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Nota antes de leer

Acá los dragones si tienen celo, también tienen marca y destinados, igual a los lobos, pero la marca es muy diferente y los lazos son mucho más fuertes que los de los lobos.
Ya lo sabrán...

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—Jungkook, él está sufriendo.

—¡Lo sé! Mierda, lo sé ¿Crees que es fácil para mí escuchar cómo llora?

—¿Entonces?

—¡No voy a tocarlo, Hoseok!

Ambos hablaban siendo separados por la puerta de hierro que tenía un hechizo protector para impedir que Jungkook pudiera salir. Los gemidos y jadeos de su destinado estaban matándolo de apoco, estaba a poco de mandar todo a la mierda y ir a buscarlo. Pero no era lo correcto, no así, no de esa forma.

-—Tú también estás igual que él, te está afectando.

Jungkook yacía en el suelo, arrodillado frente a la puerta arañando la misma, intentando ir contra sus instintos de ir y tomar a Taehyung como suyo. Las feromonas del chico le habían afectado grandemente. Estaba siendo un arduo trabajo contenerse.

—Jungkook, su marca le está quemando —dijo con pesar el hombre tras la puerta, Jungkook jadeó desesperado y a punto de empezar a alucinar.

Escuchaba con claridad los gemidos y jadeos de él, había sido un grabé error ayudarle a aliviar su dolor, porque ahora estaban levemente unidos por el lazo y gracias a eso podía escuchar sus quejidos y súplicas sin importar cuán lejos estuviera.

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Tae se quejaba frotándose en él, sabía que si se alejaba a ambos podría dolerle la separación. El lazo de los híbridos de dragón, era el lazo más fuerte y más difícil de romper entre las criaturas metamorfas, por no decir imposible una vez se formara.

Sus escamas dolían, su ser entero le imploraba hacer suyo al pequeño chico debajo de él, pero no iba a ser tan desgraciado para tomarlo de esa forma. Comenzando porque Tae ni siquiera sabía lo que en realidad era, un híbrido de dragón, era la primera vez que experimentaba con total claridad la naturaleza de su verdadero ser; y no de una buena manera, porque Jungkook sabía que el menor podría estar en shock luego que su celo pasara.

La cordura de Taehyung se había ido derechito al infierno. Y la de Jungkook no estaba a nada de hacerle compañía.

—Duele... —dijo en un murmullo adolorido.

—Lo sé cariño. Pero no...

—Ayúdame

—Tae no voy a hacer eso...

—Por favor, te lo suplico.

A Jungkook se le cortó la respiración cuando el menor abrió los ojos y estos estaba de un hermoso color celeste, los mismos estaba desbordando en finas lágrimas que se dedicó a limpiar con sus mejillas. Ya que las manos del menor estaban presas por las suyas, evitando que siguiera tocándolo como momentos atrás, evitando empeorar la situación aún más.

—Te ayudaré, pero esto no va a calmar al cien por ciento tu dolor —«Ni el mío» pensó— ¿Estás de acuerdo? —el rubio asintió efusivo. Sólo quería liberarse y que el hombre frente a él le ayudara.

Jungkook se deshizo del pantalón del menor, este respondió con un jadeo y un leve temblor en su cuerpo al saberse expuesto ante el desconocido, que en realidad sintió más cercano de lo que pensaba.

Tocó la tersa piel desnuda de Taehyung, subiendo su camisa dejando expuestos sus pezones, los cuales empezó a besar y lamer con deseo. El chico se hacía un torbellino de emociones debajo de él, abriendo sus piernas para recibir al desconocido. Quién empezó a besar su cuello hasta llegar a sus labios.

-Dolera al principio, pero luego te sentirás bien.

De un momento a otro el aspecto del desconocido cambió, Tae pudo ver asombrado un par de alas oscuras y grandes que lo rodearon, la apariencia de el hombre que lo sostenía había cambiado por completo. Intentó safarse cuando logró ver un par de cuernos en su cabeza, su cabello oscuro era largo y suave, sus ojos de un color amarillo intenso y su piel palida pasó a ser una casi bronceada con unos detalles oscuros en su cuello y parte de su pecho.

—¿Qué eres? —preguntó asustado.

Lo tuvo otra vez besando sus labios, el olor del hombre se hizo aún más fuerte y pudo percibirlo, tabaco con un toque de aroma maderado. Sintió sus manos descender delicadamente por su torso hasta llegar a su pelvis, rozando esa zona con algo puntiagudo que no hizo más que hacerle arquear la espalda ante el extraño placer que aquello le había provocado.

Taehyung sintió como algo rodeaba delicadamente, casi con miedo, una de sus piernas. Sintió como esa cosa se enrollaba desde su tobillo hasta llegar a su cadera. Percibió la incomodidad de aquello, pero el desconocido se enfocó en volver a besarlo para distraerlo de eso que lo estaba perturbando.

Como si el desconocido supiera lo que estaba por pasar lo estrechó completamente a su cuerpo, aferrando el cuerpo del rubio hacia el suyo con fuerza y temor de lo que estaba a punto de hacer.

El grito de Tae se escuchó por todo el bosque, las aves habían salido disparadas de sus nidos, el tiempo pareció detenerse por completo. Tae se removía violentamente intentando escapar de aquella tortura que le quemaba la piel, pero pronto aquello se volvió como por arte de magia en una sensación excitante, arrancando ahora gemidos y jadeos de su lastimada garganta.

El extraño ser volvió a besarlo y esta vez no opuso ni un tipo de resistencia, por el contrario, lo atrajo hacia él cuando el ser quiso alejarse. La necesidad fue disipándose poco a poco, aún estába aquél calor en su pelvis, pero no como antes y agradeció eso a ese extraño ser.

—Tenemos que irnos cariño —respondió con dificultad cuando escuchó pisadas a lo lejos, sus sentidos le gritaban que huyeran de ese lugar.

Y así lo hizo. En menos de cinco minutos ya estaban en el castillo. Dejó a Tae en manos de algunos sirvientes y ordenó que lo encerrarán en la habitación más alejada de él, no era lo más recomendable para el lazo que habían formado, pero era lo mejor en esa situación que había provocado con su presencia.

Es así como le había pedido a Hoseok, su mejor amigo y mano derecha que creara un hechizo escudo que logrará contener su fuerza y le impidiera salir de la habitación en la que estaba.

Hoseok era el brujo más poderoso conocido entre las bestias de Transilvania y de todas partes del mundo. Todos le temían, y evitaban por cualquier cosa hacerlo molestar o siquiera enfrentarse a la voluntad de él, los únicos que podían enfrentarse a él eran muy pocos.

¿Creían que las bestias solo se reducían a dragones, lobos y vampiros? ¿Creían que que las bestias solamente existían en Transilvania?

Las criaturas o bestias cambia formas, metaformas o híbridas existían en cada rincón del mundo, escondidas entre los humanos. Pero Transilvania era la cuna de ellos, ahí se originó la leyenda mayor conocida entre las bestias, la única leyenda que había dado origen a cada ser viviente del planeta tierra.

"La leyenda de los tres dragones"