4.- Gale
"Sólo quiero darte las gracias"
— Hola Hazelle
— Oh hola querida— La señora Hawthorne se acercó a recibirme junto al pequeño Rory y Vick, los saludé a todos con un beso en la mejilla— Que bueno que has llegado, en verdad te agradezco esto
— No te preocupes, Hazelle— dije quitándome el abrigo y colgándolo en un pequeño perchero de la salita— Para mí siempre es un placer ayudarte, más si se trata de cuidar a la pequeña Posy. Por cierto, ¿Cómo sigue?
— Un poco mejor. Le he estado dando remedios de hierbas y setas lo que le ha ayudado bastante para bajarle la temperatura— Se colocó una bufanda alrededor del cuello y le dio un beso a cada uno de sus hijos— Lamento dejarlos, pero ya tengo que irme. Debo salir a buscar quien quiera a una mujer que les lave su ropa por un poco de dinero
Asentí mientras que el pequeño Vick se colgaba de uno de mis brazos
— Solo tienes que cuidarlos hasta que Gale llegue ¿Si? Podía dejarlos solos un momento, pero Posy necesita a alguien junto a ella
— Está bien, ve. Yo cuidaré de ella
Hazelle sonrió para después salir por la puerta y cerrarla
— Muy bien niños— les dije— Saben que Posy está enferma y necesita descansar, así que nada de ruidos fuertes ¿De acuerdo?
Ambos asintieron con unas sonrisas
— Si se portan bien, prometo darles un pastel de la pastelería de los Mellark
— ¿De verdad? — Preguntó Vick
— De verdad. Pero solo sí se portan muy bien
— ¡Vale!
Los niños corrieron hacia su habitación tratando de no hacer demasiado ruido. Me acerqué hasta el diminuto sofá donde Posy dormía incómodamente. Me puse en cuclillas y le toqué le frente. Estaba ardiendo
— Demonios
Tomé una vasija y la llené de agua, de mi bolso de lana saqué una bolsa plástica con hojas medicinales, las puse en la vasija y esperé unos minutos. Tomé un par de hojas y las coloqué en su frente. Posy suspiró aliviada
— Ya estás bien, linda
Me gustaba ayudar a la familia de Gale. Mi padre y su padre eran muy buenos amigos, ambos trabajaban en la mina de carbón del Distrito. El día en el que sucedió la explosión, mi padre faltó al trabajo porque había enfermado, de otra manera, había muerto al igual que la mayoría de los mineros de ese entonces. Mi padre jamás dejó de culparse por la muerte del padre de Gale, porque según él, si hubiera ido ese día al trabajo, no hubiera dejado solo a su mejor amigo.
Desde entonces mi padre no hace más que sentarse en el diván de la casa y ver hacia la nada. Prácticamente me he estado encargando de todo yo sola, pues mi madre murió cuando yo tenía seis años; ahora tenía diecisiete y afortunadamente no había sido escogida para ir a los Juegos, aunque debo admitir que muy en el fondo siempre desee ir. Para morir o para ganar, cualquier opción me parecía bien
Pasó casi una hora y Posy se encontraba mejor, la temperatura le había bajado y respiraba con más tranquilidad. Yo seguía de cuclillas arropando a Posy un poco más cuando la puerta de entrada se abrió
Gale entró con la caza del día. En una de sus manos cargaba un ciervo y con la otra cargaba un saco marrón repleto de lo que supuse ardillas o conejos, los dejó sobre la mesa de madera y se giró hacia mi. Me levanté rápidamente encontrándome con su poderosa mirada
— ¿Leonore? ¿Qué haces aquí?
— Hazelle me pidió que cuidara a los niños mientras ella salía a trabajar. Sabes que Posy está enferma. No se podía quedar sola
Gale asintió
— Ya, entiendo— Un silencio incomodo presidió la conversación. Gale se frotó la nuca— Y... ¿Cómo está Angus?
Me encogí de hombros al oír la mención de mi padre
— Igual que siempre. No ha podido superar lo que pasó en la mina
— Es ridículo que siga culpándose por eso
— Dile eso a él— Coloqué de una mejor manera las hojas en la frente de la pequeña y miré a Gale— Como sea, Hazelle me dijo que tenía que cuidar a los niños hasta que tu llegaras. Creo que es hora de irme. Es tarde, y no puedo dejar a mi padre solo durante mucho tiempo
Caminé hasta donde estaba mi abrigo y lo tomé. Gale me detuvo del brazo
— Espera. ¿No prefieres quedarte a cenar? No tenemos mucho, pero podemos racionarnos la comida entre todos— Sonreí
— Gracias, pero no quiero ser una molestia. Además, mi prioridad era cuidar de la pequeña Posy y ya se encuentra mejor así que...— dejé la oración en el aire mientras me ponía el abrigo. Gale se me acercó tanto que pude sentir su respiración chocar con la mía— Gale...
— Hoy traje algo para ti
Gale tomó el saco marrón y me lo ofreció
— Es para ti y para Angus. Son varias ardillas y una que otra liebre. Sé que a tu padre le gustará— Sonreí nuevamente
—Eres muy amable Gale, pero sabes que yo jamás he aceptado parte de lo que cazas
Esta vez fue él quien sonrió
— Y aun así sigo cazando más de la cuenta. Pero hoy será diferente, no quiero que rechaces esto. Lo hice especialmente para ti— Pasé saliva nerviosa
— Gale, sabes que no me gusta recibir nada de nadie
— Tómalo como una forma de agradecerte por cuidar de mi hermana. Tu siempre ayudas a mi familia y nunca aceptas nada a cambio. Es justo retribuirte parte de lo que haces
Nos miramos a los ojos por unos minutos hasta que Gale sonrió ampliamente, rodé los ojos y tomé el saco
— Lo haré, pero solo por esta ocasión. Tal vez pueda prepararle a mi padre un buen estofado con esto. Por una vez en su vida no va a...
Abrí los ojos asombrada cuando los labios suaves de Gale se posaron sobre los míos. Me tomó de la mejilla y la acarició mientras que con la otra me tomaba por la cintura. Me mordió ligeramente el labio y se separó unos centímetros
— ¿Por qué fue eso? — Pregunté
— Es mi manera de dar las gracias
— ¿Si? — Él asintió— Pues deberías agradecerme más seguido
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