Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

¿papi? 3/3

T/n

- Oh... por dios.. - lo oí decir mientras se movía dentro de mi con lentitud.

Dolía demasiado  y no podía parar de gemir, pensaba al mismo tiempo en que en algún momento iba a sentir como se corría dentro de mi, por primera vez. Estaba ansiosa y excitada, su cuerpo y el mio se movían al compas y la cama golpeaba la pared, lo oía jadear y quejarse de lo estrecha que estaba y sentía como el calor en mi cuerpo aumentaba mas, deseaba acabar con el a tiempo pero parecía imposible, queria que el lo hiciera lento, pero ni siquiera podía hablar.

- Mike.. - dije en medio de un gemido.

- Dime papi... papi - dijo mientras me embestia de forma rapida y continua.

- Ahh... papi.. por favor mas lento... - me cubrí la boca sintiendo aquella corriente en todo el cuerpo.

Me dolían las piernas de tanto estar en esta posición, pero siento que a el no le gustará hacerlo de otra forma.

- ¿Que has dicho? - preguntó de forma brusca y sentí la palma de su mano golpeando una de mis nalgas.

¿Se imaginan una mano de ese tamaño golpeandote? Siento que todo el cuerpo me está reaccionando bien ante sus golpes y no es normal, un golpe no debería excitarme tanto.

- ¡Ahh, Michael! - gemí mientras caía rendida a la cama.

El seguía penetrandome y su mano golpeó una vez mas mi trasero, pero con mas bruzquedad. Mi error fue llamarlo por su nombre.

- ¡¿Que.. - me dió una nalgada - te dije acerca de.. - otra nalgada impactó en mi.. - llamarme por mi nombre?! - me dió tres nalgadas seguidas.

- ¡Oh, dioos! - exclamé mientras el aumentaba aun mas el movimiento de sus caderas.

Las piernas me temblaban y el trasero ya me dolía, pero aquella electicidad se volvía mas fuerte y comenzaba a sentir como el derramaba algo caliente en mi trasero y mis piernas comenzaban a mojarse, pero no precisamente por sus liquidos.

- Vamos cariño, ponte de pie. - susurró  dandome una nalgada.

Yo no podía ni recuperarme de aquel orgasmo, pero temía que mi castigo fuera peor que aquellas nalgadas tan fuertes. Me levanté como pude y aunque casí me caí me sostuve del barandal de la cama.

- Contra la pared. - me ordenó. - mirandome a mi.

Le hice caso y al apoyarme contra la pared mis piernas se debilitaron, estuve apunto de caer pero el me sostuvo de las piernas y las puso a sus costados, el momento mas esperado había llegado.

- Dime.. ¿quieres que papi te penetre? - susurró mientras acariciaba mi labio inferior.

Su cuerpo estaba mojado, pero el parecia no cansarse jamas, las venas de sus manos estaban marcadas y aquella sonrisa tan sensual no se borraba de su rostro. Atrapé su dedo entre mis labios y lo mordí, el gruñó un poco y comenzó a morder mi cuello.

- Si, papi, por favor.. - dije moviendo un poco mi pelvis para incitarlo.

- Nena, seré un caballero por ahora.. pero cuando tomes el ritmo comenzaré a moverme como un hombre debe amar a una mujer.. - mordió mi oreja y sentí como la punta de su miembro entraba en mi.

- Ohhh, Michael.. dios.. duele - susurré entre gemidos y el puso su dedo en mi boca.

Comencé a chuparlo mientras que el se movía lentamente en mi, centimetro a centimetro comenzaba a entrar en mi y se sentía tan malditamente delicioso. Solté un rato su dedo para comenzar a gemir.

- Oh, nena... dime papi.. dimelo - gruñó mientras que ponía sus manos en mis piernas para aferrarme mas a el.

Mi trasero comenzó a golpear en la pared cuando el comenzó a aumentar sus embestidas.

- Ahhh.. papi.. papi - dije mientras tiraba mi cabeza hacia atras apoyandola en la pared.

Lo miré por unos segundos, su cabello rizado estaba mojado y sus ojos cerrados, seguidos de su boca entreabierto de la cual salían gemidos pequeños pero sonoros. Nuestros cuerpos se juntaban y se separaban me encantaba sentirlo así, mis paredes se contraian con cada embestida y podía sentir su miembro vibrar poco a poco dentro de mi.

- Oh.. cariño, ¿te has dado cuenta de como me pones? - dijo mientras me alejaba de la pared.

Sentí como me tiró en la cama y comenzó a penetrarme con mas fuerza, todo el cuerpo nos temblaba y oirlo hablar me hacia sentir el orgasmo tan cerca.

- Papi.. no te das una idea de cuanto soñé con esto. - gemí mientras arqueaba mi espalda en aquellas sabanas.

Probablemente aquí hacen el amor, el y mi madre, pero no creo que se lo haya hecho como a mi.. siento que lo hace con tanto gusto, tiene mucha resistencia y ya tendria que estar rendido luego de tantos orgasmos seguidos. Mi cuerpo me dolía mas de la cuenta y sentia como el agarraba mis piernas sin dejarme escapar.

- No sabes cuantas veces me he imaginado lo estrecha que estarías, esto es mas de lo que imaginé.. - besó mi mejilla.

- Michael.. te quiero.. - susurré sintiendo como toda mi energía abandonaba mi cuerpo.

- Yo tambien, princesa..

Eso fue lo ultimo que oí, porqué luego de eso caí rendida a la cama. Dormí pensando en que todo esto había sido un sueño y cuando abrí mis ojos me encontraba en mi habitación, completamente vestida y bañada.

- Bien, creo que fue lo mas realista que soñé. - me senté en la cama y al estirar las piernas sentí un dolor horrible.

Bajé a la sala, sentía que el trasero y todo mi cuerpo dolía de una forma brutal, creo que fue el sueño mas loco de todos. Al llegar a las escaleras oí los gemidos de mi madre, apuesto a que estaba con el, teniendo relaciones sexuales como siempre.

- Oh.. Michael.. dios... - gritó mi madre.

No podía seguir escuchando esto, me partía el corazón al escuchar eso.

- Dime papi, cariño.. - oí que alguien susurró en mi oido.

Me di la vuelta y me encontré con el, ¿como era posible si estaba con mi madre?. Estaba vestido solo con una bata de baño y se veia como si recien se hubiese duchado.

- Pero tú... - susurré algo extrañada.

El puso uno de sus dedos en mis labios indicandome que hiciera silencio.

Lentamente se alejó de mi entrando a mi habitación, no entendía a donde me llevaba ¿en serio tendriamos sexo con mi madre en la otra habitación?.

- Tu madre está con un amigo.. - susurró desde la puerta.

- ¿Papi? - pregunté en un susurro viendolo entrar a la habitación.

Entré detras de el y vi que estaba recostado en la cama, sin aquella bata y con su pene completamente erecto.

- Ven, nena.. ven con papi.. - susurró.

Desde ese entonces siento que estamos teniendo algo sumamente peligroso, pero increible a la vez, todo mi cuerpo se estremece cuando lo veo y el me hace sentir en las nubes siempre que hacemos el amor.. papi, es todo lo que necesito, aunque sea peligroso.

●●●●●●●●●●●●●

Fín.

Gracias por comentar y por apoyarme, espero que me digan que les pareció.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro