Capitulo 8
3:20 Am.
Me remuevo en el colchón hasta tocar el cuerpo de mi hermano que llegó a quien sabe que hora,sin decir nada.Cuando no logro dormir me quedo boca arriba y abro los ojos,no hay nada más que obscuridad y el techo manchado por la humedad,me siento tan despierta como si hubiera tomado una taza de café negro.No se por que razón,sin muchos ánimos de dormir observó la hora en mi celular.Me sorprende despertar a esta hora,en muchas películas dicen que es la hora maldita por así decirlo,pero para mí,ese extraño sujeto me aterra a cualquier hora del día.
Me levantó bruscamente enredando me con la cobija hasta caer en un pie,desenredo el otro y doy unos saltos hasta acoplarme,cuando termino salgo de la habitación sin hacer mucho ruido.Salgo de ahí y me quedo de pie observando aterrada la puerta de enfrente,las habitaciones que están cerradas,casi prohibidas.
Están encendidas,una fina linea de luz ilumina la obscuridad de la casa procedente del marco de la puerta,lo más extraño que hay un juego de sombras y luz proveniente de adentro intento ignorarlo hasta que escucho un golpe ahí dentro,doy un brinco del susto y no me muevo.De nuevo otro.Y está vez,son murmullos.Me detengo y afino mi oído sin lograr escuchar nada.Me acerco a la puerca y sigo sin escuchar nada,entonces¿Que son esos murmullos?me arrodilló para lograr ver desde abajo,pero no se ve nada hasta que...Lo logro enfocar.Observó como la habitación está iluminada y hay cuatro pies,dos pares,estos se mueven de un lado a otro,me levanto para ver por el agujero de la perilla,observó a detalle y llegó a ver unas piernas femeninas,la figura esa sentada en la cama la habitación de nuevo se ve ajena a esto,se ve iluminada llena de vida,como nueva hay muebles,una recámara hay incluso color.
Me alejo unos minutos asimilando¿Otra vez?Pero la curiosidad me gana y vuelvo a mirar,es la misma escena,una figura femenina y unos pies masculinos estos camina enfrente de ella hasta que lo escucho.—¿Que fue lo que te dije?—Hay una voz masculina más no identifico el tono
—Que no saliera...—Susurra una voz dulce femenina,es diferente suena...tan educada.
—¿Y me escuchaste?—Reprocha el sujeto.
—No eh salido de aquí.—La joven empieza a levantar el tono.
—¡No soy estúpido!—Exclama el hombre.
—¡No eh salido,lo juro!
—¡No jures en vano!Me escondes demasiadas cosas Madeline.
—¡No,no...!—Ella lloriquea pero el sonido de algo siendo impactado,la calla.
Madeleine,la chica que es exactamente igual a mi.
Un fuerte golpe me hizo saltar observó como las piernas se mueven un poco.—¡Cállate!
Fue una cachetada lo juro
—Escucha Madeline—la figura se detiene frente a ella—Una sola falta más y te juro que no volverás a ver la luz del sol...
—Proust—musita la chica.
¿Proust?¿el cadáver?¿el sujeto fantasma?
Sigo escuchando.—No eras así....¿Que te a sucedido?—Chilla la chica.
—Nada cariño,solo hago lo correcto....y sabes que,nena...
¿Nena?
Entonces la luz de la habitación se ve opacada por una obscuridad diferente —Proust es mío ahora...—Susurra siniestra mente y ella empieza a gritar aterradora mente.
Provoca que de un salto hacia atrás,alejándome lo más rápido de la habitación,mi corazón está acelerado late incontrolable y siento como las manos me tiemblan y la boca se me seco.Asustada me apresuro a bajar,se que eso no es real y se que será estúpido ir y abrir la habitación así que bajo a la cocina enciendo la luz y tomo un poco de agua.Mi mano tiembla incontrolable,no puedo ni beber el agua.Pero al pasar el primer trago.Esta hace que mi corazón se calme del impacto,pero sigo sintiendo algo extraño—Ser observada—.Necesito saber que hay en esa caja,haber desaparecido y ahora encontrarla es un enigma y necesito ayuda con esto,no como Milo,el nunca toma nada serio,y al parecer toda mi familia está siendo aterrada por la cosa esa.Yo soy la única que tiene la intención de averiguar las cosas y deshacerse de Proust Hamilton y el demonio que lo asescha.Termino con el vaso de agua y me apresuro hasta llegar a la cama más no me recuesto,busco la caja que está,me asegure de esconder.
La saco de un hueco que encontré en la habitación una tabla larga,se levanta dejando un gran hueco.Tomo la caja para observarla pero no puedo abrirla ya que necesita una llave.Son las tres de la mañana así que mejor la dejo en su lugar y me apresuró a dormir,mañana necesito alguna herramienta de mi padre y abrir esa caja necesito averiguar que hay ahí.
Me acomodo en la cama junto a Milo y trato de cerrar los ojos cuando no lo logro gruño de molestia,tomo mis audífonos los conecto y dejo musica tranquila para lograr dormirme,lo logro hasta cerrar los ojos y ya no escuchar nada.
10:55 Am.
Empiezo a tomar conciencia,poco a poco siento como algo empieza a tirar de mi cobija descubriendo ante el frío,me muevo y no está Milo,tal vez pueda ser el,en cuanto alguien tira de la cobija abrí los ojos con molestia y me incorporo,lo que encuentro me hace quedarme sin voz.Es el sujeto,el fantasma...el...el.—Proust¿Que no ya lo sabes?—Dijo sin ánimos.
Esta vez está cubierto completamente y tiene la cobija en sus manos,recogí mis piernas y las abrazo,están cubiertas de cualquier forma,pero se que sus intenciones no son buenas hasta este lugar y situación descubrí que puede leer mi mente Entonces dejo la paranoia y me enfoco en eso.
—¿Puedes leer mis pensamientos?—El ladea la cabeza.
—Si,tengo como dones sobrenaturales...pero no todo el tiempo si lo hago empiezo a oír las voces de tu familia y no me gusta.—Dice con desdén.
Me quedo ahí,aovillada sin moverme y lo veo a el paseando por mi supuesta habitación¿No se supone que debe ser aterrador?—¡Oh,lo soy!—Se detiene de golpe para mirarme—Solo que me agradas.—Se encoje de hombros.—Ya sabes el apego de Stockolmo,eso de querer a la víctima.—Sacude su mano,sus afiladas garras se pasean por el aire dándole si un aspecto aterrador,me retracto.
—¿No es...diferente?
—No.—Se detiene de nuevo y me da la cara.
No hay de hecho mucho,casi nada,a excepto de algunos libros apilados,las laptops de mi hermano y mío y algunas prendas de ropa,es un desastre más si duermes con mi hermano.Proust llega hasta una pila de ropa que mi madre ya dejó.Creo que está mañana y empieza a hurgar—¡Hey!¡Deja eso!—Exclamo poniéndome de pie,pero me quedo arrodillada en la cama mirándolo aterrada,sus ojos han brillado como dos luces.
El se gira —¿Por qué?—Dice para seguir observando mi ropa hasta llegar a dónde no quería,mi ropa interior,ahí tragó saliva pesadamente,cuando sostiene mi sostén.
Es basante infantil,cuando lo observa se gira hacia mi y luego lo regresa a su lugar para avanzar por la habitación.—Ustedes no tienen nada interesante.
—¿Siempre husmeas en las cosas de tus víctimas?
—Si.
Un escalofríos recorre mi cuerpo,siento la extraña sensación que planea algo y ahora que lo recuerdo debe ser la caja,si no se va,no podré abrir la caja.El se acomoda en el escritorio frente a nuestra cama.Y me observa,esta vez sus ojos rojos no destacan,de hecho solo hay un par de ojos grises hechizante que me observan fijamente.
Bajo las piernas y me relajo —¿Que quieres de mi?—Logro decir al sentirme incómoda.
El no habla,no dice nada,no se mueve solo me observa y parpadea una que otra vez.—Muchas cosas,nena.—Dice en tono ronco.
Tragó saliva y me apresuro a ir al baño,lavo mi rostro,hago mis necesidades y me arropó bien,me coloco una camisa debajo,un suéter delgado y uno mas grueso,al final me acomodo las botas,y cepillo el cabello.Cuando acabo con el me pongo un gorro de unas orejitas.Cuando salgo espero no encontrarlo pero sigue ahí,ahora recostado sobre mi cama.Me acerco.—¿Que haces?—Me acerco para que se marche más no lo hace.
El ya se a quitado el cubrebocas dejando ver su rostro,al último recuerdo,su rostro no luce casi muerto,luce natural como el de una persona normal.Su piel ya no es casi grisacea ahora es un tono blanco frío.El arrastra la mirada perezosa mente hasta mi.
—¿No vienes?—Palmea la cama.
¿Este tío?
Niego repetidas veces.—No,gracias.Ya me voy—Incito para que se marche pero no entiende la indirecta.
El sonríe con maldad.—¡Ven aquí,Miley!—Demanda.
Lo que sucede a continuación,me impacta,mi cuerpo empieza a caminar,mi cabeza dice que no,más no lo hago,luchó contra mis piernas que avanzan y mi cabeza que trata de darles órdenes para que se detengan.
¿Que sucede?
Llegó hasta el y mis pies tocan la punta de sus botas desgastadas.—¡Sube!—Vuelve a demandar y toca encima de su abdomen,el sonríe
Lleva sus manos detras de su cabeza,en una posición incomoda.Observo como mi cuerpo sigue sin responder.Una pierna sube encima de la cama y la otra sigue.Empiezo a arrastrarme encima de el.—¡No!—logro articular sin voluntad.
Hasta que llegó al punto y lo siento,mi cuerpo se acomoda y se sienta sobre su abdomen bajo,sintiendo su cuerpo,es un cuerpo humano,está firme y tibio,creí que era como un fantasma pero no es asi,puedo tocarlo,confundida llevo mi mano hasta su estómago y ahí con un dedo lo pico,para verificar pero no lo hice amablemente,lo pique con odio,lo que es aceptable por lo que hace,el se mueve y se levanta,coloca ambas manos sobre el colchón para lograr sentarse y quedar frente a frente por dios¡Por qué soy tan pequeña!el me observa—Y si,aun sobre el...el fantasma raro,me lleva una cabeza de alto—.Su cabeza me sobrepasa unos centímetros y le miro directo.
Esta situación se torno extraña,más ahora que me encuentro sentada encima de un extraño ente,sin inmutarse o decir nada solo admirando su belleza,esto se vuelve aterrador y enfermizo.
Y el hace lo mismo,observar mi rostro.—Te pareces tanto a ella...—Susurra con la mirada perdida.
—¿A quien?—Finjo no saber.
Pero el no responde,lleva una mano hasta mi cabello y lo toca hasta enredarlo en su dedo.Pronto recuerdo que iba a hacer algo está mañana y el me está distrayendo.Lo hace a propósito.Gruño internamente,mi plan se está llendo a la basura.
Y se supone que debería ser aterrador.—Puedo serlo...—Murmura—Pero no te gustaría,tu dime,nena¿Prefieres al amable o al cruel Proust?
Me mira aun sobre el musito—Tu,el amable.—El sonríe.
Cuando el acaba de jugar con mi cabello,finalmente me libera,y siento como esa presión que me obligaba a obedecer se esfuma,cuando lo siento me remuevo y me quito rápidamente.
El se queda ahí estirado.Así que ya molesta lo hecho de aquí.—Ya te vas¿No?
—¿A dónde?—Replica.
—A dónde sea,ve a hacer cosas de fantasmas.—El se hecha a reír,en otra situación diría que su voz es impresionante pero en esta no,a logrado aterrarme a niveles incontrolables y confundirme sin parar.
—Lo siento pero no me iré¿Por qué la prisa,nena?—Pregunta sonriendo,se ve tan juvenil.
Niego.Y luego voy a algo que me lleva a la mente —¿Que edad tienes?—El cambia el gesto divertido a uno mas divertido
Ah,con que ya se que quiere.—¿Por qué?
—Quiero saber.
El sonríe malicioso.—Mas que tu.
—Se claro—Exijo
El sonríe de nuevo y habla—Yo tengo muchos años,este cuerpo infame,tiene como treinta.
—¡Ahí está!cualquier plan loco tuyo,yo apenas tengo diecisiete.
Digo sin pensar.El sonríe aún.—¿Y?¿Dicen que para el amor no hay edad,nena?—Abro la boca indignada.
Iba a reprochar tal locura cuando la puerta se abrió.Me encuentro con Milo recién levantado.—Dice mamá que bajes a desayunar,floja.
Me quedo petrificada,hasta que volteo y el ya no está.Suspiro de alivio.—Ya voy,necesito hacer algo
—Como sea...
Dejo para cerrar la puerta me apresuro a sacar la caja y guardarla en mi mochila,tengo que abrirla en un lugar donde esa cosa no me vea.Bajo a desayunar rápidamente sin prestar mucha atención a mi padre,y cuando termino salgo de prisa con la mochila hasta la dichosa casa de Preston.
Con la esperanza de encontrarlo.Y saber de el famoso Proust.
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