
Capitulo 14
3:00AM
Estoy en una recámara, se que no es mía, noto como todo al rededor es distante y borrosa, noto como estoy atada de pies y manos, entonces todo empieza a oscurecer se sin lograr ver nada, siento algo extraño en el cuerpo hasta que sucede.
Uno.
Dos
Tres.
Se marca en mi cuerpo, arden como el mismo fuego, y duelen como un hueso roto son heridas, son cortadas como con Demon, es doloroso aterrador, intento liberarme, luego enfoco la vista,y lo noto hay miles de heridas no fueron solo una, ni dos o mucho menos tres son cientos. En el brazo en las piernas, son finas lineas rojas que brotan gotas de sangre, aterrada intento nuevamente zafar me, pero no hay nada que me libere de la tortura hasta que lo veo, esos ojos rojos brillantes.
Entonces cuando el dolor me vence.
Despierto."
Me levanto alterada estoy en mi recámara, en el colchón me sujeto el pecho con fuerza por falta de aire, observó mi cuerpo y imaginar que las heridas eran falsas pero no, alterada y con los dedos tembloroso me dirigí al baño a curarlas, hay por todas partes, no entiendo por qué sucede eso. Las manos me tiemblan que soy incapaz de curarme, así que suelto el algodón y me recargo en el lavamanos, intento respirar para calmarme. Pero no puedo, una opresión agonizante inunda mi pecho, bajo la cabeza para calmarme pero una lágrima escurre por mi mejilla. —No imagine que fueras tan débil.
Me tenso de inmediato, giro la cabeza lento, como un psicopata, enfoco a la cosa parada en la regadera. —¿Que quieres ahora?¿Quieres matarme?—Replico histérica mirándole con furia aun temblando. El me mira fijamente.
Sus ojos bailan por mi cuerpo, después saca las garras de sus bolsillos y veo eso largos dedos ensangrentadas, veo mi cuerpo y se que fue el, con sus garras. —¡Responde!—Replico en susurro evitando despertar a mi hermano. —¡Si quieres matarme hazlo ya!—Vuelvo a gritar esta vez me acerco a el. Pero rie.
Quiero abofetear lo, pero recuerdo que es un fantasma. —Solo quería despertarte. Es todo.
Hago una mueca de asco, y intento salir del baño, de pronto me asfixia. Pero al abrir la puerta, el cierra la misma detrás de mi, intento girar me para encararlo, y presiona mi nuca con su garra un escalofríos terrorífico me recorre el cuerpo. —Te curare.
Su susurró, estremece mi cuerpo, y si, es por terror. Siento pánico. Intento nuevamente girarme, cuando acerca su boca mi cuello, con esas finas lineas de sangre. Siento su lengua fría y húmeda lamer mi cuello, cada parte herida. Intento girarme, pero sigue a hacer con todas las heridas del cuerpo hasta la de un lugar más intimo. —Sultame.
—Hay algo que debes cumplir. —Músita pegado a mi piel.
Quiero gritar. —¡Sue...—El me tapa la boca con sus manos.
Las garras afiladas se extienden y abro los ojos asustada. —Tu me diste el acceso cuando me dejaste poner el símbolo. —Murmura, vuelve a lamer. Y está vez empuja mi cuerpo hacia atrás, hacia su abdomen.
Sus manos viajan por mi cuerpo,por todo, dentro del sueter de invierno, sus garras cosquillean, siento que quiero llorar del pánico,mis nervios están de punta por la pesadilla. Niego varias veces aterrada, el gruñe—No. —Murmura con voz gutural. —Asi no.
—¿Que?—Susurro cuando me suelta la boca.
—Asi no es el pago, debes cumplirlo como lo prometiste. —Susurra detrás de mi.
—¿Cómo?—Casi chillo.
—Con deseo...—Se vuelve a esfumar, por el aire frío que dejó se que desapareció.
Miro a todos lados aterrada y al no verlo, me deslizo por la puerta y me abrazo a mi misma, tengo miedo, tengo frío, quiero llorar. Quiero huir de aquí. Se que haber descubierto lo que pasó causó problemas pero....esto sobrepasa los límites.
Tengo miedo.
/ / / /
Después de terminar me dirijo a la cocina ahí encuentro a Milo, discutiendo con mis padres.
—¿Cómo que se quieren ir ya?—indaga curiosa mi madre observando extrañada a Milo.
Este tiene una expresión molesta e irritada. —No somos tontos¿Saben?Ya sabemos lo que hay dentro de las habitaciones tambien sabemos del famoso fantasma que se alberga aquí, son capaces de dejar a sus hijos aquí peligrando nuestras vidas¿Que clase de padres son?—Replico.
Mi madre intercambio mirada con mi papá. —Escucha Milo. —Resopla mi padre. —Se que es difícil pero estamos en esa situación, acabamos de comprar está casa y si sabemos de lo sucedido, estamos en el proceso de comprar una nueva casa, esto tardará unos meses, mientras por favor, esperen un tiempo. Los amamos no queremos ponerlos en peligro. —Mi padre forma un gesto angustiado.
Milo vencido al no marcharnos, ya se está casa. Se va molesto. Yo solo trato de seguirlo. Cuando llega a la habitación hablo. —¿Milo?—El se gira.
Tiene un gesto irritado en su rostro.—¿Que?
—Ya se que quieres irte, y yo también pero entiende los que ellos... —El me interrumpió.
—¿Entender que?¿Sabes que Miley?¿No te das cuenta que tu estas en peligro?se que hablas con el se que te persigue se de tus pesadillas...¿y quieras seguir aquí?—Se acerca furioso—¡Estoy hasta la mierda, de aterrado!¡Lo peor es que todo esto es tu culpa!—Le corto.
—¿Mi culpa?¿Acaso yo lo llame o lo traje aquí?ya se que estás aterrado y yo igual...—el abre la boca para hablar,así que levantó la voz. —¡Pero no es la manera de tratarme, y si es por que estoy intentando deshacerme de él!
El rie. —Aja¿Y luego que?lo hará por que le importas, por que te pareces a su novia muerte, su Miley, lograrás algo. —Se acerca y susurra cerca de mi cara. —Lograrás que te mate.
—Será mejor que te tranquilices...—Murmuró con un nudo en el pecho. Termino para dejarlo ahí de pie. No sabe que que he hecho por salvarnos a todos.
/ / /
El día transcurrió lento y denso, se siente extraño y aunque se que Proust está por aquí, no se a aparecido en ningún momento,
otro punto extraño, el día paso leyendo algún libro, preparándome algo de comer y estar sola, ya que mi hermano decidió irse y dejarme aquí sola, mis padres igual tienen que trabajar y entre pensar y pensar llegué a la conclusión que. Son las peores vacaciones en toda mi vida.
Estoy rondando por la casa sin saber que hacer, incluso hice la limpieza en nuestra habitación y acomode algunas cosas que no había hecho, pero cada que paso por la habitación cerrada me causa escalofríos,no quiero volver a entrar ahí, no desde lo que pasó, no me siento cómoda, la heridas no dejan de aparecer. Yo no sé que hice para merecer esto,no si se¡Ir donde nadie me llamo!Llegó hasta la sala y ahí pienso en que si Proust no a aparecido por ningún lado, y que tenemos que encontrar el otro libro.
Sacudo la cabeza en negativa por que no debería hacer esto,más es mi deber. Bajo al sótano una vez más,no hay nadie, ni rastro de Proust. Avanzó por la habitación buscando una salida incluso la puerta antes mencionada, me coloco en medio de la sala por la alfombra gruesa en el suelo y ahí siento un extraño borde. Quitó rápidamente la alfombra,y noto una gran puerta, pero está cerrada, así que busco algo para abrirla y extrañamente encontré la llave, la tomo y me apresuro a introducirla en el candado, este se habré, lo quito y lo guardo,nerviosa y con dedos tembloroso, abro la puerta, ahí desprende un extraño olor a muerte, y todo está obscuro, intento decidir entre bajar o no pero escucho algunos ruidos allá arriba, rápidamente vuelvo a cubrir todo sin dejar el candado y salgo de inmediato de ahí.
No se que hay allá abajo.
Ni lo que pueda encontrar pero algo me dice que no es nada bueno.
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