[ Mini Historia ] ♕6.2
¡MI TÍA ME PRESTÓ SU LAPTOP Y HE PODIDO TRAERLES CAP!
¡FESTEJEN! :v
***
" ¡TE AMO! ¡POR FAVOR, TE AMO!
El distrito cuatro es uno de los lugares más bellos de Panem.
Incluso el cielo parece de un tono más brillante en este lugar. Me encanta la vista de la costa y el olor a salinidad en el ambiente; recuerdo al distrito cuatro en mi gira de la victoria, con sus peculiares panes verdes, las típicas ropas azules de la gente al igual que su elegante acento.
Estas personas son las más bellas del país y el ver a Finnick sólo me hace corroborar eso.
Parada frente al edificio de justicia, los ojos claros de Finnick no dejan de escanearme de arriba abajo. No sé si lo hace porque le impresiona la manera en la que voy peinada o porque mi cara aun refleja lo miserable que me siento. Aun con todo eso, él no deja de mirarme e incluso me dedica una sonrisita que hace mis mejillas volverse rojas
La primera fila de la multitud está ocupada por los ya vencedores del distrito y sus equipos de preparación, lo que hace que Finnick esté a pocos pasos de mi. Lleva las manos entrelazadas al frente y trata de aparentar inocencia aun cuando sé que de eso no tiene ni un poco; lleva una camisa fina azul que da paso a una buena vista de su torso. Lo observo más de la cuenta haciendo que él sienta la pesadez de mi mirada. Finnick usa su vista periférica para devolverme el gesto, elevar una ceja y ampliar su sonrisa.
A mi lado, Haymitch aprieta su agarre sobre mi mano echándole una mirada de advertencia al chico Odair mientras me acerca más a él.
Intento poner atención al discurso de los chicos, pero no puedo hacer nada mas que admirar el gran paisaje que tengo delante de mí. Son las mismas palabras de siempre, por lo que no necesito poner mucha atención para saber de lo que hablan, además de que son hechas por Effie y no tengo los ánimos para mostrar interés por algo que ella ha hecho.
Salgo de mi trance al momento en que los labios de Haymitch van a parar a mi mejilla, sobresaltándome. Me toma algunos segundos darme cuenta que ha hecho lo mismo que hacemos frente a las cámaras en cada distrito: mostrarle nuestro amor a todo el país. Hago lo que corresponde y le devuelvo el beso en la comisura de los labios haciéndolo sonreír a medias. Sé que está molesto por las miraditas de Finnick a pesar de que no lo da a notar en este lugar.
Al termino del discurso, el alcalde se acerca al micrófono invitándonos a una comida especial cerca del muelle donde los pescadores y sus familias han dispuesto todo para la ocasión. El himno resuena por los parlantes y todo mundo aplaude conforme bajamos de las tarimas. Finnick me manda una última mirada antes de alejarse camino al muelle junto a los demás
Haymitch no tiene demasiado tiempo para reprocharme nada pues Cinna me arrebata de su lado alegando que debemos volver al tren para colocarnos algo mas "apropiado" para el evento. Sé que su definición de "ropa apropiada" es uno de esos vestidos con los que raramente te puedes sentir cómoda por las tantas aberturas que tienen por todos lados; zapatos más altos que un rascacielos y cientos de accesorios. Cinna coge de la mano a Katniss y nos hace caminar detrás de él mientras les alega a los chicos que se adelanten al muelle.
Estando en la calidez del tren me permito tomar un respiro de todo esto. Me siento mareada, pero no puedo quedarme a descansar y dejar a mis chicos solos con Haymitch. Susurro un estoy bien cuando Katniss se me acerca pidiéndome ir hacia el vagón de vestuarios de Cinna, así lo hago y me trago más de media hora ahí entre fondos, vestidos, faldas y tops que no dejan nada a la imaginación. Al final, Cinna se decanta por un vestido color salmón para mí y otro verde para Katniss. Cinna nos maquilla y cuando intenta tocar mi cabello le pido que no deshaga la trenza que Katniss me ha hecho; él acepta a regañadientes utilizando sus dedos únicamente para entrelazar los cabellos que se han salido de su lugar.
Me sorprendo cuando veo que Finnick Odair está esperando por mi fuera del tren, con sus manos ocupadas en un par de bebidas de un color azulado y una amplia sonrisa en el rostro. Katniss le saluda con un gesto para luego partir hacia el muelle junto a Cinna y las personas que se han aglomerado alrededor queriendo tener un momento con Katniss.
Finnick se me acerca, entregándome la bebida
—Es un gusto verte de nuevo, Finnick—digo, intentando empezar con la conversación. Él se ríe
—Créeme, el gusto es totalmente mío, querida Flora
— ¿Qué tal ha ido todo por aquí?
—Bien, muy bien de hecho—declara, dándole un sorbo a la bebida— ¿Y a ti? ¿cómo te ha ido en este viaje?
Suspiro, queriendo mentirle sobre todo lo que ha acontecido estos días, pero recuerdo que soy una reverenda mierda para mentir, por lo que opto por encogerme de brazos haciéndole saber que no ha sido nada del otro mundo. Sé que no lo he engañado ni un poco, pero al menos él se abstiene de hacer cualquier comentario
—Has cambiado—dice—Incluso cambiaste tu estilo—Acaricia mi cabello trenzado con delicadeza—Ya no eres la niña que eras cuando ganaste los juegos
—Hay gente que piensa que si—respondo, recordando las palabras de Effie. Finnick niega
—Pues están equivocados. Has crecido y te has convertido en una bella mujer
—Oh, uh... gracias
—De nada—contesta, colocando su brazo en escuadra y estirándolo para mí— Creí que podía venir por ti y ya sabes, darte un recorrido por el distrito
— ¿Recorrido? Creí que estarías en el muelle
—No hay nada interesante ahí— añade, haciendo un gesto con la mano—O al menos no lo suficiente como para mantenernos ahí por horas. Me pareció una mejor idea mostrarte mi hogar
Estoy a punto de rechazar su oferta, pero el ver a Haymitch junto a Effie hace que mi brazo se apriete más contra el de Finnick y acepte su propuesta con un asentimiento frenético. Él toma un rumbo lejos del muelle hacia un largo sendero cubierto de arena.
Nos quedamos callados por un momento, escuchando la algarabía de las personas en la costa, me gusta la tranquilidad que transmite este lugar y lo mucho que las personas del cuatro se preocupan por los demás.
Finnick me mira perspicaz para luego reírse
—Entonces, ¿Qué va mal? —pregunta y mi sorpresa se hace notoria en todo mi rostro
— ¿Cómo es que supones que algo debe ir mal? Yo... estoy muy bien
—Oh, vamos, Flora. Puedes decírmelo, somos amigos, ¿Qué no?
—Lo somos, pero...
—Además, sentí la tensión entre Haymitch y tú frente al edificio de justicia. No puedes mentirle al gran Finnick Odair, querida
Estoy por inventarle algo hasta que mi mente me dice que no importa la gran mentira que elabore para cubrir mi mala pasada en la gira, Finnick no lo creerá. Él no tiene ni un pelo de tonto, eso todo mundo debe de saberlo ahora.
—He tenido algunos problemas con Haymitch—reconozco, ganándome un asentimiento de su parte—Pero es una larga historia
—Tengo tiempo—Aclara son una sonrisa radiante. Le devuelvo el gesto mientras nos encaminamos hacia una zona lejana del distrito
Finnick se ha mostrado muy lindo conmigo pues se ha quedado en un total silencio al contarle todo lo que ha pasado respecto a Haymitch, Effie y mi mala condición para concebir. Se muestra sorprendido por aquello, sin embargo, intenta comprenderme y sobre todo hacerme sentir cómoda. El sol se ha escondido dejándole el paso a una gran cortina de estrellas que hacen que mis ojos se agranden por tal hermosura.
Estamos caminando de regreso hacia el tren pues ya todos deben de estar en la fiesta en casa del alcalde y yo sigo desaparecida al lado de Finnick, pero es que ha sido un momento tan maravilloso que intento aplazar mi llegada tanto como se pueda.
Finnick me ha llevado a su casa en la aldea de los vencedores donde pude conocer a su hermosa novia Annie Cresta; ella es tan encantadora que me alegra el saber que está al lado de alguien como Finnick para ser felices juntos. Me ha regalado un momento maravilloso contándome anécdotas del distrito y de todas esas veces que disfrutaron de sus tiempos libres tejiendo redes en la playa. Sé de lo mal que se encuentra Annie luego de lo que sucedió en sus juegos, pero la presencia de Finnick la hace mantenerse cuerda y sobre todo protegida. Me quedo con ellos a merendar y posteriormente a cenar, con Finnick colocándome uno de sus abrigos sobre los hombros al dejar la casa luego de despedirme de Annie y prometerle volver pronto al cuatro.
Mientras caminamos, la tensión entre nosotros se esfuma y me alegra el tener este progreso en nuestra relación de amistad.
—Annie es encantadora—le digo, haciéndolo sonreír bobamente—He pasado una velada magnifica
—Te dije que sería mejor que estar en el muelle con toda esa gente. Además, Annie se sintió muy cómoda contigo, incluso conversó mas de lo esperado
—Increíble, ¿verdad? Es una lástima que no la haya conocido antes
Finnick levanta los hombros
—Snow no deja que ella vaya al capitolio como mentora. Es por eso que no habías podido conocerla
—Ya, entiendo
—Pero sabes que puedes volver cuando quieras—me dice— Mi casa es tu casa, querida Flora
—Muchas gracias, Finnick
Seguimos con nuestra marcha disfrutando la sensación de la arena bajo nuestros pies pues me he deshecho de los zapatos altos que sólo me molestan a cada paso. Finnick ha dejado los suyos en casa haciéndome sentir cómoda.
—Espero que los problemas con tu esposo mejoren—dice luego de mucho tiempo en silencio—Aprecio a Haymitch y también te aprecio a ti, lo único que quiero es verlos felices
—Es tan difícil, Finnick. Ya ni siquiera sé que pensar
—Deja de forzar lo que sea que estás buscando—Me aconseja. Yo lo miro sin entender—Dicen que las cosas pasan cuando menos te las esperas. Supongo que eso aplica también en este caso
—No lo entiendo
—Todo toma su propio curso—dice—Intentas e intentas e intentas otra vez que no dejas que la situación tome su propio rumbo. Si tan sólo dejaras de estar tan preocupada por quedar en cinta y te preocuparas más por pasar el tiempo al lado del hombre que amas, tal vez así tu cuerpo y mente se relajen y tus problemas desaparezcan de una buena vez
—Yo... no estoy entendiendo
—Estás muy tensa, Flora, necesitas relajarte. Si lo haces, verás como todo comenzará a cambiar para ti
Siempre he admirado la manera tan relajada y tranquila de vivir de Finnick; pareciera como si su vida no tuviera ningún bache y disfrutara de cada día como si fuese el ultimo. Sonrío, sintiéndome un poco más en paz
—Eres increíble
—Lo sé
— ¿Cómo eres capaz de ser tan... relax?
—He sido mentor por muchos más años que tu—Explica—He visto a mis chicos morir año tras año y la experiencia me ha ayudado para comprender que la vida se nos puede ir en tan sólo un segundo. Es mejor dejar de preocuparte por cosas tontas y disfrutar de la vida a pesar de que a veces parezca una verdadera mierda. Siempre puede llegar a tu vida alguien que te haga menos miserable
No tengo palabras para explicar lo que me ha hecho sentir
Porque Finnick es admirable
Río junto a él, dejando caer mi cabeza sobre su hombro mientras caminamos
Me despido de Finnick al llegar a la puerta del tren y por lo que puedo notar todos siguen en la fiesta en casa del alcalde. Ha comenzado a sentirse aún más el frío por lo que trato de devolverle su chaqueta a Finnick, pero él se rehúsa tajantemente.
