capitulo 9- ¿Papi? 1/3
Michael
Toda la vida me han repetido que deje de fijarme en las hijas de mis parejas, pero ¿que mas puedo hacer? No tengo la culpa que aquellas jovencitas de diecisiete años tengan mas experiencia que uno mismo. Jamás nos han descubierto y nunca lo harán, jamas he obligado a nadie a tener relaciones conmigo, ellas lo hacen porque se sienten atraidas a mi.
Miraba a T/n mientras que preparaba algunos jarrones por alfareria, la veía durante casi todo el dia ahí sentada y nunca se cansaba. Mi pareja, su madre estaba acostumbrada a verla ahí sentada y jamas me ha hablado acerca de ella en estos cuatro meses de relación. Se ve tan inocente, tan pacifica y apesar de tener diecinueve años apuesto que tiene demasiado que mostrarme.
- ¿Michael? - miré a Claudia, su madre.
- ¿Sí? - dije algo avergonzado.
- Estabamos hablando con T/n acerca de que la lleves este fin de semana de dia de campo.
T/n me miró y bajó su mirada nuevamente.
- Claro, eso sería genial. - sonreí y la miré. - ¿Te gustaría hacer eso? - le dije mirandola.
- Preguntaselo a mi madre, ella decide por mi.
Al oirla decir eso sentí algo de curiosidad, no entendía su forma de ser para aun asi me parecia una persona agradable y desconfiada.
- ¡No es así! - dijo su madre - No quieres aceptar nuestra relación y ni siquiera lo conoces.
La chica se levantó y se fue sin decir nada mas. Su actitud me vuelve realmente loco, es completamente rebelde y tranquila a la vez.
- Dale tiempo, hablaré con ella despúes ¿si?
- Claro que si.. - suspiró - gracias. - me abrazó. - Esta molesta conmigo porque no la dejé estar con un chico.
- ¿Un chico? - dije arqueando una ceja.
- Si, ella no ha tenido jamas un novio y ese chico es de esos que quiere solo acostarse contigo y dejarte.. pero ella no lo entiende. No sabe de hombres.
- ¿No sabe de hombres?¿quieres decir que es... - me interrumpió.
- Por supuesto, es virgen y me siento orgullosa de eso. Pero no quiero que este con cualquiera.
- Mmm... - dije algo interesado. - Bien.
- ¿Te parece si hoy salimos a casa de mi madre? - me besó con algo de pasión.
- ¿Irá la pequeña? - pregunté.
- No le agradan mis parientes y no sé porqué. - suspiró.
- Bien, ¿no puedo quedarme? Me gustaria tener una conversación con ella. - espero que me crea.
En realidad mis intenciones son otras, pero dudo en que esa chica quiera estar conmigo. Creo que me ve y me odia, no quiero que ella le diga a su madre que le hice una propuesta desubicada.
- ¿Acerca de que?
- Creo que le hace falta un poco de apoyo paternal, puede que no lo acepte. Pero al menos me arriesgaré y creo que sin ti aquí se sentirá mas tranquila. - sonreí.
- Pero quiero que vayas conmigo.. - puso sus manos alrededor de mi cuello.
- Juro que mañana iremos a donde quieras. - besé su frente.
Sé que puedo convencerla con esto.
- Bien. Entonces voy a prepararme, me esperan en una dos horas - sonrió y se alejó de mi.
Sería la oportunidad perfecta para conocerla bien, quiero saber mas acerca de ella y de las cosas que le gustan.. espero que me quiera cerca.
Claudia, salió temprano y yo estaba en la cocina sentado, solo, porque la chica no ha salido de su habitación en este poco tiempo, no se si ir a buscarla o esperar a que le de hambre y se digne a bajar.
- ¿Mi madre? - me asusté un poco al oirla.
Miré a las escaleras y llevaba una camisa larga, o eso es todo lo que pude ver. Me removí un poco para ocultar lo que su presencia me producia y sonreí.
- Se fue a casa de tus abuelos, yo te cuidaré. - me puse de píe. - ¿Que te gustaria comer?
Me pare frente a ella.
- Hot dog.
Arqueé una ceja al oirla, no se si reirme o tomarlo como algo inocente.
- ¿De que tamaño? - dije con doble intención.
- De cualquier tamaño. - sonrió un poco. - Permiso. - dijo pasando a un lado de mi y rozando sus pechos contra mi brazo.
¿Deberia tomar esto como algo inocente o simplemente como una provocación?.
- ¿Puedo hacerte una pregunta? - dije mirandola con los brazos cruzados.
Ella intentaba llegar hacia la parte alta de la alacena para tomar un vaso, su camisa estaba por arriba de sus nalgas y eso hacia que me estremeciera.
- Sí. - dijo mientras seguía con su intento.
- ¿Eres virgen? - dije de la nada.
Ella, se dio la vuelta y me miró con el ceño fruncido, creo que ya mandé todo al demonio.
- Señor Jackson, eso es algo privado. - contestó y tomó la botella de jugo que dejó sobre la mesa.
Comenzó a beber del pico ya que ni siquiera llegó al vaso. Pero su respuesta me dejó realmente pensativo, fue tan tranquila al contestar.
- Bueno, iré a mi habitación.
Subió lentamente meneandose y dejandome mas deseo de estar con ella, ni siquiera le pregunté si iba a comer. Me senté en el sofá y tomé el telefono para llamar a un delivery, pedí dos hot dogs y una pizza solo para nosotros. Al dejar el telefono a un lado comencé a pensar en ella, en su trasero y se forma de moverse y la forma en la que habló conmigo, ella es tan rara que me hace pensar mucho acerca de lo que le he preguntado.
Oí la puerta cerrarse de forma brusca y decidí subir a ver que estaba pasando. Al llevar a la habitación de baño comencé a oir gemidos, o quizas mis oidos estén engañandome.
- Oh... por dios - oí la voz de T/n.
Mi respiración comenzó a acelerarse mientras pensaba en lo que ella estaba haciendo, dios mio no lo creo.
- ¿T/n esta.. - me quedé en silencio al verla sentada sobre la bañera y masturbandose por encima de su ropa interior.
Sentí como mi pene comenzaba a endurecerse al verla de esa forma, su ropa interior blanca se notaba algo mojada y ella no paraba de temblar y gemir con sus ojos cerrados.
- Ahh.. papi.. - susurró y vi como comenzaba a mojarse aun mas.
- ¿Papi? - dije algo fuerte y ella algo asustada se levantó y me miró. - Yo...
Oí el timbre de la casa, como quien dice "me salvó la campana". Con algo de dificultad bajé, no podía quitarme de la mente aquella imagen suya frotando su feminidad con sus dedos, quisiera averiguar que tan mojada estaba, dios mio.
- Buenas noches, amigo. Serian ochenta dolares.
- En..enseguida - dije buscando en mi billetera.
- Uff, creo que tiene una buena compañía. - sin entender levanté la mirada y estaba mirando hacia adentro de la casa.
T/n estaba parada ahí mirandonos, senti celos.
- Quedate con el cambio, gracias. - dije tomando la orden y cerrandole la puerta en la cara.
Todo el silencio de la habitación hizo que me sintiera mas incomodo, T/n solo se sentó en el sillón y en frente yo dejé la comida. Fui hacia la cocina por los vasos y volví de vuelta. Ella me miraba extraña y con algo de vergüenza, no hablaré de esto con ella.
- Yo, solo quiero pedirte... - la interrumpí.
- No fue tu culpa, tranquila, no le diré a nadie. - sonreí. - es algo normal y me extrañaría que no lo hicieras.
- Gracias. Yo, solo fue por.. - suspiró - Gracias
- Por nada, cariño.
Guardamos silencio y comenzamos a comer, ella comía los hot dogs mientras que yo la pizza, aunque quisiera no podía sacar esa imagen de mi mente y eso me jugaba en contra ya que el incomodo bulto en mis pantalones comenzaba a crecer.
- ¿Que es eso? - la miré y estaba mirando mi pantalon.
- Bueno.. yo.. - suspiré - ¿segura que no lo sabes?
- Mm.. - negó.
Deseaba encontrar las palabras adecuadas para explicarle.
- Una erección. - comí un poco mas de pizza.
- ¿Por que tienes una erección, Michael? - sonrió de lado y me miró a los ojos
- Bueno, no lo sé.
Bajé la mirada algo incomodo.
- ¿Puedo tocarla? - estiró su mano un poco.
Me tocó sin consentimiento, sentí algo de excitación al sentir como la punta de sus dedos me acariciaban la entrepierna.
- Está dura. - susurró y dejó a un lado su comida.
- Sí..
Su mano apretó fuertemente mi miembro y sentí la necesidad de gemir, pero solo mordí un poco el dorso de mi mano.
- ¿Quieres tocarme? - preguntó echandosé hacia atras en el sillón y abriendo sus piernas hacia mi.
Su ropa interior estaba empapada, creo que ahora estoy comenzando a darme cuenta que ella tambien quiere lo mismo.
- Primero dime.. ¿por que estabas tocandote en el baño? - pregunté miradola.
- Estaba pensando en tí y en tu mano. - tomó mi mano suavemente y con la otra se bajó la ropa interior.
Tomó dos de mis dedos y comenzó a frotar su clitoris, sentí lo mojada que estaba y sentí como mi miembro comenzaba a doler.
- ¿Es la primera vez que lo haces? - pregunté algo distraido mientras miraba si feminidad.
- No. Lo hago desde que te conocí...
- Crei que me odiabas. - susurré.
Hice que soltará mi mano y lentamente me posicioné entre sus piernas sosteniendome a sus lados con mis brazos.
- Solo odiaba verte con mi madre.. los vi teniendo relaciones sexuales - suspiró y acarició mis labios con sus dedos - Ví como eyaculabas en las sabanas.
Metió dos de sus dedos en mi boca y yo sin pensarlo los lamí.
- Siempre quise sentir que tan caliente es aquel liquido. - susurró y quitó sus dedos de mi boca.
Sentí como los pasaba por medio de nuestros cuerpos y comenzaba a frotarse la feminidad con sus dedos llenos de mi saliva.
- Me gustaría probarte. - confesé.
- ¿Probar que? - frunció el ceño.
- Esto.
Lentamente me agaché desabotonando su camisa y llegando a su feminidad, sus dedos estaban empapados y yo los hice a un lado para comenzar a lamer su feminidad, su sabor era realmente interesante y excitante a la vez, me vendria en cualquier momente si seguia en esta tortura.
- ¿Como me llamaste cuando estabas en el baño? - susurré mientras oía sus gemidos.
- Pa.. papi - susurró.
Comencé a meter uno de mis dedos en su vagina, sentir como sus paredes los apretaban me hacía sentir en el cielo y desear tenerla rodeando mi miembro y apretandolo. Comencé a gemir al sentir que uno de sus pies acariciaba mi miembro y me hacia temblar, este estaba demasiado duro.
- ¿Quieres que papi te dé un castigo? - susurré mientras seguía moviendo mis dedos en ella.
Continuará.
Comenten si quieren 2 y 3 parte.
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