Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✧c.-001 [2/2]

N/A: Me he propuesto un reto y es evitar mencionar la famosa frase de 'este capítulo es mi favorito' o 'este capítulo forma parte de mi top...' en, al menos, una cuarta parte del fanfic (nivel extremadamente difícil), veremos cuánto duro xD

Cap dedicado a  Sonrmy_x ♡♡

Hoy os recomiendo 'PRETTY WHEN U CRY'  de PLVTINUM, parece que cada mes su nueva música está hecha para mí.

[...]

"Este niño es un inconsciente." Se quejaba TaeHyung, soltando un bufido mientras miraba la dirección exacta de su hermano menor en el teléfono. "¿Cómo es posible que sea tan irresponsable?"

Junto a él, conduciendo el que era su coche, Bank soltó una carcajada.

"Porque es un adolescente, eso y emborracharte a escondidas viene dentro del pack de la pubertad. Parece que nunca has tenido dieciocho años, hijo..."

Otro bufido abandonó sus labios. Ojalá pudiera tomarse la vida tan a la ligera como su mejor amigo lo hacía. Las cosas serían tan fáciles...

"Claro que he sido adolescente y he tenido dieciocho años, Banky, pero jamás he mentido a mis padres sobre dónde estaba." Dijo, como si fuera obvio, mientras sus ojos estaban fijos en el teléfono. "Es aquí, detente."

El coche se detuvo junto a un descampado, lo que hizo que TaeHyung frunciera el ceño, escuchando a Bank resoplar.

"A ver, ¿le hubieras dejado venir hasta aquí si te lo hubiese pedido?"

"No." Respondió, conciso.

"Pues entonces, ahí tienes el porqué de su mentira. Gemini iba a venir sí o sí, porque está en su etapa rebelde y si tú le dices que no, va a ignorarte."

Meneando la cabeza de un lado a otro, TaeHyung no podía comprender que el comportamiento de su hermano tuviese algún tipo de excusa. A él se le caería la cara de vergüenza al pensar siquiera en mentirle a sus padres.

"Tienes que ser más comprensivo con él."

"No puedo, Banky, ¿cómo voy a ser comprensivo? Me oculta cosas y acaba en el peor lugar posible de la ciudad, ¿a ti te parece que eso es normal?"

Banky asintió como si su pregunta fuese absurda. "Sí."

"Pues a mí no, creo que es muy imprudente por su parte. Este sitio no está hecho para él, y creo que ambos sabemos el por qué." Señaló, recordándole silenciosamente qué sucedió la última vez que ambos estuvieron allí.

El pelinegro puso los ojos en blanco, apretándose el puente de la nariz con dos dedos, resoplando. TaeHyung era demasiado correcto para ser su amigo y eso siempre traía inconvenientes a su amistad. Sin embargo, él no podía culparlo por ser sobreprotector con Gemini, pues era prácticamente su bebé. TaeHyung lo adoraba.

"Mira... Entiendo que quieras proteger a Gemini de muchas cosas y es totalmente comprensible, pero tu hermano necesita vivir su vida incluso si no es lo que esperas para él."

Dejando escapar un suspiro, supo que Banky tenía razón cuando no pudo decir nada a su favor. Mordiéndose el labio inferior, miró nuevamente su teléfono, donde la ubicación de Gemini se marcaba. Estaba a tan sólo kilómetro y medio de distancia, sin embargo, ahora no sabía si era tan correcto como creía el estar allí.

"¿Qué hago ahora, entonces?"

"No sé, ¿qué te nace hacer?"

TaeHyung se frotó el rostro con ambas manos, mirando por la ventana ahora que estaban estacionados. Podía escuchar música a todo volumen a pocos metros de distancia y eso le llenaba de angustia. Gemini nunca había rozado ese ambiente antes.

"Aquí hay gente muy peligrosa..." Murmuró, como si quisiera autoconvencerse de que estaba haciendo lo correcto. "¿Y si le hacen algo? ¿Y si le atracan? Pueden darle una puñalada o acabar en problemas."

