"Sueños hechos cenizas"

Cuando pusieron un pie fuera del aerodeslizador era ya de noche. Grace ayudó a Katniss a redactar sus peticiones a cambio de ser la imagen de la revolución y se fue de inmediato a su habitación, saltándose la cena; sabía que el no estar en el comedor a esa hora no sería un problema. Después de todo, Coin no podía obligarla a comer si ella no estaba deseosa de hacerlo.

Haymitch intentó hablar con ella pues sabía que el ir al doce y la indiferencia de Gale la habían lastimado, pero Grace simplemente no quiso escucharlo, cerrándole la puerta de su habitación en la cara.

Recostándose de lado, Grace pensó en el día del bombardeo. Ella y Gale estaban juntos viendo el vasallaje en casa de Hazelle cuando todo empezó. Las calles eran un caos por toda la gente que corría despavorida de un lado a otro. Gale salió corriendo de casa, pidiéndole a Grace que se quedara con su madre y hermanos mientras el intentaba sacar a las Everdeen de su hogar. Sin embargo, Grace no pudo hacer caso a sus peticiones pues emprendió la marcha hacia la farmacia de su padre. Cuando llegó, la panadería de los Mellark estaba envuelta en llamas tanto, que en menos de cinco minutos todo se había convertido en cenizas. La casa de sus padres estaba del otro lado de la calle y, al intentar acercarse más, una bomba cayó en el techo provocando una explosión que provocó que Grace cayera en su espalda

Para ese entonces poco quedaba del distrito doce. Las minas estaban siendo evacuadas cuando una bomba las atacó. Madres buscaban desesperadas a sus hijos y los mineros que quedaron vivos salían arrastrándose gritando por ayuda. Grace observó cerca de ella a un par de niños que lloraban asustados y antes de que pudiera ayudarlos, un par de brazos se aferraron a su cintura llevándola lejos

—Tenemos que ayudarlos, Gale— reclamó llorando. Él la puso en el suelo

—Ve a la entrada del bosque, te veré allá. Yo iré por los niños

Grace comenzó a correr y al mirar atrás notó como Gale cargaba a ambos niños entre sus brazos y se disponía a coger de manera hábil a un bebé que había quedado solo a mitad de la calle.

Cerró los ojos, con la imagen de su distrito reducido a cenizas diluyéndose en su mente. Pensó en Gale y su corazón se aferró al recuerdo de que él había vuelto por ella a pesar del desastre que los rodeaba. Si él no la amara ni siquiera un poco él la hubiera dejado morir, ¿no? Se negaba a creer que el acto de valor que tuvo hacia ella fue meramente compasivo

Fingió dormir al escuchar la manera en la que la puerta de su habitación se abría lentamente. Por un momento maldijo entre dientes al recordar que Gale y ella habían comenzado a compartir habitación hace unas semanas. Ocultó su respiración agitada y trató de mantenerse quieta. Gale encendió la luz, Grace pudo verla a través de sus parpados sintiendo también la intensa mirada de Gale sobre ella. Aun así, siguió con la farsa hasta que Gale decidió apagar la luz, quitarse la ropa y acostarse a su lado cubriéndose con las sábanas.

Él besó el hombro de Grace y pasó uno de sus brazos por su cintura

—Sé que estás molesta, ¿Por qué?

Ella soltó un suspiro sin abrir los ojos todavía

—No es nada, Gale. Buenas noches

—Grace te conozco muy bien, algo te molesta, ¿Qué es?

—No me sentó muy bien volver al distrito luego de lo que pasó, es todo

Gale hizo que Grace diera la vuelta para tenerla de frente. Uso su mano para alzar el mentón de ella y dejar un pequeño beso en su ceño fruncido

—No tenías por qué hacerlo, yo pude haber acompañado a Katniss

Grace negó, sintiéndose molesta de que cada una de sus conversaciones recayera siempre en el sinsajo

—Plutarch me dio el cargo, era mi deber

—Y mi deber es cuidarte, Grace

Ella se apartó cuando Gale intentó besarle los labios. Se dio la vuelta dándole la espalda

—No quiero hablar de eso, Gale. Sólo quiero dormir

—Está bien— Él la abrazó por la cintura, enterrando su cara en el cuello de Grace— Descansa... te quiero

Y ella no tuvo el valor para contestarle de la misma manera

Sentados en el comedor, las personas del trece desayunaban antes de cumplir sus horarios del día. Grace se levantó antes de que Gale pudiera hacerlo; no quería hablar con él luego de lo que pasó en el aerodeslizador, no necesitaba hablar de ello. Se sentó en una mesa vacía para que luego se le uniera Haymitch. Le regaló una sonrisa a manera de saludo mientras que él le besaba la cima de la cabeza. Después de unos minutos se les sumó Gale, sentándose al lado vacío de Grace y dejando un beso en su mejilla. Haymitch carraspeó la garganta e intentó ignorar el hecho de que los brazos de Gale rodeaban fuertemente la cintura de la chica. Para hacer las cosas peor, Katniss se sentó a su lado y el agarre de Gale pronto perdió fuerza. Grace suspiró.

Antes de que pudieran decir algo, las pantallas del comedor se encendieron y el himno de Panem comenzó a sonar. Grace se acomodó en su asiento mientras veía a Caesar Flickerman parloteando frente a la cámara para luego darle la bienvenida a Peeta Mellark.

Grace miró a Haymitch preguntándole por lo bajo que era lo que sucedía, pero como era obvio, el hombre no supo que decirle. Katniss se puso de pie y así mismo lo hizo Gale

— ¿Qué haces? — le preguntó con el ceño fruncido. Gale sólo apartó su brazo y caminó detrás de Katniss. Entonces Grace se puso de pie, caminando en su dirección con los brazos cruzados

—Deben entender que, en los juegos, sólo tienes un deseo— comenzó Peeta—Un deseo muy caro que te cuesta mas que tu propia vida. Debes matar a personas inocentes y eso te cuesta todo lo que eres— Grace sintió un dolor en el pecho al escuchar a Peeta hablar de esa manera. Puede que Katniss no fuese su amiga, pero Peeta si, y le dolía el verlo sufrir—Así que debes aferrarte a ese deseo y esa noche mi deseo era salvar a Katniss

—Oh, Peeta— Se compadeció Grace. Gale la miró mal

—Debí haber huido con ella ese día, debí sólo terminar con las alianzas e irnos de ahí como ella quería, pero no lo hice. Estaba tan inmerso en conseguir aliados para protegerla, que no me di cuenta del momento en que verdaderamente la perdí

Grace podía notar la incomodidad de Gale, lo que le hizo pensar que las palabras de Peeta le dolían como dagas en el pecho. Negó varias veces antes de volver su atención a la pantalla

—Katniss no entendía lo que hacía cuando voló el campo de fuerza— siguió Peeta—Ninguno de nosotros teníamos un plan mayor

—Pero Peeta— Intervino Caesar— Parece sospechoso el que ella causara la explosión justo cuando decidieron separarse. Casi parecía que ella era parte de un plan rebelde

— ¿Y era parte del plan que Johanna intentara matarla? ¿Era parte del plan también que quedara paralizada por el rayo? No éramos parte de nada, no sabíamos lo que sucedía allá afuera mientras nosotros peleábamos por mantenernos vivos

—Está bien, está bien, te creo— dijo Caesar— Pero, me gustaría preguntarte si es que tienes algo para decir sobre toda esta guerra que se está armando. Sólo si te sientes capaz de hacerlo

—Bien, de acuerdo— Peeta miró hacia la cámara y aclaró su garganta—Quiero que todos los que están viendo se detengan y piensen lo que de verdad significa una guerra civil, ya estuvimos a punto de extinguirnos una vez y no podemos dejar que eso llegue a los extremos, ¿De verdad quieren esto? ¿Matarnos los unos a los otros? Esa no es la solución. Es por eso que les pido a todos que dejan las armas inmediatamente

El comedor prorrumpe en aullidos de descontento por la petición. Grace sabía que el detenerse ya no era una opción para ellos, inclusive ella misma se negaba a detenerse porque, ¿Acaso el crimen del doce quedaría impune? Se rendirían y, ¿entonces qué? ¿Todos olvidarían el bombardeo al doce como si sólo hubiera sido la escena de una película? No, estaba claro que eso no sucedería. Pero por otro lado creía que esas palabras no venían de la mente d ePeeta, para Grace era más que evidente que Peeta actuaba bajo las ordenes de Snow. Gale gruñó y apretó los puños

—Pero que locura, él no puede pedir algo como eso

Katniss salió corriendo de la sala cuando los gritos de la gente se hicieron más potentes. Grace negó

—Él no es así

—A mí me parece que si

— ¿Disculpa? — dijo Grace encarando a Gale— Tu no lo conoces como yo lo hago

—Acaba de pedir un alto al fuego, Grace, ¿Qué demonios se supone que deba pensar?

—Está actuando bajo presión. Peeta jamás diría algo como eso por su propia voluntad

La intensa mirada de Gale le hizo sentir un dolor en el pecho, no le gustaba la manera en la que la veía cuando estaba enojado al punto de querer gritarle. Grace se apartó unos pasos

— ¿Ahora lo defiendes? Se supone que deberías estar del lado de Katniss

—Katniss ni siquiera tiene un lado, con suerte tiene un poco de cordura todavía. No puedes juzgar a Peeta de esa manera

—Ya, claro. Debe ser porque tu también te has enamorado de ese panadero

Grace intentó decir algo pero su mente no logró crear las palabras adecuadas para hacerle retractarse de sus asquerosas palabras. Soltó una risa sarcástica y cruzó los brazos

— ¿Por qué mejor no te vas a consolar a Katniss? Eso es lo único que sabes hacer a la perfección