fruncir el ceño.

"¿Por qué me dices cosas tan desagradables, rubito?"

TaeHyung tan sólo llegó a enviarle un corazón y un dedo pulgar hacia arriba, antes de guardarse el teléfono y mirar de nuevo a Jungkook, apenas pudiendo empujarle algunos centímetros lejos de sí.

"No me gusta estar cerca de ti. Eres molesto." Señaló.

Su sonrisa se hizo presente, causando escalofríos en él. Él levantó las cejas. "Oh, ¿sí...?"

"Sí, mucho. Y, por tu bien, espero que en este preciso instante ese amigo tuyo no esté intentando molestar a Bank. Porque si estás usándome de nuevo, te prometo que vas a arrepentir-"

Sin darle oportunidad alguna de seguir hablando, Jungkook sostuvo un lado de su rostro, empujándole hasta que chocó contra la pared y besándole sin ningún tipo de advertencia previa.

TaeHyung frunció el ceño antes de cerrar los ojos con fuerza, viéndose a sí mismo siendo incapaz de separarse incluso si eso era todo lo que su cerebro le gritaba. Él, por el contrario, se encontró devolviéndole el beso con la misma intensidad, entreabriendo los labios para darle paso a su lengua, contra la que batalló y perdió vergonzosamente.

Sintió una de las manos ajenas posándose con descaro sobre su culo, apretando y logrando robarle un gemido. Él se separó.

"¡Oye!"

Y, riendo, Jungkook volvió a besarle, mordiéndole el labio inferior al mismo tiempo en que se agachaba para tomar sus muslos y alzarlo, consiguiendo que rodeara su cadera con ambas piernas sin tener que pedirlo. Guio a ambos hacia el lavabo, sentando a TaeHyung allí y colocándose en medio de sus piernas abiertas. Este sostuvo su rostro con ambas manos, ni siquiera quejándose cuando los dedos del azabache comenzaron a explorarle el cuerpo sin ningún tipo de vergüenza.

Introdujo los dedos dentro de su jersey, rozándole la piel y sintiendo cómo se estremecía bajo su tacto. Sonrió, lamiendo una fina línea en su labio inferior, para luego chuparlo y rasgarlo, apretándole las caderas con fuerza.

TaeHyung ni siquiera sabría explicar cómo se sentía, ni tampoco por qué se dejaba hacer cuando tenía muy claro que Jungkook no era una persona de la que pudiera fiarse. Sin embargo, él jadeó en cuanto el pulgar del susodicho rozó uno de sus sensibles pezones, enviándole escalofríos por todo el cuerpo que ni siquiera pudo ocultar. Suspirando, permitió que lo masajeara, siendo esta una zona erógena que no se avergonzaba en demostrar.

Podía notar el modo en que su miembro despertaba poco a poco, cada vez sintiendo más y más calor por todas partes, hasta el punto en que le costaba respirar, pensar con claridad. Era complicado tener cordura cuando Jungkook parecía saber exactamente lo que hacía, qué partes debía tocar y en cuales podía detenerse. Como si él fuera un experimento andante.

El azabache dejó de besarle para depositar pequeños besos en su cuello, obligándole a levantar la cabeza y así poder darle un mejor acceso, al mismo tiempo en que TaeHyung pasaba los dedos por su pelo, tragando saliva y suspirando con cada beso.

Sabía que si continuaba avanzando, eso ya sería demasiado, por lo que tan sólo disfrutó del contacto, relamiéndose los labios mientras sentía los impropios en su garganta, dirigiéndose hacia las clavículas y usando sus dientes para dejar una ínfima marca.

"Espero que mañana eso no esté ahí." Susurró, volviendo a cerrar los ojos.

Su risita llegó a los oídos de TaeHyung. "Esta vez me estoy asegurando de que seas tú quien no lo olvide. Por supuesto que estará."

"Que te jodan..."

"Prefiero ser yo quien lo haga." Subiendo de nuevo hasta su mejilla, alcanzó sus labios una vez más, impidiéndole hablar.

TaeHyung le siguió el beso con la misma intensidad que antes, sosteniéndole por el cuello mientras devoraba sus labios sin piedad alguna.

Estaba demasiado mareado por las cosquillas que los labios ajenos le producían como para ponerse a pensar en si aquello era lo correcto o no, en si se arrepentiría después, cuando supiera que Jungkook estaba volviendo a utilizarlo para distraerlo y que así su amigo pudiera molestar de nuevo a Bank. Banky no se molestaría con él por pasárselo bien, lo entendería. Estaba seguro. Él lo comprendería perfectamente.

Le chupó los labios ansiosamente, con hambre, sediento de él. De alguien a quien apenas conocía, pero había estado en su cabeza más tiempo de lo que debería. Más que cualquier otra persona. Y eso se merecía un premio.

Dejó de besarle para ir directo a su pecho semidescubierto, aprovechando ese pequeño detalle y chupando con avidez su piel caliente. Claramente ahí aparecería otra marca.

Luego, Jungkook acortó la distancia para besarle de nuevo, irrumpiendo con su lengua en la boca de TaeHyung, en un beso que, por desgracia, no duró tanto como él quería.

Separándose por última vez, el azabache esbozó una sonrisa satisfecha,

"Así de lejos es cómo te gusta tenerme, ¿verdad?" Quiso saber en un susurro, jalando de su labio inferior antes de dar un paso hacia atrás, definitivamente acabando el beso.

TaeHyung bufó, reconociendo la burla detrás de sus palabras y al fondo de su mirada. Se bajó del lavabo de un salto, acomodándose los pantalones sin siquiera molestarse a mirar a Jungkook, sólo cuando quiso empujarle para quitárselo de en medio.

"Vete a la mierda." Le dijo, antes de abandonar el baño.

"No te enfades, rubito..." Escuchó a sus espaldas, en un tono de voz burlesco.

Poniendo los ojos en blanco, se alejó de allí a toda prisa. Era un imbécil.

Había vuelto a caer y ni siquiera podía culparle por ello, pues había participado activamente incluso cuando sabía dónde se estaba metiendo.

"¡TaeHyung, eh!"

La voz de Changmin sonó por encima de la fuerte música, logrando que girase el rostro para verle caminando hacia él, justo cuando iba en busca de Bank. Tratando de darle su mejor sonrisa, a pesar de que era la última persona a la que querría ver justo ahora, TaeHyung se detuvo.

"Hola, Changmin." Le saludó en cuanto llegó a su altura.

"¿Buscas a Bank?"

Él asintió, topándose con los ojos del azabache a lo lejos y viéndole sonreír. Ignorándole, se enfocó en Changmin.

"Sí, le dije que nos encontraríamos en un rato."

"Yo sé dónde está, te llevo si quieres. Está con Hangdo y unos amigos más." Le propuso.

Volviendo a asentir, le sonrió. "Claro, sí, te lo agradecería mucho."

"Vale, pues vamos."

Changmin tomó su mano sin preguntar siquiera, jalando de él hacia la multitud. TaeHyung no puedo evitar sentirse un poco incómodo, pero lo dejó pasar.

"¿Quieres algo de beber? Hay barra libre."

"No, gracias, quizás más tarde."

"¿Seguro? Recuerda que siempre se acaban las mejores bebidas... Luego te tocará beber lo peor que haya."

Él soltó una risita. "Sí, seguro, ahora mismo no me apetece nada."

"Bueno... Yo sólo digo, quién avisa no es traidor." Bromeó, logrando hacerle reír por segunda vez.

"Descuida."

Continuaron caminando entre el cúmulo de estudiantes, avanzando con cuidado e intentando no ser golpeados por cualquiera que fuese más expresivo de la cuenta, evitando codazos y manotazos que se daban al aire.

De un momento a otro, cuando pasaban cerca de un grupo al que TaeHyung reconoció de su carrera, sintió como su espalda chocaba repentinamente contra la pared, y, en un parpadeo, tenía a Changmin muy cerca de su rostro, acorralándolo. Él se estremeció, frunciendo el ceño.

"¿Qué...? ¿Qué haces?"

"Lo siento, no quería que te pisaran. Van un poco borrachos." Le sonrió, soltando una pequeña risita, aunque no se movió, sino que acortó la distancia un poco más.

"Oh, ya veo... Gracias..." Susurró, sintiéndole cada vez más cerca.

"No es nada."

El aliento mentolado de Changmin chocó contra sus labios, acortando la distancia hasta apenas rozarlos. Por instinto, TaeHyung giró el rostro.

"Estás muy cerca, Changmin..." Con la incomodidad siendo notoria en su voz, murmuró.

Changmin se apartó poco después, aclarándose la garganta. Había perdido todo el brillo en su mirada, alcanzando a verse molesto a ojos de un TaeHyung que, por segundos, se sentía más confundido.

"Claro, disculpa... No quería incomodarte."

"Está bien."

En cuanto se separó, Kim pudo respirar con alivio, no teniendo ni idea de cómo sentirse al respecto, mucho menos cuando el agarre en su mano se volvió más tosco, apretándole los dedos sin cuidado alguno.

Un par de minutos después, Changmin paró de caminar para detenerse junto a una de las habitaciones más grandes de aquella casa.

"Es aquí." Señaló.

TaeHyung miró alrededor con el ceño fruncido. "¿Están dentro?"

"Sí, a Bank le dolía un poco la cabeza y vinieron para estar más cómodos. Dijo que así sería más fácil que nos encontraras."

"Oh..."

Todavía confundido, el rubio se adentró tan pronto como Changmin abrió la puerta para que lo hiciera, sintiéndole entrar tras él. Y, en cuanto puso un pie en aquella habitación completamente vacía, donde se supone que deberían estar sus amigos, pudo confirmar que algo raro se estaba cociendo en el ambiente.

"Pero si aquí no hay nadie, Chang..." Fue a decir, antes de que una fuerza externa a él lo empujara por la espalda, haciéndole caer bocabajo en el colchón. Todas las alarmas sonaron en su cabeza. "¿C-Changmin?"

Lo siguiente que notó, fue como este se le subía encima, tomándole por los brazos y cruzándolos tras su espalda.