"En ese caso, vayamos a buscarle."

Su ceño se frunció, visiblemente confundido. "¿Si? ¿Crees que es lo correcto?"

"Tú eres el que decide eso, yo sólo voy detrás de ti."

"Vale..."

Mordiéndose el labio inferior, volvió a vaciar sus pulmones, viendo como su hermano acababa de desactivar su ubicación en tiempo real, por lo que frunció el ceño. A estas alturas, difícilmente sabía lo que estaba haciendo, pero su preocupación por Gemini era más fuerte que cualquier cosa. Tener un hermano menor tan irresponsable y descuidado le traería problemas en un futuro, él lo sabía y pretendía evitarlo a toda cosa.

"¿Dónde está?"

TaeHyung, quién miraba su teléfono, negó. "La ubicación no es exacta y menos ahora que la ha desactivado, pero debe estar por aquí cerca."

"Tal vez esté viendo las carreras, mucha gente suele venir aquí porque la bebida es más barata."

"Gemini tiene dieciocho, no puede beber aún."

El pelinegro soltó una carcajada. "Bueno, esa es tu opinión..."

Optando por simplemente ignorarle, meneó la cabeza a modo de negación. Estaba demasiado ocupado sobrepensando e imaginando escenarios trágicos para su hermano, como para pararse a pensar en otras cosas.

"Creo que deberías quedarte aquí en caso de que aparezca por algún lado, yo iré a buscarlo."

"¿Estás seguro?"

"Sí, claro."

"Pero, ¿no decías que este sitio era peligroso?"

TaeHyung asintió. "Y lo es, pero tengo mi ubicación compartida contigo, así que no hay ningún problema, te avisaré si pasa algo."

Dejando escapar un suspiro, resignado, Bank asintió. "Está bien, de acuerdo... Tú sabrás lo que haces."

"Llevo spray de pimienta, además, estaré seguro."

"Eso espero. Ten cuidado."

"Claro."

Bajó del coche sin pensárselo dos veces, echándole un rápido vistazo a aquel lugar mientras caminaba sin rumbo fijo, hacia donde la música se escuchaba.

Conforme se acercaba más y más al cúmulo de gente drogada, alcoholizada y sin aparente sentido común, TaeHyung podía entender menos la situación.

¿Qué se le había perdido a su hermano allí? En un sitio lleno de drogas, gente alcoholizada, carreras clandestinas sin ningún tipo de seguridad y patrullas de policía paseándose cada cinco minutos. Gemini solía temerle a los policías cuando era pequeño, así que no podía entenderlo siquiera. Se le escapaba de las manos.

TaeHyung entró en su chat con Gemini al no tener ni idea de dónde buscarle, leyendo sus último mensaje, de hacía quince minutos. Aquellos que Gemini nunca contestó.

TaeHyung:

¿Por qué me has mentido diciendo que estarías en la biblioteca?

¿Sabes que tienes la ubicación compartida activada y puedo ver dónde estás?

¿Puedes explicarme haces y como has llegado al distrito Jung?

Ese sitio es peligrosísimo, Gemini. Ahora mismo voy a buscarte. Ni se te ocurra moverte de dónde estás, que nos conocemos.

Por supuesto, su hermano le había dejado en visto, ignorando completamente sus mensajes. Aquello hizo que se sintiera molesto, comenzando a teclear con rabia un nuevo mensaje. Gemini jamás le había ocultado algo como eso, pero ahora todo era tan confuso.

TaeHyung:

¿Dónde estás?

El mensaje fue leído casi al instante, por lo que su ceño se frunció, mirando hacia todos lados en caso de poder verlo.

Aquel sitio era inmenso, probablemente de los espacios abandonados más amplios que existiera en la enorme Seúl. Estaba lleno de gente joven que saltaba y gritaba por la fuerte música, coches caros, motos grandes y más civiles alrededor de estos.

Bufando, observó que su hermano no parecía tener intención de responderle, así que decidió enviarle otro mensaje, conmocionado por la decepción.

TaeHyung:

No sé qué narices te pasa, Gemini, pero si continúas ignorándome y haciendo lo que te da la gana, vas a acabar muy mal. Te lo advierto.

Entiendo que quieras disfrutar tu juventud y estoy totalmente a favor de que lo hagas, pero no a espaldas de mí o de papá. Ambos queremos lo mejor para ti y esto no es justo.

Sin tener la oportunidad de enviar el último mensaje escrito, TaeHyung sintió algo punzante presionándose en su espalda baja, para acto seguido oír una voz ronca que le sobresaltó.

"Dame todo lo que tengas."

Inmediatamente se le heló la sangre, su corazón deteniéndose por un instante para acelerarse poco después.

Su primer instinto fue alcanzar el spray de pimienta que llevaba consigo, pero al primer movimiento, el objeto punzante se acercó más a su cuerpo.

"Ni se te ocurra, no te muevas." Siseó. "Date la vuelta."

Lentamente, él lo hizo, encarando a su agresor.

Era un hombre rubio, igual de alto que él y prácticamente de su misma edad. Parecía tener la piel áspera, con algunas heridas superficiales cerca de la nariz y una cicatriz grande en la mejilla. Al girarse, presionó la navaja contra su estómago, sin llegar a cortarle pero enviándole una advertencia.

"Dame el móvil." Pidió.

Con el corazón errático, latiéndole a mil por hora y un nudo en la garganta, TaeHyung acotó dicha petición. Manos temblorosas le arrancaron el teléfono de las suyas.

"El abrigo, dame el abrigo."

Entonces, el corazón errático se le paró. Cualquier cosa menos su abrigo.

"No... Mi abrigo no."

La punta de la navaja se acercó a sus costillas peligrosamente. TaeHyung volvió a congelarse.

"Que me des el abrigo."

"E-Era un regalo de mi madre..."

"No me importa. Dame el puto abrigo, o lo consigo yo por las malas."

Tragando saliva y sintiendo como las lágrimas se agolpaban en sus ojos, accedió, despojándose de su prenda más preciada para entregársela, sintiendo que estaba perdiendo una parte de él al dársela.

"Ese reloj me gusta." Señaló su muñeca izquierda. Y, sin siquiera pestañear, se lo arrancó. "Ahora es mío, gracias."

TaeHyung sorbió por la nariz.

"Un placer hacer negocios contigo." Dijo aquel repugnante ser, antes de darle un empujón y desaparecer de su vista a paso rápido.

Quedó a solas de nuevo, temblando, llorando silenciosamente por su abrigo y mirando a todos lados sin saber qué hacer. Lo más inteligente era volver con Banky, contarle lo sucedido y buscar a Gemini juntos, pero sólo de pensar que lo que acababa de pasarle a él, podía sucederle a su hermano y se le paraba definitivamente el corazón.

Así que comenzó a andar de nuevo, estableciendo un rumbo fijo que le llevó a un grupo de personas (las cuales no parecían estar perjudicadas por el alcohol ni ninguna sustancia adictiva). Ellos le observaron con confusión, una vez llegó a su altura.

Se sentía como una oca en medio de un montón de perros.

"Hola, lamento la interrupción, eh... ¿Por casualidad habéis visto a un chico alto, de pelo negro y boca de pato? Se llama Gemini."

"¿Por qué? ¿Eres policía?"

Aquella pregunta le descolocó.

"¿Qué? No, no, claro que no... Sólo busco a mi hermano."

"¿No eres el hijo del alcalde?" Una de las chicas cuestionó.

"Sí, eso sí..."

"¿Y qué se te ha perdido a ti por aquí?"

"Mi hermano, ¿lo habéis visto?"

Las cejas del chico más alto se alzaron. "Depende... ¿Qué nos vas a dar a cambio?"

TaeHyung sentía que cada vez se perdía más en la conversación, desesperado por respuestas que claramente allí no obtendría.

Sin embargo, otro de ellos pareció notar su angustia, riendo y poniendo una mano en el hombro de su amigo.

"No seáis oportunistas, el pobre muchacho lo está pasando mal." Regañó a los demás con un tono jocoso. "Aquí no hemos visto a la persona que buscas, lo siento."

Él asintió. "Vale, gracias..."

"Pero quizás si me das tu teléfono y llego a verlo, puedo contactar contigo."

Los demás soltaron una carcajada, palmeando su hombro como si estuvieran celebrando algo sin que TaeHyung lo supiera.

"Me han robado el móvil."

"Ouch... En ese caso, no puedo hacer nada por ti, lo siento."

"Ya... Gracias de todos modos." Haciendo una pequeña reverencia, la cual le hizo sentirse increíblemente estúpido, se alejó de allí.

Durante la siguiente media hora, TaeHyung se recorrió todo el descampado sin descanso alguno. Preguntó a un segundo grupo, un tercero, cuarto, décimo, vigésimo y contó quince más hasta rendirse.

«¿Has visto a un chico alto, de pelo negro y boca de pato?»

«¿Habéis visto a mí hermano? Es alto, cabello negro y camisa de rayas."

"¿Sabes si alguien ha visto a un chico alto, pelo negro y camisa a rayas? Es mi hermano."

"Disculpad, no encuentro a mí hermano, es...»

Y ninguna respuesta positiva, sin ningún dato que le facilitará su búsqueda, TaeHyung supo que no sacaría nada de todo eso. Nadie había visto a su hermano, y de haberlo hecho, no parecían tener interés en decírselo.

Entonces, el ruido de varias sirenas de policía opacando a la fuerte música, hizo que perdiera definitivamente su oportunidad de buscar y encontrar a Gemini, cuando todos comenzaron a correr y gritar, alertando a otros para que hicieran lo mismo, huyendo del lugar sin siquiera mirar atrás.

"¡La policía, la policía, corred!"

Algunos empujaron a TaeHyung fuera del camino, logrando que este se sintiera desconcertado y confundido, viendo como decenas de personas pasaban por su lado a toda prisa.

"¡Corred, corred!"

"Dicen que han encontrado un cuerpo junto a los bidones de gasolina. Por sobredosis." Escuchó a un grupo de chicas murmurar, antes de que estas desaparecieran de su vista en cuestión de segundos.

El corazón se le paró por unos instantes, mirando a su alrededor sin tener ni idea de qué hacer, dónde meterse o cómo actuar. Nunca había estado en una situación así, rodeado de policías por todas partes y con gente corriendo despavorida en direcciones diferentes. Y no podía evitar sentirse asustado.

Caminó lo más rápido que pudo, oyendo las sirenas de policía cada vez más cerca mientras avanzaba, temiendo mirar hacia atrás en caso de que pudieran verle. Sudaba frío, le latía el corazón a toda prisa y tenía un nudo en la garganta que se hizo más grande en cuanto divisó a una pareja de policías aparecer frente a él, dándole la espalda.

"No me jodas..." Susurró para sí mismo, deteniéndose sin saber a dónde ir.

Entonces, una mano que salió de la nada, atrapó su muñeca, jalando de él hacia el interior de un viejo almacén diminuto. Inmediatamente chilló por la sorpresa, ocasionando que esa misma mano se posara en sus labios.

"Cállate, no grites." Siseó una voz masculina, muy cerca de su rostro.

TaeHyung miró a aquel que había acudido en su ayuda forzosamente, topándose con un par de ojos oscuros que dieron paso a los rasgos faciales de alguien a quien recordaba casi a la perfección.

Sus caminos se habían encontrado anteriormente, gracias a Banky y sus celos justificados. Aún conservaba el pañuelo que le dio.

Con lentitud, el sujeto aflojó el agarre poco a poco, hasta que soltó su cara.

"¿Qué narices está pasando aquí?"

"Silencio." Insistió, mandándole a callar antes de asomarse sólo un poco.

Ofendido, TaeHyung frunció el ceño. "No, nada de silencio, ¿por qué...?"

Y, de nuevo, la mano del azabache se posó sobre su boca, impidiéndole hablar. Él se quejó, entrecerrando los ojos, completamente molesto.

"La policía nos encontrará si no te callas de una vez, así que haz favor de cerrar esa boca si quieres evitar dormir en un calabozo esta noche, ¿lo entiendes?"

Antes de que le soltara de nuevo, una voz sonó a menos de tres metros de distancia.

"Me ha parecido escuchar algo por aquí." Murmuró uno de los policías. TaeHyung volvió a quedar helado.

"Mira tú por esa zona y yo por esta." Otro dijo.

TaeHyung buscó respuestas en los ojos de aquel que tenía delante, cuyo nombre desconocía. El azabache le observó de vuelta, relamiéndose los labios, como si estuviera pensativo, ni siquiera dándole tiempo a él de hablar.

"Bésame." Le dijo, sin tapujos.

Kim quedó perplejo, no siendo capaz de digerir aquella orden correctamente. Creía (deseaba) haber oído mal.

"¿Disculpa?"

"Que me beses, tenemos que pasar desapercibidos."

De inmediato, un bufido abandonó sus labios. Esto no podía ser real.

"Ahora entiendo por qué la policía está tan alerta... Vas drogado hasta las cejas, ¿no es así?"

Un golpe sonó fuera del almacén abandonado, logrando que el rubio se sobresaltara, inconscientemente pegándose más a su acompañante, quién bufó.

"¿Quieres dormir en tu cama esta noche, o prefieres el calabozo? Porque ahí es dónde acabarás si te descubren." Señaló, pareciendo muy serio a ojos de TaeHyung, cuyos labios se apretaron en cuanto sintió que los observaba. "Voy a besarte, intenta parecer lo más receptivo posible."

Y, acto seguido, aquel completo desconocido atacó sus labios sin pensárselo dos veces, sosteniéndole el rostro con una mano y usando la otra para apretarle la cintura. Kim se estremeció, cerrando los ojos con fuerza a la hora de devolverle el beso, intentando seguir su ritmo.

"¡Creo que aquí hay alguien, Dong!"

La voz del primer policía sonó, sus pisadas acercándose antes de iluminarlos a ambos con la linterna. El azabache no se inmutó siquiera, volviendo aquel beso más húmedo y caótico cuando introdujo su lengua para profundizarlo, chupando la impropia y ladeando la cabeza para un mejor contacto. TaeHyung chilló debido a la impresión.

"Oh-huh... Lo siento." Se disculpó en voz baja el policía, antes de retroceder en sus pasos como si él no hubiera visto nada en absoluto, saliendo así del almacén. "No entres aquí, Dong, hay dos chicos... Bueno, no entres."

"Vale, sigamos buscando por aquí."

Aquella lengua en su boca continuaba acariciando la suya propia casi de manera ínfima, logrando que todos los vellos en su cuerpo se erizaran, sintiendo cómo le sostenía por la cintura y no parecía tener intención de soltarle, apretando cada cierto tiempo su cintura tras usar ambas manos cuando TaeHyung le tomó del rostro.

Oyeron a los policías alejarse, pero eso ni siquiera pareció ser una buena excusa para separarse, tampoco que las sirenas volvieran a sonar unos minutos después, haciéndose lejanas progresivamente en señal de que se marchaban.

No fue hasta que TaeHyung notó algo vibrando contra su pierna, proveniente de los pantalones ajenos, que cobró consciencia de sus actos, recordando por qué habían empezado a besarse en primer lugar y sintiéndose avergonzado cuando descubrió que seguían haciéndolo sin necesidad alguna, solo por gusto. Él no tardó en separarse, notando algo de resistencia por parte del azabache, quién accedió con un bufido, como si separarse de aquel beso hubiera resultado un fastidio.

"Tu teléfono... E-Está sonando." Avisó, algo desconcertado.

Tomando dicho teléfono, el azabache llegó a ver el número de Fourth en la pantalla antes de que la llamada se cortara. Un suspiro abandonó sus labios, relamiéndoselos poco después y analizando el rostro de aquel que tenía en frente.

"¿Te encuentras bien?" Quiso saber, recordando que hace menos de quince minutos pensaba en aquel individuo como un cadáver.

"¿Yo?" TaeHyung se señaló, confundido.

"Sí, tú. Sólo estamos nosotros dos aquí."

"Estoy bien, sí..." Asentía, para luego retractarse. "Bueno, no, me han robado el teléfono, mi abrigo y el reloj... Además, tampoco encuentro a mi hermano pequeño."

"¿Gemini?"

Nada más escuchar su nombre salir de aquellos labios, los ojos se le iluminaron. "¿Le conoces? ¿Lo has visto?"

"Está en el bar de mi mejor amigo, es amigo de su hermano, Fourth. De hecho, se ha llevado un buen susto con la persona que te ha robado hace un rato..." Explicó, logrando que la expresión de su rostro se volviera aún más confusa. "Ven conmigo, te llevo con él."

Sin pensárselo dos veces, TaeHyung le siguió, aclarándose la garganta. Parecía como si ambos hubieran omitido el hecho de que habían estado besándose hace menos de dos minutos, pero era mejor así.

Caminó tras el azabache a paso rápido, abrazándose a sí mismo. Tal vez nunca asimilaría que acababa de perder el único recuerdo que tenía de su madre.

"Oye, y... ¿A qué te refieres con que Gemini se ha llevado un buen susto con quién me robó?"

"Hace un rato encontraron su cuerpo tirado junto a unos bidones, una posible sobredosis." Explicó, sin querer dar muchos detalles.

TaeHyung no tardó en hilar esa información con lo que había oído por parte de aquellas chicas anteriormente.

"¿Ha muerto?"

"No, va de camino al hospital, mi amigo se ha encargado de eso. El caso es que alguien lo grabó, difundió el video por todos lados y le llegó a Fourth, amigo de tu hermano. Tu hermano lo vio, reconoció el abrigo y creyó que eras tú."

Su corazón dio un vuelco antes de apretarse.

"¿Pensó que yo había muerto?"

"Que te habían matado, diría yo." Asintió. "Pero no, cuando llegamos y vimos que aun respiraba, se dio cuenta de que no eras tú, solo alguien con tus pertenencias. Lo siento por eso, por cierto."

TaeHyung negó. "No, no importa..."

Encogiéndose de hombros, el azabache ni siquiera pudo mostrarse confundido por su indiferencia.

"Si tú lo dices... Son cosas de ricos, supongo."

"No es eso." Apenas murmuró, un nudo creciendo en su estómago. "El reloj y el móvil puedo reemplazarlos con dinero, ni siquiera importan. Lo único que me importa era ese abrigo. Fue un regalo de mi madre..."

Sólo entonces, el azabache se aclaró la garganta, asintiendo antes de señalar al frente, una vez visualizó el bar de Mos.

"Aquí es. Tu hermano está ahí dentro."

"¿Sabes si está bien?"

"Mejor ahora que sabe que no eres un cadáver, asumo." Respondió.

TaeHyung meneó la cabeza a modo de asentimiento, respirando hondo y adentrándose detrás del susodicho, quién abrió la puerta para que pasara. De inmediato, visualizó a Gemini abrazado a Banky, encontrándose con ambos pares de ojos, seguido de unos terceros, quien debía de ser Fourth, aquel que tocó el hombro de su hermano para así llamar su atención.

"Gemini, mira quién está ahí." Señaló en su dirección.

Al instante, Gemini levantó la mirada del suelo, topándose con los ojos de su hermano y separándose de Banky con rapidez, corriendo hacia él.

"¡TaeHyung!"

Lo abrazó con fuerzas, respirando hondo, aliviado. Bank se acercó a ellos, acariciando la espalda del menor.

"¿Cómo has llegado tú aquí?" Le preguntó TaeHyung.

"Al ver que no venías, quise salir a buscarte, pero entonces la policía llegó y me dijeron que me fuera de allí si no quería tener problemas. Te llamé, no hubo respuesta así que lo intenté con Gemini..." Señalando al susodicho, explicó. "Él me dijo que te habían atracado y llegué hasta aquí."

Gemini lloriqueó, abrazando más fuerte a su hermano.

"No sabes el susto que me has dado, TaeHyung... Pensé que estabas muerto..."

"Pues estoy muy vivo, jovencito." Le dijo, besando su frente. "El que va a morir vas a ser tú, pero de viejo después del castigo que te vas a llevar."

Y, en lugar de quejarse, Gemini rio. "Sí, sí, castígame todo lo que quieras, no me importa..."

Fourth se acercó a Jungkook, quien se encontraba cerca de la barra, atento a su teléfono. Vació sus pulmones de aire, aliviado también, pues la angustia de su nuevo amigo había llegado hacia él hasta contagiarlo por completo.

Palmeando el hombro de Jungkook, le dedicó una pequeña sonrisa. "¿Cómo lo has encontrado?"

"Estaba dando vueltas en la zona de carreras, casi lo pilla la policía."

"Oh, ¿y cómo os habéis librado de ella? Estaba todo lleno cuando nos fuimos."

Aclarándose la garganta, Jungkook prefirió no entrar en detalles. "Con mucha suerte."

Su teléfono vibró, la respuesta de Mos a sus previos mensajes llegando.

Jungkook:

¿Cómo va todo? ¿Has llegado al hospital?

Necesito un favor.

Moslhong:

Todo bien. Ha sido una sobredosis, pero está estable.

¿Qué pasa? ¿Ha aparecido el hijo del alcalde ya?

Mirando al frente, vio como los hijos del alcalde continuaban abrazados. Entonces, por un milisegundo, sus ojos se toparon con los del rubio, antes de que este volviera a prestarle atención a su hermano.

Jungkook:

Necesito que recuperes el abrigo que llevaba.

Él está aquí, sano y salvo. Sólo ha sido un susto.

La respuesta de Mos no tardó.

Moslhong:

Hecho.

Menos mal. ¿Su amigo también está allí?

Él observó al susodicho, quien sonreía en dirección a su amigo y miraba alrededor, como si estuviera en busca de algo.

Jungkook:

¿Al que le rompiste la nariz? Sí, está aquí también.

¿Le digo algo de tu parte?

Mos le envió emoticonos riéndose.

Moslhong:

No, han sido demasiadas emociones fuertes por hoy. Otro día, mejor.

Riendo, asintió para sí mismo, levantando la mirada para ver cómo Gemini se acercaba a ellos, más concretamente a Fourth y probablemente para despedirse de él.

"Me marcho ya, Fot... Jungkook, gracias a todos por la ayuda. Siento haber causado tantos inconvenientes."

El azabache asintió. "No has causado ningún inconveniente, descuida."

"Gracias."

Fourth abrazó a su amigo con fuerza. "Descansa, Gem, espero que ese castigo del que tu hermano habla no sea muy duro..."

"Lo será, eso seguro. Quizás no nos veamos en un tiempo, pero te escribiré todos los días y te llamaré para convencerte de que vengas a mi universidad. Sabes que no pienso rendirme."

"De acuerdo, esperaré tus mensajes y llamadas. No te olvides."

"Nunca." Se separó, solo para volver a abrazarlo. "Adiós, Fourth."

"Adiós, Gemini."

Finalmente, el pelinegro se giró en dirección a su hermano, quien lo guio la puerta junto a su amigo, ambos saliendo del local y dejando a TaeHyung atrás. Él no avanzó, sino que se quedó quieto junto a la salida, mirando a Jungkook, con cuyos ojos se encontró.

Le dio una pequeña sonrisa de agradecimiento, viéndole asentir antes de salir por la puerta, desapareciendo tras esta.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro