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[Mini Historia ] ♞9.2

"Cuéntame algo"

Los labios de Haymitch tomaron otra dirección hasta llegar a su frente y dejar otro beso ahí bajo la respiración calmada de Grace. Se había dormido en su regazo, con las lágrimas aún frescas en sus mejillas y temblando ligeramente por los fuertes sollozos de antes.

No podía dejar de sentirse como un desgraciado, estaba aprovechándose de la vulnerabilidad de Grace para que ella lo apreciase y lograra sentir algo por él, pero, ¿No era eso mismo lo que Gale le había hecho a ella? ¿No era así como él la lastimó? ¿Usándola sólo para saciar sus deseos reprimidos por Katniss? No. Haymitch no podía hacerle algo como eso, porque entonces sería un círculo vicioso del que ni Katniss, ni Grace, Gale o él podrían salir jamás.

La acostó en su cama y él se recostó a su lado. Todo su cuerpo dolía a causa de los golpes de Gale, pero no pudo importarle menos. Aquella era la primera vez que peleaba de esa manera y se sintió estupendamente bien; no por lastimar a alguien, claro, pero si ese alguien era Gale... no le importaba demasiado. Lo que sí, era que el chico pegaba fuerte

En el fondo, Haymitch se sentía aliviado con el hecho de que Grace no culpara a Katniss sobre lo sucedido. La mente del pequeño sinsajo estaba tan enmarañada que era normal que los cables se le cruzaran e hiciera cualquier tipo de cosas. Seguro, Grace estaba en su derecho de repudiarla de la misma manera en la que lo hacía con Gale, pero la verdad era que Grace era demasiado buena como para despreciar a Katniss sabiendo de su estado crítico.

Después de todo eran un equipo, y mentiría si dijera que Katniss no necesitaba a Grace para seguir avanzando, porque su necesidad de una amiga era tan grande, que no podía afrontar el que Grace se alejara luego de lo sucedido con Gale. Tanto Grace como Katniss pertenecieron al mismo distrito, eso hacía que la chica en llamas se sintiera segura y protegida a su lado más que con cualquier otra persona.

Con un quejido, Haymitch se acostó por completo y miró el techo. No sabía qué hacer. ¿Debería intentarlo o dejar que Grace arreglara sus asuntos con el chico? Estaba claro que él esperaría cualquier decisión que ella tomara, pero si podía influir en tales decisiones, ¿No sería lo mejor? Tal vez debería intentar confesarle sus sentimientos a pesar de que el miedo le oprimía el pecho, ¿Qué tan difícil sería para una mujer como Grace enamorarse de un desastre de hombre como Haymitch?

Se asustó al sentir como entre el sueño, Grace se daba la vuelta y pasaba su brazo por el torso de Haymitch intentando abrazarlo. Él podía adivinar que la pequeña Grace no había dormido bien la noche anterior, porque sabía cómo eran los dolores de la resaca. Ella balbuceó algo que hizo reír a Haymitch y se dejó abrazar

Y aquel pequeño gesto fue suficiente para que se decidiera.

Él haría cualquier cosa para ganarse su amor y que ella aceptara el suyo

Su amor sincero. No las migajas que Gale se encargó de darle a Grace por tanto tiempo

Su mente voló a cientos de escenarios diferentes al lado de Grace hasta que su cuerpo pudo relajarse y se quedó dormido.



Grace despertó a las primeras horas del anochecer.

Mirando hacia todas partes, se dio cuenta que Haymitch se había ido, tal vez hace apenas unos minutos pues su lado de la cama aún estaba tibio. Su mano tocó el lugar donde estuvo el cuerpo de Haymitch y se estremeció, ¿Cuántas veces no fue ese el lugar de Gale?

Un pensamiento de promiscuidad la hizo estremecerse y lo borró de inmediato. Despues de todo, ella y Gale ya no eran nada, no sería algo incorrecto que otro hombre durmiera en la misma cama que ella, ¿O sí?

Sin la presencia de Haymitch, Grace se sintió vacía, incompleta. Algo le faltaba y sabía que ese algo era la presencia del hombre que siempre se había preocupado por ella incluso cuando estaba demasiado lejos como para saber si se encontraba bien.

Se levantó de golpe notando que era ya de noche. Maldijo el haber dormido tanto y corrió fuera de la habitación. Llegando hasta la sala de mando, se encontró a todos mirando la pantalla donde un muy desmejorado Peeta se esforzaba por hablar. Grace retuvo un grito y caminó hacia donde se encontraba Katniss

—Pero que te han hecho, Peeta—Escuchó susurrar a Katniss con dolor. Grace sintió pena por ella y echó uno de sus brazos por sus hombros. Katniss la miró, pero no dijo nada

—Recibimos informes—dijo Peeta—De descarrilamientos, graneros incendiados y un salvaje ataque a la presa hidroeléctrica del distrito cinco. Les suplico, que terminen con sus ataques

—Ahora, Beetee

Grace miró a Coin por la orden dada y de un segundo a otro la pantalla comenzó a mostrar las imágenes del propo que ella y Gale grabaron en el doce. Una canción sonaba de fondo y Grace reconoció la voz de Katniss como la interprete. Le mandó una mirada a Gale y él solo asintió un par de veces.

El propo sólo mostraba el derrumbe del distrito, no lo que ellos habían dicho al estar ahí, de esa manera Peeta podría ver por primera vez lo que quedó de lo que un día fue su hogar. La transmisión se cortó y Peeta volvió a la pantalla ahora pareciendo consternado

— ¿Grace? — Él dijo, al reconocerla entre los escombros de la farmacia de su padre

—Peeta, continúa, por favor— le pidió Caesar—Hablabas sobre los últimos ataques de los rebeldes

—Sí, si— Peeta tomó aire—El ataque a la presa fue un cruel e inhumano acto de destrucción

La transmisión se cortó de nuevo mostrando esta vez el lugar donde debería estar la panadería de los padres de Peeta y a Katniss merodeando entre los escombros. Luego, la imagen de Peeta vuelve, mostrándolo con los ojos llorosos y sufriendo al imaginar a Katniss perdida

—Piensa bien lo que haces, Katniss. Lo que todos están haciendo. Nadie sobrevivirá a esto. Ahora nadie está a salvo en ningún lugar, ni siquiera aquí en el capitolio—Peeta se detiene y parece pensar en sus siguientes palabras—Van para allá. Matarán a todos. ¡Mañana estarán todos muertos en el distrito trece!

La imagen se corta y Katniss da un respingo entre los brazos de Grace. Haymitch suspira

—Nos avisó. Fue un aviso

—Si—le dice Gale muy a pesar de que sus golpes siguen frescos—Lo fue

—Tenemos que sacarlo de ahí

—Katniss...

—Van a matarlo, Grace. Lo matarán si no lo sacamos ahora mismo de ahí, lo harán, lo lastimarán, Grace

Ella comenzó a llorar y fue cuando Grace entendió que hizo bien en no juzgarla por lo que pudo haber sucedido antes; ella no estaba mentalmente bien. Grace la tomó por las mejillas obligándola a mirarla cuando Katniss comenzó a sacudir la cabeza de un lado a otro, desesperada

—Todo va a estar bien, ¿me oyes? Sacaremos a Peeta y él estará bien

—No me dejes sola, Grace—le suplicó—No te vayas, no me abandones por lo que te hice, no lo hagas

—No lo haré

Le acarició el cabello pidiéndole que confiara en ella y así lo hizo. Boggs salió de la habitación alegando que debía encender la alarma de evacuación hacia el búnker.

—Prepárense para un ataque aéreo—dijo Coin y Grace supo lo que tenía que hacer; debía ayudar a evacuar a las personas antes de que las puertas del búnker se cerraran

—Debo ir por Prim

—No— la detuvo Grace—Ve al refugio y espera ahí. Yo iré por Prim ¡Ahora!

Katniss salió corriendo y Grace hizo una seña a Haymitch para que la siguiera. Grace salió del lugar corriendo hacia el hospital y alertando a la gente que se cruzaba en su camino para que fueran al búnker. La alarma comenzó a sonar y todos dejaron lo que estaban haciendo para evacuar el distrito.

Llegando al ala perteneciente a las Everdeen, Grace abrió la puerta encontrándose sólo a la madre de Katniss. Su corazón se detuvo

— ¿Dónde está Prim?

—Fue a buscar a Buttercup—informó—Le dije que la esperaría aquí

—Tiene que salir ahora—le ordenó—Habrá un ataque en cualquier momento, no puede quedarse fuera

—Pero Prim...

—Iré a buscarla, haga lo que le dije

Vio a la señora Everdeen asentir mientras ella salía de la habitación corriendo escalera arriba. A veces, los aprendices de enfermería tomaban clases en las plantas altas con médicos avanzados, quizá Prim podía estar ahí y conociendo lo mucho que quería a ese horrible gato, cabía la posibilidad de que lo llevara a sus clases.

Hubo una ligera explosión afuera y las alarmas contra fuego se encendieron causando una fuerte lluvia. Se detuvo, notando que en ese piso no había nadie

— ¡Prim! ¡Prim! —Gritaba, pero su llamado no obtuvo respuesta alguna. Subió un piso mas donde se guardaban los víveres y encontró a la niña junto al gato que hurgaba entre las bolsas de comida— ¡Prim!

Grace la tomó por los brazos haciéndole saber cuan molesta se encontraba. Sin embargo, duró poco al escuchar la alarma y el anuncio de que las puertas del búnker se cerrarían en menos de diez minutos. Era casi imposible que descendieran hasta el nivel cuarenta antes de eso

Prim cogió a su gato en brazos y ambas salieron corriendo de ahí; los pisos estaban resbalosos y las hacían caer cada dos por tres. Grace quitó de los brazos de Prim a Buttercup, cargándolo ella misma para que Prim siguiera con la marcha sin preocuparse de su horrenda mascota. Con siete minutos restantes, no llevaban ni la mitad del camino.

Bajaron escaleras, saltaron escombros y tragaron mucha agua. Buttercup maullaba y Grace le amenazaba con dejarlo a medio bombardeo si no se callaba; el gato enmudecía de pronto y Grace lo recompensaba con un besito en la cabeza

— ¡Grace!

Ambas se detuvieron al escuchar la voz de Gale un par de pisos hacia abajo. Poco tiempo después, Gale estaba frente a ellas, completamente mojado. Se les acercó, alentándolas a seguir

— ¿Qué haces aquí? Deberías estar en el búnker

—Lo estaba, pero Katniss me dijo que fuiste a buscar a Prim. No podía quedarme sin hacer nada sabiendo que estabas en peligro

Grace tragó salva y se prohibió sentir emoción al escuchar sus palabras. Gale le tendió la mano y ella la tomó para seguir corriendo. Prim iba al frente deteniéndose al escuchar que las puertas cerrarían en tres minutos

— ¡Rápido!

Gale se soltó de Grace y cargó a Prim para correr más deprisa. Era más que obvio que Prim ya no era más una niña, pero, aun así, Gale tenía la fuerza para levantarla y correr con ella en brazos hasta el final de las escaleras. Grace tropezó varias veces gracias a sus zapatos mojados y los pisos inundados. Gale siempre volvió por ella y llegaron al nivel cuarenta diez segundos antes de que las puertas cerraran.

Grace entró primero siendo seguida por Gale. Pudo tomarse un gran respiro antes de que el gato bajara de sus brazos con un salto y Katniss llegara para reprender a su hermana prendida de los brazos de Gale

— ¡¿Cómo se te ocurre, Prim?!

—Tenía que volver por Buttercup—Explicó—No me perdonaría dejarlo

—Katniss, está bien— le dijo Grace, cansada— Nada pasó

Ella asintió y quitó a su hermana de los brazos de Gale agradeciéndole a ambos el haber vuelto con Prim. Grace asintió y se alejó cuanto antes de ahí anticipando que Gale intentaría acercársele. El bombardeo comenzó y la electricidad se cortó.

Con decenas de lámparas en sus manos, la gente comenzó a alumbrar el búnker. Habían asignado camas y Katniss pidió compartir la suya con Grace a lo que ella no se opuso. Mientras escuchaban las bombas caer, Katniss se tambaleaba de un lado a otro, cubriéndose los oídos en un ataque de locura

—Grace—la llamó—Cuéntame algo, lo que sea, por favor

—Cuando tenía diez años—Comenzó—Empecé a ayudar a mi padre en la farmacia un verano. Un día, cambié el jarabe para la tos por jarabe de fresa

Katniss soltó una risilla

—Ahora sé por qué ese verano que enfermé, mi tos nunca mejoró. Sin embargo, el jarabe sabía estupendo—Grace sonrió

—Lo sé

—¿Qué más, Grace? — pidió cuando otra bomba cayó

—A veces ayudaba a la madre de Peeta con el glaseado de los pasteles. Dejé de hacerlo cuando la señora Mellark nos descubrió a Peeta y a mi comiéndonos el betún

— ¿Qué más?

—Me gusta el olor a tierra mojada y la sensación del rocío por la mañana; amo los atardeceres, el color amarillo y bailar. Katniss, ¿Cuál es tu animal favorito?

—El sinsajo, ¿Cuál es el tuyo?

—Gale

Ambas rieron

—Bromeo, es el perro, por eso no tolero muy bien al gato de tu hermana. Me gustan el olor de las tartaletas de manzana, pero soy alérgica a ellas; me da miedo la oscuridad y me aterran las ratas. Un día Peeta y yo hicimos pipí en el bosque cuando salimos a explorar y se hizo demasiado tarde para volver. Peeta siempre ha tenido la vejiga de una ardilla

Katniss rio

—Lo sé

—Amo las mañanas, pero odio levantarme temprano, prefiero el invierno antes que el verano; me encantan las natillas de uva y odio el chocolate amargo. Me...

—Gale quiere casarse contigo—Le interrumpió de pronto. Grace la miró

— ¿Qué?

—Él te quiere a su lado para toda la vida— acotó entregándole el anillo que ella recogió del suelo durante su pelea en casa. Grace sonrió de lado

—Qué lástima que yo ya no quiera lo mismo— Katniss la miró atónita. Grace le sonrió—Mi flor favorita son las rosas blancas

Katniss palideció

—Sólo bromeo

—Gracias a dios

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