"¿Changmin, qué narices haces?"

"Estoy harto de ti, TaeHyung." Siseó, inclinándose hasta que sus labios rozaron la oreja del susodicho. "Me rechazas constantemente, pero luego te follas al primer drogadicto que se te cruce por delante."

Algo dentro del rubio tembló, sintiendo como se le aceleraba el corazón. Esto no podía estar pasando.

Comenzó a zarandearse bruscamente, intentando salir de aquel agarre sin éxito alguno, sólo consiguiendo que los dedos ajenos apretaran más fuerte sus muñecas. Lágrimas de impotencia se agolparon en las esquinas de sus ojos.

"Changmin, no..."

"Cállate." Escupió, con los dientes apretados.

Una de sus manos atrapó las de TaeHyung, aplastándolas contra su espalda para evitar que se moviera más de lo debido, usando la otra para desabrocharse el cinturón y bajarse la cremallera. Kim sudó frío al reconocer aquel sonido, sus ojos ensanchándose, pues supo lo que ocurriría.

"No, Changmin, para."

"Cierra la puta boca."

De algún modo, se las arregló para rasgar el jersey de TaeHyung, aquel que Banky había hecho con sus propias manos, despedazándolo.

"¡Para!" Gritó, moviendo las piernas al sentir cómo el material del cinturón le raspaba las muñecas, rodeándolas en un nudo apretado. "¡Estate quieto! ¡No! ¡Basta!"

El susodicho agarró un puñado de su cabello, empujándolo hacia abajo, hasta que la cara de TaeHyung se presionaba contra la cama y sus gritos ya no eran audibles para nadie. El corazón se le paró por unos insantes.

"Que te calles."

"¡Suéltame!"

Gritó con todas sus fuerzas, sintiendo como su nariz se doblaba por la presión y el cuero cabelludo le picaba. Dejó escapar aquellas lágrimas, llorando silenciosamente mientras sentía a Changmin moviéndose encima de él y la dureza dentro de sus pantalones frotarse contra su parte trasera. Quería vomitar.

Un segundo después, ya no sintió nada, solo el cuerpo de Changmin saliendo de encima del suyo propio a la fuerza y el golpe que este hizo al chocar estrepitosamente contra el suelo. Aquello le hizo sollozar más fuerte, incorporándose con dificultad gracias a sus rodillas temblorosas, quedando sentado en la cama.

Jungkook se encontraba sobre Changmin esta vez, estampándole el rostro en repetidas ocasiones contra el suelo.

"Hijo de puta." Escupía, agarrando un montón de su cabello para así levantarle la cabeza y poder estampársela de nuevo. "Cómo puedes ser tan repugnante...

El amigo del azabache, Mos, se adentró un segundo después en la habitación a toda prisa, sus ojos ampliándose en cuanto vio la escena frente a sus ojos. No tardó en reconocer a TaeHyung, quien se encontraba temblando y sollozando encima de la cama, con su jersey rasgado y las manos atadas.

"¿Qué demonios...?"

"No te atrevas a ponerle una mano encima, porque te juro que te voy a reventar, malnacido."

"Jungkook, Jungkook, para." Trató de detenerle, quitándose la cazadora para cubrir a TaeHyung con ella. "Lo vas a matar, estate quieto."

Mos le quitó el cinturón de las muñecas, masajeándolas y ayudándole a tomar asiento sobre la cama, tomando también su teléfono con cuidado de no tocarle más de lo debido. Kim se encontraba en silencio, únicamente notando el latir de su corazón y escuchando las voces de los demás, junto a los graznidos débiles de Changmin.

"Voy a llamar a tu amigo, ¿de acuerdo? Vendrá en seguida." Oyó que le decía. Él simplemente asintió.

Vio a Mos alejarse No tenía fuerza para abrir la boca y hablar, ni siquiera la tenía para llorar. No tenía palabras, energía suficiente para moverse, tampoco parecía ser capaz de reaccionar a lo que ocurría.

"Muérete." Jungkook siseó en dirección a Changmin, golpeándole el estómago para luego ponerse en pie e ir hacia TaeHyung sin pensárselo.

Él le vio acercarse. Jamás pensó que su cara sería lo primero que vería luego de que alguien hubiera estado apunto de abusar sexualmente de él. Del mismo modo en que jamás pensó que aquello podía pasarle.

"¿Te duele algo? ¿Te ha hecho daño?" Quiso saber, admirándole de cerca, sin llegar a tocarle. Kim negó. "¿Te ha tocado?" TaeHyung volvió a negar. "Tranquilo, ¿vale? Vas a estar bien, lo solucionaremos."

"TaeHyung, TaeHyung." Inmediatamente reconoció la voz de Banky, antes de verlo entrar por la puerta, horrorizado nada más encontrar a Changmin en el suelo. "¿Qué...?"

Y, tan pronto como sus ojos se encontraron con los del rubio, no necesitó oír ninguna explicación, tan sólo correr hacia él y abrazarlo.

"Mi amor... ¿qué te ha hecho?" Susurró, apretándolo contra su cuerpo. TaeHyung sollozó, desgarrándose la garganta.

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