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⇴ʙᴇᴀᴄᴏɴ ʜɪʟʟs ᴘʀᴇsᴇʀᴠᴇ




𝑪𝒂𝒑𝒊́𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑫𝒊𝒆𝒄𝒊𝒔𝒆́𝒊𝒔, 𝑹𝒆𝒔𝒆𝒓𝒗𝒂 𝑩𝒆𝒂𝒄𝒐𝒏 𝑯𝒊𝒍𝒍𝒔




Por alguna palabra tácita, Dean y Chris saben exactamente lo que Sam y Allison habían hecho en su noche fuera del búnker. Sam tenía la decencia de parecer culpable y asustado cada vez que Chris estaba en la misma habitación cada vez que limpiaba un arma, y ​​Allison dejaba que las miradas la invadieran, pero siempre lograba golpear a Dean si se dejaba llevar por las burlas. y cruzó la línea hacia territorio crudo.

Los días pasan y Chris se da por vencido en asegurarse de que Allison se quede en su propia habitación, y se conforma con quejarse. Y, a veces, Dean se unirá a él con las quejas dado que Allison se ha vuelto un poco más cariñosa con sus suaves toques a Sam frente a ellos.

Luego llega el día de comenzar a dirigirse a Beacon Hills, y decidieron que Chris y Allison tomaran el vehículo de Chris mientras que los Winchester tomaron el Impala. Chris estaba confundido en cuanto a por qué nadie quería volar, sería más rápido, en su opinión, y Sam disfrutó mucho al informar tanto a Allison como a Chris del miedo de volar de su hermano. Hacen planes de antemano para ver dónde se van a quedar desde que Chris vendió su residencia en Beacon Hills, y su respuesta llega cuando Derek llama para hablar con Allison y se sorprende gratamente al descubrir que Chris está con ellos. Cuando surge el dilema de encontrar un lugar decente para quedarse, Derek ofrece su loft en el edificio de su propiedad que está en las afueras de Beacon Hills.

Cada par de paradas en su viaje, Allison y Dean cambian de vehículo. Sam y Chris nunca están solos en el mismo vehículo, y eso es algo que Dean encuentra absolutamente gracioso. Especialmente cuando los ojos de Sam se agrandan y suplican cuando Dean sugiere que Chris y Sam vayan en un auto. Aunque cuando se acercan a Beacon Hills, hacen una parada en el desván de Derek para dejar algunas bolsas y decidir cómo dormir. Chris luego le dice a Allison que viaje con los niños y les muestre la ciudad, él tiene algunos recados que hacer por la ciudad antes de que salga a la luz el gran secreto. Encogiéndose de hombros, Allison está de acuerdo.

- Entonces, ¿adónde? - pregunta Dean, esperando a que Allison se instale en el asiento trasero del Impala para empezar a conducir. - ¿Estamos esperando a que tu papá informe a los demás?

- Supongo - se encoge de hombros. - Solo conduce. Quiero ver cuánto ha cambiado la ciudad y luego te llevaré a uno de mis lugares favoritos aquí. Está lo suficientemente oscuro para que veas por qué me gusta tanto.

Dean conduce por la ciudad y Allison apoya la barbilla en el asiento para que su rostro quede entre los hermanos. De vez en cuando, cuando los faros de otros conductores iluminan el interior del auto de Dean, Allison sutilmente se agacha detrás de Sam. Nada parece haber cambiado y, de hecho, algunos edificios parecen haberse convertido en algo más grande, especialmente la escuela.

Dean y Sam están asombrados por la ciudad, por lo normal y pacífico que parece todo, y no pueden entender el hecho de que los monstruos realmente se sienten atraídos por este lugar. Simplemente no parece un Hellmouth, como lo llama Dean, pero Allison les asegura que lo es. Y una de las únicas diferencias importantes que Allison puede ver es el complejo de apartamentos que ahora reside donde una vez estuvo la casa Hale.

- Bueno, supongo que algunas cosas simplemente no cambian - se ríe Allison mientras pasan sigilosamente por la estación de policía.

- ¿De qué estás hablando? - Sam pregunta.

- Que - Ella señala un jeep azul claro en el estacionamiento y explica. - Si no me equivoco, entonces ese es el jeep de Stiles. Lo último que recuerdo es que su padre era el Sheriff, pero Stiles siempre estaba en problemas y lo arrastraban aquí para enfrentar a su padre o estaba allanando.

- ¿Ustedes estaban allanando y entrando en las estaciones de policía? - Decano se burla.

- Bueno, teníamos que mantener el secreto de la ciudad de alguna manera. Parecía una gran idea en ese momento.

Continúan conduciendo un poco más, Allison señala quién tenía la mejor comida y varios lugares en los que ella y sus amigos se metieron en problemas, pero llega su momento cuando los guía a través de la Reserva.

- ¿Estás seguro de que podemos volver aquí? - pregunta Sam, mirando el cartel del parque con cautela. - Dice que no se puede entrar después del anochecer.

- Estarías preocupado por las reglas - se ríe Dean, apagando los faros del Impala.

Dean continúa avanzando lentamente hasta que Allison le dice que se detenga, dejando al menos diez yardas entre el auto y el acantilado con vista a Beacon Hills.

- Este. Este es el lugar más perfecto.

Allison sale del auto y toma la mano de Sam después de que ella cierra la puerta trasera. Caminan hacia la cornisa, absorbiendo la vista de las luces parpadeantes debajo de ellos.

- Esto es como... una central de besos - reflexiona Dean.

- Bueno... - Allison se calla y los hermanos la miran, Dean inmediatamente sonríe. - Algo así fue.

- Ajá - sonríe Dean - ¿y nuestra pequeña Allison habla por experiencia?

Su nariz se arruga y Sam se ríe, tirando de ella hacia su costado mientras coloca un brazo sobre sus hombros mientras Dean se burla de ella. Prefería dejar que Dean pensara que solo se las arreglaba aquí antes que averiguar hasta dónde había llegado realmente con Scott alguna vez.

- Nosotros, eh, también secuestramos a alguien y lo retuvimos aquí en un vehículo SWAT robado - se ríe nerviosamente. - El padre de Stiles no estaba impresionado.

- ¡¿Secuestraste a alguien?! ¿Qué-cómo? - La cabeza de Dean cae hacia atrás mientras se ríe, moviéndose para apoyarse contra su Impala. - Oh, Sammy, Sammy, Sammy. Vas a tener las manos ocupadas con este.

Allison grazna.

- ¡No es como si me culparan por nada! - Ella se defiende. - Jackson solo culpó a Scott y Stiles. No se llevaban bien antes de que Jackson se transformara en un hombre lobo.

Sam tira de Allison hacia el Impala, con la intención de dejarla sentarse en el capó mientras él se para junto a ella. Ella le ofrece sentarse en el capó con su hermano en su lugar, regresando al baúl después de robarle las llaves a Dean para recuperar un par de armas porque nunca podrían ser demasiado cuidadosos.

- Así que dime otra vez por qué estamos aquí si los hombres lobo tienden a vagar por estas partes - pregunta Dean. Está mirando el cielo nocturno, con una rodilla doblada para que su brazo descanse allí.

Sam se sienta a su lado, bebiendo una de las pocas cervezas que habían empacado en el refrigerador que estaba en el asiento trasero mientras Allison se para junto a él.

- Porque es pacífico - murmura mientras mira a las estrellas. - Y lo último que escuchó Derek fue que la manada no tuvo problemas, así que estamos bien. Relájate.

En algún lugar detrás de ellos, una ramita se rompe y los tres se tensan. Dean frunce el ceño.

- Lo has maldecido.

Sobre su regazo, Sam le pasa lentamente a Allison su arco y carcaj mientras Dean toma un arma que había estado cerca de su muslo. Los tres están en silencio mientras se preparan lentamente y fingen ser ajenos a su entorno, pero cuando otra ramita se rompe, Allison entra en acción. Con la flecha colocada, tira de la cuerda del arco y los Winchester apuntan en la misma dirección que Allison. Luego, de entre los árboles, un par de ojos azules y un par de ojos amarillos brillan mientras gruñidos guturales resuenan en el bosque.

Las dos criaturas dan un paso adelante para que sus rostros sean iluminados por los rayos de la luna, uno masculino y otro femenino, y sus rasgos se desplazan lentamente ante sus ojos. Ambos rugen algo ferozmente de modo que las bocas llenas de dientes afilados brillan y sus brazos se extienden a los costados para mostrar sus garras letales.

Sam y Dean amartillan sus armas, pero Allison vacila. Su ceño se frunce y mientras su flecha baja vacilante, grita.

- ¿Malia? ¿Malia Tate?

La criatura de ojos azules parpadea en estado de shock cuando se sobresalta al ser reconocida, pero la beta de ojos amarillos vuelve a gruñir amenazadoramente.

- ¿Los conoce? - Pregunta sin apartar la mirada de los cazadores.

La mujer de ojos azules en cuestión niega con la cabeza.

- No.

- Tú sí - dice Allison, con el arco completamente baja ahora mientras da un paso vacilante hacia adelante. - Al menos, podrías saber de mí - Sam y Dean intentan hacer retroceder a Allison, pero ella se encoge de hombros. - Mis amigos te encontraron en el bosque. Scott afirmó su dominio sobre ti para que volvieras a convertirte en humano después de tantos años de ser un coyote.

A estas alturas, los ojos de la chica se han oscurecido al color natural que solían tener.

- ¿Como sabes eso?

- Porque yo soy...

- ¿Allison...? - La voz asombrada llama la atención de todos, encuentran una nueva incorporación al grupo en el bosque mientras se tambalea hacia Malia y el niño. La boca de la pelirroja está abierta por la sorpresa, los ojos muy abiertos mientras se abre paso entre las dos criaturas. - ¿Alli?

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