*multimedia: Departamento de Ashley.*

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NARRADOR UNIVERSAL:

—Vamos a darlo todo—dijo una pelianaranjada viéndose al espejo de su baño mientras se cepillaba los dientes—hora de quitarle el estrés a quien se te tope—volvió a motivarse a sí misma.

Al terminar su aseo dental colocó en su lugar el cepillo y salió de la habitación para colocarse su chaqueta verde y guardar en su bolsillo de la chaqueta unos lentes de sol, con sus botas largas, sus shorts de mezclilla, su camisa sin mangas con un top deportivo negro que contrasta, sus audifonos y su chaqueta verde se disponía a salir de su departamento cuando... 

—¡Oh! Cierto, mis lentes—se dijo y fue a la habitación en donde unos lentes de grosor negro reposaban en una mesita de noche blanco donde anteriormente los había puesto.—listo, mucho mejor... ahora a hacer brillar de nuevo a esta ciudad—después de decir eso abrió la puerta de su vivienda y la cruzó pensando en quien sería su primera víctima de sus habilidades.

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—No creo que a este paso lleguemos a algo—susurraba para sí mismo un chico con pantalones cafés, chaqueta negra y cabellos y ojos del mismo color—creo que saldré un rato para despejarme, sino terminaré como la última vez.

Se levantó de la silla y salió del salón de ensayos en donde solo se encontraba él, tenía planeado hacer una melodía con su guitarra pero la inspiración le falló justo donde más la necesitaba. Salió del Curso Maestro y se dirigió al centro de la ciudad no sin antes ponerse unos lentes de sol y un gorro para evitar que las fans lo invadieran y no estaba de humos como para tolerarlas, rechazarlas y hacer que la banda se honda más de lo que ya está después del accidente.

Pero no sabía que al ir a ese lugar se encontraría con algo o mejor dicho alguien que le hará olvidar al menos unos momentos toda la carga que tiene en la espalda.

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ASHLEY's POV:

Muy bien, ahora-ya-estoy-lista. Solo espero que la gente de aquí no llame a la policía por lo que les voy a hacer.

Me dirigía a donde había más gente y ese lugar era la macroplaza en donde se podía comprar casi de todo comida, ropa, solo le faltaban las armas como en Nueva York.

Decidí que mis primeras víctimas serian un grupo de adolescentes que estaban en una mesa esperando su orden, fue entonces que si empiezo con un grupo pequeño ya tendré en menos de 5 segundos a un gran grupo. Si es así entonces tendría que usar un truco básico, por eso le pediré a uno de ellos que me de su celular. No, no pienso robarme el aparato tecnológico con solo desaparecerlo, pienso en algo más allá de lo posible....  

Magia Imposible...

—Hola—les dije al grupo de adolescentes y al parecer se sorprendieron a mi llegada.

—¡Oh por Dios! Tu eres...—dijo una de ellos al aire, tal vez si me conocen.

—Si, soy ♥z♠r♠th un gusto chicos—los saludé estrechando la mano—parece que me conocen.

—¿¡Conocerte?! ¡Eres un virus en Internet! Haces cosas muy-—creo que al pobre lo dejé sin habla.

—¿En serio? Bueno gracias y ¿Tienen un momento?—ellos asintieron y cuando me quise dar cuenta algunas personas nos estaban mirando y no voy a desaprovecharlo—¡Alguien de los presentes! ¿Tiene un celular que me preste?—grité para que así fueran testigos de lo que voy a hacer.

—Te puedo prestar el mio—dijo uno fuera del grupo al que les había preguntado.

—Claro muy amable, gracias—dije y tomé el celular.

—Pero me lo devuelves—sabía que me diría eso.

—Tranquilo, te lo devolveré lo prometo, tampoco lo romperé—tenía que calmarlo sino ¿Cómo haría el truco?—Muy bien, quiero que todos vean con atención el celular que ahora está en mis manos—y desde ahí empieza la acción.

NARRADOR UNIVERSAL:

En el mismo plazo de tiempo en que ella hacía el truco, un adolescente de mismo pelo y ojos con lentes y una gorra puesta pasaba por ahí y se fijó que había una bola de personas reunidas en un mismo lugar y como todo humano le gusta curiosear se dirigió a donde estaba todo el bullicio y se encontró con algo que le hizo olvidar al menos unos momentos ese pesar con nombre: La Gran Tristeza. 

—Fijen muy bien sus ojos en el celular pero antes de eso, ¿Alguien tiene una botella?—dijo una chica pelianaranjada al público.

—Yo tengo una—dijo uno del público pero esta contenía un poco de jugo.

—Muy bien pero, ¿Me harías el favor de vaciar esa botella o terminarte ese líquido?—preguntó la maga al civil y este lo único que hizo fue tirarla por ahí sin importarle que alguien se resbale con el residuo.

—Gracias—dijo en cuanto le dieron la botella—¡Ahora quiero que no quiten sus ojos en el celular!—dijo y se dispuso a hacer lo suyo.

—¡Mi celular!—gritó el dueño al ver que su móvil estaba dentro de la botella. Muchas personas se acercaron a la botella que ahora e encontraba en manos del dueño, cierto chico que acababa de llegar no se lo podía creer, ¡Metió el móvil a la botella sin que esta se rompiera! Para él le fascinó lo que sus ojos acababan de ver, quería decirle algo a la chica pero cuando se volteó esta ya no estaba y mucha gente lo notó—¿Y que hago con esto?—pregunta en voz alta alzando la botella con el móvil dentro y varias personas opinaron que deben de romper con cuidado la botella, después de todo era de vidrio.

El mismo chico que se acercó a ver el espectáculo quiso encontrar a esa chica mágica pero sus ojos no captaron hacia donde se había ido, se fue saliendo del mar de gente que se encontraba en un mismo lugar, algo le decía que tenía que encontrarla.

Lo que nadie sabía es que aquella chica miraba divertida y satisfecha por la obra que se a montado y viendo las reacciones que la gente puso y está poniendo en cuanto vuelven a ver la botella pero algo que le llamó la atención a la pelianaranjada es que cierto chico que no dejaba de buscarla vio en su mirada que tenía algo que le molestaba y eso también le molestaba a ella; aunque no tenga nada que ver con ella; pero lo que identificó era que no estaba en un buen estado o como algunos le denominan: Un mal momento. Pero conociendo a Ash le vale aguacate como esté, lo importante es como reaccionará cuando "hable" con él.

—Te tengo~—se dijo a sí misma mientras no apartaba la vista del chico que la estaba buscando.

ASHLEY's POV:

Así que ese chaval será mi "cliente callejero", ¿Qué? Así los llamo yo y con decirles que psicología no es mi fuerte hasta eso, si mi memoria no me falla; lo cual a veces ni me fío de ella; ese tipo estaba entre el público así que para que no me reconozca me quito mis anteojos súper grandes, me coloco los lentes de sol que antes me eché a mi bolsillo, me agarré el cabello en una coleta baja para ponerla de lado derecho quedando en mi hombro para así último ponerme el gorro de mi chaqueta. Ahora estoy de "otra manera" para evitarnos futuros embrollos.

Vi que se sentó en una banca y se dispuso a ver el suelo como si fuera lo más hermoso en este planeta, me acerqué a él quedando enfrente de él, pero como el condenado no me hace caso tuve que sentarme a su lado.

—¿Perdido?—le dije mirando al frente.

—¿Qué?—creo que hasta ahorita vamos bien.

—¿Desorientado?, ¿Sientes que no puedes avanzar? Amigo sé como te sientes.

—No.......No, no lo sabes, no sabes nada de como me siento—y yo que creí que era pasivo.

—¿Ah no? ¿Entonces no estás triste y decaído por algo que te pasó no es así? Chico, déjame decirte que tu bajo rendimiento emocional hasta un bebé lloraría con tenerte cerca, ¿Pero sabes algo?.

—¿Qué? Mira no quiero ser grosero pero será mejor que se retire—me dijo ahora viéndome a la cara, yo seguía mirando hacia al frente.

—Pues tendrás que escucharme otro rato más que no me moveré, como decía te hice una pregunta, tal vez no sepa que te pasó y no necesitas hablarme sobre eso, yo hablo con la boca—ahora lo miré de cara—tú hablas con los ojos y yo creo que tus ojos me transmiten......¿Nostalgia? ¿Tristeza? o ¿Perdida? Sea cual sea me llevan a una misma cosa y yo tengo la solución para eso—me levanté y me puse delante de el.

—¿Solución? No hay nada que puedas ha- ¿¡Qué haces?!—dijo en cuanto vio mis intenciones.

—Shhh, no me grite y póngame atención, los hombres de hoy en día, tranquilo amigo ni que te fuera a matar—dije negando mi cabeza, saqué mis cartas de poker y me puse a jugar un poco con ellas bajo la atenta mirada del chaval.

—Ahora, escoge una carta—le dije ofreciendo las cartas boca abajo, él escogió una carta—bien ahora memorizala y vuelvela a meter en la baraja—hizo lo que dije—ahora volvemos a barajarlo de nuevo—hice mis sexys movimientos con las cartas en mano—ahora extiende tus manos como si me estuvieras pidiendo dinero—estiró sus brazos y juntó sus manos como si fuera una jarrita o plato—podré las barajas aquí—puse las cartas en sus manos—y observa muy bien las cartas, ¿De acuerdo?—a lo que él asiente.

Mientras él fijaba su mirada en las cartas yo me dispuse a sacar su carta pero no precisamente con las manos. Con mi mano derecha sin tocar las cartas pero encima de ellas saqué la carta de este chico que al ver como lo hice se quedó prácticamente mudo.

—¿Ésta es tu carta?—le pregunté enseñado su carta que resultó ser "6 de ♥'s".

—S-S-Si es esa, ¿Cómo lo hiciste? Ni siquiera tocaste las cartas....¡Fue asombroso!—y al fin obtuve lo que quise; una sonrisa en su rostro. Muy bien Ash ya hiciste sonreír al chico, misión cumplida. 

Y yo como la educada que soy —uy si, creo que esa ni se la cree el pájaro que pasaba por ahí— tomé las demás cartas, las guardé y lo saludé.

—Soy ♥z♠r♠th—extendí mi mano esperando a que me la estrechara.

—Soy Ittoki Otoya—tomó mi mano y me sonrió.

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Un nuevo capítulo recién salido xD.

¿Qué tal? ¿Raro? ¿Largo? ¿Un poco fuera de ambas xD?

Pues como pudieron ver se topó primero con Otoya ya que fue el único que me dejaron en comentarios, pues bien.

¿Qué quieren que pase? Ando un poco seca ya que solo había llegado hasta aquí xD.

Espero que les haya gustado y nos vemos probablemente mañana pero no en este libro x3.

Chao Chao.

-Alessa.

Dedicado a: Lunapendeja