Capitulo 3.
Esta más que claro que mis padres están locos por comprar una casa así de horrible de tenebrosa y quién sabe que hicieron los antiguos dueños que se yo,¿Asesinar a alguien?más probable.Mis padres son así,mi padre se llama Mack Haynes,es un administrador de empresas como dije,y el tendrá que viajar como una hora de ida y vuelta.
Hasta llegar a su trabajo al centro de la ciudad,el es un hombre alto pero fuera de forma,es pálido,con el cabello color chocolate o castaño,realmente no se,creo que soy daltónica.Tiene unos ojos color miel detrás de esos grandes lentes.Mi hermano Milo,es la réplica de mi padre solo que más joven.Y bueno mi madre,ella es Melissa Clark,es una mujer alta,delgada,atractiva,con una piel blanca de porcelana,de unos ojos azules,y un largo cabello negro,ella es originaria de Vancouver,Canadá,así que no le molestó volver a su lugar natal,bueno casi.Y yo soy su réplica.—Solo que una versión más floja de ella—.
Ella es escritora,y tienen un nuevo género literario,novela juvenil,ambientada en un lugar así,está es la razón;ella decidió venir a vivir aquí,aunque mi padre no le convenció accedió,por el precio bajo que la de la inmobiliaria le ofreció.Era la última opción y la más económica,no lo sabía y aún no lo se.Así que lo averiguaré.Y bueno,viviremos aquí y viajaremos media hora para ir a la preparatoria a Milo,lo convencieron con;—Te compraremos un auto.
Y así lector,es como sobornan al hijo mayor de la familia,con un auto económico de estilo deportivo.Empiezo a buscar a mi madre está sale de la cocina con unas cajas¿Mas?,por dios—¿Que hay allí?—Ella me mira.
—Un cuarto de lavado y una salida al patio trasero de la casa.—Informa,mientras inclino mi cuerpo hacia un lado para ver una puerta.
—Ah...
Ella coloco las cajas en la mesa,son sus libros,de los cuales hay en cada esquina de la casa,ella tiene ocho libros publicados entre ellos una saga de cinco,dos de una biología,y uno independiente y por supuesto el proximo,otros cinco en curso y dos que publicará.Y siempre hay uno en cada esquina,son su orgullo,al igual que sus hijos—son como sus mini hijos—.
—Mama...—Le llame—¿Que hay de la casa?—Ella me observó con una mirada cansada.
Asi que le mostré una amplia sonrisa.Ella suspiro.—¿Cómo,que?¿Que hay de la casa?—Indagó cansada,yo tomé asiento en una silla,ella comenzó a revisar dentro de las cajas.
—Bueno,no hay mucho que decir,es una casa que paso de muchos propietarios,y la rebajaron de precio.—Habla mientras saca un libro lo revisa y lo pone sobre la mesa.
—¿Y por que?¿paso algo?¿por que se fueron los dueños?¿por que esta en mal estado?—Comencé a bombardear con preguntas,esa nunca falla.
Mi madre parpadeo unos minutos aturdida. —Bueno,Miley haces muchas preguntas,pero la de la inmobiliaria no quiso dar detalles,solo cosas sin importancia,y se marcharon sus dueños por lo solo que esta,y lo viejo,bueno solo es antigua no vieja—Replicó.
—¿Y que tan "antigua" es? —Hice comillas con los dedos en la palabra.
—Como...de hace cincuenta años...del año—medito unos minutos —De 1972.
Mi boca se abrió de la impresión.—¿Y sigue de pie?¿de que esta hecha? —Mi madre se encogió de hombros al no saber.
Yo resople,bueno eso es nuevo.Me levanté tomando una caja de mi madre para llevarla a la sala ahí coloque unos en la mesa y unos pocos más en el pequeño mueble al lado del sofá,los acomode.—Se ve bien—.Cuando termine,mi hermano apareció mágicamente tocando su barbilla con el rostro ceñudo.
—¿Que?¿Quieres ir al baño?—Sonrei.
El me ignoro.—Sabes,hay un ático,cuatro recámaras,un cuarto de la vado,la sala,pero no hay sótano¿Dónde está el sótano?—Lo mire con el rostro extrañado.
¿Y para que quiere un sótano?
—¿Todo esto por que no hay un sótano?—Hice cara de disgusto.
El chasquea la lengua.—Es más que eso,una casa así debe tenerlo,además ¿No crees que está casa es extraña?una mas,le pregunte a papa y dijo que si tiene entonces Miley Haynes Clark¿donde esta?—Replico
Mis cejas se fruncen un poco confundida ante su actitud,pero luego recuerdo que es igual a mi,asi que me encojo de hombros—Lo es.
—Ya busque por todos lados,y no esta—Se indigno y coloco sus brazos en su cintura.
Sonreí.—Deberias dejar esto así.
El hizo un ademán con su mano para ignorarme.Avance hacia afuera,la verdad esto se está tornando algo aburrida,encontré a mi padre bajando nuestras maletas de la camioneta a si que decidí ayudarlo,las bajamos cuando las ocho maletas están en la nieve comenzamos a jalar hacia la casa,las dejamos dentro de la sala.Hasta que al regresar por la segunda ronda tropiezo pero continuamos.A la tercera,llega una camioneta.Mi padre se detiene,ellos avanzan hasta quedar cerca de nosotros.
—¿Usted es Mack Haynes?—Un rubio alto,bajo del auto observando a mi padre.
—Si,soy yo...—Mi padre infló su pecho
Sonreí y negué con la cabeza.Comence a jalar de las maletas.¿Que trae Milo,en su maleta?¿Piedras?ojalá,así pueda tomar una y lanzarla a la cabezota si tiene.—Somos los de el internet...—Murmura el rubio.
Después bajo otro sujeto igual de rubio pero este está menos atractivo.—¡Ah,si!es en esa casa...
—Señala mi padre la casa,ya casi llego a la entrada,cuando estoy ya,le doy una patada.
Los sujetos asintieron y comenzaron a bajar cosas de su camioneta,yo decidí seguir y llevar las maletas a la casa.Una de ellas se atoro y después de un tirón avanzo,el rubio la había empujado,por desgracia,no fue en buena fe.Resulta que le estorbaba para pasar.—Estúpido.
Comencé a hacer muecas cuando se volteo.Lleve las maletas hasta adentro.Ahí me encontré con mi madre y Milo,en la sala,el sillón está separado de la pared.
—Haber...dame el cuchillo...—Mi madre le hablo a Milo,este se lo entrego,extrañada lo mire.—¿Pero que hacen?—.
El lo noto.—Se me callo un libro allá atrás,y resulta que hay algo detrás del papel tapiz.—Me habla haciendo señas y al final señala la pared con su dedo y intenta hacer como si pícara el aire.
—¿Algo?
—Si.Y creo que es el sótano —Chilla emocionado.
Mi madre comenzó a tentar la pared,hasta que al parecer encontró un bordo,llegó hasta un punto y ahí introdujo el cuchillo,hizo un agujero y empezó a romper el papel,hasta que empezó a encontrar una puerta,una distinta,está de hecho,hecha para pasar desapercibida como pared.Lo único visible es el pequeño agujero de la cerradura.Minusculo e insignificante por cierto.Mi madre la detalla pero algo de molestia surco su cara,gracioso por cierto.Luego negó.—Voy a hablar con Taylor,ya hay demasiados misterio en esta casa...—Dejo molesta para ir directo a la cocina.
Entonces Milo,comenzó a husmear la pared,y luego acomodo todo en su lugar,solo que ahora hay una puerta.—Genial,lo que siempre quise.—Una misteriosa puerta.
Sin nada más que encontrar me dirijo hacia afuera,allá encuentro a mi padre hablando con el rubio y luego se aleja,empiezo a caminar hacia la parte trasera de la casa,que no se nota,por qué todo está lleno de nieve.Doy saltitos para marcar las huella y dejar hoyos en el camino,me detengo a medio camino,no hay razón para ir allá,para perderme entre el bosque,regreso por dónde camine,remarcando los huellas.—¿Desde cuándo están aquí?—El rubio grosero me observó,está en una escalera siete escalones lejos del suelo.
Lo observó con una ceja enarcada.—Como...Hace seis horas.—Replique.
El sonrió.Mostró una sonrisa algo coqueta para mí gusto.—¿Y podrá sobrevivir una niña como tú aquí?—Se burló.
—¿A qué te refieres?—indague.
El comenzó a acomodar un taladro,y marco la zona donde irá el agujero.—A que está casa tiene muchas historias,y algunas bastante tenebrosas...—Hablo con un semblante serio.
—¿Que?
El se hecho una risilla.
—Me parece que ustedes no investigaron nada de está casa¿no niña?—Achino mis ojos molesta ante su reacción.
Iba a abrir la boca,cuando alguien más hablo por mi.—¿Molestando a mi nueva vecina?—Una voz masculina,un poco joven me hizo voltear.
Es un chico bastante peculiar,es pálido,con una piel bastante blanca y un cabello café obscuro,bastante normal por cierto.Tiene unos ojos negros.—Y una mirada medio loca—.Lleva un gran suéter,guantes de cuero y unos pantalones de mezclilla junto con una botas.
El me mira y sonrió.—¿Que haces aquí?¿No deberías estar estudiando?—Replicó el rubio,obligándome a girar de nuevo la cabeza al rubio en las escaleras.
Un momento¿se conocen?—Enterate,hermanito que existen las vacaciones,así que si estás son tus formas de ligar me llevo a la chica.—Rechisto,después me toma del brazo sin previo aviso y me arrastra lejos del rubio,y yo que ya comenzaba a odiarlo,no es justo.
Llegamos a la entrada,ahí me soltó y extendió su mano.—Soy Preston,tu vecino—La tome—Y cuando quieras visitarme ¿Ves ese camino de allá?—Señalo un camino de tierra que el dejo.—Por ese camino llegas hasta mi casa.Y olvida a mi hermano,está loco.
Sonrei—Pues somos dos.
El sonrió.—Y¿Vives aquí?—Observo la casa.
—Si¿Por qué?
En hizo una mueca —Es....olvídalo.
Lo mire confundida.—¿Es que?
El negó —Nada.—Sonrio ignorando lo sucedido.
—¿Quieres..pasar?—Cuestione,el abrió los ojos.
—No gracias,mejor voy por pan...—Se giro para avanzar.
—Cuando quieras conocer el aburrido pueblo,buscame—Guiño un ojo y siguió avanzando,Hasta perderse.
Ese chico es raro.El día transcurrió tranquilo de hecho,después de todos los sustos que me lleve.Ya no escuché o vi nada más,el día termino,y por una extraña razón agradezco dormir acompañada.Trate de acomodarme en la cama de un lado mientras Milo,se recostó del otro y se cubrió con la cobija.Me quedé ahí meditando recordando al hombre de ojos brillantes,intrigada y aterrada.
Prue.
¿Quién era?
Serán el mismo sujeto.
Y la caja.
¿Pertenecerá al fantasma?
Esto es tan confuso,mañana a primera hora debo abrir la caja.—Milo...—le llamo.
—¿Mmm?
—¿No has visto o escuchado nada extraño?—interrogue al medio dormido de mi hermano.
—Si,tu.—Reprocho—No me dejas dormir.
Bufo—No me refiero a la casa.
—No,solo es vieja y tenebrosa.—Replico.
Entonces me gire y me arrope con la cobija.Comence a observar que dentro de la habitación todo está obscuro lo único que ilumina la casa es la luz de la luna que secuela por la ventana.Y ahí está de nuevo.
El.—¿Milo?—Lo llamo de nuevo.
—¿Uh?
—¿Me abrazas?—El no se movió.
Esto jamás lo había hecho desde que teníamos diez años y solo cuando ambos teníamos miedo,el lo sabía.—No,ya duerme.—Corto.
Suspiré.Y cerré los ojos.Hasta que senti como extendió sus brazos y me abrazo provocando que sintiera calor.—Ya duérmete,tonta.—Sonrei.
—Tonto...
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