✧c.-004
N/A: Puede que este sea mi TaeHyung favorito de todos los que he creado hasta el momento, pasando por encima del TaeHyung maravilloso de Belong Together y al bruto pero encantador de Hated You First, simplemente lo amo xD
Cap dedicado a proof_vante ♡♡
Hoy os recomiendo 'GENZO' de Villain, llevaba años sin recomendar nada de él y lo echaba de menos.
[...]
Habían pasado unos cuantos días desde que Kim TaeHyung apareció en su estudio acompañado de su hermano pequeño (más bien, era al revés, pero para Jungkook no). Y, al inicio, no tuvo demasiado en cuenta aquella amenaza que dejó caer de una manera para nada amable. De hecho, no le había hecho caso en absoluto, pues TaeHyung estaba lejos de parecer amenazante.
Sin embargo, cuando el viernes por la mañana, un señor con traje de marca y maletín oscuro apareció en su estudio con una orden de registro, en nombre del Departamento de Sanidad, Jungkook no sólo supo que su compañero de trabajos era un completo cobarde, sino que el hijo del alcalde estaba lejos de ser amable. El hijo de puta le había enviado descaradamente a un inspector de sanidad.
Mos, quién se encontraba tras la barra, soltó una carcajada. "¿En serio? ¿Una inspección de sanidad?"
"Como lo oyes..."
"Menudo cabronazo, ¿y qué pasó?"
Dándole un sorbo a su cerveza, se encogió de hombros. "Nada, tenía todo en regla y cumplía con las normas, así que no hubo ningún problema. Sólo vino por tocar los huevos."
"Joder... ¿Y tan mal besas para que el hijo del alcalde te envíe a un inspector?" Se burló.
Jungkook puso los ojos en blanco, señalándolo. "Fue por tu culpa, en realidad. Me pediste que lo entretuviera y ahora está buscando cómo conseguir mi cabeza."
Inmediatamente, Mos meneó la cabeza a modo de negación, dispuesto a salir en defensa propia, pues estaba siendo acusado injustamente. Jungkook parecía haber olvidado pequeños datos importantes sobre los que en realidad había sucedido aquella noche. Y él no iba a permitirlo.
"De eso nada, guapo. Yo te pedí que lo entretuvieras, sí, de acuerdo; pero meterle la lengua hasta la tráquea fue cosa tuya."
El azabache ni siquiera pareció tener la necesidad de decir algo a su favor.
"Meh... Eso es verdad." Se encogió de hombros, oyéndole reír.
Los ojos de Mos se perdieron tras él, luciendo repentinamente preocupado por algo, sin poder quitarle la vista de encima a su hermano pequeño, mientras secaba uno de los vasos que acababa de fregar. El cambio drástico en su postura ocasionó que Jungkook mirase en la misma dirección, sólo para encontrarse con Fourth y aquel chico, Gemini, quién parecía estar en un considerable estado de ebriedad, charlaban entre risas.
"¿Va todo bien?" Quiso saber, terminando lo restante de su cerveza y enfocándose en él de nuevo.
Este asintió, a pesar de que no parecía estar siendo demasiado honesto. "Sí, bueno... Fourth y yo hemos estado teniendo alguna que otra discusión recientemente."
"¿Y eso por qué?"
"Por sus estudios. Desde que se junta con ese chico no para de repetir que quiere entrar en su misma universidad y comenzar la carrera de Diseño Gráfico. No sé qué voy a hacer con él."
Jungkook frunció el ceño, pues para él la respuesta parecía demasiado obvia.
"Dejarle, ¿no?" Murmuró, sin comprender el porqué de su actitud. "Digo, es lo que tu hermano quiere, al fin y al cabo."
"Pero Fourth no encaja en ese sitio, Jungkook."
Mirando al susodicho, siguió desconociendo sus razones para decir aquello, encogiéndose de hombros simplemente. No parecía haber nada malo en él.
"¿En una universidad?"
"Privada." Especificó. "Dónde van los niños más repelentes que puedan llegar a existir. Allí todos estrenan ropa cada día y él sigue usando la misma desde que tenía doce años. ¿Qué va a hacer rodeado de toda esa gente? No encaja."
Comprendiéndolo finalmente, Jungkook suspiró. Podía entender la preocupación de Mos, más no la compartía.
"Deberías dejar que sea él quien decida eso y simplemente limitarte a apoyarle como su hermano mayor que eres. Para uno de nosotros que va a poder tener un buen futuro..."
"Sí, supongo que tienes razón." Asintió, vaciando sus pulmones. "O no, no lo sé... Estoy hecho un lío."
El teléfono del azabache sonó, dándole fin a su conversación con Mos al tomarlo tan pronto como reconoció el contacto de Dohyun, aquel que estaba interesado en su participación en una de las carreras clandestinas que organizaba.
Shin Dohyun (Clandestinas):
¿Estás cerca del distrito Jung? He pasado a comprar, por si estabas interesado en hablar sobre la próxima carrera.
El tipo había terminado contactando con él al ver que Jungkook no lo hizo de primeras, consiguiendo su número gracias a terceros que conocían al azabache y no dudando en llamarle, queriendo que se viera implicado sí o sí.
Jungkook:
Estoy en el bar de un amigo.
Su siguiente mensaje llegó de inmediato.
Shin Dohyun (Clandestinas):
¿Nos encontramos fuera del antiguo recinto ferial? Quiero comentarte algunas cosas importantes.
Jeon se quedó quieto, pensativo antes de volver a enviar algo. No sabía qué hacer.
Y es que estaba un poco indeciso aún, pues, incluso si necesitaba el dinero, se había prometido a sí mismo no acercarse más de lo necesario a un circuito de carreras. Sin embargo, la cantidad de dinero prometida no era algo que pudiera pasar por alto, ni siquiera si no estaba demasiado receptivo al respecto.
Jungkook:
Te veo allí en cinco minutos.
Escribió, no dándose tiempo de pensarlo demasiado, y, acto seguido, bloqueó su teléfono, guardándolo de vuelta en sus bolsillos para así ponerse en pie. Claramente, captó la atención de Mos.
"¿Te marchas ya?"
"Sí, pero vuelvo en seguida. El tipo ese que organizó la fiesta del otro día quiere verme para hablar sobre una carrera próxima."
Inmediatamente, el más alto de ambos frunció el ceño. "¿Volverás a correr?"
"Aún no lo tengo muy claro." Murmuró, encogiéndose de hombros.
"Bueno... Tú sabrás lo que haces, supongo."
"Eso espero, si." Un suspiro abandonó sus labios mientras asentía.
La verdad es que no, él no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Tan sólo fluía con el tiempo, adaptándose a cada cosa nueva que llegaba a sus pies. Porque tampoco tenía otra opción. Su historial de vida se basaba en eso mismo: adaptarse y sobrevivir desde que era un niño.
En otra parte de esa misma ciudad, donde la vida parecía tener otro color completamente distinto, TaeHyung se encontraba, preparándose para bajar del coche de su compañero de facultad, con quien acababa de tener una cita improvisada.
"Bueno, Changmin, muchas gracias por la cena..." Suspiró, con una sonrisa. "Sigo sin entender muy bien qué relación tiene cenar juntos, con un trabajo de la facultad, pero me lo he pasado muy bien, aún así."
Changmin, a su lado, rio. "Sólo era para despejarnos un poco."
"Pues ha funcionado, gracias."
"No es nada, me alegra de que así sea." Sentenció, esbozando una sonrisa dulce. "Por cierto, quería preguntarte algo antes de que te marcharas."
Kim asintió. "Claro, dime."
"¿Irás a la fiesta que organizará Munik mañana?"
"Eh... Pues la verdad es que no tengo ni idea." Respondía, encogiéndose de hombros. Estaba lejos de admitir que aquel plan no le traía los mejores recuerdos. "¿Por qué?"
"Bueno, porque me gustaría que-"
El teléfono de TaeHyung sonó, interrumpiendo lo que Changmin estaba a punto de decir. El rubio inmediatamente reconoció la melodía que le había asignado a su hermano, por lo que no tardó en contestar dicha llamada.
"Discúlpame un momento, es importante."
Suspirando, no le quedó más remedio que asentir, mientras TaeHyung se llevaba el teléfono a la oreja. "Claro..."
"Gemini, dime."
Alguien tosió al otro lado de la línea, aclarándose la garganta.
"Eh, hola... ¿TaeHyung? Soy Fourth, amigo de tu hermano. Él... Está aquí conmigo y creo que se encuentra un poco borracho."
De inmediato, su primer impulso al escuchar aquello, fue sentirse horrorizado, pues Gemini no solía beber alcohol por nada del mundo. Nunca había tenido la necesidad de hacerlo.
"¿Qué?" Casi exclamó, recordando al instante que debería ser más comprensivo y, sobre todo, mantener la compostura. "¿Está- está bien?"
"Borracho... No hace más que contar chistes malos, pero más allá de eso, parece estar bien." Murmuraba, algo cohibido. "El problema es que no sé qué hacer con él."
TaeHyung suspiró. Tenía el corazón en la garganta y un ataque de nervios a punto de comenzar. Sin embargo, respiró hondo, asintiendo.
"No te preocupes, ¿estáis en el mismo sitio de la otra vez?"
"En el bar de mi hermano, sí."
"Muy bien, pues en seguida voy para allá, ¿vale? Espérame ahí."
Un sonidito afirmativo sonó. "Vale..."
"Gracias por avisarme, Fourth. Ahora te veo."
Y, sin dejarle decir nada más, TaeHyung colgó, llevándose dos dedos al tabique nasal, apretando. Parecía haber olvidado por completo la existencia de su acompañante, pues en el momento en que le escuchó hablar, casi se sobresaltó.
"¿Va todo bien?" Quiso saber, viéndole aparentemente estresado.
Con lentitud, asintió, buscando la forma más efectiva de no perder los nervios. "Sí, todo genial... Son cosas de familia, no te preocupes. Debo ir a recoger a mi hermano."
"Oh." Musitó. "¿Quieres que te lleve? Me pilla de camino."
Kim le observó con el ceño fruncido. "Pero si no te he dicho dónde es..."
Changmin casi palideció antes de ponerse rojo como un tomate.
"Ya, ya, p-pero no hace falta... Me refiero a que puedo llevarte a cualquier sitio si lo necesitas, sin importar las distancias. Yo te llevo."
"Ow, muchas gracias, Changmin, pero no hace falta, no quiero quitarte más tiempo."
"Para mí no es un problema, no me quitas tiempo." Se apresuró a decir, antes de que TaeHyung acercase su mano a la puerta. "Lo digo en serio. Quiero llevarte... De verdad."
Haciendo una mueca, le observó, viéndose pensativo. Para él era mucho más cómodo ir hasta el distrito Jung acompañado por alguien, pero no quería ser quien arrastrara a ninguno de sus compañeros. Sin embargo, si este se ofrecía...
"Muy bien, de acuerdo. Te lo agradezco."
La sonrisa que Changmin le dio fue brillante. "Genial, pues pásame la dirección."
Aproximadamente veinte minutos después, llegaron al bar donde Gemini se encontraba, en el centro del distrito Jung, TaeHyung siendo el primero en bajarse del coche casi desesperado.
"Te espero aquí, ¿vale? No quiero que me roben el coche..." Murmuraba Changmin.
"Claro, no te preocupes. En seguida vuelvo."
Suspirando, cerró la puerta a sus espaldas, dándole una sonrisa antes de dirigirse al otro lado de la calle. El bar tenía la puerta cerrada y una campanita sonaba cada vez que alguien la abría para entrar, haciendo que todos los que se encontraban dentro, o en su gran mayoría, se giraran a mirar. Así que TaeHyung no pudo ocultar su incomodidad cuando tuvo quince pares de ojos sobre él nada más adentrarse, rápidamente perdiendo dicha atención y apretando los labios.
"TaeHyung, aquí." Escuchó la voz de Fourth al final del bar, apenas compartiendo una mirada con el hermano de este, Mos, quien se encontraba tras la barra.
Él simplemente asintió a modo de saludo, no tardando en dirigirse hacia ambos jóvenes.
Conforme se acercaba, podía escuchar a Gemini reír entre hipidos, contando chistes absurdos y casi llorando por ellos, mientras que Fourth intentaba mantenerle lo más cuerdo posible, considerando que esa era su primera borrachera.
"Ahí va otro, ahí va otro." Anunciaba, sonando emocionado. "¿De dónde vienen los hámster?"
"No lo sé..."
"De Hamsterdam."
Gemini se echó hacia delante por la risa, viendo como Fourth tan sólo sonreía, moviendo la cabeza a modo de asentimiento. Para su suerte, TaeHyung llegó a la mesa en cuestión de segundos, logrando que palideciera.
"¡TaeHyung!"
"Sí, hola." Saludó, poniendo los brazos en jarras, señalando a su hermano. "Veo que te lo estás pasando muy bien, ¿verdad?"
"¿Q-Qué haces aquí?"
"Vengo a por ti. Alguien me ha llamado para decirme que al parecer estás pasando por tu primera borrachera, ¿es eso cierto, Gem?" Quiso saber, incluso cuando la respuesta era demasiado obvia.
El menor de ambos hermanos tragó saliva, buscando refugio en Fourth, quien apartó la mirada, señalándose a sí mismo como culpable. Luego, miró a su propio hermano.
"¿Yo? ¿B-Borracho?" Se señaló, casi bufando. "Claro que no, ¿qué tonterías dices? Si yo no bebo, TaeHyung... Se han debido de confundir con otro muy parecido a mí."
"Oh, ¿así que no eres tú el que lleva cuarenta minutos con un repertorio de chistes malos?"
Aquella pregunta no sólo le dejó en evidencia cuando no supo que responder, sino que también formó un hueco en su corazón, viéndose vulnerable y herido.
"¿Malos? ¿Crees que mis chistes son malos?" Susurró, volviendo a mirar a Fourth. "¿Fourth, son malos?"
El mencionado no sabía dónde meterse.
"Eh..."
"Nos vamos a casa, Gemini, venga." Decía su hermano, tomándole del brazo para que se pusiera en pie.
"Pensé que te gustaban por cómo te reías..." Continuaba diciendo, completamente desolado mientras TaeHyung le obligaba a incorporarse con algo de dificultad, pues su cuerpo se sentía más pesado de la cuenta.
Fourth se apresuró a negar. "No, sí que me gustan... Me he divertido mucho."
"¿De verdad lo dices?"
"Claro." Asintió, dándole una pequeña sonrisa que Gemini no tardó en corresponder.
El menor de los hermanos Kim se dirigía hacia la barra poco después, guiado por Fourth y TaeHyung, quienes cuidadosamente jalaban de él para evitar que perdiera el equilibrio en cualquier momento y cayera al suelo. Sin embargo, Gemini era lo suficientemente grande y pesado como para que la situación fuese dificultosa, aun así.
"¿Habéis pagado ya?" Quiso saber el rubio. Fourth negó.
"No, pero yo invito, no te preocupes. La vez pasada me invitó él a mí."
"Claro que no, es el bar de tu hermano, no puedo dejar que pagues. Perderíais ingresos." Se negó en rotundo, deteniéndose frente a la barra. "Siéntate ahí mientras, Gem."
"Vale..."
La puerta se abrió justo cuando Gemini tomaba asiento, Jungkook apareciendo e inmediatamente topándose con TaeHyung de primeras, lo que le hizo bufar. Por supuesto, el sentimiento fue exactamente el mismo para él, poniendo los ojos en blanco.
Su mente necesitaba descansar de ver esa cara a cada rato. No iba a poder soportarlo.
"Vaya, pero si está aquí mi cliente favorito, Don Perfecto. ¿Cómo van esos tatuajes?" Se interesó, colocándose junto a él y posando una mano en su espalda baja.
Sintió cómo se estremecía bajo su tacto, lo que le hizo sonreír y morderse el labio inferior. Sin embargo, aun así, TaeHyung optó por ignorarle, mirando al muchacho tras la barra, aquel que se había convertido en un dolor de cabeza para Bank, su mejor amigo.
"¿Cuánto es lo de ambos?"
"En seguida te lo digo." Indicó, viéndole asentir.
"No tienes que pagar también por mí, TaeHyung, de verdad..." Se apresuró a decir nuevamente Fourth, apoyándose a su lado. "Yo trabajo aquí, así que se me descuenta del sueldo y listo. No es necesario que te molestes."
Incluso si el punto del chico era justo y coherente, Kim volvía a negar. "Considéralo un agradecimiento por avisarme del estado de mi hermano y preocuparte por él."
"Qué generoso eres, hombre..." Susurró el azabache, sólo para que él pudiera escucharle.
De nuevo, fue ignorado, aunque su cuerpo continuaba reaccionado positivamente ante la cercanía, por lo que ni siquiera necesitaba una respuesta verbal.
Mos llegó frente a él luego de hacer cálculos en la caja registradora.
"Son cincuenta mil."
A TaeHyung se le secó la garganta, horrorizado. "Pero, ¿cuánto ha bebido?"
La risa de Jungkook llegó a sus oídos.
"Pues han pedido tres mojitos, un ron con coca cola y cinco cervezas, pero hoy es el día de cerveza gratis, así que no se cobran."
Junto a él, Gemini soltó una risita. "Quiero otro ron con coca cola... O no, mejor un mojito. Ponme un mojito, Mos... O dos. ¿Tú quieres uno, TaeHyung?"
"Gemini, cállate."
"¿No quieres? Pues vale..." Se encogió de hombros.
Bufando, sacó su cartera a regañadientes, meneando la cabeza de un lado a otro en señal de negación. No podía creer que Gemini estuviera dándole tantos disgustos a la vez. Ni siquiera le habían levantado el castigo del todo todavía.
El sonido de vasos rompiéndose sonó a sus espaldas, mientras le entregaba a Mos cinco billetes de diez y otros tres como propina, inmediatamente mirando hacia atrás.
"Joder, Jaemin, qué susto me has dado..."
Uno de los camareros había dejado caer por accidente su bandeja llena de vasos vacíos que acababa de recoger.
"Lo siento, lo siento." Murmuró, agachándose a por la bandeja. "Que nadie se acerque, cuidado con los cristales."
Luego, él se acercó a la barra, dejando dicha bandeja que Jungkook tomó.
"¿Te has cortado?" Quiso saber este, viéndole negar.
"Estoy bien, tranquilo."
"Es la tercera vez que te pasa esta semana, Jaemin." Recordaba el jefe, sus labios apretados. No parecía molesto, pero sí preocupado a ojos de TaeHyung. "¿Va todo bien?"
Asintiendo, suspiró, sus ojos cansados siendo la prueba irrefutable de que aquello no era cierto.
"Sí, perdona, es que tengo la cabeza en otra parte, lo siento. Puedes descontarme las pérdidas de mi sueldo."
"No voy a hacer eso." Aclaró, entregándole un paño para que se secara. Luego, tomó el dinero que TaeHyung le entregaba. "Gracias."
Y, mientras cerraba su cartera, escuchó la conversación en completo silencio cuando Jungkook se involucró.
"¿Sigues teniendo problemas con el alquiler? ¿No has podido solucionarlo todavía?"
"El dueño quiere que me largue porque no estoy de acuerdo con que suba el precio del alquiler, así como si nada. Dice que está en todo su derecho de echarme si me niego a cumplir con el contrato... No sé dónde voy a ir con un niño de cuatro años."
"Os podéis quedar en la trastienda mientras encontráis algo... Hay dos colchones y calefacción."
"Yo tengo una habitación vacía en mi apartamento, por si lo necesitas." Propuso Jungkook.
Jaemin asintió, intentando darles una sonrisa. "Gracias, chicos, de verdad." Musitó, suspirando. "Bueno... Voy a limpiar este desastre antes de que alguien pueda hacerse daño."
"De acuerdo."
TaeHyung intentó contener el impulso de meterse dónde no le llamaban, dándose la vuelta antes de ser consciente de lo que estaba por decir y aclarándose la garganta cuando fue tras él.
"Disculpa." Llamó al camarero, quien se giró de inmediato. "Siento entrometerme, pero creo que deberías saber que no pueden subirte el alquiler a menos que tu contrato esté por vencer próximamente. No es legal."
"Aún queda bastante para que se cumpla un año, entré en el piso hace menos de cinco meses."
"En ese caso, no puede hacerlo, también si lo que pide es más de un dos porciento de lo que ya pagas."
Su ceño se frunció. "Bueno... No entiendo mucho de números, pero creo que sí supera ese porcentaje con creces. Pago casi millón trescientos de wons al mes y lo que propone sobrepasa el millón y medio."
Asintiendo, TaeHyung le dio la razón. "Deberías denunciarlo o dar parte, entonces. No es legal lo que te pide ni lo que exige."
"Vale..."
Una mano se posó en el hombro de TaeHyung, quien miró a su izquierda para ver a Jungkook junto a él, observándole con interés. Se abstuvo de bufar, simplemente poniendo los ojos en blanco.
"¿Cómo sabes tanto sobre alquileres y leyes, Don Perfecto? ¿Te lo ha enseñado tu padre el alcalde?"
"En realidad, y ya que te interesa mucho, me lo ha enseñado mi carrera. Estoy graduado en derecho y voy en mi segundo año del máster en abogacía. Mi padre no tiene nada que ver." Respondió, mirándole a los ojos.
Creyendo que su respuesta le dejaría callado, Jungkook sorprendió al rubio esbozando una sonrisa ladeada. "Todo un cerebrito, me encanta."
TaeHyung bufó, apartando la mano ajena de su cuerpo y devolviéndole la mirada al camarero, quien parecía querer decirle algo, pero no sabía cómo hacerlo. Él se aclaró la garganta, quitándose el bolso que llevaba consigo y sacando un bolígrafo de este, alargando su brazo hasta alcanzar una servilleta en la barra. Apuntó algo que no tardó en entregarle a Jaemin poco después.
"Toma, aquí tienes mi número. Si necesitas ayuda o asesoramiento, puedes llamarme cuando quieras."
Indeciso, él lo tomó. "Gracias... Aunque no creo poder pagarte por tus servicios."
"No ejerzo como abogado todavía, así que no te ofrezco nada profesional, sólo ayuda. No te voy a cobrar por conocimientos básicos."
"Oh... Está bien, te lo agradezco mucho, eh..." Buscando la forma en que dirigirse a él, balbuceó.
"TaeHyung, me llamo TaeHyung. Encantado."
"Te lo agradezco mucho, TaeHyung."
Sonriéndole, asintió. "Un placer."
Luego, cuando Jaemin se alejó para continuar con su trabajo, Kim se giró de nuevo, ignorando al azabache que tenía a su derecha y directamente yendo a por Gemini, quien se encontraba medio dormido en la barra.
"Gen, venga, vámonos que nos están esperando para irnos a casa."
Con dificultad, este se bajó de la silla. "¿Has llamado a papá?"
"No, es un amigo con el que estaba."
"Ah."
Sosteniendo al menor, dejó escapar un suspiro antes de observar a Fourth. "Gracias por avisar, Fourth, hasta pronto."
"No es nada, id con cuidado. Ah, y dile que me llame, uhm... Por favor."
"Claro." Asintió.
Salieron del bar bajo, claramente, la atenta mirada del azabache, quien continuó observando a TaeHyung incluso a través del cristal, mientras este llegaba a un coche aparcado y metía a Gemini en los asientos traseros.
Jungkook salió antes de que pudiera meterse él también, alcanzándolo con rapidez. No había tenido suficiente tras ese pequeño encuentro.
"Eh, oye, amigo." Le llamó, llegando a su altura. TaeHyung le dio una mirada de pies a cabeza.
"Dame un momento, Changmin, ya nos vamos." Se dirigió al conductor, soltando un bufido y alejándose del coche para caminar hacia él. "¿Qué quieres?"
"Sólo felicitarte por el éxito de tu amenaza. Eso de enviarme un inspector de sanidad es otro nivel de venganza. Enhorabuena."
TaeHyung sonrió tras aquel halago. "Muchas gracias."
"Lastimosamente para ti, no has conseguido nada porque tengo todos los papeles en regla, pero fue un buen movimiento."
"Lo sé."
Eso sí que confundió a Jungkook. "¿Lo sabes?"
"Claro." Kim se encogió de hombros, cruzando los brazos a la altura de su estómago. "Yo mismo vi tu estudio de cerca y pude comprobar que todo estaba en perfecto estado y cumpliendo las normas establecidas por Sanidad."
"Ya veo... Así que sólo querías asustarme, ¿no?"
"Depende. ¿Ha funcionado?"
Jungkook negó. "En absoluto."
"Entonces no. No envié a nadie para que te cerraran el estudio, sino para que vieras lo que soy capaz de hacer con una simple llamada." Señaló, indiferente. "Y creo que has podido darte cuenta, así que ya sabes por qué no debes molestarme otra vez."
Una sonrisa de labios sellados cruzó por el rostro del azabache, dando un paso más cerca en dirección a TaeHyung, quien no se movió ni un centímetro, quedando en la misma posición.
"Ya... Pero el problema es que ahora tú te has metido conmigo y me has molestado. Has iniciado un conflicto continúo por querer hacerte el gracioso... No eres tan inteligente como crees."
Tras aquella amenaza directa, él simplemente sonrió.
"Tú tampoco lo eres, Jungkook." Señaló, su dedo índice chocando contra el pecho ajeno mientras negaba, ojos amplios y brillantes calando en él. "Y ojalá lo fueras, honestamente... Porque te ahorrarías muchísimos problemas conmigo que, estoy seguro, no querrás tener."
El mencionado rio suavemente. "¿Me estás amenazando?"
Y, esta vez, TaeHyung asintió, viendo cómo pasaba la lengua por sus labios. "Por supuesto."
"Muy bien, lo tendré en cuenta."
Jungkook seguía sin verse afectado por sus amenazas, tampoco sentía ni una pizca de miedo incluso cuando había comprobado en carne propia lo que el hijo del alcalde era capaz de hacer. Simplemente estaba... expectante, a la espera de su siguiente movimiento.
Changmin hizo sonar el claxon del coche.
"¿Te queda mucho, TaeHyung? Hay gente muy rara por aquí..."
"Ya voy, no te preocupes." Se apresuró en decirle, haciendo un gesto con las manos.
Poniendo los ojos en blanco, Jungkook simplemente suspiró, pasándose la lengua por los labios.
"Bueno... No te molesto más, no vaya a ser que tu novio salga de aquí llorando porque le han rajado las ruedas del coche."
De inmediato, el rubio frunció el ceño.
"¿Novio?" Repitió, casi con burla. "Si yo tuviera novio, ni siquiera hubiera dejado que te acercaras a más de dos metros de mí, Jungkook."
Aquella respuesta pareció gustarle demasiado al azabache, porque su sonrisa no tardó en aparecer, alumbrándole el rostro.
"Oh, ya veo... Así que accediste por gusto."
"Por desgracia, más bien diría yo." Corrigió, encogiéndose de hombros.
Jungkook soltó una carcajada. "Ya, pues no lo parece por el modo en que has estado actuando desde entonces, Don Perfecto. Yo creo que te avergüenza admitir que te gustó."
"No me avergüenza para nada. Lo admito: me gustó." Dijo, sin tapujos, para luego señalarlo. "Lo que no me gustó tanto es que fuera con un imbécil como tú... Pero supongo que de los errores se aprende, ¿verdad?"
Una sonrisa radiante jaló de sus labios, formulando aquella pregunta de la manera más ingenua posible.
Hasta que la voz de Changmin volvió a sonar.
"TaeHyung, ¿te falta mucho? Por favor." Quiso saber, sonando más desesperado con cada segundo que pasaba.
Por última vez, y sin borrar su sonrisa, él se dirigió a Jungkook, poniendo una mano sobre el pecho ajeno para que sintiera aquella despedida como algo más que eso.
"Y ahora, si me lo permites, voy a marcharme. Ha sido un placer charlar contigo."
Jungkook le devolvió la sonrisa sin titubear, lejos de sentirse ofendido por sus palabras que buscaban ser hirientes. Impidió que TaeHyung se diera la vuelta y caminase lejos de él, tras colocar una mano en su muñeca, jalando hacia atrás hasta devolverlo a su posición. Kim bufó, antes de sentir como unos labios se posaban sutilmente sobre su oreja.
"El placer será mío cuando, en lugar de usar esa boca para hablar, lo emplees en hacer algo mejor, Don Perfecto." Susurró, logrando que un escalofrío le recorriera de pies a cabeza.
Notando aquello, sonrió, para que luego TaeHyung lo empujara con rabia en cuanto besó su comisura labial. Tenía las mejillas ardiendo, pintadas de un potente color rojizo.
"Imbécil." Siseó, dándose la vuelta y finalmente marchándose de allí a toda prisa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro