Narrador

Allí estaban ellos, sentados mirando hacía el atardecer. Sus manos estaban unidas y sentían como la paz los hacía sentir como en su propio hogar. Ella no recordaba la ultima vez en la que Michael le compró rosas por su aniversario de casados y el, no recordaba la ultima vez en la que T/n se había puesto algo que el le regalase. Estuvieron luchando este ultimo tiempo, intentando reavivar el amor e intentando con todos los problemas que se les presentaban. ¿Se amaban? El amor que se tenia uno al otro era mas grande que cualquier otra cosa, nunca antes se vio a dos personas luchar tanto por lo que tenian como lo hicieron ellos.

- Eres hermosa, eres maravillosa, increible, te amo tanto. - susurró el mientras olía el cabello ondulado de su esposa.

- Michael, estoy avergonzada. - sonrió y se cubrió el rostro.

- ¿Por qué? - el sostuvo sus manos alejandolas de su rostro.

- Los años pasaron, mi cuerpo no es el mismo y sé que quieres algo mas.. - lo miró a los ojos.

- Tu cuerpo es hermoso, y si no lo crees haré que esta noche cambies de opinión. - besó sus labios de forma dulce.

Ella, solo asintió y sonrió levantandose de aquel columpio que tenian en su patio trasero. Michael, le tomó la mano en todo el camino a la habitación, en silencio como si estuviese planeando algo. T/n, jamas se habia sentido tan incomoda como ahora, toda la gente de su alrededor la lastimó diciendole que su cuerpo ya no era como cuando tenia diecisiete años.. ella era tan debíl que decidió hacerles caso y dejar las cosas que la hacian feliz.

Michael la amaba mas que a nadie en el mundo y ante sus ojos el era mas que una simple mujer, el sentia como si la belleza de su amada no se comparara con la de Afrodita o alguna diosa griega sumamente preciosa.. T/n era otro nivel, por dentro y por fuera y el se sentía agradecido de haberla encontrado y haberle pedido matrimonio.

- Amor, no quiero quitarme la ropa. - susurró mientras lo veia sentado sobre la cama.

- Lo harás, o lo haré yo.

Ella no muy convencida le hizo caso, apesar de que odiara su cuerpo sabia que Michael se molestaría si ella le decia que no. Al quitar sus pantalones levantó la mirada, ahí fue cuando vio a Michael completamente desnudo frente a ella, el se tomó el tiempo para prepararse mientras ella estaba pensativa e insegura.

- Eres hermosa.. - susurró el poniendo sus manos detras de la espalda de su amada. - Cada momento contigo es simplemente maravilloso.. este amor que tengo por ti, nena, es increible.

Su brasier cayó sobre el suelo mientras que ella presionaba los ojos para no ver a Michael admirarla.

- Abre los ojos y mirame. - exclamó el mientras acariciaba su mandibula con su dedo gordo.

- No se que haría si no te tengo.. - susurró ella abriendo los ojos lentamente. - ¿Feliz? 

- Nos quites tus ojos de los mios, por favor. - besó sus labios lenta, pero apasionadamente.

Sus caricias descendieron por su espalda mientras que sus manos jugaban con aquella braga, la bajó lentamente mientras besaba su cuello. Michael quería hacerla llegar al cielo.

- Oh, Michael... - gimió T/n al sentir su miembro rozar su feminidad.

Solo ella lograba ponerlo así.

Michael, la dejó caer sobre aquella cama mientras que se colocaba sobre ella, aquellos brazos fuertes la envolvieron mientras que el se esmeraba por unir el cuerpo de ambos y convertirlos en uno.

- Cada noche.. oh - gimió el mientras sentía como su feminidad lo rodeaba - Cada noche rezo.. si.. si dios viniera por mi antes de despertar - cerró los ojos mientras oía sus gemidos.

- Mike... - ella mordía sus labios mientras que sentía como el la llenaba completamente.

La transpiración los estaba cubriendo, lentamente sus cuerpos comenzaban a unirse con mas facilidad mientras que sus ojos estaban conectados. El sonido de sus cuerpos hacia eco en la habitacion y los jadeos y gemidos hacian del lugar un lugar calido.

- Sientate sobre mi.. - susurró Michael  mientras se quitaba de encima de ella.

Ella le hizo caso mientras que sentía como su feminidad le pedia mas de aquellos movimientos de sus caderas, sentirlo entrar y salir y sentir como el cuerpo le temblaba ante tanto placer.

Los primeros segundos fueron algo dolorosos, pero suavemente comenzó a tomar el ritmo sus pelvis conectaban y entre tanto amor y pasión comenzaban a mojarse con las gotitas de placer que ambos derramaban. Michael, sentía como el cuerpo le reaccionaba lentamente mientras que la humedad de T/n lo rodeaba y lo hacia sentir caliente.

- ¿De que serviría ir al cielo si no puedo estar contigo? - susurró Michael mientras acariaba las mejillas sonrojadas de ella. - Si los angeles vienen por mi les diría que no..

Le recostó nuevamente sobre la cama y comenzó a acariciar su cuerpo con sus manos, como si lo explorara y lo habia hecho tantas veces, pero aun asi le parecia algo realmente encantador.

- ¿Sabes lo que siento cuando estoy entre tus piernas? - susurró el mientras acariciaba su ombligo con la yema de sus largos dedos.

- No.. no tengo idea.. - susurró mirandolo y con la respiración agitada.

El, comenzó a pasar sus dedos sobre su clitoris, mientras que ella comenzaba a reaccionar y a calentarse mas.

- Oh por dios... - susurró Michael mientras sentía como sus paredes abrazaban sus dedos.

- Michael, por favor... penetrame - dijo T/n sintiendo el calor que se juntaba en su cuerpo una vez mas.

- No puedo estar sin ti, amor.. sin tí me volvería loco. - susurró para comenzar a lamer sus pechos.

Estos se endurecieron al sentir la humedad y la textura de la lengua de Michael, el amaba hacer a T/n sentir cosas como estas y sabia que por su manera de temblar y gemir, que lo estaba haciendo bien.

- Oh, Michael... - dijo mientras se espalda se arqueaba.

Aquellos dedos estaban empapados por ella, Michael lentamente se los metió a la boca y la miró a los ojos. Amaba hacer eso y verla sonrojarse.

- Nadie va a amarme de la forma en la que tu lo haces. - susurró T/n mientras  se sentaba sobre la cama.

Comenzó a besar el pecho de Michael mientras que apretaba su espalda con las uñas, el la hacia sentir tan especial y sensual que no podia creer lo que estaba haciendo por el. Sus caderas nuevamente se volvieron a unir mientras que ella acariciaba con su lengua sus labios, Michael estaba empapado en sudor y sus ojos estaban cerrados, no podía creer que lo podia hacer sentir así.

- Me estás haciendo llegar al cielo.. - susurró el, mientras la abrazaba.

Por alguna razon ella se levantó y lo miró, el cabello corto de Michael (como en you are not alone) estaba revuelto y las gotas de respiración estaban en todo su cuerpo.  No entendía bien porqué ella se alejó pero lo comprendió cuando vio lentamente se colocaba de espaldas a el.

- ¿Es lo que quieres? - susurró el mientras sentia como la sangre se agrupaba en su miembro.

- Hazlo, de todas formas el cielo puede esperar.. solo quiero que nos amemos.. - bajó la cabeza mientras sentía las manos de Michael alrededor.

El dolor y el placer comenzaron a inundar la habitación una vez mas, Michael la embestia rapido y con exigencia, habia olvidado lo bien que se sentía abrazarla de espaldas mientras hacian el amor, ella se habia alejado tanto que el sentia que ya no lo quería.. pero en realidad era lo contrario, ella se alejaba porqué lo amaba y queria lo mejor para el.

- No entiendo como aun no puedo acostumbrarme al estrecho de tu cuerpo.. - dijo con una voz ronca en su oido.

- No digas esas cosas.. - ella sonrió mientras acariciaba su cabello.

- Amor, puedes hacerme llevar al cielo con solo mirarme.. - dijo Michael mientras hacía su ultimo esfuerzo y su miembro comenzaba a liberar su energía.

- Oh.. Michael... - susurró y se dio la vuelta. - El cielo puede esperar, hagamos el amor y preocupemonos en amarnos.

El asintió mientras la besaba, el calor de sus labios, el estrechar de su cuerpo y sus facciones era todo lo que lo volvia loco de ella, habian estado tan separados que ahora no harian mas que hacerse el amor.

Ella, sintió que ella era una diosa que ella podía conseguir que Michael fuera suyo con solo un pequeño movimiento. Sus inseguridades ya no la atormentaron desde aquella noche, sus inseguridades ya no serían un problema.

El cielo podía esperar, al menos para ellos.

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Espero que lo disfruten.

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