"Bastardo mentiroso"

A Grace no le sorprendió ver a la Aldea de los Vencedores permanecer casi intacta.

El bombardeo se había dado en el centro del distrito, cerca de la veta, por lo que la destrucción no alcanzó a llegar hasta allá; la madre y la hermana de Katniss habían salido de casa el día del bombardeo, por lo que el capitolio no tenía que desperdiciar su armamento en un lugar por completo vacío.

Grace sólo había estado en ese lugar una vez, en la que Haymitch le había invitado a quedarse en su casa cuando ella se hubo lastimado el tobillo intentando alcanzar una morera. Aun podía recordar la risa atronadora de Haymitch en sus oídos por querer tomar un par de moras que todavía estaban verdes; ese día aprendió una valiosa lección: el no hacer nada estúpido frente a un amigo, podría recordártelo toda tu vida.

Gale entró junto con Katniss, diciéndole a Grace que debían llevarse de la cocina las hierbas que la madre de Katniss usaba para remedios o pomadas y que servirían en el ala medica del trece. Grace se había quedado en el umbral junto a Castor observando el propo que acababan de grabar hasta que Gale tardó demasiado dentro y se aventuró a buscarlo

Del centro de la cocina salían voces y Grace se apretujó contra la pared para no ser vista y escucharlos hablar. Sus padres le habían enseñado de pequeña que el escuchar las conversaciones ajenas era de mala educación y que una señorita con modales nunca debía hacer, pero la verdad era que siempre había una primera vez para todo.

La voz de Katniss sonaba átona, tanto, que Grace casi no pudo escucharla entre la voz impostada y varonil de Gale. Pegándose más contra la pared, Grace por fin logró saber de lo que hablaban

—Fue justo aquí cuando me besaste, ¿Recuerdas?

El ceño de Grace se frunció al escuchar la mención que hizo Gale. Se asomó un poco para alcanzar a verlos y notó como Gale colocaba una de sus manos sobre la mesilla de madera de la cocina. Katniss carraspeó

—No creí que recordaras eso. Estabas bajo el efecto de la morfina cuando pasó

—Sólo muerto podría olvidarlo

El silencio se hizo en la sala y Grace temió que su respiración entrecortada la delatara de su pequeño escondite. Se llevó una mano a los labios y sacó todo su cuerpo detrás de la pared. Gale y Katniss estaban tan concentrados el uno en el otro que no se dieron cuenta de la presencia de Grace. Katniss se acercó un poco más y el corazón de Grace se detuvo

—Lo que dijiste en el propo...

—No importa lo que haya dicho en el propo, Katniss. Tenía que hacerlo—Él se detuvo y suspiró—No soporto ver a Grace sufriendo. No puedo con esa culpa

Y como pasaba siempre, los ojos de Gale dejaron de poner atención a cualquier cosa en la casa que no fuera Katniss Everdeen; su precioso sinsajo. Los ojos de Grace comenzaron a cristalizarse distorsionando su visión. Se restregó con su brazo rápidamente sin querer perderse nada de lo que sucedía

Entonces fue cuando Katniss se acercó y los labios de ella se encontraron con los de Gale. Sintiendo el corazón en la garganta, Grace se detuvo a pensar que todo lo que Gale le había dicho entre las ruinas de su distrito había sido sólo un acto de propaganda; que el verdadero motivo que orilló a Gale a comportarse de esa manera tan maravillosa ante sus ojos era meramente por Katniss, porque todo recaía en ella; pero principalmente, lo hacía porque se sentía culpable.

Fue cuando Grace entendió que él nunca podría amarla incluso si fuera la última mujer en el mundo. La realidad era que Gale se estaba obligando a amarla, sin saber que a la fuerza ni los zapatos entrar. Obligarse a querer a alguien era como hacer crecer una rosa entre un camino pedregoso: porque eso nunca se iba a dar por más que lo regaras.

La garganta le ardió e imaginó que un volcán había explotado en sus entrañas y la lava amenazaba con salirle por la boca. Había dado todo por él, por la causa e incluso por Katniss, y ahora ambos la traicionaban sin importarles que además de ella, estaban traicionando a Peeta.

Se separaron, Gale cerrando los ojos y negando con la cabeza demasiadas veces que Grace no tuvo la oportunidad de contarlas. Pero algo había cambiado en ese beso; el desdichado de Gale ya no sentía lo que debía al ser besado nuevamente por la chica que siempre quiso, porque él ya lo sentía al besar a Grace

—Sabía qué harías eso— le dijo Gale. La voz de Katniss comenzando a quebrarse a cada momento

—Yo no lo sabía

—Sólo lo haces porque estoy sufriendo y esa es la única manera en la que puedo llamar tu atención

Para ese momento, Grace no pudo contenerse y entre todo el dolor que la ahogaba pudo echarse una risa que le raspó la garganta. Gale la miró y la intensidad de su mirada se volvió en una de angustia. Katniss se llevó una mano a los labios, asustada

—Bueno, creo que ya somos dos, compañero

—Grace...

—No, por favor— le dijo cuando él quiso acercarse—Continúen, ¿vale? Yo sólo... me iré de aquí

Dio media vuelta y cruzó la estancia tan rápido, que imaginó como sus pies quemaban la alfombra. Gale intentó alcanzarla haciendo que el diminuto anillo que llevaba en uno de sus bolsillos se cayera. Katniss lo recogió y lo guardó en el carcaj que llevaba

—Grace, no es lo que tú crees—dijo al lograr alcanzarla. Ella negó tragándose las lágrimas

—Tú no sabes lo que yo creo, Gale. Nunca lo has sabido, pero está bien, es mi culpa por haber imaginado que algún día podías llegar a quererme

—Yo te quiero—reconoció. Esta vez, Grace se permitió dejar caer un par de lágrimas

—He visto a personas querer más a sus perros de lo que tú podrías quererme a mi

Se quedó callado, con las palabras de Grace retumbándole en los oídos. Katniss intentó acercarse, sin embargo, Grace le hizo una seña advirtiéndole que no respondería de sus actos en ese momento.

Aquel era el final, claro estaba, porque se sentía cansada de ser el premio de consolación y ser usada como un juguete. Durante mucho tiempo dio lo mejor de sí para alguien más, pero nunca se preocupó de amarse a sí misma. Había ayudado a Katniss durante la revolución, logró hacer que Coin aceptara sus peticiones y de esa manera le pagaba. Hombre, ¡Había cubierto su espalda en el ataque al hospital! Y, aun con todo eso, Grace aun no podía odiar al sinsajo como ella quería. Lo único que sentía en ese momento, era una angustia infinita

Gale le tomó la mano y Grace se soltó dándole una bofetada que resonó entre las cuatro paredes del hogar llamando así la atención del resto del equipo que los miraban desde la puerta. Grace apretó la mandíbula y rebuscó en su mente todo lo que tenía por decirle a Gale, pero no pudo. Su propia mente era una maraña de pensamientos que no tenían inicio ni fin. Sólo lo apuntó con uno de sus dedos mientras las mejillas eran bañadas por sus lagrimas

—Desearía haber muerto en el bombardeo— le dijo, venenosa— Estar en los confines del infierno sería una peor condena que ver tu cara de bastardo mentirme a diario

Sn decir nada más, se encaminó hacia la puerta y tomó la cámara con la que habían grabado el propo. La miró una sola vez antes de lanzársela a Cressida

—Borren esa mierda, que nada de lo que ahí aparece es verdad

Subiendo al aerodeslizador, Grace cogió un pequeño cuchillo de la cabina y lo enterró de lleno en su mano. Porque ese dolor era menor que el que Gale ya le había provocado

***

Hoy les traigo el drama para sus bodies e.e