Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

VII

Barcos por doquier

Al día siguiente, Nami estaba analizando el mapa, mientras Dai y Kai estaban entrenando un poco con las espadas, pero debido al espacio del barco, les era imposible entrenar como se debe.

—Oye, Nami. ¡Nami! —llama Luffy.

—¿Qué quieres?

—¡Está lista! —grita con emoción mostrando un pedazo de tela con un dibujo.

—¿Y eso qué o qué?

—Nuestra bandera pirata. Todas las tripulaciones deben tener una, y esta es nuestra.

—No nos digas así y no cuelgues eso en mi bote.

—Chicos, ¿que opinan? —le pregunta a los hermanos.

—Claramente lo artístico no es tu fuerte Luff —comenta Kaito.

—Que cruel. Es algo, único en su tipo —dice Daiyu.

—Zoro. Zoro, mira esto —le enseña la bandera.

—Peculiar —sale de la habitación.

—Peculiar su cabello —confiesa el pelinegro mayor.

Se aguanta las ganas de reir. —No empieces Kai —lo regaña su hermana—. Contigo y Luffy no puedo ser seria por un momento.

—Porque no lo eres —provoca su hermano.

Daiyu le da un golpe en el hombro con la funda de su katana.

—Nami, el retrete se descompuso —comenta Zoro.

—¿Desde cuándo hay retrete? —pregunta la pelinegra.

—Nunca, porque no tenemos retrete —responde Nami.

—Ah. Entonces, algo más está goteando.

Nami entra rápidamente para revisar lo que pasaba y sale molesta.

—¿Qué hiciste? Estamos hundiéndonos.

—Yo no hice nada —se defiende Zoro.

—Cargas las espadas a todos lados, debiste romper algo.

—Si fueras mejor ladrona, habrías robado un mejor bote.

—Dai —Luffy mira a su amiga.

Suspira. —Yo me encargo.

—Oh no, esto se pondrá interesante —se cruza de brazos Kai.

Daiyu se acerca a ambas personas y les da un golpe en su cabeza con las fundas, tal y como lo hizo con Kai.

—Oigan, dejen de pelear como perros y gatos par de bobos. Seré clara con algo, quieran o no, mientras estemos en busca del One Piece y de nuestros sueños, Luffy es el capitán, así que no se quejen porque soy capaz de echarlos por la borda —se cruza de brazos.

—Es mejor que le hagan caso, da miedo enojada. No por algo algunos le dicen medusa —dice Kaito.

—¡Te dije que no me dijeras así! —exclama molesta, asustando un poco a Luffy y Nami.

—Vamos a necesitar un mejor barco para ir a la Gran Ruta. Un verdadero barco pirata. Digno de la tripulación Sombrero de Paja —comenta Luffy.

—¿Qué? ¿En serio? ¿Sombrero de Paja? —cuestiona incrédulamente la pelinaranja.

—Sí, creo que suena bastante bien.

—“Demonio” suena bastante bien. Un accesorio no asusta —opina Zoro.

—¿Y quién dijo que debemos de asustar? —pregunta Kai.

—El punto es que necesitamos una nave nueva. Entonces, ¿dónde la conseguimos?

Flashback

—Mamá, no quiero que el tío Shanks se vaya —dice con un semblante triste la pelinegra.

—Yo menos —le sigue un pelinegro mayor que la niña—. A parte, Luffy se pondrá triste.

—Lo sé niños, pero entiendan, todos andan en busca de ese tesoro. Tal vez cuando sean más grandes, vayan en busca de el tesoro también —comenta su madre.

—¿Tú no te vas a ir o sí? ¿No nos vas dejar como papá? ¿Vas a ir en busca de ese estúpido tesoro? —pregunta con temor la niña.

La mujer los abraza con fuerza. —No cariño, jamás los dejaría, ustedes ya son mi mayor tesoro.

—¿Entonces él nos abandonó porque no somos su mayor tesoro? —pregunta Kai molesto.

Ella no sabía cómo responder esa pregunta, pues no estaba segura si en verdad ese hombre amaba a sus hijos.

—¿Por qué todas las personas cercanas a nosotros se van en busca de ese tesoro? ¿Qué tiene de especial? —cuestiona la niña algo molesta—. Solo nos separa de las personas que más queremos.

—Algún día ustedes también se tendrán que separar de mí.

Fin del flashback

* * *

—Tiene que ser un chiste. Ese tonto vale 15 millones de berries —comenta Zoro mientras ve el cartel.

—¡¿Qué?! —la pelinegra empuja a Zoro para ver el cartel—. ¡Luffy! ¿Por qué no me lo dijiste?

—No recordaba cuánto dinero daban por él.

—Aaaah, hubiéramos traído su cabeza en un bolso —dice frustrada.

—¿Qué marino les hubiera pagado esa recompensa? Ahora ustedes también son buscados por ellos.

—Tiene un punto a favor Luff —comenta Kai.

—Eso es cierto.

—Bueno, lo dirán por ustedes, pero yo tengo trucos bajo la manga —miran a Daiyu.

—Sí, como no.

Nami se acerca al grupo. —¡Ey! ¿Nos conseguiste un barco? —pregunta Luffy.

—En eso estoy. ¿Empujaron el bote hacia el mar como se los dije?

—Sí, ningún marino nos va a seguir —admite Kai.

—Ni esa tú te la crees Kaito —mira a su hermano.

—La aldea Syrup es reconocida por construir barcos. Muchas opciones —Luffy se pone en marcha, Kai, Nami y los lobos lo siguen. Dejando atrás a la pareja de espadachines.

Arranca el cartel y lo hace una bola. —Payaso tonto.

—No te enojes cabello de pasto. Todos tenemos un mal día a veces, en mi caso, es siempre —sonríe para luego alcanzar al grupo y Zoro detrás de ella—. Y lo del payaso, es una de mis tantas desgracias. Ya ves, no sabía que valía mucho.

Llegan a los puertos y miles de hombres lijando y cortando la madera para los barcos.

—¿Cuánto cuestan normalmente los barcos? —pregunta el pelinegro mayor.

—En pocas palabras, no te alcanza —responde Nami.

—Qué alentador.

—Es la verdad.

Luffy empieza a dar descripciones de cómo debe ser el barco deseado. Descubriendo que iban a robar el barco, cosa que no le pareció al trío de pelinegros. Haciendo que la pelinaranja le ceda a hacerlo al modo del chico del sombrero, que gustoso acepto.

—Esto lo quiero ver —le sonríe a su hermano.

—¿Entonces que vamos a hacer? —pregunta Zoro.

—Encontrar un barco y ver qué tan laxa es la seguridad —responde una Nami resignada.

—Entendido.

—Nosotros solo vamos a ver qué no metan la pata —comenta Kai.

—Y cuando te refieres a nosotros, te refieres a mi —Daiyu avanza primero.

—Probablemente —ella suelta un suspiro.

Luffy encuentra el barco deseado. Los hermanos llegan y ven como su hermano menor aprecia en todo su esplendor la nave.

—Que belleza, ¿no? —Daiyu y Kai buscan quién habló.

—¿Hablaste? —pregunta Luffy ilusionado.

—No. Por acá —aparece un chico en el barco.

—Este barco es impresionante.

—Si.

—Cuéntame un poco de ella.

—Carabela de las más modernas. Noventa y seis pies de puro lujo, timón doble, cocina equipada. Cañones en proa y popa —describe con lujo de detalle.

—La casa de mis sueños —comenta Daiyu.

—Tu mansión de lujo —se burla su hermano.

—¿Y qué tan rápida es?

—La más rápida.

—Es perfecta.

—Ahora a ver cómo lo convence —le susurra a Kaito. Llegan Nami y Zoro.

—Lo encontré, encontré nuestra nave y él nos lo va a vender.

—Emm, no soy el dueño de la nave. Soy el jefe técnico a cargo de la remoción crustácea y de desperdicios aviares.

—¿En cristiano? —pregunta Daiyu.

—Quita percebes y limpia la caca de pájaro —responde Zoro.

—Ah, gracias.

—No nos sirve —dice Nami.

—No lo sé, puede que conozca al dueño del barco —comenta la pelinegra.

—Y así es, resulta que la dueña de este barco es una de mis mejores amigas en todo el mundo.

—¿En serio? —pregunta Kai.

—Sí. Y no solo de esta nave, es dueña de todo lo que ven aquí. Ella es... En serio rica. Pueden llegar a un acuerdo con ella.

—Me parece bien —comenta Luffy.

—Esa intuición hermana.

—Solo fue coincidencia, tonto.

—Bueno, ir a saludar no hace daño —expresa Nami.

Daiyu se acerca a la pelinaranja. —Por favor, no hagan caos si no se amerita —le pide entre susurros.

—Bien Dai, tranquila.

—Bueno, voy por carnes para estos muchachos —acaricia a sus lobos—. En un momento vengo.

—Que te acompañe alguien de nosotros —propuso Kaito.

—Ya no soy una niña Kai —se queja su hermana.

—Daiyu —gruñe mientras la mira.

—Agh, que pesado eres. Y ni creas que ando accediendo. Vete sabiendo que esas expresiones no me intimidan —lo mira con enfado para dar media vuelta y empezar a caminar.

—Zoro, ¿puedes ir con ella? —pide Kai.

—Es mejor dejarla un momento a solas —sugiere Luffy.

Zoro empieza a caminar detrás de ella. Quedando a unos metros alejado de la pelinegra para no invadir su espacio.

—Koa —el can la mira—. Ve por él.

El lobo se acerca a Zoro y lo jala de la funda de las katanas, llevándolo hacia Daiyu.

—No es necesario que te quedes muy atrás, pareces acosador —comenta—. Aunque, gracias por darme mi espacio, ya estoy más tranquila.

—Se ve que te quiere mucho.

—Y lo hace, solo que hay veces que me sofoca. Agradezco que me quiera proteger, pero luego siento que me quiere meter en una esfera de cristal y proteger de todo y de todos —confiesa.

Con la plática, no se percatan de que el grupo los anda espiando.

—Hacen bonita pareja —confiesa el chico del barco.

—Por supuesto que sí, pero son tan tercos que van a tardar en admitirlo —confirma Kaito.

—Si Dai nos descubre, seremos tripulación muerta —expresa Luffy.

—Entonces hay que regresar y esperarlos en dónde estábamos, si no queremos ser personas muertas —menciona Nami.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro