"La estúpida mas grande"

El distrito prorrumpe en murmullos de descontento y a pesar de eso me acerco a Tonya con la mirada sorprendida de Finnick del otro lado. Annie se descompone y los agentes de la paz la bajan y la colocan al lado de Mags quien la sostiene queriendo tranquilizarla

— Y ahora... el varón — dice Tonya caminando hacia la urna aunque ya sabemos todos quien será el elegido. Vuelve a su puesto junto al micrófono y habla: — Finnick Odair

Finnick sonríe a medias y se acerca a pasos lentos a Tonya. Ella nos mira con pena y nos hace una seña para que nos pongamos uno al lado del otro. Finnick lo hace y aprieta mi mano muy fuerte

— Damas y caballeros, los Tributos del Distrito Cuatro, Gaia y Finnick Odair

Vemos hacia el frente y Finnick levanta nuestras manos entrelazadas sin dar muestras de debilidad. Levanto el rostro y ahí es cuando el peso de lo que he hecho me llega. Ahora si que la he cagado.

Aun así, no puedo arrepentirme de lo que hice por Annie. Y sé qué fue lo correcto pues ella no puede ni siquiera valerse por sí misma.

Los agentes de la paz nos atrapan y nos llevan dentro del edificio de justicia. Recuerdo el lugar; hace tiempo que estuve ahí cuando me dieron una condecoración por mis padres muertos en una embarcación fallida. Nos llevaron a una habitación amplia donde vendrían a despedirse de nosotros. Finnick me suelta la mano y camina hacia una de las esquinas de la habitación

Suspiro e intento acercarme hasta él

— Finnick, sé que estás enojado...

— ¿Enojado? ¡Enojado es poco, Gaia! — grita y me mira — ¡¿Cómo se te ocurre ofrecerte como tributo?! ¡Eres una estúpida!

— Sé que se ve mal, pero no podía dejar que Annie fuera a los juegos

— ¿Y prefieres ir tú? — respondió colocando sus manos sobre las caderas — ¡Tú, que estás embarazada! ¡¿Cómo puedes ser tan imprudente?!

— Si me dejaras explicarte

— Ahórrate tus explicaciones — dice manteniéndose alejado — Justo ahora no quiero escucharte

— Finnick, ambos sabemos que esto ha sido lo mejor. ¿Qué crees tú que hubiera pasado con Annie en ese lugar? Ella estaría en una gran desventaja contra todos los demás

— ¿Y tú no? Vamos Gaia, cargarás con una panzota los próximos meses. Serás más una carga que una ayuda. Te matarán en el primer día

Las palabras de Finnick me hieren más de lo esperado. Quiero decir algo pero las palabras no salen de mi boca. Sé que tiene razón pero también sé que puedo defenderme y no permitir que me lastimen o al bebé. Limpio las pocas lágrimas que han caído por mi rostro y le doy la espalda

— He entrenado para esto. Y aunque la papeleta haya dicho que era Annie la que debería ir, sabía que tenía que ser yo la que fuera. Snow manipuló todo y cuando las personas comenzaron a replicar él cambió el resultado a su conveniencia, lo sé

Finnick golpea un pequeño sofá que está junto a él y me gira bruscamente

— ¡Estás paranoica! ¡Deja de culpar a Snow por todo!

— ¡Hace unos días tú también lo hacías! — le grito y apartó sus manos de mi cuerpo — ¿Lo recuerdas?¡Cuando no eras capaz siquiera de ir al baño solo y me pedías que te esperara detrás de la puerta!

Se ha quedado callado sopesando lo que he dicho, para este punto mi llanto se ha hecho incontrolable. Finnick intenta acercarse, pero yo me alejo

— Sé que no fue lo mejor, pero si lo correcto. La venganza de Snow es contra mí no contra Annie. No podía dejar que ella pagara por lo que yo hice, Finnick, ¿Te imaginas? Al no hacer esto él se habría salido con la suya; habría matado a Annie para después seguir conmigo donde fuera que estuviese. Piénsalo y sabrás que tengo razón

Los puños de Finnick se tensan y el silencio en la habitación comienza a reinar hasta que la puerta se abre con un estruendo. Son Mags, Annie y Lydia quienes vienen a vernos. Annie inmediatamente se lanza a mis brazos y me aprieta contra ella

— Lo siento, Gaia. Es mi culpa. Lo siento, lo siento, lo siento — murmura contra mi pecho y veo a Finnick de reojo. Él me mira y baja la mirada

— Está bien, Annie. No te preocupes, no es culpa tuya

Annie Cresta continúa llorando haciendo que llore junto a ella. Entonces, Lydia habla:

— Saben que Mags no irá al Capitolio como mentora ¿Verdad? — Suspiro y maldigo por lo bajo; había olvidado por completo eso.

Ahora solo teníamos a Annie como mentora

Mierda

— Estaremos bien — aseguro tratando de sonreír — Finnick y yo ya sabemos de qué va todo esto. No nos tomarán por sorpresa

Lydia aparta suavemente a Annie y me abraza mientras que Mags abraza a Finnick. Yo aprieto a la estilista más contra mi hasta que mis pulmones se vacían de aire

— Debes estar tranquila. Yo les ayudaré en todo lo que pueda. Annie no estará sola, Les conseguiré patrocinadores, ya verás

— Gracias

Tomo mi tiempo para abrazar a Mags. Es tan frágil y delicada que por un momento me alegra que haya tenido la suerte de no estar en este embrollo. La aparto y ella me acaricia la cara; después, acaricia mi vientre y una mueca de pena cruza su envejecido semblante

— No te preocupes, estaremos bien — le digo y acaricio mi vientre por sobre sus manos— Mamá sabe cómo defenderse

Despues de un par de minutos un agente de la paz se lleva a las tres mujeres y nos da la orden de subir al tren. Nos lleva hasta la salida y con una escolta, nos conducen hasta las vías que están del otro lado del muelle. Subimos sin chistar junto a Annie, Lydia y Tonya y el tren comienza a moverse inmediatamente

Lydia me da un codazo amistoso y me señala la barra próxima rebosante de alimentos

— Mira, querida. Hay decenas de deliciosos manjares, ¿Te apetece comer un poco?

— Gracias, Lydia pero no me siento muy bien — digo y la vista de todos se posa en mi. En especial la de Finnick — Prefiero ir a descansar

Este tipo de trenes son inmensos por lo que están lleno de habitaciones, y aunque no sé cuál de ellas me corresponde, toma la más alejada posible del comedor queriendo estar sola y lo más alejada del barullo posible. La puerta automática se cierra y le echo el pestillo; me dejo caer sobre la cama demasiado abstinada para llorar, lo único que quiero es acurrucarme en la cama y dormir hasta que lleguemos al Capitolio mañana por la mañana.

Cuando Tonya me llama a la hora de la cena, estoy en los niveles mas bajos de energía. Aun así me levanto y hago el esfuerzo por caminar hasta el comedor

La comida es apagada. Tanto, que el silencio solo se rompe por el cambio de platos por nuevos con demasiada comida en cada uno de ellos. Para el tercer plato, que consiste en un puré de verduras, estoy colmada al punto de reventar. Llevan el postre y lo rechazo amenazando con vomitar

— Vamos linda, ¡Son tus favoritas!

— Gracias, Tonya pero ha sido demasiado por hoy. Me voy a la cama — Respondo, rechazando las brochetas de fresas con crema.

Finnick me observa y sé que quiere decirme algo pero no se atreve. Aun noto su enojo y prefiero que todo se quede como está.

Me pierdo en el pasillo que da a mi habitación y me encierro en ella, esperando que la noche pase lo más lento posible

***

Narrador Omnisciente

— ¿Qué les parece si vemos la repetición de las cosechas? — dice Effie mientras acomoda su llamativa peluca y sonríe a los demás. Haymitch asiente y toma su lugar al lado de la enorme pantalla — Es importante, esto es un vasallaje y todos los tributos se conocen, han sido amigos durante años. Ustedes son los de afuera

Katniss y Peeta asienten mientras toman su lugar en el sofá frente a Haymitch. Este les hace una mueca y le hace una seña a Effie para que coloque el video

— Quiero que se olviden de todo lo que creen que saben de los juegos. El año pasado fue un juego de niños. Esta vez se enfrentarán a asesinos experimentados

— ¿Y eso... en que nos afecta? — pregunta Peeta. Haymitch levanta una ceja y lo apunta con el dedo índice

— En que van a tener que buscar aliados — dice y empieza a reproducir el video: — Bien, veámoslos a todos

>> Estos son Cashmere y Gloss. Son los hermanos del Distrito Uno. Ganaron dos juegos consecutivos, son los favoritos del Capitolio, tienen patrocinadores y van a ser letales— dice y cambia el video

— De la otra mitad de los profesionales tenemos a Brutus y Enobaria

— ¿Qué les pasó a sus dientes? — pregunta Katniss al ver lo afilado de la dentadura de ella. Haymitch rueda los ojos

— Ah, los afiló como colmillos para desgarrar la garganta de sus enemigos

Peeta se estremece y Katniss se muestra impávida, sabiendo que eso no es lo peor que pueden hacer en ese lugar

— Wiress y Beetee — Anuncia Haymitch cambiando el video mostrando a dos adultos — No pelean pero son brillantes y... extraños. Saben de tecnología. Él ganó sus juegos electrocutando a la mayoría de los tributos

Haymitch cambia una vez mas el video y sonríe ante la imagen conocida

— Ellos son Finnick y Gaia Odair. Los esposos del Distrito cuatro

Katniss mira la escena y de alguna manera se siente mal por la chica pues está enterada de su condición. Nota como él la toma de la mano y levantan su agarre demostrando su valentía

— Creí que ella estaba embarazada — dice Peeta. Haymitch asiente

— Lo está. Tomó el lugar de Annie Cresta. La chica inestable de su distrito

— ¿Por qué?

— Bueno, tengo dos teorías: O ella en verdad le está dando una lección al presidente o es una de las más grandes estúpidas que conozco — Hace una pausa y se lleva una de sus manos al mentón — Aun así, él ganó sus juegos a los catorce haciéndolo el más joven en ganar. En los distritos lo adoran, en el Capitolio también. Todo el maldito mundo lo ama. Ella es una lindura, ganó sus juegos no hace mucho y les vio la cara a los organizadores. Fue todo un placer ver lo que hizo; además de eso, es bastante peligrosa, maneja cualquier tipo de arma; es toda una caja de sorpresas. Eso los hace la pareja más querida del país. Además de ustedes, claro está

— ¿Alguna debilidad? — pregunta Peeta

— Una. Puede que no avancen demasiado por el embarazo de ella. Conozco a Finnick. Puede ser todo un pavorreal, pero no dejará que nada les pase. Aun así, no se confíen — Haymitch guarda silencio y ve a sus pupilos — Escuchen, hablo en serio cuando les digo que no pierdan de vista a estos dos. Pueden tener debilidades, pero aun así resultan altamente mortíferos. Así que piénsenlo bastante bien

— ¿Qué nos estás queriendo decir? — pregunta Katniss ceñuda. Él hace una mueca

— Lo que digo, es que no deben subestimarlos. Gaia es muy dócil, pero puede llegar a ser una asesina despiadada si se lo propone. Al igual que Finnick— dice y hace una pausa para apuntarlos con el índice — Así que alíense, o cuídense de ellos