11.- Finnick
"Distrito Doce significa familia"
— ¿Crees que el rescate de Peeta tarde mucho?
— No lo sé, Natalia— responde sin atreverse a mirarme. Camino de un lado a otro de la habitación, demasiado preocupada por mi mejor amigo de la infancia como para poder entretenerme con algo
— En verdad espero que todo salga bien. No quiero que Peeta salga más lastimado de lo que ya lo está— Finnick gruñe y se aleja de la pantalla de la que está viendo un propo de Katniss hace poco
— ¿Podrías dejar de hablar de ese panadero por un segundo? Ya tengo demasiados problemas en la cabeza como para que me abrumes con nuevos
Lo miro incrédula por sus palabras y mi ceño se frunce conforme el enojo de Finnick aumenta. Peeta y yo hemos sido amigos desde pequeños. Su padre el panadero le compraba artículos de barro al mío, el alfarero. Ambos perdimos todo cuando bombardearon el distrito dejándonos sin familia ni nada que pudiera sustentarnos.
Aún recuerdo el día del bombardeo; una de las bombas cayó sobre el techo de mi casa provocando que los escombros volaran por todas partes aplastando a mis padres y a mi pequeña hermana Rose. No encontré refugio más que esconderme debajo de la mesa de hierro que mi padre usaba para la alfarería salvando así mi vida.
Los días transcurrieron y yo, bañada en escombros y los cuerpos sin vida de mi familia, escuché voces merodeando por la calle. Logré percibir el tono de voz de Gale quien se acercó a auxiliarme y después, traerme hasta el distrito trece, donde conocí a los demás rebeldes y a Finnick
Con Finnick todo es diferente, puedo sentirlo. Cuando está cerca o cuando dice mi nombre con su voz profunda y cálida. Su última respuesta me llega como una bofetada
— Bueno, pues perdóname si soy lo demasiado desconsiderada como para dejarte de lado y preocuparme por mi mejor amigo
— Te preocupas demasiado por él. No has podido encontrar consuelo desde que supiste que se lo habían llevado al capitolio
— ¡Pues no! — grito aun sabiendo que no había necesidad pues Finnick está frente a mí— ¿Cómo podría estar como si nada ocurriese cuando mi mejor amigo está en manos de gente como Snow? ¡Podrían haberlo matado! Sabes lo que pasó en mi distrito, Finnick. Te lo he dicho ya más de cien veces. Peeta es lo único que me queda
Él me mira para después darse la vuelta y darle un puñetazo a la mesa más cercana a nosotros. Noto como su espalda se tensa y se siente incapaz de mirarme
— No puedo creer que aun después de este tiempo sigas sin darte cuenta
— ¿Darme cuenta de qué? — pregunto, pero el menea la cabeza negando mi pregunta
— No tiene caso que lo sepas
— Dímelo— lo detengo antes de que caminara hacia la puerta. Mi mano se posa sobre la suya compartiendo la calidez que Finnick había perdido. Se separa, no sin antes frotarse la nuca frustrado
— Creí que te darías cuenta los primeros días en los que nos conocimos, pero ahora veo que no es así. — Toma aire antes de continuar— Yo... maldición Natalia, no puedo evitar cabrearme cada vez que te escucho hablar de Peeta con tanto fervor
— ¿Por qué?
Finnick me toma de los hombros para luego estamparme contra la pared. Nuestros ojos se encuentran, traviesos, mirando cada migaja de nuestros rostros
— Porque me gustas. Porque estoy enamorado de ti
Boqueo sin saber que contestar. Si bien yo siento lo mismo por él, sus palabras me toman por sorpresa. Finnick me sonríe de lado sin moverse un milímetro de su posición
— No puedo soportar que hables de otro hombre con tanta ilusión. Maldita sea Nat, haces que los celos me inunden con solo verte con alguien más
— Finnick...
— Independientemente de si sientes lo mismo o no, lo de Peeta no cambia— dice y aprieta la mandíbula— Lo quieres
— Es mi amigo
— Lo quieres más que eso
Me separo demasiado enfadada con él como para conmoverme por su reciente confesión. Le dedico una mirada furiosa alejándome de su anatomía lo más posible
— Tú no sabes nada. ¡Nada! — rezongo acalorada— Peeta es importante para mi, ¿Si? Tenerlo a mi lado es como una forma de tener un pedacito del distrito doce conmigo. Era mi hogar y esos bastardos lo destruyeron como si fuese una insignificante mota de polvo. ¡¿Que tan difícil es entender eso?!
Las lágrimas perlan mi rostro ante la mención de mi antiguo hogar. Finnick no dice nada, se limita a mirarme con tristeza
— Natalia...
— Y aun si no hubieran secuestrado a Peeta yo seguiría preocupándome por él. Como lo hago contigo— Admito, sorprendiéndolo— Porque ambos son indispensables para mí. Porque Peeta es parte de mi antigua vida y tú eres parte de mi futuro
Me detengo sabiendo que lo que he dicho responde a su confesión de amor. Él trata de decir algo pero le corto
— No te pido que lo entiendas, sólo que lo aceptes. Peeta es importante para mí, Finnick. Como lo es para ti Annie o como lo fue Maggs. Es parte de mi distrito y eso significa familia
Doy la vuelta dispuesta a dejar el lugar cuando siento los brazos fuertes de Finnick detenerme por la cintura. Me abraza con ahínco como si con eso pudiera remediar el dolor que siento
— Lo lamento, en verdad que sí. Es solo que...— se detiene un poco para olfatear mi cabello— Siento unos celos enfermizos por tu relación con Peeta. Eso cambiará, lo prometo
Sonrío un poco girándome hacia él
— Eso sería bueno— Finnick me devuelve una sonrisa tímida mientras me toma por la cintura
— En serio lamento todo lo que le pasó al Doce, Nat. Fue horrible
— Lo fue
— Pero debes saber que no solo tienes a Peeta. También a mí. A pesar de no ser del mismo distrito, sabes que yo siempre voy a estar ahí para ti
Lo beso sin dejar que diga algo más. Sus dudas quedan saldadas conforme el beso sube de intensidad. Lo quiero y él me quiere, no hay nada mas respecto a eso. Sus brazos se cierran en mis caderas y me levanta un poco; nos separamos con un carraspeo procedente del umbral
Es Haymitch, lleva un papel en las manos y una cara de alivio que se le nota a varios metros de distancia
— Natalia. Es él— me dice agitado— Ha llegado
— ¿En serio? ¿Dónde...? — mi pregunta se queda estancada cuando veo a Peeta parado en el umbral junto a Haymitch. Sus ojos azules se humedecen al verme y sé que los míos han hecho lo mismo. Corro hasta él fundiéndome en su cuerpo con un abrazo
Él solloza contra mi cuello empapándome con sus lágrimas
— Natalia— susurra con dolor. Yo lo abrazo más fuerte
— Tranquilo, ya estás aquí, hermano— Él asiente y se separa de mi para ver a Finnick. Este se acerca a Peeta y le da una palmadita amistosa en el hombro
— Bienvenido amigo
***
Aquí esta tu OS linda, espero te haya gustado uwu
Y feliz cumpleaños atrasado (Discúlpame, tengo memoria de many) espero te la hayas pasado muy bien :D
Todo mi amor para ti, Sweetheart❤❤❤
Y tambien para todas ustedes, mis princesas ❤❤❤✨👑👑
Bai 😂💞👑
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro