JungKook

Nos quedamos en silencio viendo como esos sujetos no se cansan de buscar, debí haberme quedado en la cabaña.

Yeol está atento a cada movimiento y sé que está luchando para no gruñir y revelar nuestra ubicación.

¿Por qué no se van?

Revisan el río, detrás de las piedras, incluso los arboles pero estamos tan arriba que no son capaces de vernos.

Puedo sentir la rama moverse, no nos soportará por mucho tiempo, ¿Qué hago? Podría usar mi arco pero son demasiados, no creo tener suficientes flechas.

──No lo veo por ningún lado ──dice mi ex prometido maldiciendo en voz alta── ¿No dijiste que lo habías oído?

──Es que, yo pensé...

──¡Cállate! ──ordena dándole una bofetada── ¡JungKook! Hice un trato con tu padre, ¿Quieres que deje a tu familia en desgracia? ¿Qué les quite lo que les di? ¡No seas malagradecido.

Los gruñidos de JiMin empiezan a hacerse presentes, intento calmarlo pero no lo logro, vamos, tengo que hacer algo.

──¡JungKook! ──grita de nuevo asustando a las aves── ¡Maldito infeliz, sal de una vez!

Cuando Minnie está a punto de saltar se escuchan unas pequeñas pisadas en los arbustos, todos apuntan ahí ya que hay mucho movimiento.

──Kookie, sabía qué harías lo correcto ──dice acercándose con una sonrisa── ven, vamos a casa.

De las plantas sale un pequeño oso que mira a todos, gruñe un poco intentando parecer intimidante pero solo logra el caso opuesto.

──¡Mierda! ──grita enojado dirigiéndole la vista a mi padre y lo señala con el dedo── me devolverás todo.

──Pero...

──¡No! Dije, ¡Todo! ──insiste enojado── y alguien mate a esa cosa, quiero un gorro nuevo.

Un nuevo problema, el bosque no estará muy feliz con esos tratos, no puedo dejar que lo lastimen pero no tengo suficientes flechas para alejarlos, además traen armas y nos superan en número.

──No te preocupes, yo los ahuyento ──avisa lobo pero lo detengo── bebé, lo matarán sino hacemos algo.
──Sí pero tampoco quiero que te arriesgues, espera ──pido tomando mi arco silenciosamente, apunto lejos y disparo esperando generar un sonido tan fuerte que los alerte.

Lo logré.

──¿Qué fue eso? ──pregunta mi padre dirigiendo su vista a donde mi flecha── se escuchó del otro lado.

──¿Será JungKook? ──pregunta ese tonto sonriendo── vamos, rápido.

Los hombres se dispersan volviendo al bosque, bajamos rápidamente del árbol y Minnie toma al oso bebé.

Corremos de vuelta al árbol esta vez siendo más cuidadosos para encontrar las ramas que nos puedan soportar más tiempo, solo quiero cerciorarme de que se van antes de volver a la cabaña o nos seguirán y habrán muchos problemas.

──Niño, ¿Estás bien? ──me pregunta Minnie en un susurro.

──Sí, lo estoy ──respondo en el mismo tono── algo ansioso pero bien.

──¡Un oso! ──gritan llamando nuestra atención, se oyen los rugidos de un papá oso furioso y mucho ruido de personas huyendo.

No alcanzo a distinguir bien desde aquí pero los veo correr alejándose tanto de la cabaña como del río.

Podrán ser muchos y tener armas pero no están lo suficientemente preparados para vencer a un oso.

El gran animal se acerca al río y mira por todos lados, supongo que buscando a su cría.

Bajamos con cuidado para no dañar a su hijo así como evitar hacer sonidos bruscos que lo alteren, al hacerlo dejo al osito en el piso y este va a donde su papá.

El gran oso gruñe y Minnie lo hace igual poniéndose frente a mí para protegerme pero el más grande se calma al cargar a su bebé, podría jurar que están hablando y hace que su papá se tranquilice.

Asiente y se aleja de nosotros dejándonos libres de uno de los momentos de estrés más grandes que he pasado en mi vida.

Sentí mucho miedo.

──Bebé ──nombra abrazándome── ya pasó, te dije que no te dejaría ir.
──Lo sé, gracias ──agradezco intentando no llorar── es que... Me asusté demasiado, estuvieron realmente cerca ésta vez.

──No llegaron a la cabaña.

──¿Y si lo hacen?

──No dejaré que se acerquen a ti ──responde seguro alejándose un poco para mirarme a los ojos── te lo dije JungKook, no dejaré que te lleven y hazte a la idea de una vez, te cuidaré, no tienes nada que temer.

Asiento y hago que me bese porque me hace mucha falta, lo beso con desesperación pues eso es justo lo que siento.

Ponemos algo de distancia pero su sonrisa me hace saber que todo va a estar bien, toma mi mano y vamos a la cabaña.

Odio que ese sujeto se esfuerce tanto en encontrarme solo para hacerme sufrir, no me ama ni yo a él.

Yo amo a mi lobo, a JiMin.

Entramos a la cabaña, cierro la puerta y cuando menos lo espero sus manos toman mi cintura llevándome a la cama.

Disfruto demasiado cada que hace eso.

Me carga y coloca dulcemente sobre su regazo, me regala un par de lamidas en mi cuello acompañadas de sus gruñidos que me provocan miles de sensaciones.

──Lobo...

──¿Sí, caperucita? ──pregunta en un susurro ronco sin dejar mi cuello abandonado.

──¿A dónde fuiste? ──pregunto luchando para controlarme un poco── cuando desperté no te vi.

──Fui a la aldea a conseguir hilo rojo ──responde quedándose quieto── quiero arreglar la capa de mi caperucita.

Me intimido bastante con él cuando hace esta clase de cosas, solo hace que me ruborice y no creo que sea su intención.

──Gracias.

──No hay de que ──dice dándome la vuelta quedando sobre mí── Soo, lo que dijo ese hombre, de quitarle sus cosas a tu familia... No es tu culpa.

─¿Qué?

──Eso con lo que amenazó a tu padre, fue él quien inició todo, no tienes que sentirte culpable.

Mi querido lobo, mi querido, lindo y debo decirlo, sexy lobo.

Asiento y atraigo su boca para que devore a la mía, siempre se preocupa por mí, me protege y me hace sentir importante.

Sin importar que suceda sé que nunca me alejaré de él, el bosque es mi hogar ahora y mi lobo mi única compañía.
Y estoy más que feliz con eso.