[Mini Fic] ✏ 3
"Moviendo hilos"
Los primeros días dentro del tren con rumbo hacia el capitolio fueron difíciles, sobre todo porque Gale decidió quedarse en su habitación y salir solamente cuando su estómago le indicaba que era hora de comer. Thorunn le vio tan sólo dos veces en su segundo día de viaje cuando Gale salió de su alcoba por ordenes de Effie Trinkett alegando que necesitaban un par de fotos de los dos voluntarios del distrito doce para comenzar con las campañas de los patrocinadores.
Los días pasaron y Thorunn no entendió como es que un par de fotografías mal tomadas de ella y Gale hombro con hombro hicieron que las personas en el capitolio se volvieran locas. Una noche, mientras Effie revisaba en un aparato inteligente que Thorunn no conocía la ultimas noticias de Panem, notaron la manera en que los ciudadanos de la ciudad capital hablaban de ellos y de la extraordinaria pareja que hacían. Effie soltó un chillido de emoción, claramente ansiosa por el rumbo que estaban llevando las cosas por sí solas.
—Haymitch se pondrá muy contento, ¡oh! ¿sabes lo bueno que es esto? ¡Ya todo el mundo está hablando de ustedes!
—No entiendo, ¿por qué lo hacen?
La cara de Effie mostró una confusión que sorprendió a Thorunn. Ella en realidad no sabía si la vocera del distrito estaba fingiendo incredulidad por su pregunta o si su desconcierto era tan genuino como el interés de las personas por saber más de la vida de ella y Gale. Effie soltó una risita cantarina, dando palmaditas en el hombro izquierdo de Thorunn.
—Oh, querida, ¡ustedes son un tesoro! He tenido la oportunidad de ver las fotos de los demás tributos y debo decir que no son nada a comparación de ustedes, aquí, ¿ves? —Effie tecleó un par de cosas en su aparatito hasta mostrarle a Thorunn algunas fotografías de los chicos de los otros distritos. La verdad era que, mientras Effie cambiaba las fotos con su dedo anular, no podía apreciar nada especial entre las imágenes de los otros tributos y las suyas con Gale. Frunciendo el ceño, Thorunn sacudió la cabeza—Haymitch es un hombre muy inteligente, apuesto a que ya ha hecho más cosas de las que imaginamos mientras estamos en este tren. Faltan un par de noches para que lleguemos al capitolio todavía, pero Haymitch sabe muy bien cómo mover los hilos
—¿Hablas de patrocinadores?
—Naturalmente. No he querido mencionarlo antes, pero ¿sabes las expectativas que hay en ti y Gale? Supongo que el hecho de que Katniss y Peeta ganaran el año pasado ayuda a que ustedes tengan una ventaja
—¿Porqué?
—Oh—Effie comenzó a reír, deleitada—querida, todos están ansiosos de saber lo que pasará en la arena entre ustedes dos. Tu... bueno, eres prima de Peeta y Gale es primo de Katniss
—Eso no es verdad
—Y no es justamente necesario que el país lo sepa—Añadió, volviendo a mirar la fotografía de Thorunn y Gale—Es muy trágico, porque ustedes dos hacen una linda pareja
Las mejillas de Thorunn se sintieron calientes de pronto, recordando lo que había pasado durante los juegos del año pasado y de todo lo que vivieron Peeta y Katniss precisamente dentro de una fría y húmeda cueva. Thorunn no se detuvo en preguntarse si ellos tendrían que hacer lo mismo o si era eso por lo que Gale se negaba a obedecer las ordenes que Haymitch les daba.
La sonrisa de Effie le hizo entender que, a causa de la novela que su primo y la mayor de las Everdeen se montaron en los juegos, los ciudadanos del capitolio estaban a la espera de una nueva dosis de amor trágico entre dos adolescentes y que, además, ambos eran familiares directos de las dos estrellas más cotizadas de todo Panem.
Los ojos del país estaban sobre ellos, tanto si lo querían como si no.
La cabeza de Thorunn comenzó a dar vueltas y entre la marea de pensamientos que aletargó su mente, el principal era que, como Peeta, ella tendría que montar todo un teatro para que ella y Gale salieran vivos de los juegos, que la ventaja que tenían era a costa de enredarse juntos y que las nuevas reglas de los juegos no habían sido nada más que un objeto para entretener los deseos románticos de la gente en el capitolio. Su estómago se cerró, pensando que si ya era difícil el tener que entrar a ese lugar y matar a personas inocentes, sería doblemente imposible mantener una actuación tan bien elaborada como lo hizo Peeta un año atrás.
Thorunn se levantó de su lugar como un resorte, atrayendo la atención de Effie que no había parado de hablar acerca de la buena química que ella y Gale podrían tener en un futuro no muy lejano
—Estaré en mi habitación
Corrió hacia su vagón tan rápido como pudo, encerrándose en él y pidiéndole al Avox que limpiaba la recámara que no se preocupara más por eso y le dejara a solas. Saltó a su cama recién hecha haciéndose un ovillo y pensando que, entre todo lo que estaba saliendo mal y lo que resultaría después, cada cosa que estaba haciendo era por su padre. Solamente para su padre
Thorunn Wadlow se perdió el lomo asado de esa noche. Sin querer dejar su habitación ni siquiera para alimentarse, rechazó el gesto de su avox para entrar y dejarle una charola repleta de comida a expensas de los regaños que Haymitch le pudiera dar. Ella estaba comenzando a comprender a Gale y su negativa por ser una pieza dentro del tablero de ajedrez que los del capitolio estaban montando.
Nunca, en lo que llevaba de vida Thorunn se sintió utilizada de una forma tan sucia, descarada e inhumana como en ese mismo momento. Incluso si se hubiese detenido a pensarlo un momento más, habría llegado a la conclusión de que era hasta enfermo el llevar a personas a una arena desconocida y prefabricada donde tendrían que pelear a muerte únicamente con el fin de entretener a un país erróneamente educado sobre la importancia de la vida de sus ciudadanos y que, además, el ver a un par de jóvenes enamorados contra cualquier pronóstico y en medio de una carrera contra el reloj, les causaba una extraña sensación de placer que enfermaba a Thorunn.
Un par de golpes se escucharon en la puerta alertándola, sin embargo fue tarde para impedir el paso del visitante luego de que Peeta abriera la puerta con ayuda de un Avox. Agradeciéndole, el panadero cerró la puerta detrás de él, sentándose al final de la cama cerca de las piernas de Thorunn.
—Hey, no bajaste a cenar
—No tenía hambre
—Lo sé, el avox regresó con la comida intacta que yo especialmente había enviado por ti
—Peeta, por favor, déjame sola
Él cerró los ojos, negándose a su petición. A cambió, Peeta le jaló de la pierna intentando acercarla un poco más a él. Thorunn se quejó, pero quedó erguida al lado de Peeta, mirándole de una mala manera.
—Por tu actitud puedo saber que te has enterado de lo que dicen en el capitolio
—Sí, lo hice, ¿y sabes qué? No estoy de acuerdo con ello
—No es tan malo como parece, Thorunn
—¿Qué no? Peeta, apenas si conozco a Gale, en toda mi vida he hablado con él únicamente dos veces. Una en que fue al taller por un par de zapatos y otra en la fila del baño del quemador
Peeta se permitió una risita
—Peeta, hablo en serio
—Yo también. Mira, sé que esto no te parece lo más correcto, pero Haymitch ha estado haciendo algunas cosas y...
—No quiero tener que hacer lo mismo que hiciste tú—le interrumpió—Lo tuyo con Katniss era creíble, tenían una historia, pero yo...
—Thorunn—Peeta le miró con severidad—¿Estás segura de que tu no tienes una historia con Gale?
Ambos permanecieron en silencio y cuando los recuerdos de Thorunn comenzaron a flotar de un lugar que hasta ese momento era desconocido, su cara enrojeció como un tomate fresco. Bajando el rostro para que su primo no le avergonzara más.
—Eso fue... hace mucho tiempo
Peeta sacudió la cabeza, chasqueando la lengua cuando notó que su prima no alcanzaba a percibir lo que en realidad estaba tratando de decir. Tomó sus manos en un suave apretón cálido que les provocó sonreír
—Hay cosas que pasan en los juegos... que no tiene nada que ver con ser el más fuerte. A veces subestimamos a personas que no debemos subestimar, porque entonces, al final de todo logran darnos una gran sorpresa. Al estar en los juegos comprendí que no siempre se trata de ser el más valiente o el más ágil; no importa si sabes usar una espada o un tenedor, lo verdaderamente valioso son los planes que haces con ellos—Thorunn pareció no entender a lo que iba. Peeta sonrió—De nada te sirve ser el mejor guerrero si no tienes un buen razonamiento que te acompañe. Le prometí cosas a tu padre, Thorunn, cosas que no podré cumplir si tu no me ayudas
—Entonces... ¿tendré que fingir...?
—No necesariamente. Eres valiosa por lo que eres, no por lo que puedes fingir ser. Gale aun se reúsa a poner de su parte queriendo elaborar tácticas por su cuenta, pero en algún momento tendrá que ceder. Somos un equipo, si tú no logras volver a casa él tampoco lo hará
—¿De verdad?
—Es lo que Haymitch dice. Hay estrategias de todo tipo, la nuestra es permanecer unidos, Thorunn, ¿entiendes eso? —Ella asintió—Bien. Mañana a primera hora llegaremos al capitolio, ahí seguirá la campaña para conseguir patrocinadores. No te preocupes, déjamelo todo a mi
—¿Entonces que haré yo?
—Sólo... has lo que Haymitch te indique e intenta hablar con Gale. Familiarícense el uno con el otro
—No será fácil mientras él continúe queriendo actuar por su cuenta
—Descuida—Peeta sonrió—Tengo un haz bajo la manga
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