—Consérvala como un recuerdo
—Claro, quizá se la dé a mamá para que siga fantaseando contigo
Finnick se carcajea
—Ya, seguro
Me despido de él con un beso en la mejilla provocándole el sonrojo
—Hasta luego, Finnick. Despídeme de Annie de nuevo, ¿Quieres?
—De tu parte, cariño—Besa mi mano en un gesto de caballerosidad—Hasta pronto
Lo veo alejarse por el sendero antes de ser jalada hacia adentro con fuerza. Por un momento pienso que alguien ha entrado al tren hasta que logro enfocar el rostro enrojecido de Haymitch. Sus dedos se entierran en mis brazos cubiertos por la chaqueta de Finnick
— ¡¿Dónde estabas?! —Su aliento alcoholizado me toma por sorpresa pues no puedo evitar pensar que ha roto su promesa—Coño, Flora ¡Respóndeme!
—Estás ebrio, Haymitch
— ¿Y qué? ¡¿Qué te importa el cómo esté o lo que haya hecho?! ¡Tú estabas muy ocupada desapareciéndote por ahí con Finnick Odair!
—No tenía nada que hacer en el muelle, Haymitch. Los chicos...
— ¡Tenías que estar conmigo! —Me grita, su aliento a licor golpeándome la nariz— ¡Tenías que estar con tu maldito esposo, Flora!
— ¿Y cómo se supone que esté contigo cuando estabas demasiado ocupado con Effie? —Me suelto, enfadada. Los ojos de Haymitch se achican—No seas hipócrita, por dios
—Esto no tiene nada que ver con ella
— ¡Tiene todo que ver! ¿O es que ya no te acuerdas que fue quien asesinó a nuestro hijo?
—Fue un accidente, carajo, ya te lo dije
—No me vengas con esas mierdas—espeto, colérica—Es por completo su culpa
Haymitch bufa y vuelve a tomarme con fuerza por los brazos
— ¡Dime que hacías con Finnick!
—Suéltame, me lastimas
— ¡Contéstame!
— ¡Déjame! ¡¿Por qué no mejor te vas con Effie?!
— ¡Tal vez lo haga! ¡Al menos ella si podría darme hijos!
Su voz hace eco en el vagón y se repiten una y otra vez en mis oídos. Mi corazón se para, mis ojos se empañan y siento que me falta el aire. Puedo notar como su jumera baja al instante al analizar sus palabras y al ver como mis lágrimas han comenzado a rodar por mis mejillas. Me suelto de su agarre, retrocediendo para que no pueda tocarme. Sus intenciones han sido claras y yo no puedo refutar lo que ha dicho
—Flora...
Corro hacia mi habitación con Haymitch siguiéndome. Echo el cerrojo a la puerta, recargándome contra ella cuando mis lágrimas se hacen continuas y mis sollozos se convierten en berridos. Haymitch me llama del otro lado, golpeando y aporreando la puerta para que le abra.
Lo oigo llorar, pero no me importa. Mi propio dolor no me deja pensar en el suyo. El pecho me arde, no puedo respirar... no puedo moverme
— ¡FLORA! ¡POR FAVOR!
Grita
Llora
Golpea
No me importa
Lo repito mil veces
No me importa
No me importa
No me importa
No...
— ¡TE AMO! ¡TE AMO, FLORA! ¡POR FAVOR!
No me importa
***
Draamaaaaaaa >:'v
Viendo mi situación, creo que no actualizaré hasta dentro de unos días :'v
sorry
xoxo
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro