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• CAPÍTULO 10 •

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THE ICE QUEEN ²
COMO HIELO Y FUEGO
Tolerancia al dolor
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Viktor paseó sus ojos por el aula donde Bengt Lärsson comenzó con las normas y temarios iniciales de la maestría. No sabía si es que su cerebro realmente resistiría nuevamente empezar a meter densa información en él; definitivamente la temática era realmente avanzada y estaba preparado en nivel intelectual, no obstante no sabía si tenía ganas de hacerlo en esta etapa.

En este proceso, quiero que sepan que una vez que cada uno de ustedes se sumerja en la historia no podrán conformarse con lo mínimo —habló el hombre poseedor de un cuerpo prominente y un bigote rojizo, a simple vista no tenía apariencia de ser un hombre interesado en las artes oscuras como solían ser los profesores del instituto —, querrán saber qué es lo que en verdad sucedió en un definido suceso histórico, en un determinado hecho. Querrán conocer la verdad desde los cimientos, desde las raíces secretas.

>> Existen temas que son obligatorios de tocar en este curso y otros que serán optativos , primeramente veremos la forma de conseguir rastros históricos, procesos de seguimiento intuitivos, códigos secretos, mensajes cifrados y la construcción de árboles genealógicos en personajes importantes de la historia de la magia. Todo tiene que ver en un proceso de búsqueda, familiares, lugares arquitectónicos implicados, objetos que están relacionados con sus dueños. Esta experiencia será enriquecedora para todos ustedes, en su formación como futuros historiadores consumados. 

Primeramente, quiero que se enfoquen en un proceso histórico, escojan el que más les llame la atención, es importante conectar con la historia, conectar con lo que investigaremos; eso nos causa curiosidad inmediata, consiguiendo que podamos sumergirnos en el hecho en sí. Después tienen que encontrar todas las aristas, todo lo que formó aquello, sus raíces,sus cimientos. Esta es una investigación completa, de estudiantes que ya son graduados inicialmente y que ahora buscan un grado académico mayor, es solamente el primer trabajo y en conjunto con los otros profesores podremos percibir cuál es el espíritu que tienen, su manera su vivir la historia y de develar las verdades. ¿Alguno tiene dudas o interrogantes?

Los estudiantes negaron y comenzaron a anotar apuntes sobre las indicaciones del profesor. Viktor se mantuvo concentrado la mayor parte del tiempo, tenía en mente lo mucho que tenía que hacer el fin de semana, tenía que comenzar con su trabajo, decidir sobre un hecho histórico, iniciar una investigación y conseguir que su cerebro no se fundiera en el proceso. Además de eso tenía que coordinar el viaje para poder llegar a tiempo a Dinamarca y ver a Pietro en su competencia.

—¿Viktor? —este no se percató en el instante en que el profesor llegó a su asiento —¿Cómo estás? ¿Tienes en mente algún evento para iniciar la investigación?

—Honestamente profesor, es algo que debo pensar. Tengo que ponerme al corriente con materias anteriores, ya sabe; llegué solamente hace algunos días y veo que tiene ya mucho camino recorrido en cuanto a la asignatura.

—Eres totalmente capaz de ponerte al corriente, si tienes dudas puedo asignarte a alguno de los maestros a cargo de la maestría como tutor, con la finalidad de que puedas tener pronta respuesta a cualquier duda.

—No es necesario señor Bergt, no quiero que uno de los maestros tenga que invertir más tiempo en mi por sobre el que dedique a mis compañeros. He vuelto porque realmente quiero comprometerme con mis estudios y podré hacerlo —indicó el búlgaro —, créame que pronto tendré un tema de investigación, le daré una respuesta en la brevedad.

—No dudo de ti ni tus capacidades Viktor, se lo buen mago que gozas de ser así que en ese sentido solamente tienes que volver a ponerte al corriente. Realmente nos alegra que estés en el programa, cuando vimos tu nombre en la lista de admisión nos contentamos, sé que eres un buen elemento y podrás graduarte de tu especialidad con honores.

—Le agradezco la confianza en mí, señor.

—Pero dime una cosa, ¿qué ha sucedido con el Quidditch? Sin duda alguna eras el prodigio de la selección búlgara, realmente tenías un don para volar en la escoba, ¿acaso no piensas regresar en alguna instancia?

Viktor lo pensó por algunos momentos, había disfrutado mucho su tiempo en la selección deportiva de Bulgaria, había obtenido muchos reconocimientos y títulos debido a sus hazañas a la hora de atrapar la snitch.

No obstante tenía motivaciones más que válidas para querer seguir con la carrera que ahora tenía por delante.

—Pues es una etapa a la que decidí poner pausa, quien sabe, quizás en algunos años si no estoy tan viejo podré seguir con eso. Ahora sólo me interesa obtener la maestría en historia, no tan sólo por mí, si no que lo hago por motivaciones algo más personales que convocan a alguien más.

—Pues bien muchacho, continúa con tu trabajo.

El mago sacó de su bolso de cuero una libreta que tenía una cubierta negra, pasó algunas páginas que estaban plasmadas con ciertos bosquejos de dibujos y bosquejos de retratos. No siempre había pertenecido a él, era una de las cosas que había decidido guardar de Perséfone y ahora la usaba para anotar cualquier apunte necesario, inventándose otra forma de poder estar con ella, de sentirla de una y otra manera.

Una vez terminado el bloque de clases se dirigió a su habitación para preparar un bolso, estaba decidido a viajar el fin de semana con sus colegas y no quería que los sentimientos le hubieran. Si quería terminar esa maldita maestría tenía que darse el ánimo y hacerse a la idea de que ya no estaba en Londres para vivir lamentándose.

No estaba ni cerca de estar bien.

Pero debía volver a hacer cosas por y para sí mismo.

El camino hacia el Viborgd Stadium fue apacible, los fiordos escandinavos eran ideales paisajes para las personas que gustaban de los viajes en barcaza. El frío era el compañero cotidiano, no obstante no se sentía cuánto calaba si se utilizaba la vestimenta adecuada. Viktor sintió en su rostro la helada brisa una vez que estuvo asomado en la orilla de la barcaza, admirando las nubes y el deshielo de algunos enormes témpanos. 

—Ten, traje chocolate caliente para ti— mencionó Jade, aclarándose la garganta al llegar a su lado—, no entiendo porqué quieres estar aquí si dentro está temperado. 

—En ocasiones como esta, me gusta sentir el frío, además aquí justo pegan los rayos del sol. 

—¿Querrás decir los leves rayos del sol?— instó con algo de sarcasmo.

Jade no era tan amiga de Pietro, no obstante todo el grupo decidió viajar a verle por ende ella y su amiga Katrina se unieron al paseo, ambas eran cercanas a los chicos y eso les daba entrada a unirse en esta travesía. Sin mencionar que últimamente se esmeraba en estar cerca de Viktor e intentar hacerle cambiar de opinión con respecto a los sentimientos que días atrás este le había confesado. 

—Bueno, hay que apreciar el paisaje ¿no crees? ¿o detestas el clima que te ha acompañado desde los once años?

Jade dejó escapar una carcajada, adoraba pasar tiempo junto a él, aunque este nada más le hablara de trivialidades o fuera meramente cordial. Eso era lo que más le gustaba del mago, aquellas características de respeto y caballerosidad que no eran visiblemente notorias entre los compañeros de su edad. Viktor era especial, la mayoría podía verlo, aunque siempre haya sido notado por su talento y ser la estrella famosa que él mismo trataba de ocultar que era. 

Nada más llegar a Dinamarca los amigos se dispusieron a encontrar un lugar donde almorzar y llenar sus estómagos con algo más que los líquidos calientes que les habían ofrecido en la barcaza, la comida danesa era similar en algunos aliños y preparaciones a la de todo el territorio ártico. el pescado y la sopa eran los fuertes de los climas gélidos, dejando a los comensales satisfechos y con sensación de haber entrado en calor después de comer y beber algo de vino. 

—¿Qué creen que sea entretenido hacer aquí antes del duelo de la noche?

—Podríamos beber—señaló Aleksandr—, siempre es una buena opción.

—Yo creo que deberíamos buscar un sitio donde poder pasar el rato, tenemos hartas horas por delante.

Viktor por su parte tenía una idea que rondaba su mente desde hace días y como en esta etapa de su vida no se cuestionaba si se lamentaría de sus decisiones con el pasar del tiempo, ya tenía una especie de panorama para pasar el tiempo en tierras danesas. 

—Yo al menos chicos, tengo que ir a hacer algunas diligencias— declaró —¿nos vemos a las siete fuera del recinto?

—Mírate, Krum ¿acaso ya tienes algún compromiso previo?

Ignoró la risa y las bromas masculinas de sus compañeros y también la cara de duda que Jade había puesto cuando este informó que no andaría con ellos durante la tarde. El búlgaro no le dio tiempo para preguntar a donde iría o si podía acompañarle, esto necesitaba hacerlo solo y honestamente todas las atenciones que la chica estaba teniendo para con él, comenzaban a agobiarlo. 

Caminó por las pulcras calles de la ciudad, admirado de la limpieza con la que se presentaban las esquinas y los adoquines, no todas las ciudades tenían tanta cultura cívica. Se quedó junto a unas macetas repletas de flores que salían de los bordes mientras miraba la libreta en donde ahora mantenía sus apuntes. Esa libreta antes había tenido esbozos de dibujos realizados por Perséfone, jamás habían hablado sobre ese hobbie, nunca la había visto hacerlo y jamás le preguntó si lo hacía en las ocasiones en que ella le había visto a él dibujar criaturas extrañas en algún cuaderno. Había investigado el punto de la ciudad que estaba buscando y cuando estuvo en él hizo un encantamiento con su varita, esta abrió el muro que estaba escondido entre los edificios y lo condujo hacia lo que era la parte muggle de la ciudad. 

Como siempre, los muggles hablaban sin parar, andaban con audífonos en los oídos oyendo música y apurados; sin darse tiempo de notar lo que sucedía en sus narices. Viktor avanzó entre la gente, sin preocuparse en ir a su paso, observaba los escaparates de las tiendas hasta que dio con la que buscaba. 

Entró y las campanillas sonaron, un chico con anteojos de marco cuadrado negro, múltiples tatuajes por su cuerpo y una extraña expansión en el lóbulo de la oreja se levantó del mostrador y le dio la bienvenida. 

—Hola ¿en qué puedo ayudarte? 

—Buenas tardes— saludó—, sabes quisiera saber si tienes disponibilidad para hacer este diseño—abrió la libreta y le enseñó los bosquejos. No era ningún dibujo, ninguna palabra definida, eran solamente trazos minimalistas que podrían ser símiles a las ramas, a las llamas del fuego, a las olas del mar, nada más que eran negras y se enroscaban a lo largo de la hoja. 

—Pues sí, ¿dónde te gustaría hacerlo?

—En mis brazos, sé que quizás es trabajoso y no es para terminarlo en un sólo día pero quería intentarlo. 

—Serían varias horas, ¿cómo crees que es tu tolerancia al dolor?

—Pues creo que buena, por encima del umbral normal al parecer.

—Pasa, siéntate. Voy a preparar el esténcil para hacer el diseño. 

Viktor observó los diseños extraños, algo góticos y medievales que habían colgados en la pared, el tapiz algo oscuro le hacía sentirse dentro de una mansión victoriana debido a los cientos de detalles, cuadros y figuras de cerámica que decoraban el lugar. Cuando era un adolescente, su madre jamás le había dejado hacerse un tatuaje, decía que no eran compatibles con la sangre mágica, claramente después descubrió que eso era una mentira, pero ya no le llamaban tanto la atención como cuando era un chiquillo.

Hasta ahora. 

Después de unos minutos el joven lo invitó a pasar a la silla con apoya brazos, pegó de manera cuidadosa el esténcil en el brazo izquierdo del mago y alistó la aguja. Viktor analizó todo el proceso y después se quedó mirando el sin fin de plantas que crecían en las estanterías. 

—¿Listo?

—Listo— respondió y su apareció su semblante serio. 

No podía comparar la sensación con otra que hubiese sentido anteriormente, sentía que la aguja iba avanzando por su piel, rasgándola , incluso podía compararlo con una herida abrasiva, pues era como si sintiese algo de quemazón en la zona por donde la tinta iba quedando impregnada en su piel. 

—¿Primer tatuaje? ¿O antes habías incursionado en el mundo de la tinta?

—No, es el primero. 

—El tatuaje es bastante grande, si en algún momento llegas a tener molestias y quieres parar nada más debes decirme— aclaró el muchacho —, no quiero que vayas a experimentar ninguna sensación adversa. 

Viktor agradeció el profesionalismo y la preocupación del hombre, no obstante ya había planeado todo en relación a lo que podía causarle su nueva ocurrencia. Tenía ungüentos donde prácticamente después de realizado el tatuaje, no sentiría nada, le ayudarían con la cicatrización, nada más tenía que soportar el proceso, disfrutar de la aguja clavar su piel y esforzarse en mantener una conversación fluida a pesar de que sus habilidades sociales habían decaído considerablemente. 

—¿De dónde sacaste el diseño?—preguntó el chico mientras pasaba su mano por las líneas en la piel de Viktor—, es bueno, la verdad que es algo etéreo pero la persona que lo dibujó tiene mucho talento. 

Viktor se mantuvo en silencio y suspiró, el tatuador percibió aquellos gestos y sonrió de lado.

—¿Hay una mujer metida en todo esto?

—Siempre hay una mujer en la historia ¿o no amigo?

—Sí, suele suceder así— respondió con una risa que indicaba la camaradería masculina —¿Te rompió el corazón?

El búlgaro lo pensó por unos segundos antes de contestar.

¿Eso había sucedido? ¿Tenía el corazón roto a causa de ella?

—Sí, me rompió el corazón. Como nunca otra cosa me ha roto en la vida. 

—Esto te va a ayudar, te va a ayudar a sanar. 

—Espero que así sea. No sabes las ganas que tengo de que sea así, la vida se ha puesto pesada, cuesta arriba desde que ella salió de mi vida. 

—¿No hay opción de solucionarlo?

—No, definitivamente no. Ella ya no volverá.

                                   •                                                            

—¡Oh, gran Pietro! —murmuró uno de los chicos , festejando por el hecho de que Pietro se coronara campeón en la liga de esgrima—, pateaste el culo de todos aquellos que lucharon contra ti.

Daphne se hallaba allí junto a Pietro, solía acompañarle a todos los campeonatos, su trabajo como diseñadora le permitía viajar y poder tomarse esas licencias para poder estar junto a su marido. Deseaba mucho estar a su lado, ambos se acompañaban y la tristeza de las perdidas era menos dolorosa junto a él.

—Oh, ustedes son geniales. De verdad agradezco tanto que hayan venido a verme —sonrió.

Viktor yacía entre los demás jóvenes a la espera de poder darle un abrazo a su mejor amigo. En eso Jade se colgó de su brazo, también esperando de poder saludar a Pietro. En ese momento, los ojos verdes de Daphne se posaron en ellos, notando y quedándose mirando fijo el agarre del brazo de la bruja con el de su amigo.

—¡Amigo! —Pietro saludó con entusiasmo dándole un abrazo fuerte, hacía tiempo en que no se veían, hace algunos meses que no mantenían tanto contacto debido a las decisiones que ambos tomaron —¡mierda, mírate sigues igual de grandulón y serio!

—Pietro, de verdad me siento muy feliz por ti —respondió Viktor —, es una alegría volver a verte, sobretodo ahora en este momento, ¡ganaste! Valió la pena oírte todos estos años y acompañarte a las prácticas —sonrió.

Daphne saludó a Viktor con mucho afecto, se habían hecho muy amigos en el último tiempo. Le abrazó con cariño, pues ambos sabían lo que sufría el contrario. La atenta mirada de Jade se posó en ella y sonrió.

—¿Y tú eres? —preguntó Daphne, con la característica postura orgullosa y algo intimidante que había adquirido últimamente.

—Jade Abramsen, soy amiga de los chicos, por eso quise venir a saludar a Pietro.

—Mira, él jamás había hablado de ti, tampoco Viktor— siseó, teniendo la necesidad de ser desagradable con aquella chica —. Daphne Greengrass Nicolych, soy la esposa de Pietro y amiga de Viktor.

—¿Enserio? —preguntó con curiosidad—¿de dónde se conocieron?

—Conocí a Viktor cuando viajó a Londres, a Hogwarts, soy la mejor amiga de su esposa —declaró, con toda la intención de generarle incomodidad a la joven —, muchas experiencias, ya sabes.

Viktor suspiró e intercambió una mirada con Pietro, quien a su vez tomó la mano de su esposa, quien sabía que ella ya estaba en pie de guerra. La idea de ahora era ir a comer y disfrutar del triunfo del joven mago, no obstante Daphne sería teniendo sus reparos con la presencia de Jade.

En el restaurante todos disfrutaron de la compañía, eran antiguos compañeros de clases y habían crecido juntos. Al menos dentro de ese mundo tan competitivo habían logrado formar un grupo de amigos reales.

—Viktor —se acercó Jade con una cerveza de mantequilla en la mano—, gracias por integrarme en el grupo, de verdad lo he disfrutado mucho, sobretodo por poder compartir con todos.

—Viktor —la voz de Daphne interrumpió aquella charla que estaba a punto de colocarse muy cercana —, necesito que conversemos, es algo muy importante.

—Claro —respondió —, disculpa Jade. Necesito que me permitas un segundo.

Viktor avanzó y se quedó junto a Daphne, apoyados junto a un ventanal, en una de las terrazas del pub al que acudieron.

—Mira nada más Viktor, creo que ambos estamos en una postura similar. Totalmente fueras de lugar en este sitio lleno de gente y algarabía.

—¿Estás molesta, no?

Daphne se volvió a verle y sonrió. Viktor sabía leer muy bien a las personas, sabía que tenía ganas de hacer preguntas.

Preguntas sobre el comportamiento de Jade.

—Perdona, no debería opinar sobre tu vida amigo, pero no puedo evitar notar que esta mujer tiene una —hizo una pausa para buscar las palabras correctas —notoria intención con colgarse de tu brazo en toda ocasión posible.

El tono de su voz dejaba entender el reproche.

—No tengo nada con ella, eso te lo aseguro.

—No, no, no tengo porque estar haciendo esto, de verdad me siento muy avergonzada por intentar opinar de esto, es tu vida y tus decisiones.

—Daphne —mencionó observando sus ojos con intensidad —, nadie podría nunca ocupar el lugar de ella en mi corazón. Y sé que ella es tu mejor amiga ¿es sólo aquello lo que te inquieta o hay algo más?

Ella tragó saliva, inquieta.

—Viktor —susurró —, honestamente, Pietro no quería por nada del mundo que yo conversara contigo de este asunto, es más, estoy segura de que se molestará tremendamente, pero creo que estás en tu derecho.

La cara de Viktor denotaba confusión.

—¿De qué hablas, Daph? No entiendo a qué te refieres.

En ese momento Pietro entró con un vaso de whisky en la mano y reparó en las caras que ambos tenían. Supo de inmediato lo que su esposa se traía entre manos.

—¿Qué haces? Se supone que hablamos sobre esto —le increpó Pietro haciendo notar su molestia —, no tienes derecho.

—Tú no tienes derecho a pensar y decidir por él.

—¿Alguno de los dos quiere decirme qué es lo que está sucediendo?

—No, son tonterías.

—No son sólo tonterías —interrumpió Daphne —, lo dices porque quieres que él continúe con su vida como si su esposa no hubiera muerto —declaró Daphne. Ella se volvió hacia Viktor que a esas alturas tenía las facciones apretadas y tensas —, Nimby nos ha buscado.

—Daph, por favor...

—Calla, Nicolych. Nimby nos ha buscado.

—¿Está bien, le ha sucedido algo?

—Ella está muy bien. Pero ella nos ha buscado, necesitaba hablar contigo imperiosamente.

¿De qué? ¿Para qué?

Viktor la había liberado.

—¿Ha pasado alguna cosa de la que deba enterarme?

—No me dio detalles específicos. Sólo dijo que era muy importante.

—No logro entender.

—Ella quería hablar sobre algo de Perséfone, no quiso buscarte primeramente porque sabía que eso te haría daño, por eso llegó a nosotros.

—¿No vivía con ustedes?

—Estuvo un tiempo de viaje, solía salir a ver a algunos de los suyos. Después de un tiempo sin dar noticias volvió, muy alterada.

—¿Dónde está ahora?

—En Londres. En nuestra casa.

—Daphne, Viktor no dejará su maestría por las locuras de una elfina. Eso no sería justo.

—Eso es decisión de él, Pietro.

Viktor observó a sus amigos con el corazón palpitando a toda prisa.

Esa información si que no la esperaba.

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